⁽ lunes, 2002 ⁾
—¡Cuidado! ¡Escuché que trató de matar a su madre!
—Mi hermano dijo que rompió una báscula en el centro comercial.
—Ahora sabemos por qué su papá lo golpeaba, si yo tuviera alguien así como familiar también lo haría.
—¡Me da asco!
—Es un monstruo.
El pequeño lloraba y ahogaba sus gritos mordiendo sus agrietados labios, no se atrevía de ninguna manera a mirarse en el espejo. Porque, tal vez Jimin tenía miedo de mirar algo horrible. Tal vez tenía confirmado que lo que vería ahí, no le gustaría para nada.
Tragó en seco y levantó lentamente la mirada, hasta llegar a mirar completamente su reflejo.
Sintió como una horrible sensación consumía todo su cuerpo.
Odiaba su cabello.
Odiaba sus ojos.
Odiaba su nariz.
Odiaba su boca.
Odiaba sus mejillas.
Odiaba estar gordo.
Odiaba las pequeñas marcas que se esparcían por todo su cuerpo.
Se odiaba.