Ambas, Sara y Valeska se encontraron en la mitad del claro del bosque.
Empezaron una lucha cuerpo a cuerpo, las dos tenían agilidad, las dos daban y recibían golpes certeros. Valeska en un rápido movimiento tiró al suelo a su enemiga y le propinó varias patadas continuas en el estomago, Sara se encogía de dolor.
Entonces harta de recibir golpes dio un giro rápido en el suelo y le dio una fuerte patada en las piernas de la chica sombra haciéndola caer.
Sara se colocó sobre ella y empezó a darle puñetazos guiados por toda la rabia y odio que la consumían. Valeska levantó su brazo dando la orden a sus sombras de atacar.
La Dama de la Luz se levantó rápidamente y esperó con ansias la llegada de estas.
—¡Vamos!
El colgante de Sara empezó a brillar con intensidad al igual que ella misma.
Las sombras se detuvieron algo dudosas a pocos metros de ella.
—¡Atacad! —gritó una Valeska desesperada.
Las sombras obedecieron y rodearon a la joven, después se abalanzaron contra ella, envolviéndola completamente.
La chica sombra observaba aquella escena con una sonrisa de victoria, no podía ver con sus propios ojos el cuerpo muerto de su enemiga, pero sentía que había ganado.
Pero se equivocaba, pues las sombras empezaban a dispersarse y una ligera luz se asomaba entre las ellas haciéndolas desaparecer poco a poco.
En el rostro de Valeska ya no estaba aquella sonrisa de victoria, en cambio su rostro se había endurecido y mostrado su peor cara.
Sara empezó a caminar a través de las sombras hacia donde estaba situada su enemiga, cuando ambas estuvieron cara a cara la Dama de la Luz la cogió con fuerzas por los hombros. La luz que desprendía la joven era tan fuerte que Valeska sentía la sensación de que su cuerpo ardía en llamas.
La chica sombra se dejó caer ante la Dama de la Luz, mientras gritaba de dolor, entonces las sombras se volvieron a agrupar entre ellas, rodearon completamente el cuerpo de Valeska y desaparecieron junto a ella.
Sara se había quedado sola en mitad del bosque, su cuerpo y su colgante aún brillaban con intensidad, pero no solo su cuerpo y el colgante, sus ojos estaban completamente llenos de luz.
Se dejó caer de rodillas, cerró los ojos y se llevó la mano al colgante, respiró hondo varias veces intentando tranquilizarse, dejó su mente en blanco. Entonces volvió a abrir los ojos de par en par.
Toda ella había vuelto a la normalidad, su cuerpo, sus ojos y el colgante habían dejado de radiar luz.
Se llevó la mano a la cabeza, le dolía todo el cuerpo.
Pero lo sorprendente era que no recordaba lo que había sucedido, lo último que recordaba era haberse encontrado con Valeska, la lucha con ella, pero después... nada.
Se levantó del suelo poco a poco y empezó a caminar en busca de Diamond.
☼
—¿Habéis visto a Sara? —preguntó Jocelyn preocupada.
Todos estaban ocupados yendo de un lado a otro con rapidez, pues mientras Sara estaba ausente, el ejercito de Alkán había hecho presencia en el campamento de sus enemigos dando un fuerte golpe contra ellos y produciendo un gran número de bajas.
Anatani y las demás sílfides hacían todo lo posible para que el número de bajas no aumentara más.
—Estoy segura que no se encuentra en el campamento, no te preocupes ahora por ella. —se detuvo frente a Jocelyn y la cogió por los hombros. —No te preocupes ahora por ella, necesito tu ayuda. Mira a tu alrededor.
Jocelyn miró a su alrededor como le indicó la sílfide, había dolor mirara por donde mirara. Había mucha gente muerta, otros estaban mutilados, algunos ni tan siquiera se podían mantener en pie. Sara no estaba allí, ahora lo mínimo que podía hacer, era ayudar todo lo posible.
—De nuevo nos hemos visto sorprendidos por Alkán. —comentó desesperado Rojan.
David empezaba a dudar de su capacidad de liderazgo, de si era o no digno de liderar al ejército de los rebeldes. Axel podía ver esa preocupación en el rostro del que fue un día su gran enemigo, y le colocó la mano sobre el hombro de este para darle un poco de ánimo, pues nadie se lo esperaba y no era su culpa. No era culpa de nadie.
—Atacaremos Eisihan mañana antes del amanecer. —dijo David de pronto.
—Estoy contigo.—dijo Axel.
Rojan y Marcus miraban a ambos con desaprobación, ninguno de los dos estaban de acuerdo con esa idea. Era demasiado precipitado.
Rojan habló primero.
—David, creo que no estamos precipitando. Ahora mismo tenemos muchas bajas y demasiados heridos para llevar un ejército a Eisihar, los vamos a poner en peligro a todos.
—Si fallamos no habrán más oportunidades, ¿lo sabes verdad?—continuó diciendo Marcus.
El líder de los rebeldes los miró fijamente.
—Vamos a terminar esto de una vez por todas. Ahora mismo Alkán no se espera un ataque, él debe de pensar que vamos a esperar a que nuestros heridos se recuperen. Creo...no, estoy convencido de que podremos ganarle.
De pronto apareció Sasha en la tienda.
—No voy a poner a las valquirias en peligro David. Si vais a luchar ahora lo haréis sin nuestro apoyo.
—Garfus no estará de acuerdo tampoco. Él tampoco querrá poner en peligro más vidas de los enanos.
—La guerras tratan de esto, no es ir de paseo. En las guerras hay bajas, mueren personas y se hieren otras.
—Es verdad que siempre hay bajas pues es algo que no se puede evitar en las guerras, pero si podemos evitar el gran número de ellas, y ahora mismo somos débiles David. —lo interrumpió Marcus.
—Solo tenemos que atacar con todas nuestras fuerzas. Ellos tienen desventajas al estar en una ciudad subterránea, no tienen escapatoria. Además de que no nos esperan. Chicos podemos hacerlo. —continuó diciendo David.
—Creo que deberíamos de votar. —Sara acababa de entrar en la tienda.
—¡Sara!
David corrió hacia ella y la abrazó con fuerzas.
—Estoy bien.
—Me temía lo peor, al no verte en el campamento.
—¿Dónde narices estabas Sara? —los interrumpió Sasha.
Pero Sara a penas recordaba, solo recordaba como había conseguido su poder, pero no lo quería decir ya que no estaba segura de controlarlo del todo y no era el momento de que todos se preocuparan por ella. La lucha contra Valeska era lo menos que recordaba, pues lo único que recordaba era haberla visto frente a ella, pero nada más.
—Yo...
—¿Estabas de paseo con Diamond? ¿De verdad, crees que es el momento ahora de paseos? Me has decepcionado Sara, te hemos necesitado y no estabas.
Sara no sabía que decirle, en parte la valquiria tenía razón, los habían atacado y la Dama de la Luz había desaparecido. No los había ayudado. Por miedo a decir algo que agravara más la situación, lo único que se le ocurrió fue salir con rapidez de la tienda.
Todos la siguieron.
Una vez fuera Sasha la cogió por el brazo y la hizo mirar.
—¡Contéstame Dama de la Luz! ¿Dónde te habías metido, mientras que la gente que lucha a tu lado estaba muriendo o siendo mutilados?
Todo el mundo allí presentes dejaron de hacer lo que segundos antes estaban haciendo y se pararon a mirarlas fijamente. Sara no encontraba las palabras correctas y se estaba poniendo nerviosa al ver todas aquellas miradas fijas en ella. La valquiria la había puesto en una situación difícil e incomoda.
—No lo puedo decir.
—¿No lo puedes decir?
—Sasha ya basta. —dijo un David serio.
—No es el momento de ser un caballero andante ahora, David.
La valquiria volvió a dirigir la mirada hacia Sara.
—¿Tienes idea de cuantas personas han muerto Sara? Estoy segura que todas las personas aquí presentes quieren y desean saber donde estaba la Dama de la Luz en esos momentos en que la necesitaban.
—Lo único que puedo decir es que no estaba paseando con Diamond. No me acuses de algo que no hice. Estaba haciendo algo importante para la guerra, no hay más.
Sara dio media vuelta para marcharse de aquella situación incomoda. Pero Sasha la volvió a coger por el brazo, estaba dispuesta a no dejar escapar a su presa. Estaba dispuesta a descubrir que es lo que Sara ocultaba.
—No nos vuelvas a dar la espalda, nos merecemos saber la verdad.
La Dama de la Luz empezaba a enfadarse con su amiga, y empezaba a sentir como toda su energía quería salir de ella nuevamente. Cerró los ojos respirando hondo, pero no funcionaba, no lo podía controlar, no podía controlarse a ella misma.
Los volvió a abrir y se encontró con el rostro lleno de sorpresa de Fidem el liche que los apoyaba en la lucha contra Alkán.
Con los ojos llenos de luz y con furia apartó la mano de Sasha de su brazo haciendola caer al suelo.
—¡No te atrevas a reprocharme nada Sasha! ¡Tú ni nadie sabe de lo que yo he perdido en esta guerra, así que no te atrevas a cuestionarme más!
David rápidamente intentó calmar a Sara antes de que pudiera hacerle daño a alguien y le acarició el rostro, pero quitó su mano rápidamente pues la piel de Sara se sentía como si estuviera en llamas.
Solo le quedó calmarla con su voz.
—Sara escúchame, ya está, cálmate, respira hondo y cierra los ojos, deja tu mente en blanco. Intenta calmarte.
La joven le hizo caso y cerró los ojos respirando una vez y otra hasta que su mente se quedó en blanco. La luz en ella poco a poco volvió a desaparecer y la Sara que todos conocían despertó.
—Lo siento Sasha. No era mi intención de hacerte daño.
Todo el mundo que la miraban estaban desconcertados, podían ver que el poder de la Dama de la Luz había aumentado.
El único que sabía lo que estaba pasando era Fidem que la miraba preocupado.
☼
Alkán dio un puñetazo sobre la mesa. Había estado escuchando de Valeska todo lo sucedido con Sara. No lo quería admitir, pues su orgullo de general de los liches se lo impedían, pero realmente ahora estaba más asustado de la Dama de la Luz que nunca.
—¡Mátala!
—Pero... ella ahora...—tartamudeaba Valeska.
—¡He dicho que la mates!
La princesa de las sombras, como la llaman ahora los liches, tragó saliva antes de responder.
—Haré lo que me pides.
—Si vuelves con las manos vacías, te desterraré a tu mundo y haré que tu vida sea un infierno. La muerte solo sería un alivio para ti. ¿Lo has entendido?
Valeska solo asintió.
☼
Sara estaba sentada en lo alto de la colina, estaba anocheciendo y de allí podía ver como los soldados preparaban las hogueras para el frío y oscuridad.
Sasha la observaba desde abajo.
—Ella ha perdido mucho Sasha.—dijo Anatani. —Tal vez incluso más que cualquier otra criatura de este mundo. Una vez terminemos con la guerra, estoy segura de que el oraculo cerrará todos los portales hacia otros mundos para proteger Aysirial. Si Sara decide quedarse aquí perderá la vida que tenía en Madrid, sus abuelos, su hermano... ¿No crees que eso es peor que llorarle a un muerto? Cuando alguien muere lo lloras, admites su muerte, incluso llegas a superarlo. Pero el no saber si tu familia está bien o no. Creo que es más duro.
—Lo entiendo, pero...
—Ahora ya está aquí, no ha vuelto a huir Sasha. Estoy convencida de que su ausencia era por algo importante y que si no nos lo quiere decir, es por qué no quiere que nos preocupemos por ella. Tu también la conoces, sabes como es ella.
Sasha agachó la cabeza, sabía que Anatani tenía razón, pero era una valquiria, el orgullo estaba en sus venas.
—Parece que últimamente te gusta estar sola. —dijo Fidem detrás de Sara.
El liche se sentó a su lado sin quitar sus ojos de ella. Sara le dirigió una mirada fugaz.
—Quiero que guardes el secreto Fidem. ¿Puedes hacerlo por mí?
Sara sabía que Fidem se había percatado del poder nuevo que emanaba la Dama de la Luz.
—Una vez más has puesto tu vida en peligro, ¿tienes idea del poder que estás manejando?
—Solo una Dama de la Luz puede manejarlo, el conseguirlo ha sido duro. —dijo mientras recordaba el sacrificio de Lucianar la dríade que guardaba y protegía el poder que ahora le pertenecía y que no podía controlar.
—Este poder requiere muchas fuerzas para controlarlo, si no lo puedes dominar, si no lo llegas a hacer, acabará matándote. ¿Lo sabías?
—No, no lo sabía, pero si sabía que algo en mi cuerpo estaba fallando, me siento muchas veces débil, y además he luchado contra Valeska y al despertar no he recordado nada de lo sucedido, ni tan siquiera recuerdo si la he matado o sigue viva.
Sara podía ver el rostro preocupado del liche.
—Voy a estar bien amigo, tendré esas fuerzas para dominarlo. Mientras tanto quiero que guardes el secreto.
—No será difícil, Anatani y la sílfides son las únicas que pueden ver ese poder, pero ahora mismo están demasiado ocupadas y cansadas como para notarlo. Tu secreto está a salvo conmigo, pero recuerda esto, si te veo cada vez más débil al punto de enfermarte, no lo guardaré más. ¿De acuerdo?
Sara asintió con una sonrisa.
—Eres una buena criatura Fidem, tenemos mucha suerte de tenerte a nuestro lado.
—Es todo un placer Dama de la Luz.
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Hola a todos los fans de Aysirial!! Cada vez somos más en facebook y aquí en Wattpad, muchas gracias a todos!Hoy os escribo para informaros de que busco una portada para Aysirial y la Dama de la Luz para su publicación en físico. He pensado en hacer un pequeño concurso de portadas. Funcionando de esta forma:1. Me mandais vuestra portada a mi email lorena19938@gmail.com 2. Para que yo pueda enterarme de vuestro email, avisadme por mensaje privado en Facebook o en Wattpad y yo buscaré vuestro email con vuestra portada.3. Subiré las portadas recibidas a la página.4. La portada que tenga más me gustas, será la elegida para la publicación del libro.Si teneís alguna duda me preguntais. Espero recibir muchas. Un saludo a todos!!