Cielo y Fuego 1 "Ella"

By SkyAndFire

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Las novicias eternas son chicas cuyos padres son licantropos pura sangre, pero ellas no son licantropos compl... More

Booktrailer
Prólogo.
Capitulo 1.
Capitulo 2.
Capitulo 3.
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11.
Capitulo 12.
Capitulo 13.
Agradecimientos
ANUNCIO.

Capitulo 4.

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By SkyAndFire


La gente del pueblo la veía como si se tratara de una chica nueva, una completa desconocida puesto a que no vestía de luto y en su rostro se mostraba una sonrisa como si algo extremadamente grato hubiera llegado a su vida.

— Muy buenas tardes, señor Damen —dijo con una sonrisa al hombre bibliotecario que se encontraba detrás del demostrador, mismo que estaba demasiado ocupado con los libros como para mirarla.

— Buenos días Micaela...¡¿Micaela?!— volvió a verle el hombre algo sorprendido —Pero mírate, te dije que había algo muy bonito debajo de tu luto. Supongo que estas así por que ya sabes las nuevas.

—¿Las nuevas? — preguntaba algo curiosa, no prestándole atención por estar esculcando entre los libros.

— Alguien ha vuelto al pueblo.

confesó el hombre

—¿Ah, si?— preguntó con desinterés—¿Quién?

—¿Micaela?—le contestó otra voz masculina, desconocida pero a la vez tan familiar.

Su corazón latía y volteó con cautela. Alzó ambas cejas y su voz salió como un hilo.

—¿Ethan?




—Debería darte de a porrazos por hacer eso— gruñó Jack.

Kyle rodó los ojos mientras que Tresh reía por lo bajo.

—Oh, vamos. Solo era un pequeño experimento— dijo, mientras sonreía como lo hace un niño al hacer una travesura.

—Por lo menos ahora tenemos algo mas a nuestro favor— dijo Tresh, cortando una nueva replica de Jack.

— Solo espero que esa noviecita tuya te dure— le siseó Jack.

—No tienes que ponerte así.

—Veamos que pasa si algún día ella te rompe el corazón— volvió a decir, ignorando el comentario de Kyle—. Los humanos cambian de opinión, hermanito. Por eso nunca debes enamorarte de una humana.

Kyle frunció el ceño. Jack rió venenosamente mientras comenzaba a alejarse entre los arboles del bosque. Los hermanos de Luna llegaron y la demostración comenzó. Él intentó no pensar en las palabras de su hermano, porque solo lo hacia para molestar. Pero, obviamente, Jack había dado en su punto débil.




—¿ E...E..Ethan?— Luna tartamudeó, apegándose al mobiliario lleno de libros—¿Q...Qué haces ...aquí? No ... ¡¿No te habías ido con tu abuelo a vivir a hacer no se que?!— preguntó sin poder evitar el rubor de sus mejillas y el tartamudeo en su voz.

Ethan había sido un amigo de la infancia de Luna en secreto, siempre se encontraban en la biblioteca a leer libros a una distancia estricta impuesta por Luna. Ahora era un joven alto y apuesto, castaño de ojos miel, piel aperlada y con una sonrisa encantadora. Opuesto a cuando eran niños

— ¡Pero mira que bonita te has puesto! ¿Ya no usas el luto? El color te queda bien... al igual que tus ojos... siempre fueron así de bonitos? —dijo acercándose a ella. Luna le evadió tumbando torpemente algunos libros —¿Así que todavía sigues con eso del espacio personal? Entiendo. He terminado de hacer lo que tenia que hacer con mi abuelo y decidí volver al pueblo para verte, Micaela.

—¡¿Eh?! ¿A... verme?




Kyle se quejó mientras se ponía en pie y se sobaba el costado. Tresh lo miraba divertido, al igual que el resto de los hermanos de Luna.

—Eso es trampa, no estaba preparado.

Tresh rodó los ojos.

—¿Igual que las dos veces anteriores?— Kyle lo miró mal— Esta bien, hagamoslo de nuevo.

Ambos se pusieron en posición y de un rápido movimiento Kyle terminó en el piso nuevamente, con la cara en una mueca de dolor.

—No me digas— dijo Tresh— ¿Quieres repetición?

—No estaba preparado— gimió Kyle, sin aire.




— Claro, Micaela. Eras mi mejor amiga cuando eramos niños, y me dije a mi mismo "hay que ver que ha sido de Mica". Te busqué en el campo pero no te vi en ese lugar, supuse que estabas aquí—dijo mostrando una sonrisa de oreja a oreja, dejando ver sus dientes—¿Qué tal si al rato vamos a tomar algo? Ya sabes, para charlar.

—Eh... bueno, yo... —tartamudeó Luna.

—Déjame adivinar; Tus padres. Descuida, yo iré a hablar con ellos, solo iremos como amigos.

—¡No!— le interrumpió ella en un grito —No ... no es necesario... es que...

—Micaela tiene visitas, por lo que hemos notado. Son unos jóvenes muy restringidos y con cara de pocos amigos—comentó el señor Damen.

—¿Familia, Micaela?— preguntó el joven curioso.

—¡No! ¡Si!...No... Algo así— musitó —Mis padres están ocupados jeje...— dijo nerviosa, jugando con su trenza.

—Bastante ocupados, a decir verdad—Jack entró a la biblioteca, con una sonrisa extraña en los labios—. No sabia que te llamabas Micaela, Luna— dijo, en un tono amable muy bien fingido— ¿Debería comentarle eso a mi hermano?

Ella rodó los ojos al escuchar a Jack. Un mal paso y tendría problemas.

—¿Que me llamó Micaela? Kyle ya lo sabe desde la primera visita de sus padres—dijo en un tono amable. Ethan estuvo apunto de hacerle interrogantes cuando Luna interrumpió—¡Bien! Ya es hora de irme, fue lindo verte de nuevo... ¡adiós!— dijo saliendo por la puerta de la biblioteca sin nada en manos. No quería permanecer ni un minuto mas en ese lugar y si tenia suerte encontraría a Kyle antes que Jack.

Jack soltó una risita. Tomó unos libros que Ian le había pedido y se retiró.

En pocos minutos ya estaba en la casa de Luna. Se encontró con Kyle justo al tiempo que sintió el nuevo aroma de Luna cerca. Una sonrisa apareció en su rostro.

—¡Hermano! Me alegro de verte— dijo mientras pasaba su brazo por los hombros del chico. Kyle lo miro extrañado, pero no dijo nada. Pasaron unos segundos antes de que Luna estuviera cerca—Ahí viene tu noviecita— murmuró.

Estaba algo agitada había corrido para ganar tiempo y paró justamente al faltar un metro para llegar. Aun que aun así Jack era mas veloz. Lo miró atentamente, le irritaba su sonrisa venenosa. Ésta se acercó a Kyle un poco.

—He vuelto— susurró un tanto tranquila para después mirarle — ¿Pero qué fue lo que te pasó?—preguntó un tanto preocupada mirando el aspecto de este.

—Tresh es un poco duro en combate— dijo Kyle, mientras sonreía un poco— . Esto no es nada, creo que tengo una herida en la espalda, y ademas de los obvios rasguños en la cara.

Jack soltó una risita.

—Oh, parece que realmente te preocupas por mi hermanito— dijo— , que lindo. En serio. Por cierto, no me dijiste como se llamaba tu amigo de la biblioteca, parecía simpático. Muy simpático contigo, sin duda.

<< Vete al infierno, Jack>> Eran las palabras que ella quería pronunciar, pero en cambio sonrió un poco para después mirar al forastero.

— Ah, si. Hoy me encontré con un antiguo amigo, tuvo que irse del pueblo cuando sus padres murieron. Fue grato verle otra vez— miró a dirección a Jack con una sonrisa—.Su nombre es Ethan, Jack— volvió a mirar a Kyle y le tomo del brazo—, pero hay cosas mas importantes de las que tengo que hablar con Kyle— dijo recordando la puerta extraña que vio dentro de la casa.

Jack la miró con rostro enfadado. Kyle sonrió dejándose llevar por Luna.

—Vete al infierno, hermano. Aunque fue un buen intento.

— ¿Acaso Jack pensó que yo haría algo malo?— preguntó inocentemente, para después mirar a Jack devolviéndole la misma sonrisa venenosa.

—No— respondió él, sin mirar a su hermano de nuevo— , pero  solo quiere joderme. Lo normal— sonrió—. Ahora ¿Qué son esos asuntos importantes que querías hablar conmigo?

"— Cierto. Mientras me escondía de Jack encontré una puerta que no había visto en casa... tal vez pueda ayudar en algo lo que este dentro, no quise entrar sola—" dijo metiéndose nuevamente en los pensamientos del forastero. Mientras menos supieran mejor para ella.

Kyle pensó un momento.

—De acuerdo— dijo—. Muéstrame donde esta y vayamos juntos.

Ella le tomó del brazo avanzando a dirección a su hogar, llevándolo a lo mas recóndito entre los pasadizos. Una enorme puerta se encontraba enfrente a ellos cubierta con tablas bloqueando el paso.

— Es ésta— musitó, mirándola con desconfianza.

Él observó la puerta con detenimiento, se acercó y aspiró el aroma. Olía a viejo y a encierro.

—¿Quieres echar un vistazo o esperamos a la noche para que nadie nos descubra?

— No lo se, eso lo dejo en tus manos—dijo encogiéndose de hombros, sin despegar la vista de la puerta.

Kyle achicó los ojos mientras pensaba. Si esperaba a la noche bajar se volvería un poco peligroso, ya que no tenia idea de lo que pudiera estar del otro lado de la puerta.

—No hay nadie en casa, así que...— dio una patada que quebró las tablas por la mitad. Retiró los pedazos sin cuidado e intento girar la chapa. Estaba cerrada con llave. Bufó y se tomó el costado. Aún le dolía un poco. Tomó un poco de impulso y golpeó la puerta con el cuerpo, que se abrió completamente, dejando ver unas escaleras de descendían a la oscuridad—No sabía que hubiera sótano— murmuró.

Luna bajó las escaleras sin pensarlo dos veces. No sabia con lo que podría encontrase abajo, pero por una extraña razón no sentía miedo.

—Está muy oscuro... y hay muchas telarañas y polvo—dijo mientras tocia.

Kyle permanecía cerca de Luna, manteniéndose alerta.

—Debe de haber algún interruptor para la luz en alguna parte— tanteó la pared a su paso— ¿Logras ver alguno?

—No— musitó. Al parecer a ese lugar de la casa no le llegaba la electricidad. Bajó por las escaleras—, no veo nada— susurró.

Él la tomó de la mano mientras se adelantaba un poco, poniéndose primero.

—Quédate detrás de mí. No me gustaría que bajaras tu primero estando oscuro— siguió bajando las escaleras, hasta que por fin terminaron. No veía nada, pero podía sentir. Pisó firme. El lugar estaba oscuro, vacío y silencioso. Mas bien parecía un corredor bastante angosto, pero por el podían caminar ambos perfectamente. —Jack y tú no se llevan muy bien— dijo, para iniciar una conversación y ahogar el silencio— ¿Qué quiso decir con eso de que tu amigo de la biblioteca era muy simpático?

Luna cerró un poco los ojos, no quería hablar del tema.

—No lo se— respondió. Encontró una vela en el suelo y la encendió para poder ver—. Hace mucho no lo veía, solo fue una conversación normal.

—Oh, de acuerdo— le interesaba, pero por alguna razón realmente no quería saber más del tema. Soltó un suspiro—Jack solo esta buscando maneras de molestarte, por lo del experimento que hicimos, solo deja que se le pase.

— De acuerdo— dijo ella en voz baja, paseando la vista por el lugar—. Por lo visto aquí solo hay libros—dijo dejando la vela en una mesita para desempolvar algunos—...veré de qué tratan arriba— los pegó a ella, tomando unos 6 libros.

Kyle buscó con la mirada el corredor. La débil luz de la vela le permitía ver un poco, por lo que no le costó mucho percatarse de la puerta, a solo unos metros de ellos, en la que terminaba aquel corredor.

—Tal vez podemos encontrar algo más ahí— dijo, señalando la puerta.

—¿Estas seguro que es seguro entrar a ese lugar?— Luna dudó un poco, no le daba buena espina—Si tu entras yo entro— fingió una sonrisa.

Kyle la miró con una expresión indescifrable.

—No hagas eso— dijo al fin— , no tienes que sonreír si no quieres— avanzó, dirigiéndose a la puerta del final. No estaba cerrada, por lo que la abrió sin problemas—No hay olor de alguien aquí— murmuró— . Solo huele a polvo, a viejo y a libros— se giró para ver a la chica— . Es seguro, puedes venir.

Luna entró mirando alrededor. Acercó la vela a la pared y miró varias placas familiares.

—Son algo parecidas a la mía... —susurró —¿Ésta no será información de los Exiliados?— preguntó mirando los libros a detalle.

Él se acercó un poco para ver.

—No lo sé— dijo—, pero no podemos estar aquí mucho tiempo. Alguien podría descubrirnos— acababa de decir aquello cuando escuchó un leve murmuro en la planta alta—Es Ian— dijo—. Esta buscándome. Toma los libros y regresemos, no creo que nadie le importe si nos los llevamos.

Ella tomó unos cuantos más y asintió con la cabeza. Un total de 10 libros llevaba entre sus brazos.

—Es mejor que subamos, aquí no podre leerlos bien. Iré al campo, en ese lugar nadie me interrumpirá— dijo en un susurro, mientras intentaba tomar la vela con algo de dificultad.

—No. No puedes ir al campo sola—Kyle le quitó los libros y los cargó él, sin dificultad—. Les diré a los demás que estarás en tu habitación el resto del día, que hablamos y decidiste que seria mejor estar ahí por ahora, ya que ambos molestamos a Jack— apretó los labios— ¿De acuerdo?

Luna frunció un poco el ceño.

—¿Por qué?— preguntó enseguida—Esta mañana pude ir sola al pueblo ¿Por qué ahora tengo que estar acompañada de alguien?

—El pueblo y el campo son distintos, Luna . Nadie intentaría hacerte nada en medio del pueblo. En cambio, estaría esperando a que fueras al campo sola para atraparte. No quiero decir que tengas que tener a alguien contigo siempre— frunció la frente, pensando— . Pero si quieres ir al campo o al bosque no puedes ir sola ¿Sabes lo que quiero decir?

—Si...— musitó simplemente encogiéndose de hombros— Esta bien — desvió la vista—. Entonces estaré en mi cuarto toda la tarde.

Kyle la miró, suspicazmente.

—No intentes escapar. Si sales de esta casa lo sabré, ya me acostumbre a tu nuevo aroma, ademas de reconocer tu aroma de antes— sonrió— . Por favor, solo me interesa que estés bien ¿Si?

—Esta bien—respondió ella en un suspiro. Empezaba a creer que no era del todo buena idea el haber conseguido una esencia, no quería pasar el resto de la tarde en casa—. Lo prometo—cruzó sus dedos en la oscuridad. Sabia que estaba mal mentirle, ya se había metido en problemas por ello, sin embargo era mas su curiosidad. En su casa no leería a gusto. De alguna forma u otra se lo iba a compensar.

—Bien— murmuró Kyle. Le dio un pequeño beso en la frente y comenzó a caminar de regreso a la primera planta, sabiendo que Luna caminaba tras de él.

Al llegar a la primera planta ella se dirigió directamente a su alcoba. Subió las escaleras tratando de ocultar los libros lo mas que pudo. Quería evitar preguntas y distracciones. Kyle se dirigió a toda prisa a la biblioteca, sabia que Ian estaría allí, esperándolo. Y en efecto, ahí estaba.

—¿Terminaste de perder el tiempo con la chica?

Kyle rodó los ojos.

—¿Terminaste de ser un imbécil?

Ambos se dedicaron miradas furtivas antes de ponerse a ver los planos de estrategias. Suspiró sin evitarlo. Por lo menos Luna estaba a salvo.

Al llegar a la habitación Luna tomó una almohada y frotó su rostro contra esta. Mientras mas cosas en su habitación tuvieran su esencia, mejor. Esculcó entre sus libros y sacó una esencia diferente. Almendra tostada. Solo tomó aire. El plan era entrando al pueblo vaciarse el frasco en la cabeza. Tomó su capucha y la canasta llena de libros y echó un vistazo antes de salir por la ventana.

—Volveré pronto— susurró mientras bajaba por la enredadera de su habitación.

Jack sonrió de forma sardónica.

—A ti te gusta meterte en problemas ¿no?—dijo, mirando bajar a la chica desde el jardín.

Cerró sus ojos y no pudo evitar empuñar las manos. Se sentía una prisionera con miles de guardias por donde quiera. Luego le recordó algo importante. "No puedes ir sola".

— ¡Ah! Jack, hasta que te encuentro. Quería saber si puedes acompañarme al pueblo a comprar unas cosas que me hacen falta. Ya sabes, por eso de que no puedo ir a ningún lado sola— dijo con una sonrisa que mostraba sus dientes, intentando que fuera lo mas sincera posible.

—Ni hablar— se negó Jack—. Tengo mejores asuntos que hacer— el chico la miró y después arrugó la nariz—.Ese perfume que traes huele asqueroso. Almendras, puaj— se escogió de hombros—. Ya que vas al pueblo deberías comprarte un mejor perfume.

— Vaya, así que tienes una vida. Por un un instante pensé que no tenias nada mejor que hacer mas que perseguirme. Con eso de que apareces en donde yo estoy...— murmuró. Se colocó la capucha y comenzó a caminar—. Lo tomaré en cuenta.

—Oh, niña, yo no te persigo— dijo, lo suficientemente alto para que lo escuchara—. Pero créeme, si alguna vez lo hiciera desearas que nunca deje de hacerlo— se relamió los labios para después sonreír satíricamemte.

Ella simplemente se encogió de hombros. Finalmente se había deshecho de él. Pasó por el pueblo para despistar su verdadero propósito.

Jack entró a la biblioteca con un buen humor, donde Ian y Kyle discutían sobre las estrategias y modos de defensa en caso de un ataque. Ambos se detuvieron al verlo entrar.

—¿Sucede algo?— preguntó Jack, sin cambiar su humor.

—¿Porque tan contento?— le interrogó Kyle.

—Bueno— respondió— , digamos que algo me dice que hoy pasará algo interesante.

Jack mostró una sonrisa. Ian lo ignoró y siguió explicándole a Kyle los planos. Este último, pensaba que si Jack estaba de buen humor no significaba nada bueno. Por lo menos no en ese momento.



Luna no pudo evitar la tentación, leía los libros al caminar. Su capucha y el libro ocultaba su rostro.

—Esto es algo extraño— murmuraba para mi misma. Las escrituras eran raras y apenas eran legibles. Había leído un poco sobre esa escritura en los libros de la biblioteca.

Estaba tan centrada en la lectura que un roce en su hombro la exaltó de golpe.

—Así que sigues nuestras lecturas ¿eh?— susurró el chico que había visto en el bosque la vez pasada. Su sonrisa era peligrosa y su mirada se mostraba divertida— Es bueno que mi futura esposa quiera aprender nuestras costumbres. Por un instante no te reconocí por tu nuevo aroma— le arrebató el libro mientras lo ojeaba. Luna estaba pálida. Estaban en medio del pueblo cuando la gente esta en la calle. Él miró un instante a Luna y la tomó de la cintura para susurrarle en el oído—Te dije que no dijeras nada— enseguida le besó la mejilla y la miró fijamente a los ojos, mientras le tomaba de la muñeca—. Ahora mismo vendrás conmigo. Claro, seras obediente al igual que tu madre. Fue muy valiente de su parte entregarse para que dejara ir a tus hermanos— rió un poco. Luna sintió como si el corazón se le parara. Eso no era posible, su madre se había ido con algunos de los hermanos del forastero. Si eso hubiera pasado ellos ya estarían enterados... al menos que no le hubieran afirmado nada de ello. Comenzó a temblar y sus ojos se cristalizaron un poco—Ahora avanza— le ordenó mientras le jalaba de la muñeca. Por un instante sentía como si le ardiera.

Luna simplemente paró en seco.

—No— musitó—, no quiero ir contigo— dijo mientras intentaba zafarse.

—No lo hagas mas difícil— siseó él mientras la jaloneaba.

—No— susurraba una y otra vez. Éste comenzó a tomarla de los hombros mientras le sacudía. Estaba apunto de gritarle cuando sintió dos manos jalándola hacia atrás.

—Ella dijo que no quiere ir contigo—escuchó a Ethan mientras la alejaba del Exiliado. Su voz era seria y dura.

El sujeto lo miró unos momentos  para después sonreír y alejarse.

—Vaya, no sabia que tenias esta clase de amistades... me pregunto que pensarán en tu casa sobre esto— susurró el tipo que simplemente se encogía de hombros. Ethan solamente entrecerró los ojos.




—Algo anda mal.

Ian levantó la vista para ver a Kyle, quien tenia una mirada de consternada.

Jack los escuchaba recargado en la pared.

—¿A qué te refieres? Nada esta pasando— respondió Ian, mientras lo observaba detrás de sus lentes.

Kyle se tomó su tiempo.

—No se, siento que algo no esta bien— apretó los labios mientras fijó su vista en Ian. Éste rodó los ojos mientras soltaba un suspiro.

—Todo esta bien, Kyle. — dijo, mientras se quitaba los lentes y comenzaba a pulirlos con su camisa—Tresh mantiene a los hermanos de tu prometida en forma, el padre de la chica hace muy bien su trabajo planificando estrategias y manteniéndonos informados de lo que pasa dentro de sus territorios, nuestras hermanas y hermanos están cuidando de la familia de la chica y se mantienen en constante comunicación. Víctor y Emily rondan por los bosques para estar alerta...

Kyle arrugó la frente, y en seguida posó su vista en Jack, quien alzó una ceja.

—¿Por qué me miras así?

Negó.

—Por nada...— apretó los labios— Subiré a ver cómo esta Luna, solo para estar tranquilo.

Salió de la biblioteca y cerró la puerta. Ian y Jack se miraron.

—Creo que todo esto esta haciendo que se preocupe— comentó Ian, poniéndose los lentes de nuevo.

—Es normal. Se imprimó con esa chica.

—No es bueno que eso pase con los humanos. Son demasiado frágiles y cambian de opinión muy rápido.

—A mi me parece que la chica le ha tomado cariño a Kyle.

Ian negó con la cabeza.

—El cariño y el amor no pueden compararse...

La puerta se abrió y ambos vieron entrar de nuevo al chico. Tenia la mandíbula tensa y los puños apretados. Sus ojos se veían borrosos de rabia.

—No está— dijo entre dientes— ella no está. Se fue.




—Vete—dijo Ethan entre dientes. Sin despegar su vista de él, escondiendo a Luna detrás de sí.

—Solo dame a la chica— el Exiliado sonrió de oreja a oreja, extendiendo su mano hacia Luna.

—Ella dijo que no quería ir contigo. Ahora vete— respondió Ethan en un tono amenazador.

El tipo solo se incorporó. Y asintió con la cabeza.

"—Volveré pronto, Luna—" le dijo a la chica metiéndose en sus pensamientos.

Ella simplemente cerró los ojos. El Exiliado dio media vuelta y se marchó. Ethan volteó y la abrazó.

—Justo a tiempo— dijo en un suspiro.

Luna no hizo ningún movimiento, solo intento sentir su esencia. Era un humano del todo.

—¿Lo conoces?— susurró asustada en un hilo de voz.

—Eh... no...— él rascó su cabeza un poco —Te acompañaré a casa, ya sabes, por seguridad. No aceptaré un no como respuesta— sonrió como si nada hubiera pasado.

—Gracias— dijo Luna, mas por salvarla que por que la acompañara. Él simplemente le revolvió el cabello.

El camino era largo y el silencio entre los dos era incómodo.

—¿Oíste hablar sobre la novia del pueblo?— comentó Ethan para romper la tensión —Dicen que canceló la boda de un día para otro. Que desperdicio ¿no? A de ser de esas chiquillas consentidas del pueblo.

—Si...jeje— comentó ella con una sonrisa que parecía mas bien desagrado.

—Oh, cierto. Luna, te traje algo de mi viaje— dijo extendiéndole una pequeña mariposa de plata.

—No debiste...— murmuró. Ethan hizo caso omiso y tomando dos extremos del cabello de ella le abrochó la mariposa.

—Así esta mejor — dijo metiendo ambas manos en sus bolsillos, provocando que algo se resbalara hasta caer en el suelo.

—¿Qué es esto?— Luna se inclinó para tomarla en sus manos —¿Un arma...de plata?— susurró mirándole con rareza. Éste enseguida se la arrebató

—Micaela— dijo enseguida, tratando de explicarse.




Ninguno de los dos hizo nada cuando Kyle salió de aquella habitación echando fuego por los ojos.

Con los puños apretados y ojos furiosos se fue dando rápidas zancadas por el camino de la casa de Luna. Y no tardó en encontrarla. Estaba con un chico, y éste sostenía un especie de arma. Un arma de plata. Podía sentirlo, el aroma mortífero del material. Se detuvo a pocos metros de ellos, con la mirada dura y fría ¿Por qué ella se empeñaba en evadir cualquier intento de él en protegerla? ¿Por qué a veces pareciese estar cómoda con él pero después hacia este tipo de cosas?

No dijo una palabra. Con su actitud fría y dolida los observó. Estaba furioso. Y sabia que ella lo vería.

—Bueno es... por defensa personal. Ya sabes no puedes estar del todo a salvo siempre— dijo Ethan rascando su cabeza con una sonrisa. Por una extraña razón Luna no le creía.

Guardó el arma y le acarició la cabeza a Luna. Ella enseguida sintió un escalofrío seguido de una esencia familiar. Era el forastero. Tenia miedo de mirar, sin embargo lo hizo. Dio media vuelta para ver a Kyle.

No tenia cara para mirarle directo a los ojos. Él le había dado una orden para protegerla y ella descaradamente le había desobedeció. Simplemente bajó la vista.

—¿Sucede algo, Micaela?— preguntó Ethan, algo curioso, intentando ver lo que Luna.

Kyle apretó los puños y cerró los ojos, dolido. Volvió a abrirlos y negó con la cabeza en un movimiento casi imperceptible. Dio media vuelta y caminó a paso pesado de regreso a la casa de la chica.

—... Te veo luego, Ethan— se despidió sin voltear, sin tan siquiera pensarlo.

Usualmente ella dejaría que se marchara, pero por impulso corrió tras del forastero. Al alcanzarle le abrazó impulsivamente por la espada, se aferró a él unos segundos sin decir nada. Sabía que un "lo siento" o un "perdón" solo serian palabras que no solucionarían ni cambiarían nada.

Kyle sintió los brazos de la chica aferrándose a él. Tuvo el impulso de apartarla pero se contuvo. Estaba molesto, pero eso no quería decir que tuviera que portarse así, menos con Luna. Cuando sintió que ella lo soltaba simplemente siguió caminando. Maldita sea. Seguía estando furioso. Se metió a la casa sin pensarlo y fue directo a su habitación, donde se encerró, sin prestar atención a las miradas de sus dos hermanos, que estaban sentado en la sala.



El cielo estaba nublándose y la noche había abrazado al pueblo. Luna se había apresurado a llegar a casa. Ignoro a los hermanos del forastero dirigiéndose directamente a su habitación, dejo la canasta en la mesa y se quito la capucha.

La ultima vez que se encontró con ese sujeto y no había dicho nada se había metido en problemas. Tenia que hablar con alguien acerca de lo que pasó en el pueblo, pero Kyle estaba molesto y eso ya seria la cereza que adornada el pastel. Ian, era mas que obvio que ella no le caía bien y ni loca se lo diría a Jack. Preferiría dormir afuera en la tormenta. Tresh seguía molesto con ella, pero era quien mas le agradaba de los tres hermanos.

—No pierdo nada— dijo en un suspiro, saliendo de su habitación en busca de Tresh.

Afuera estaba lloviendo, así que tendría que estar en la casa.

—¿Tresh?— dijo en un suspiro tembloroso, buscando entre los pasillos.

—En la cocina— se escuchó la voz del chico.

Tresh había pasado mucho tiempo manteniendo en forma a los hermanos de Luna, pero había descuidado un poco su alimentación, por lo que en las noches se disponía a comer un poco. Víctor había llevado comida suficiente para ellos y la familia de la chica así que no había problema.

Él dio una mordida a su sándwich mientras oía como Luna se acercaba. Ella se asomó un poco a la puerta para después entrar cabizbaja.

—Tresh... quería disculparte por lo de la otra vez— hizo una pequeña pausa —. Se que hice mal en quedar callada, tenia miedo de que lastimaran a mi familia— se excusó—, pero se que no hice bien... necesito hablar con alguien... — dijo en un susurro apenas entendible, desviando la vista mientras se abrazaba a si misma. Se sentía avergonzada al respecto.

Tresh dejó el plato vacío a un lado y miró a la chica.

—Todos actuamos mal bajo presión—dijo, de forma conciliadora—, así que creo que no tengo nada que perdonar. Es verdad que nos expusiste a todos, pero lo hiciste por una razón comprensible.

Se acercó manteniendo una distancia apropiada. Alargó su mano para tocar el hombro de Luna.

—¿De qué quieres hablar?

— Bueno, es que...— tomó aire rascando su mejilla —Acabo de llegar... Kyle me dijo que no podía salir, sin embargo desobedecí. Este día es donde mas gente sale a las calles, no se por qué el nuevo líder de los Exiliados apareció en ese lugar. Me dijo que tenia a mi madre, no se si solo fue para engañarme. Comenzó a jalonearme y Ethan apareció...—omitió por completo los libros y el arma de plata—. Dijo que volvería por mi en cualquier instante— cerró sus ojos escondiéndose en sus hombros, esperando el regaño.

Tresh permaneció callado unos instantes.

—Ese lobo es mas inteligente de lo que pensé, pero fue un engaño, Luna. Tu madre y tus hermanos están seguros en nuestro clan. Ahí están mis hermanos y hermanas, ademas de otros clanes pequeños que ayudan al nuestro. No hay manera posible que ellos la tuvieran, ni siquiera siendo miles— acarició la cabeza de la chica de manera fraternal. —Tranquila ¿si? Lo bueno es que no te quedaste callada y ahora podemos hacer algo— sonrió, aunque ella no podía verlo— . Por cierto, mencionaste a un tal Ethan ¿quien es?

Era raro, pero no la había regañado.

—Si, Ethan era un amigo mio de cuando era niña. Por un instante pensé que era un licantropo, pero era mas humano que nada. Conocí a sus padres y también lo eran — negó rotundamente con la cabeza —Lo que me preocupa mas es Kyle, esta molesto conmigo. Demasiado, diría yo.

Tresh la miró.

—Luna,tu puedes meterte en la mente de los demás ¿no? Nosotros también, pero podemos hacer otra cosa. A veces oímos los pensamientos de los demás lobos de nuestra familia. Es un acto inconsciente y pasa de vez en cuando— dijo—. Uno no puede escoger si quiere o no escuchar o que escuchen tus pensamientos— calló un momento, pensando si seguir o no— Eh escuchado algunos pensamientos de Kyle. Esta preocupado con todo esto, y solo quiere que no te pase nada. Él... Se imprimó contigo, Luna. Es algo que nos pasa a los licántropos, digamos que es cuando nos "enamoramos", pero la imprimación es mas fuerte que eso. Y a él le pasó contigo. Lo se, porque oí sus pensamientos la primera vez que llegamos aquí. Pero, lo que quiero preguntarte es ¿que es lo que sientes realmente por Kyle?

Ella guardó silencio unos segundos mientras se sentaba en una de las bancas. No sabia si responder o confesar. Solo dio un largo suspiro.

—Ya se que es imprimirse en alguien, una pequeña parte de mis hermanos ya se han imprimido...— no sabia que explicar primero. Simplemente bajó la vista mientras llevaba ambas manos a su pecho—Quiero a Kyle...cada vez que escucho su nombre no puedo evitar sonreír, y cada vez que le veo o se acerca a mi siento que mi corazón se saldrá de su lugar...—susurró. Se detuvo a pensar un poco. No sabia si decir lo demás que nadie sabia. Simplemente negó — Aun así, no estoy del todo segura, hay algo que me hace dudar. Soy humana, indecisos, bipolares y frágiles. Dentro de unos años seré polvo... no quiero que Kyle este solo.

Tresh la observó, pensando.

—Sabes, Kyle no es el primero de mis hermanos en imprimarse con una humana— dijo—. Ian también lo hizo. Su primera imprimación fue de una humana. Él nunca nos lo dijo, pero un día Jack y yo escuchamos sus pensamientos. Ella lo quería, pero el jefe de la manada se negó. Mis padres aún no eran los alfas absolutos, apenas estaban ascendiendo y no pudieron hacer nada— se detuvo un momento—. Todo esto paso cuando Ian tenia quince años, hace diez años— entrecerró los ojos, como divisando su propia historia—. Ella... Estaba enferma de algo, no recuerdo qué, pero murió a los días de saber que Ian no podía estar con ella. Él fue a su funeral, lo acompañé yo que en ese entonces tenia diez años, y te puedo decir que nunca vi sufrir tanto a mi hermano como entonces. Lo curioso es que para ese entonces yo ya comenzaba a desarrollar mis habilidades, así que pude oír su pensamiento. Fue muy rápido y casi no entendí nada, pero lo oí. Ian hubiere deseado el poder estar con ella, no le importaba que fuera humana y él un eterno— suspiró—. Lo que trato de decir es, Luna, que si tu no aceptas a Kyle y lo que sientes por él, Kyle se sentirá mucho mas solo que si murieras estando a su lado.

Ella miró de un lado a otro. No sabia si decirle que sus sentimientos estaban revueltos y Kyle no era la primera persona por la cual se sentía así. Ella quería amarlo, no simplemente quererle. En cierta parle le sorprendida lo de Ian, era algo que simplemente no se esperaba.

— Entiendo...— murmuró— Tengo... mucho en que pensar—dijo parándose de la silla para poder dirigirse a su habitación.

—Descansa, Luna— murmuró Tresh.

Limpió un poco la cocina y salió en busca de Jack. Esa noche les tocaba montar guardia a ambos.

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