Capítulo 6
LEXY (P.D.V)
Eran las cinco y media de la mañana cuando entré en el portal del piso y empecé a subir las escaleras.Estaba muerta, eso de compaginar la universidad con el trabajo para poder pagarme las clases y mantener a Dayana,me estaba matando. Pero esta no era mi hora habitual de volver al trabajo, normalmente volvía más tarde, pero que Gaby me llamase al trabajo, era lo que me había hecho regresar ya.
No había bebido nada en toda la noche, por eso, el hecho de encontrarme a Dayana y a Gaby durmiendo delante de la puerta de casa sabía que no era una alucinación.
- ¿Qué coño? -Me pregunté en un susurro- Gaby, despierta, ¿qué pasa?
Mi hermano abrió los ojos un poco y cuando se dio cuenta de donde estaba, se levantó del suelo con Dayana en brazos.
- ¿Qué ha pasado?¿por qué estás aquí?¿no ibas a salir? -Pregunté frunciendo el ceño- ¿y qué hace Dayana aquí fuera contigo?
- Deberías verlo por ti misma -Dijo mientras me pasaba a la niña para él abrir la puerta.
- ¿Pero qué pasó?
- Cuando llegué me encontré a la niña aquí -Dijo.
Tenía el cuerpo dolorido, y sumarle el peso de Dayana me estaba rompiendo la espalda.
Gaby abrió la puerta de casa; tenía pensado despertar a Brian para preguntarle por qué nuestra hija estaba durmiendo en la calle y no en su casa y en su cama, pero cuando abrí la puerta me encontré todo el suelo lleno de latas de cervezas, colillas de cigarros y gente espatarrada por todos lados.
- ¡Brian! -Grité sin importarme a quien despertase.
9 HORAS ANTES
- ¿No te importa que invitase a Katerina y a María con sus novios a casa, verdad? -Preguntó Brian apoyado en el marco de la puerta de la habitación.
- Claro que no, ¿por qué me iba ha importar? hace muchísimo tiempo que no las veo, me gustaría saber que es de ellas -Sonreí.
Brian sonrió.
- Pues vendrán en unos diez minutos, ¿te quedarás? -Preguntó abrazándome y dándome un beso en la frente.
- Si, pero solo un rato, tengo que ir a trabajar -Dije devolviéndole el abrazo.
- ¿Trabajo?¿a esta hora?¿y qué pasa con la universidad?¿no tienes que ir mañana también? -Preguntó frunciendo el ceño.
- Necesito pagarme la universidad de alguna manera -Dije mientras me encogía de hombros- y además, esta casa no se paga sola, y la niña necesita una madre con unos ingresos que le compre lo que pide.
- ¿Y los chicos no te pueden ayudar?¿y qué pasa con tus padres? -Preguntó.
- Muchas veces me quedo apurada a final de mes, por lo cuál mis padres a veces me dejan dinero para comprarle lo que le haga falta a Dayana, y al compartir un piso todo es más fácil porque no tengo que pagar yo sola el alquiler o la comida, me comparto las cosas con los demás.. asi que de momento parece que las cosas van bien, pero necesito seguir trabajando.Estoy en el último año de carrera, asi que..bueno, dentro de poco solo me tendré que ocupar por conseguir un trabajo que vaya con mi profesión y mantener a Dayana.
- ¿Pero hasta qué hora trabajas?¿y como lo compaginas con la universidad? -Preguntó sentándose en la cama.
- Los lunes y miércoles trabajo de cinco de la tarde a nueve de la noche en una cafetería que hay en el centro. Los martes y domingos trabajo de nueve de la noche a doce de la noche en un restaurante italiano bastante pijo donde cobro bastante bien hay que decirlo, y los jueves,viernes y sábados trabajo de nueve y media de la noche hasta las seis y media de la mañana en una discotecta. Los jueves no hay mucho ambiente, pero como esta semana es fiesta, esta noche estará a rebentar -Dije encogiéndome de hombros.
- ¿Y cómo es que tienes tiempo para estudiar, para estar con la niña y tener tiempo para ti?
- Me busco la forma, no se como, pero siempre saco tiempo para la niña -Sonreí.
Brian sonrió.
- Tienes tres trabajos y no tienes que preocuparte tanto, ahora estoy yo aquí y te voy ha ayudar con la niña, asi que tu ocupate de sacarte tu carrera, que ya me ocuparé yo de lo demás -Dijo.
- No,no y no. Me gusta pagarme mis propias cosas y las de la niña.
- Pero ahora tienes que darte cuenta de que no están ustedes dos solas, ahora también estoy yo y tu eres mi novia y ella es mi hija, así que te voy ha ayudar quieras o no. Elige que trabajo vas a dejar,porque alguno tienes que dejar, me decanto por el de la discotecta, esos trabajos son matadores -Dijo dándome un beso en la mejilla.
Sonreí. Me gustaba eso de que dijese que ya Dayana y yo no estábamos solas, que ahora él también estaba con nosotras.
- Me lo pensaré -Dije antes de echarle los brazos al cuello y empezar a besarle.
Me encantaba su olor, me encantaba su forma de sonreír, de ver la vida. Solo llevaba viviendo aquí dos días y ya me había hecho adicta a él. Le amaba y amaba que estuviese aquí conmigo, que estuviese aquí para mi y para Dayana.
Me puso de espaldas al colchón y se subió encima de mi. Sus besos eran suaves y tiernos,más de lo que podía recordar que alguna vez fueron. Me hacía sentir como la única chica en el mundo y eso me encantaba.
Tocaron el timbre y el momento mágico se rompió.
- ¡Brian,ábreme! -Gritó Katerina.
Soltamos una carcajada mientras nos separabamos.
- No ha cambiado nada -Dije mientras nos poníamos en pie y nos dirigíamos hacia la puerta. Cuando llegamos al salón, Mónica ya había abierto y estaba saludando a las chicas y a sus respectivos novios.
- ¡Brian! -Gritó Kate antes de avalanzarse sobre él.
La verdad es que no había cambiado mucho, seguía siendo bajita y tenía ese aspecto siniestro, lo que ahora tenía el pelo un poco más largo y se había teñido como de rubio y se le veía más feliz.
- Me alegra volver a verte, Lexy -Dijo María mientras me abrazaba.
- Yo también me alegro -Sonreí.
María seguía exactamente igual. Alta, delgada y rubia.
*
Me despedí de Dayana que estaba en su habitación jugando, y fui a despedirme de los demás.
- Bueno chicos, es hora de irme, tengo que ir a trabajar, un placer volver a verlas y encantada de conocerlos a ustedes dos-Dije mientras me despedía de las chicas y sus novios y le daba un beso a Brian.
- Ten cuidado -Dijo.
- Siempre -Dije guiñándole un ojo antes de coger mis cosas y salir de casa.
BRIAN (P.D.V)
- Realmente ha cambiado muchísimo -Dijo Kate mientras bebía de su cerveza.
- Bueno, todos lo hemos hecho, ¿no? -Preguntó Eric sonriendo.
- La verdad es que si -Dijo María sonriendo- Lexy es madre, trabaja y va a la universidad, Brian se hizo militar y es padre, todos ustedes trabajan y estamos más centrados que cuando salimos de ese maldito reformatorio.
Todos sonreímos.
- Es increíble todo lo que puede cambiar la gente, ¿no creen? -Preguntó Marcos- hace unos años eramos chicos de reformatorio y hoy tenemos trabajo, dos son padres y son felices, estudiamos,sacamos diplomas.. ese sitio nos marcó profundamente.
- Lo hizo -Dije.
Las ganas de no volver a ir de nuevo a un sitio como aquel o peor, nos hizo querer salir a delante, formarnos un futuro, dejar el pasado atrás y vivir la vida de una manera diferente a cuando eramos unos niños incoscientes, y visto lo visto, lo habíamos logrado.
- Bueno, es hora de que nosotros nos vayamos -Dijo Mónica poniéndose en pie- hemos quedado con unos amigos.
- ¿Y Gabriel? -Pregunté.
A pesar de que claramente todavía no me tragaban, habían decidido sentarse hoy conmigo a la mesa para rememorar viejos tiempos.
- Fue a casa de sus padres, volverá por la mañana para ir a trabajar -Dijo prácticamente sin mirarme.
Y ahí fue cuando la tregua se acabó. Volvía a caerles mal. No me perdonarían tan fácilmente y la verdad es que lo entendía.
*
Cuando todos se fueron, nos quedamos María,Kate,sus novios y yo. Por los viejos tiempos nos desmadramos un poquito y decidimos fumar maría y beber hasta cansarnos. Eramos adultos, ¿qué mal nos podría hacer ahora?
**
El grito de Lexy hizo que me sentase rápidamente. El suelo al principio me tambaleó un poco, pero poco a poco fui centrando la vista. La vi de pie en medio de la sala con Dayana en brazos y Gabriel a su lado con los brazos cruzados.
- ¿Qué coño ha pasado aquí? -Preguntó gritando.
Todavía no estaba del todo centrado asi que poco a poco me fui poniendo en pie mientras me restregaba los ojos.
- Lleva a la niña a su cuarto -Dijo Lexy mientras le pasaba a Dayana a Gabriel.
Éste pasó por mi lado dandome una mirada de odio profundo, pero no me inmuté, sabía que me odiaba, así que¿qué mas daba?
Lexy levantó a los demás y prácticamente los sacó allí a patadas dejandonos a todos estupefactos.
- ¿Qué haces?¿por qué has tratado a María y Kate así? -Pregunté frunciendo el ceño.
- ¿Que qué hago? -Gritó mientras se quitaba la chaqueta y la tiraba con fuerza al sillón- cuando me voy a trabajar, les dejo a todos aquí tranquilamente tomando un par de cervezas, y cuando falta poco para tener que venirme, me llama mi hermano diciendome que venga rápidamente, llego aquí y me encuentro a mi hija durmiendo en la calle.. ¿qué que hago? pues echar a todo dios de aquí. Cuando me fui dejé a Dayana en su habitación, ¿qué coño hacia en la calle?¿por qué mi hermano se la encontró ahí? y encima entro aqui y me encuentro todo esto hecho una mierda y la casa apestado a maría. ¿Te crees que este es mi piso? estoy aquí de alquilada maldito estúpido, hay que pedir permiso para hacer fiestas, si quieren me pueden denunciar inconsciente. ¿Por qué coño estaba mi hija en la calle?
FLASHBACK
Estaba hasta arriba de maría y de alcohol y no podía parar de reír. Hacia tiempo que no me sentía así de bien.
- ¿Papi? -Preguntaron tras de mi.
Me costaba centrar la vista pero la persona que veía allí era una niña.
- ¿Qué coño haces tu aquí? -Pregunté como pude- ¿quien te ha dejado entrar?
- ¿Papi?¿donde está mami? -Preguntó la niña de nuevo.
- ¿Cómo que papi? niña no toques los cojones y sal de aquí.
La agarré por el hombro y la eché de allí
FIN DEL FLASHBACK
Me dejé caer en el sofá consternado. Había echado a mi propia hija de casa con solamente cinco años porque estaba hasta arriba de "drogas".
- ¿Qué pasó Brian? -Preguntó Lexy agarrándome de la barbilla- ¿por qué mi hija estaba en la calle?
- Estaba hasta arriba de mierda y no la reconocí, así que la eché pensando que era una niña que se había colado en la fiesta -Susurré.
La cachetada que me metió Lexy me cogió de imprevisto. La cabeza me giró de allá a acá con las dos cachetadas más que me metió.
- Eres un maldito inscociente, ¿la dejas sola y en el mismo día te emborrachas y te drogas con ella en casa?¿pero tu estás loco?¿te crees que eso es normal? es que encima la echas a la calle, tu lo estás flipando muchísmo -Gritó- ¿no te das cuenta de que nuestra hija tiene solo cinco años?
Me cansé.
- ¿Nuestra? llevas cuidandola tu toda su vida, ahora no pretendas que sea mía asi como así, no tuve nueve meses para prepararme, y tu si, yo me enteré hace dos semanas y desde hace dos días vivo contigo y con ella, ¿como pretendes que me acostumbre asi como así? esa niña solamente es tuya, yo no quería una hija y tu me la has impuesto a la fuerza -Grité y cuando me di cuenta de lo que había dicho, me arrepentí al instante.
La vi cerrar los ojos, y antes de que lo hiciese pude ver el dolor que había en ellos.
- ¿Te crees que yo si quería una hija?¿te crees que con dieciocho años quería ser madre, teniendo la vida por delante?¿te crees que la busqué? -Dijo sin mirarme y en voz baja- no, no lo hice, pero me tuve que acostumbrar, jamás me arrepentiré de haberla tenido y jamás permitiré que nadie diga que no la quiere. Asi que ahora mismo recoges tus cosas y te largas de esta casa, no quiero que la vuelvas a ver, no quiero nisiquiera que respires nuestro mismo aire. No quiero saber nada de ti. ¡Al diablo todo! hemos vivido perfectamente solas durante cinco años y seguirá siendo así. No te necesito para nada.