SeungRi, DaeSung y SeungHyun casi chillan del susto cuando JiYong dejó caer su bandeja de comida sobre la mesa –no lo habían visto llegar-. Inmediatamente se sentó frente a los tres y, rendido, golpeó su cabeza contra la madera murmurando incoherencias.
-Pero ¿qué te pasa?- preguntó el menor de todos, desconcertado.
-Estoy frustrado- respondió entre refunfuños.
-Oh no, GD y frustración significan sólo una cosa: nuevo color de cabello- aventuró Dae, encontrándose con la mirada del chico derrotado.
-¿Qué te parece naranja esta vez?- quiso saber sin levantar la cabeza de la mesa.
-Mmmh me gusta, aunque... ¿por qué justo ese color?
-¡BASTA! ¿Cómo pueden estar hablando de eso en este momento?- se quejó Ri –¿Me puedes decir qué carajos te pasó? - volvió a preguntar.
-Desaprobó el examen de japonés, y está a punto de quedar libre en la materia- explicó YoungBae que llegaba con una bandeja en la mano y se acomodaba al lado de JiYong. –La profesora le dijo que si no hace algo urgente, perderá el semestre.
-Eres patético Ji- aseguró Seung entre risas. El chico alzó la cabeza mirándolo con ironía.
-¿De verdad hyung? ¿Yo soy el patético, cuando tú tuviste que volver a cursar la materia como tres veces, hasta que el profesor te aprobó de lástima?- bufó y regresó a la misma posición de hace unos segundos antes.
-Mmmh- murmuró DaeSung, con un dedo en la comisura de la boca –Estoy rodeado de idiotas.
Los otros cuatro lo miraron desconcertados.
-SeungRi, ¿no es que eres el mejor en tu clase de japonés?- se dirigió a su amigo- ¿Tanto que la profesora no te deja participar para darle lugar a los chicos que están aprendiendo?- ahora él tenía la atención de todos en la mesa.
-Emmmh... Sí- titubeó, parpadeando varias veces –Mi mamá trabaja para una empresa japonesa desde que soy niño, así que aprendí a usar el idioma como si fuera propio- explicó, no entendía a qué venía todo eso.
-Y sabes desde que conocemos a los chicos que Ji es malo para el japonés, ¿verdad?- preguntó Dae cruzándose de brazos, recibió un asentimiento como respuesta -¿No se te ocurrió en algún momento ayudarlo? Digo no sé, quizás darle clases particulares o algo- JiYong se irguió completamente abriendo la boca, se encontró con los ojos de Ri.
-Realmente no lo había pensado- respondió el más chico sonriendo.
-¿Ven? Estoy rodeado de idiotas- repuso DaeSung haciendo reír a todos.
-¿Me ayudarías Ri?- preguntó Ji, con voz aniñada.
-¡Obvio que sí! Tienes que prestarme tus cuadernos y libros así veo qué estás aprendiendo y te preparo una guía, te resultará más fácil.
Bae dejó salir una carcajada –Mejor te doy los míos, su carpeta de la materia es un solo garabato y nunca hace nada en clase- dijo al menor, golpeando en el hombro a su amigo.
-¿Cuándo te llegará la madurez JiYong?- preguntó SeungHyun riendo, como respuesta recibió un fideo en medio de la cara. Los cinco rieron.
-¿Tienen clases al terminar el almuerzo?- quiso saber el mayor, dirigiéndose a los que estaban sentados frente a él.
-No- contestó Bae, llevándose un bocado de comida a la boca- Así que aprovecharemos de trabajar un poco, dejaré a Ji en la tienda de convivencia y yo me iré para el café.
-¿Por qué nunca me dijiste que trabajabas en un café?- los ojos de Dae brillaron de repente –¡Tienes que darme la dirección! ¿Venden bingsu? Si es así debo ir a probarlos- levantó un puño frente a su rostro, imaginando el delicioso postre helado, se relamió.
-Tienes graves problemas- aseguró Seung, mirándolo divertido.
-Sobre todo, mentales- agregó SeungRi, logrando que su amigo le sacara la lengua y el resto riera.
-Bueno, de verdad me estoy divirtiendo, pero debo estar en media hora entrando a trabajar, o Bajowoo me matará- dijo Ji luego de mirar el reloj en su celular. Movió la bandeja vacía al centro de la gran mesa y se estiró en el asiento -¿Vamos Bae?
-Sí. Quiero pasar a saludar a Jenn Im antes de ir al café, así que vámonos ya- se levantó avergonzado, seguido por los comentarios subidos de tono y bromas de sus amigos.
JiYong rió y se encontró con la mirada del menor, el cual lo observaba por el rabillo del ojo. Le hizo un seco y rápido movimiento con la cabeza, a lo que Ri respondió asintiendo una vez.
-Muy bien, nos vemos después- saludó, mientras esperaba que Tae se levante –Dae... ¿Naranja?- agregó.
-¡Naranja!- chilló el chico, levantándole el dedo pulgar en aprobación.
YoungBae revoleó los ojos, dándole un golpe en la cabeza a Ji y se despidió.
-Yo iré al baño- informó SeungRi poniéndose de pie -¿Ustedes se quedarán aquí?- quiso saber volteándose para observar a su amigo y compañía.
-No- respondió SeungHyun – Quiero hablar de algo importante con Dae, así que iremos a un lugar con menos gente- agregó, encontrándose con la mirada alarmada del chico. Le sonrió.
-Bien- dijo Ri, incomodo –Entonces iré a ensayar... Cualquier cosa, sabes donde estaré- se dirigió a DaeSung, el cual le asintió en respuesta.
-Me adelantaré un poco, no te tardes Ji- anunció el mayor una vez bajaron las escaleras –Adiós Ri- lo saludó con el puño.
Ambos chicos se quedaron observando la espalda de Bae, hasta que desapareció de su vista. Inmediatamente JiYong giró su cabeza, encontrándose con los ojos de SeungRi.
-Hola- susurró.
-Hola- le respondió con una gran sonrisa.
El más grande miró alrededor y agarró al chico de la mano, arrastrándolo dentro del primer salón que había vacío cerca de ellos. Sin decir una palabra, luego de cerrar la puerta, se abrazaron y besaron al mismo tiempo.
-Disculpa mi comportamiento en el comedor yo...
-No tienes que decir nada- lo interrumpió –Nadie quiere repetir el semestre, y menos en una materia que no se le da bien. Pero ya cambiaremos eso- aseguró guiñándole un ojo. JiYong elevó una de las comisuras de sus labios y afinó la mirada.
-Mmmh profesor Lee SeungHyun... Me vuelve loco como suena- ronroneó. El menor dejó escapar un jadeó antes de aferrarlo fuerte del cuello y volver a besarlo.
-Suena mucho más sexy dicho por ti que por cualquier persona que me lo dijera antes- susurró entre sus labios, mirándolo a los ojos. Ji le sonrió, acariciándole la cintura por debajo de la ropa–Basta, debes irte, Bae te espera- intentó decir con seriedad, sin alejarse ni un poco –Tienes que trabajar- el mayor exhaló, apoyando su frente en la del chico.
Juro que no iría a ningún lado para quedarme así- murmuró –Pero tienes razón, va a ser mejor que me vaya- agregó separándose lentamente -¿Hoy tienes que ir a la academia?
-No, me tomaré un descanso, pero ésta noche tengo práctica de jiujitsu.
-Oh claro- contestó rascándose la parte de atrás de la cabeza –Eso quiere decir que no te volveré a ver hasta mañana- con el tono que lo dijo, él mismo dudó si fue afirmación o una pregunta.
-Tal vez...- se aclaró la garganta –Puedo pasar por la tienda a buscar los cuadernos antes de ir al gimnasio, así ésta noche comienzo a preparar las cosas para enseñarte- sonrió, había encontrado la excusa perfecta para volverlo a ver.
-¡Genial!- GD no pudo evitar demostrar su entusiasmo –Ahora mismo le digo a Bae que me los preste, tendré todo preparado para cuando pases.
-Estupendo- murmuró el menor, dándole un beso en la mejilla –Te veo esta noche Ji- susurró. El mayor se estremeció visiblemente, haciéndolo reír.
-No te metas en problemas- pidió, acariciándole el rostro.
-Eso te lo tengo que decir yo a ti, "chico problema"- dijo Ri divertido –Ahora vete- lo empujó hacia la puerta.
El mayor giró sobre sus talones para darle un beso rápido en los labios, salió a buscar morral y casco de su casillero, y corrió al estacionamiento. Se encontró con Bae, ya montado en el vehículo, esperándolo.
-¿Listo?
-Sip- respondió acomodándose en el asiento y prendiéndose el casco – Pero antes debes hacerme un favor- el chico volteó a mirarlo –Préstame tus cosas de japonés.
-¿Ahora?- preguntó sorprendido.
-Sí, ahora. Las meto en mi bolso así después no me olvido de pedírtelas- vaciló. El mayor bufó revoleando los ojos y se descolgó el morral del hombro.
-Toma, no me arrugues ni rayes nada –observó cómo guardaba los cuadernos con delicadeza –De repente te emocionas por aprobar ¿no?- aventuró sonriendo.
-No sé a qué te refieres- contestó el menor nervioso. Su amigo rió.
-¿Crees que Seung va a hablar ahora con Dae?- quiso saber cambiando de tema.
-Eso espero, ya dejamos todo preparado- contestó, encogiendo los hombros –Ojalá nos tenga buenas noticias para la cena- sonrió. Bae lo imitó, asintiendo. Bajó el visor del casco y encendió la moto para irse rápidamente de ahí.
**
-Hyung, ¿qué tienes que hablar conmigo?- quiso saber Dae mientras intentaba hacer origami con una servilleta. Estaba demasiado nervioso.
-No es nada malo- lo tranquilizó –Pero no tiene que ser aquí, así que termina rápido tu almuerzo que quiero llevarte a otro lado- añadió, quitándole el papel de la mano y guardándolo entre unas carpetas que tenía dentro de su maletín.
-Mmmh está bien- vaciló, llenándose la boca de comida -¿Egsos son los tragbajos que tienes qgue corregir?- Seung no pudo evitar reír.
-Te vas a atragantar con los fideos, primero deberías tragar antes de intentar hablar- le dijo entre carcajadas –Sino voy a tener que hacerte primeros auxilios, ya sabes... Con respiración boca o boca y todo eso, aquí... en medio de la cafetería- ronroneó acercándose lo suficiente para que Dae tragara de repente, y sus mejillas se pusieran de un rojo intenso. Rió nuevamente –Sí, son los proyectos de los que te hablé, pero llevo corregida la mitad, así que seguro los tengo terminados para mañana- explicó.
El menor tragó lo ultimó de su tazón antes de responder un ¡Oh!, se levantó agarrando la bandeja para dejarla a un lado y caminó en dirección a la salida. Seung quedó de piedra observándolo un momento, y luego lo siguió divertido.
-No me vuelvas a decir esas cosas ahí adentro, hay demasiada gente y te pueden oír- se quejó mirando el suelo.
-No pasa nada ángel, todos están demasiado metidos en sus asuntos como para preocuparse en escuchar la conversación de un profesor aburrido con su alumno- le dijo, apoyándole una mano en el hombro para calmarlo. Dae lo miró, sonrieron.
-De acuerdo, pero te voy a empezar a cobrar todas las cosas que me dices- gruñó –Vamos hyung que me muero por saber qué tienes que decirme.- Dio un paso en dirección a la sala de arte, pero Seung lo detuvo por la muñeca, llevándolo para el otro lado.
Subieron las escaleras hasta el último piso y se pararon frente a la puerta de la sala de música.
-No entiendo- susurró Dae, buscando los ojos de Seung -¿Qué hacemos aquí?
-Quiero que hablemos.
-Pero... Se supone que los salones de los clubes están cerrados y sólo el presidente tiene la llav...
Seung le mostró un llavero en forma de guitarra, con dos llaves colgando de él, sonrió –Lo bueno de que mis amigos sean los únicos que formen parte del club de música, es que tengo ciertos beneficios cuando necesito favores- le guiñó un ojo, echando el cerrojo. Hizo una seña con la mano para que el chico entrara primero.
Una vez dentro, Dae abrió los ojos de par en par -¡E-eso es un-una batería!- exclamó, acercándose entusiasmado al instrumento. Se giró desconcertado mirando al mayor, buscando respuestas.
-Siéntate y te explico- dijo acomodándose en una silla. El chico se sentó en la pequeña banqueta, detrás de la batería y esperó. –Bueno, la cuestión es la siguiente –comenzó, sacando un papel doblado del bolsillo de su camisa, lo estiró y se lo alcanzó –Quizás no hayas visto nada de esto todavía en el instituto, pero en cualquier momento pasará a estar empapelado con esos folletos- añadió cruzándose de brazos.
DaeSung observó a Seung un segundo, antes de dirigirle su atención a los que tenía en las manos. –Es una competencia de bandas- murmuró, mientras seguía leyendo –El mes que viene- sus ojos llegaron al final del papel- Aquí- concluyo, levantando la vista -Explícame- pidió al mayor, el cual suspiró, irguiéndose en la silla.
-Yo me negué en un principio pero me pareció egoísta de mi parte tomar la decisión por ti- acomodó las ideas en su cabeza antes de continuar –Bae y Ji participaron durante varios años de competencias como esta, pero un año, por quejas de un chico de un grupo que seguro tendrás la mala suerte de conocer, las normas cambiaron. Comenzaron a exigir como mínimo tres participantes sobre el escenario, es decir, tocando guitarra, bajo y –estiró la barbilla- batería. Por ello, probaron a cientos de chicos para ver si estaban al nivel de poder tocar el instrumento con ellos, pero si no era porque no les gustaban, se terminaban yendo porque no soportaban al pesado de JiYong con su perfeccionismo- lo estudió con la mirada antes de continuar –Que ahora se haga en esta ciudad es un poco complicado para los chicos porque sienten la responsabilidad de participar sí o sí, entonces-
-¿Por qué?- quiso saber interrumpiéndolo. Seung suspiró.
-Deja que a eso te lo expliquen ellos, ¿sí? Van a saber decírtelo mejor que yo- sonrió rascándose la parte de atrás de la cabeza, Dae asintió –Bueno, Ji y Bae quieren armar una banda contigo, si es que te sientes cómodo y los soportas después de algunos ensayos. No es nada obligatorio ni quiero que te sientas en el compromiso de hacerlo, pero puedes pensarlo-
-¡SÍ!- exclamó exaltado.
-¿E-estás seguro ángel?- preguntó nervioso el mayor –Yo no estaba de acuerdo cuando me lo dijeron porque sé cómo son y no quiero que te molesten, o que terminen peleando, no te mereces aguantar sus estupideces. Pero como me dijiste que querías entrar al club de música en un principio, entonces yo supuse que debías saberlo...- su voz se apagó. Notó un brillo especial en los ojos de Dae y no pudo evitar sonreír.
-Mira hyung...- dijo poniéndose de pie. Caminó un poco y se sentó sobre el regazo del mayor –Esto era más fácil de hacer en el sillón de tu casa- admitió riendo, el otro se le unió, tratando de acomodarlo para llegar a verlo a los ojos –No hace falta ser un genio para saber que GD es insoportable, y sé que Bae no se le queda atrás en cuanto a música se trata, pero con esto puedo presumir de mis habilidades- se aclaró la garganta –presumirte- agregó avergonzado –No es lo mismo como en dibujo, realmente soy bueno en la batería, estaría muy feliz de poder demostrarlo sobre un escenario- concluyó con una sonrisa que Seung sintió que le quitó todo el aire de los pulmones.
-En ese caso, estaré feliz de apoyarte, y de terminar a las trompadas con aquellos dos si es necesario- señaló el mayor besándole el mentón –Se pondrán muy contentos cuando les dé la noticia.
-¡No!- soltó Dae de repente –Déjame dársela yo, por favor. Necesito ver las caras que ponen para saber si de verdad debo preocuparme o no- rió.
-Entonces esta noche tendrás que ir a dormir a casa- señaló Seung acariciándole la mejilla –Salen bastante tarde de trabajar y debo esperarlos con la cena ya lista- explicó.
El menor sonrió un momento, pero sus facciones se fueron ensombreciendo hasta quedar completamente serio.
-Oye hyung- murmuró. Seung se removió, hundiéndolo más sobre su regazo para que quedara a la altura de su rostro y lo estudió con la mirada, corriéndole el flequillo con los dedos -¿No te molesta que me quede a dormir contigo después de que los chicos se rieran el otro día?
-¿De qué estás hablando?
-Ya sabes... Cuando insinuaron que dormimos juntos...- su voz no era más que un susurro.
-Bueno –se rascó la barbilla –Teóricamente, sí dormimos juntos- dijo animado. Dae lo miró.
-No te hagas... Me refiero a que llegaron a la conclusión de que tuvimos sexo y no hicimos nada para evitarlo- repuso.
-Mmmh ¿a ti te molesta?
-No, pero lo digo por ti-resopló –Básicamente, lo único que me faltó hacer fue desnudarme, lo dejé como último recurso pero ya era demasiado si lo implementaba- se cubrió la cara con las manos. Seung rió.
-Ángel- susurró destapándole el rostro, lo miró a los ojos –Tú no tienes la culpa de que yo sea un virgen de mierda, lo suficientemente idiota como para no seguir mis instintos al tenerte acostado encima de mí, en mi propia cama- tragó sonoramente –Tan sólo me bloqueé en ese momento, tenía miedo de ser un total fracaso y te alejaras de mi- bajó su mirada muy avergonzado para seguir mirándolo, le agarró una mano entrelazando los dedos –No me molesta que los chicos piensen que lo hicimos, realmente es algo que quería que suceda. No sé qué me pasó.
DaeSung no lo dejó continuar, acercó su rostro lo suficiente para que el mayor levantara el suyo, y lo besó, acariciándole la mejilla con la mano libre.
-Las relaciones no se basan sólo en sexo hyung- señaló con sinceridad –No es algo que hay que obligar a que pase. Me contaste tu historia y entendí completamente tus miedos y por qué eres tan reservado, no pienso juzgarte ni estar viendo el calendario para ver cuándo va a ser el día que te dispongas a acostarte conmigo –le pasó el pulgar por la línea de la mandíbula –Quiero que tengas la suficiente confianza en ti mismo para hacerlo. Realmente no buscaba que te sinceraras de esa forma tan vergonzosa para ti- sonrió –Sólo quería saber si no te molestaban los comentarios que hicieron JiYong y SeungRi lo que me invitaste a dormir hoy contigo, por si los vuelven a hacer, nada más que eso, tonto- concluyó volviendo a besarlo.
-¡Me haces confesar cosas que no tendría que decir Kang!- se quejó en sus labios totalmente avergonzado, el chico rió pasándole la lengua por los labios –Olvídate de la conversación que acabamos de tener, o voy a tener que matarte- sentenció, mordiéndole el labio inferior.
-Ni en tus sueños que la olvido- ronroneó, soltándose de su agarre y abrazándolo alrededor del cuello -¿Y si no vas a dar tu clase en la hora siguiente y nos quedamos así, aquí?
-Te daría un mal ejemplo como profesor si lo hago- bromeó –Aparte tienen que entregarme los trabajos que pedí la semana pasada para hoy, espero que haya terminado el suyo, alumno- se irguió serio.
-Mmmh claro que lo hice, es más, se sorprenderá de lo bueno que soy, Sr. Choi- le guiñó un ojo, ambos rieron, besándose.
La campana sonó anunciando el final del almuerzo.
-Vamos Dae, tienes que buscar tus cosas para la clase- susurró separándose lentamente.
-Odio ese timbre de mierda- se quejó poniéndose de pie. Le estiró una mano a Seung para ayudarlo a levantarse de la silla. Miró sobre su hombro –No sabía que en el instituto había baterías- dijo más para sí mismo.
-No hay- le confirmó el mayor, captando su atención –Por eso una vez vayamos al estudio, debes darle las gracias a Seven –el chico lo miró confundido, esperando que continúe –Sabes que tiene muchos contactos en el área del arte en general, y es amigo de uno de los dueños de un local de venta de instrumentos. Digamos que se la alquiló por tiempo indeterminado para ti.
-¿Q-qué?
-Bueno, una vez que hablé con los chicos ésta mañana, Ji no dudó en marcarle con MI celular para pedirle el favor, obviamente tuve que hablar yo con él y contarle bien de qué iba todo y no dudó ni dos segundos en apoyarte, estaba muy feliz por ti. Cortamos la llamada y a los cinco minutos me volvió a llamar para decirme que la traerían al instituto pura y exclusivamente para que ensayes cuando quieras- explicó sonriente.
-P-pero hyung, los platillos se dañan, al igual que las baquetas- se retorció nervioso, de repente tenía la boca seca.
-No te preocupes por eso, tienes los suficientes como para cambiarlos las veces que te haga falta- aseguró guiñándole un ojo –No te enojes, pero debía jugármela un poco por mi pareja.
-¿Y si yo no hubiera aceptado?
-Se devolvía todo, así de simple. Vamos, no me vas a despreciar el regalo que quiero hacerte ¿o sí?- entornó los ojos, regalándole una media sonrisa, sabía que con eso lo volvía loco.
-Te odio- murmuró, abrazándolo –Gracias, juro que no te decepcionaré- le besó el cuello, mientras el mayor le acariciaba la cabeza con una mano –Vamos a clase y cuando salgamos corramos a ver a Seven hyung que debo agradecerle también.
-Lo que quieras ángel- susurró besándolo –Adelántate a buscar tus cosas, iré detrás de ti.
Cuando Seung bajó al último piso, dirigiéndose al salón de arte, reconoció una silueta, y notó que esa persona lo hizo también, ya que le hizo una reverencia a lo lejos, acercándose a él.
-Se ve que los rumores eran ciertos, tuviste que volver a Seúl por Ji- se burló, riéndose –Esto sí que será divertido. Mándales saludos a los chicos de mi parte, hyung-le guiñó un ojo, alejándose nuevamente.
-No les daré tal desgracia- gruño con la boca amarga, girando sobre sus talones y retirándose precipitadamente al salón.
**
-Buenas noches, una pregunta ¿acá venden ropa? Creo que perdí todo lo que tenía puesto el sábado a la noche y necesito recuperarlo, o tendré que comprar ropa nueva.
-Mmmh sí, sé lo que está buscando, pero desgraciadamente se encuentra en un edificio acá cerca, en el último piso, dentro de mi departamento. Pero como soy buena persona, estaría encantado en acompañarlo a buscarla con mucho gusto.
-Eres un pervertido ¿qué hiciste con mis bóxers?- SeungRi entornó los ojos.
-Los uso de posa vasos, como funda para mi almohada, y sigo viendo qué muchos otros usos les puedo dar- respondió JiYong con una sonrisa pícara.
-¿Aquí no hay cámaras de seguridad? La persona que escuche las cintas te puede denunciar por psicópata.
-Si lo preguntas por el Sr. Yoon, lamento informarte que él ya vio los videos del sábado a la noche del edificio- confesó el mayor cruzándose de brazos. Ri se puso pálido como una hoja y tuvo que apoyarse sobre el mostrador para no caer al piso.
-Es una broma, ¿cierto?-sentía que el aire no quería entrar a sus pulmones –Dime que es una broma- Ji rió.
-Tranquilo, no me dejó ver nada pero al parecer, nos besamos bajo la lluvia como dos idiotas enamorados luego de correr de esquina a esquina cuando yo "escapaba" de ti- Ri abrió los ojos como platos y comenzó a reír nerviosamente.
-Si no fuera porque esas dos personas somos nosotros, pagaría lo que sea por ver esa cinta y reírme todo el día.
-Por pensamientos como ese, es que el video se trata de ti- señaló el mayor mordiéndose el labio –Te extrañé.
-Y yo a ti.
-¿Alguna novedad del instituto?
-¿Por qué tendría de haberla?- quiso saber Ri confundido.
-No lo sé, sólo preguntaba- revoleó los ojos- Toma, te preparé esto con los cuadernos y libros de Bae- dijo entregándole un morral -¿Tienes tiempo o ya vas para tu práctica?
El menor miró el reloj de su muñeca –La clase comienza dentro de una hora, así que sí- sonrió.
-¡Genial! Entones me tomaré un pequeño descanso ya que no hay nadie- dio la vuelta al mostrador quedando al frente del chico, lo tomó de la cintura y lo beso en los labios -¿Quieres un yogurt?- preguntó acercándose a una de las heladeras –Yo invito- le avisó sacando dos botellitas. Se sentaron en las banquetas frente a la vidriera.
-Debo confesarte algo-dijo Ri de repente –Pasé el resto del día pensando en ti y sentía que las horas no pasaban más para poder venir a verte- susurró mirando la botella –Es un problema.
Ji lo estudió un momento, le temblaba la mandíbula. Tomó aire –Creo que es uno grande- remarcó –Yo estuve igual.