Capítulo 8

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Jenn Im se encontraba a la hora acordada en la puerta del acuario. Estaba tan nerviosa que había comenzado a despintarse las uñas con los dientes. Llevaba ropa nueva, la cual compró la misma tarde que JiYong aceptó salir con ella, quería impresionarlo. Se acomodó la falda y sonrió al ver su reflejo en la gran puerta de cristal.

De repente sintió un sonido familiar. La moto de Taeyang hacía un ruido particular diferente al de todas las otras, no era molesto, más bien, llamaba la atención. En el instituto, los que estuvieran cerca del estacionamiento, podían saber cuándo el muchacho hacía su llegada.

Las comisuras de sus labios se elevaron aún más. Había visto a GD muchas veces montado en ella. Se giró sobre sí misma, el gran vehículo negro se dirigía en su dirección... sintió correr un escalofrío por su columna.

El conductor paró el motor y esperó con el casco puesto a que la muchacha se acercara. Ella vaciló un momento, tomó aire varias veces y comenzó a caminar, se había puesto tan nerviosa que tenía que pensar antes de dar un paso, para no tropezar. Observó unos pantalones rasgados, borcegos marrones, campera militar con parches sobre el pecho, una blusa negra con un gran escote y cadenas cayendo sobre él. Se mordió el labio. Respiró hondo y se aproximó los últimos centímetros.

-H-hola- titubeó. El muchacho inclinó la cabeza y luego de una manera muy sexy se quitó el casco.

-Hola- saludó YoungBae con una gran sonrisa en los labios. Jenn Im abrió los ojos como platos.

-¡¿Q-qué?! ¡¿Qué está pasando aquí?!- retrocedió asustada. Podía sentir su cara caliente por la sorpresa. El chico se bajó del vehículo de un salto y llegó a agarrarla del brazo antes que cayera al piso.

-Discúlpame- le dijo una vez que la puso en pie, -Ji pensó que no sería buena idea venir, no quería hacerte ilusionar y luego romperte el corazón- se rascó la parte de atrás de la cabeza –Se preocupó por ti, por eso me pidió que viniera en su lugar. Si no quieres estar sola, puedo hacerte compañía y si no... Bueno, me vuelvo a casa- dibujó una sonrisa seductora en sus labios. JiYong iba a tener que hacer las cosas bien, y darle crédito extra por no hacerlo quedar como un hijo de puta ésta vez.

-Y-yo... Emmmh... -dudó un momento, todavía seguía shockeada por el asombro. Respiró sonoramente por la nariz tratando de controlarse y luego chasqueó la lengua- Tu amigo es un imbécil.

-No te negaré eso.

-Compré las estúpidas entradas porque de verdad quería venir con...- hizo un puchero. Bae esperó –Tampoco es que él fuera tan importante- rodó los ojos acomodándose el cabello. El chico hizo una mueca, sabía lo que venía ahora, había pasado cientos de veces –Está bien, entraré contigo... Pero con una condición, me compras algodón de azúcar.

-Es un trato señorita- dijo el chico triunfante, tomándola de la mano y caminando hacia la puerta de ingreso.



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-¿Eh?- murmuró SeungRi observando la pantalla de su móvil. ¿Por qué me está llamando? se preguntó inquieto -¿Hola?

-Pensé que no atenderías.- Se escuchó un suspiro de alivio.

-Creí que habías marcado mal el número. ¿Para qué me llamas? ¿No deberías estar en una cita?- la ironía en su tono de voz era evidente.

-Mmmh debería... Pero surgió algo más importante.

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