Lealtad por Sangre

By estefa141298

3.1K 322 1K

Estefanía es una de las narcotraficantes más influyentes de Grecia. Muchos han querido y quieren derribarla y... More

Prólogo
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14

Capítulo 1

301 38 88
By estefa141298

       —¡SON UNOS INCOMPETENTES, CARAJO!—, una Estefanía de ahora veintidós años gritaba por el teléfono mientras golpeaba fuertemente su puño contra la mesa. —¿Cómo se pierden CINCO TONELADAS DE COCAÍNA?... NO, NO ME CALMO– estaba que echaba humo por las orejas, —agh, ¿Sabes qué? me importa una mierda, llámame cuando consigas algo más interesante que hacer que joderme la vida, ME BUSCAN ESA DROGA AHORA MISMO Y DEJAN DE PERDER EL TIEMPO—, no lo dejó responder y colgó, aventando el teléfono lejos, en eso se le acercó su hermana.

      —Teffa, cálmate, el teléfono no tiene la culpa para que lo avientes de esa forma—, la miraba divertida pero preocupada a la vez. —¿Qué pasó, me quisieras explicar? pero primero necesito que respires hondo—, como ella le dijo respiró hondo y le comenzó a explicar todo.

       —Lo que pasó fue que a los inútiles se les perdieron las cinco toneladas de cocaína que había encargado desde Irán—, ella quedó sorprendida, pero aun así estaba calmada tratando de pensar una posible solución.

       —Bueno, pero no te pongas así. La vamos a encontrar.

       —Isa, acompáñame... no quisiera cometer una estupidez de la que me arrepienta más tarde— le dijo, debido a que ella era la más racional entre las dos, la vio seriamente.

       —Estefanía, no te voy a dejar salir a ningún lado estando de esa forma y te estoy hablando en serio.

       La mayor suspiró y se encaminó a su habitación dando un portazo. Ella sabía que cuando Isa pronunciaba su nombre completo hablaba claramente en serio y aunque fuera menor que la misma prefería no cuestionarla.

*Flashback cinco años atrás*

*Estefanía's POV*

       Una vez que todas pusimos el pie fuera de aquel túnel nos recibió un hombre en traje, tenía un sombrero del mismo color y el cabello gris, estaba fumándose un puro, cabe resaltar que tenía pinta de mafioso, o al menos esa impresión me daba a mí, en cuanto me vio, estrechó mi mano y se presentó.

       —Tú debes de ser Estefanía, ¿no? Yo soy Carson... ¿Son todas o falta alguien?—. Tenía la voz gruesa, lo miré fijo como evaluándolo en silencio hasta que devolví el apretón de manos un poco desconfiada todavía y luego asentí.

       —Un gusto, sí, son todas.

Cargaron todas nuestras cosas en el vehículo y cuando nos disponíamos a irnos, salió él con seis de sus hombres comenzando a disparar, por supuesto los hombres de Carson también atacaron, nosotras nos apresuramos a entrar, más bien, dejé que Selena se metiera primero seguida de Isabella y todas las demás, yo lo hice de última oyendo el sermón de Isabella.

       —Sí, sí, peligroso, terquedad, blablabla, ya entendí—, rodé los ojos sintiendo como el chofer junto a Carson ponían en marcha al auto dejando atrás a los otros.

       Cuando habían pasado al menos veinte minutos, se incorporaron atrás de nosotros dos de los vehículos de Carson que habíamos dejado baleándose mutuamente con los de mi padre, para ser sincera, esperaba que hubieran eliminado a dicho individuo pero algo dentro de mí me decía que aquello era poco probable. En el momento en que los demás nos alcanzaron, el chofer aceleró todo recto por al menos una hora, estuvimos en un silencio algo incómodo, pero Sel se había quedado dormida hacía media hora y mis otras amigas hablaban entre ellas, yo no tenía muchas ganas de nada, la verdad, y ellas respetaban eso.

       Pasada otra media hora, el conductor se metió por un atajo que conservó por diez minutos más hasta que por fin llegamos a destino, una pista de despegue desierta donde se encontraba una avioneta privada estacionada esperando por nosotras, no quise decir nada en el momento porque ya saben, orgulloso se nace, aún tenía mis dudas para poder confiar y no ocurriría diferente en solo dos horas que habían pasado desde aquella decisión que tomó Isa principalmente pero que nos ceñíamos a su plan por estar cortas de opciones.

       —Oh, vamos, cambia esa cara, míralo como si estuviéramos yendo de vacaciones familiares pero mucho mejores—, rompió el silencio Eva sonriendo un poco para no hacer el ambiente más pesado de lo que ya estaba.

       Yo apenas subí una comisura en un intento de sonrisa pero mi frente se mantuvo arrugada ligeramente.

       —Stef, te van a salir arrugas desde muy temprano, ¿no te parece?— Camila bromeó un poco, medio reí con eso, generando una sonrisa medio triunfal en la muchacha.

       —Te recuerdo que eres mayor que yo, Guevara—, le saqué la lengua ayudando a los otros a subir todas las cosas a la avioneta, ella me miró haciéndose la indignada pero al final sí se rio.

       Entre todos terminamos de meter todo, incluyendo los autos, entramos nosotras también, el piloto se puso en posición, cada quién se abrochó su cinturón, aguardando hasta el momento en que la avioneta despegara. A los minutos la misma se situó en el punto de partida y para cuando nos fuimos a dar cuenta estábamos en el aire camino a nuestro nuevo futuro y nuestra nueva realidad.

       Pasaban los días, vivíamos en una de las villas de Carson, en Italia, veíamos cómo los trabajadores se paseaban por la casa con distintos encargos que él mismo enviaba a realizar, algunos llevaban paquetes de drogas listos para ser transportados, otros llevaban maletas de dinero o hacían cuentas, algunos otros llegaban de la calle trayendo de vez en cuando algún traidor, algún soplón o, simplemente algún enemigo, ¿dónde los llevaban? Eso lo sabíamos muy bien, un sótano insonorizado como el que usaba el idiota de nuestro padre, en un par de ocasiones, Carson me invitaba a observar lo que les llegaban a hacer, de hecho fui testigo una vez de cómo le quitaban las uñas a un hombre una a una por no ser leal.

       En esos meses que pasaban, Carson había asignado a varios hombres, chicos y chicas también para entrenarnos, enseñarnos acerca del negocio, precios, mercancía, transporte, socios, armas, idiomas variados incluso, entrenamientos físicos, lucha cuerpo a cuerpo, resistencia, curación de la misma forma y también aprendimos todo lo que no aprendimos en una escuela convencional, todas nosotras a excepción de Selena que aún contaba con doce años y era muy pequeña para someterse a esa clase de cosas, a veces se quedaba a observar, estudiar o leer pero eran más las veces donde prefería jugar, seguía siendo una niña después de todo, tendría tiempo de aprender todo lo que se maneja, aunque desde muy pequeña mostraba cierta fascinación por las carreras y los autos, así que Kurten se encargaba de enseñarle todo lo que sabía sobre el tema, marcas, partes, técnicas, materiales y todo lo que requería saber. Terminando, también nos enseñaron a conducir, cabe resaltar que jodí el mismo auto al menos cinco veces antes de perfeccionarme...

       —No, no, no, NO— fue lo último que soltó Stephan antes de que la llanta se montara en la acera, —¡lo soltaste muy rápido! No estamos en Rápido y Furioso, enfócate, Stef, QUIERO UN ESTACIONADO PULCRO, LOS CONOS NO TIENEN LA CULPA DE TUS ATROCIDADES AL VOLANTE —gritó como dándome una especie de empujón.

       Parece que había funcionado su método pues no se sabe cuándo ni cómo, estaba perfectamente estacionada contra la acera y los conos por muy poco estaban intactos, sonreí satisfecha pero como para agradecerle a Stephan lo había abrazado y él me devolvió el abrazo.

       —Mañana practicaremos maniobras ofensivas y defensivas, manejar en línea recta y con las reglas ya lo sabes, pero estas maniobras se necesitan en un futuro, en la calle debes respetar, pero si te ves en peligro no debes dudar, has de confiar en ti como sé que no lo haces, debes ser uno con tu yo inseguro, para que no te agarren con los pantalones abajo como quien dice. —Rio suave viendo mi cara de fastidio por no poder romper las reglas.

       Al día siguiente, efectivamente me enseñó muchas maniobras, quedé medio muerta, pero valía la pena. Las vagabundas de mis amigas no se cansaron de hacerme bullying pero hey, para eso están las amistades, ¿no?

       Cuando pasaron algunos meses más y Carson consideró que ya estábamos todas listas para valernos por nosotras con el negocio y formar uno nuestro nos mandó de vuelta a Grecia, de hecho, nos acomodó en una villa con autos y una avioneta incluida, me dejó a cargo de todo y me asignó a unos cuantos de sus hombres que, por supuesto, me deberían lealtad a mí en lugar de él y me hizo prometerle que cualquier cosa que necesitara lo llamara en forma de deuda y que los primeros seis meses le dejara el diez por ciento de todas las ganancias que generáramos.

*Fin del flashback*

       Volviendo con Isabella, la misma escuchó aquel portazo sabiendo lo molesta que estaba su hermana mayor, aunque tenía claro que dicha molestia era pasajera, después de un rato se le pasaba, decidió dejarla y mandar a investigar para encontrar las susodichas cinco toneladas de coca perdidas, en ese momento justo sonó su teléfono celular, se podía leer el nombre de Jack en la pantalla, uno de los trabajadores, dejó que repicara un par de veces antes de contestar.

       —Dime Jack, ¿alguna novedad?

       —Jefa, hemos encontrado el cargamento perdido, ¿le puedes avisar a Estefanía y que me disculpe por favor?—. Se oía algo nervioso del otro lado del teléfono.

       —Dale... Ah, Jack, antes de que cuelgues, ¿puedes mandar a entrar la droga al garaje para revisar que todo esté en orden?

       —Sí, cómo no, yo la mando a dejar.

       —De acuerdo, gracias, chao —habló antes de colgar por fin.

       La hermana del medio se dirigió luego de unos segundos al garaje y vio que había un paquete de gran tamaño, lo revisó y se aseguró que todo estaba bien, se encaminó hacia la habitación de Teffa y no tocó la puerta porque ella era la única que entraba a su cuarto sin tocar.

       —¿Qué necesitas, Isa?— seguía un poco molesta todavía, pero estaba más calmada que como la había visto antes.

       —Vengo a avisarte que ya la droga apareció y está en el garaje —dijo, la mayor asintió.

       —Gracias —respondió, Isabella solo se encogió de hombros en señal de que todo estaba tranquilo.

       —Debo resolver unos asuntos ¿Necesitas algo más? —Preguntó luego de romper el pequeño silencio que se había formado, la otra solo negó con la cabeza. —Bueno, hasta más tarde—, cerró la puerta y pudo escuchar que le respondió un leve "hasta luego".

       Por el otro lado estaba Eva en el sofá de la sala cuando escuchó que alguien bajaba la escalera y vio a Teffa medio distraída en los escalones, cuando se percató de que su amiga estaba ahí la saludó cortamente.

       —Hola.

       —Hola, ¿cómo te encuentras? ¿Estás mejor?— esta solo asintió.

       —CARLOS, VEN ACÁ— escuchó que Estefanía le gritó y este vino casi corriendo.

       —Dígame, jefa —respondió aquel.

       —En el garaje están cinco toneladas de cocaína, manda a meterla en el camión para poderla cargar— este salió hacia el garaje para hacer lo mandado.

       —Esa es mucha droga, ¿hacia dónde la vas a distribuir esta vez? —Preguntó con curiosidad.

       —Aún me queda llevarle su parte a Carson hasta Italia.

       —¿Te puedo acompañar?— ella solo se encogió de hombros.

       —Vámonos, debo estar pronto en la pista.— Agarró las llaves de su auto color azul y se puso de piloto, Eva se colocó de copiloto y salieron rápido hacia la pista en donde estaba el jet privado esperando por ellas.

       Un trabajador, Kurten justamente, tomó la Maserati y la metió en el jet para poder despegar. Ambas entraron segundos más tarde y despegaron hacia Roma. Después de dos horas llegaron, ahí estaba Carson una vez más esperándolas.

       —Veo que ya llegaron, bienvenidas... Espero que me hayas traído el cargamento que te pedí.

       —Sí, ahí lo llevo... Carlos, saca el pedido para que los hombres del señor Carson lo carguen en el camión.

       —Sí, jefa —respondió él.

       —Eva, cuida que se haga el trabajo mientras que yo atiendo este asunto con el señor Carson —mandó y la nombrada asintió, encaminándoe hasta donde estaba Carlos cargando todo en el camión.

       Estefanía fue hasta su carro y sacó unos papeles de la guantera.

       —Carson ¿Seguimos con nuestro otro trato? —Interrogó, este sonrió.

       —Sí, como te lo prometí... dos millones de euros por tonelada— le entregó unas dos maletas con el dinero, estrecharon sus manos y se encaminaron hasta el jet.

       —Drew, revisa que todo el dinero esté ahí—, él abrió las maletas y contó el dinero por encima... Cuando asintió saludaron al italiano.

       —Estefanía, nos vemos en otra ocasión —habló seriamente, la joven le afirmó con la cabeza.

       —EVA, CARLOS. VAMOS AL JET, ES TARDE— se oyó el grito, ellos fueron allí y regresaron a Atenas de nuevo...
______________________________________
¡Hola mis buitrecitos del señor!

¿Qué tal todo, cómo han estado? Espero que bien... He aquí la actualización del primer capítulo renovado, sorpresita ε: ¿qué les pareció el cap con el flashback? Cuéntenme todo que yo los leo.

✌🏻️Comenten y voten que ya saben que me ayudan muchísimo✌🏻

Se les quiere y se les aprecia 💘

Nos leemos en la próxima

Con parte de mi amor ❤️

Tiniebla.

Continue Reading

You'll Also Like

164K 21.9K 49
꒰ 📎 Sinopsis ↷♡ ꒱..° Cuando eres poseído como extra en una novela BL, ¿Con quién sería más beneficioso quedarse? Si estás al lado del villano, te ar...
743K 44.6K 36
Sofia Curuso llega a Italia para hacer una nueva vida en aquel hermoso país. Lo que no se esperará es conocer a un grupo de hermanos, siendo estos lo...
966K 37.9K 17
hasta donde llega un hombre por celos?
87.2K 4.2K 42
Una celebridad de la música se crea Tinder de forma anonima. No tenia interes ninguno en una relacion, pero se lo descargo porque su mejor amiga la o...