El Sol de tu Luna

De OlympusFics

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Un fanfic de solangelo. ¿Qué pasó en el espacio de tiempo de seis meses entre el final de la guerra contra Ga... Mai multe

Capítulo 1- Nico
Capítulo 2- Will
Capítulo 4- Will
Capítulo 5- Nico
Capítulo 6- Will
Actualizaciones y disculpas
Actualizaciones y disculpas #2
Capítulo 7- Nico

Capítulo 3- Nico

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De OlympusFics

A/N: El capítulo contiene una canción (Breaking Free) y os recomiendo que cuando aparezca la escuchéis al mismo tiempo que leéis. Eso es todo.

Cuando los semidioses dormían, su cabeza se nublaba de pesadillas, y eso era algo a lo que estaban acostumbrados.

Lo que no era tan frecuente era una cabezada sin nada que les atormentara, ni sueños ni pesadillas: sólo un espacio en negro.

Cuando Nico se despertó lo único que encontró fue más negro. La cabaña de Hades no dejaba entrar la luz. Lo único que reconoció fue la mullida cama en la que estaba tumbado. Por fin tenía un colchón normal y corriente, no los espantosos ataúdes que llenaban la cabaña antes.

Los dos últimos días habían sido un no parar por el campamento. Nunca había estado tan activo en su vida, sólo cuando luchaba se movía tanto. Will lo había arrastrado de un lado a otro haciendo cosas y Nico nunca admitiría que se lo había pasado bien.

Will. El hijo de Apolo. Qué locura de chico. Su animada sonrisa hacia que algo dentro de él brillara y le picara por todo el cuerpo, como pequeñas chispitas.

Recordar las últimas 48 horas le producía ese sentimiento y dolor de cabeza al mismo tiempo.

Se había asustado mucho cuando Will le había despertado o cuando casi le mata. Nico no quería repetir lo que le había hecho a ese otro chico del Campamento Júpiter, sobretodo porque Solace no se lo merecía.

El mejor de los momentos fue sin duda la tarde que pasaron el día anterior. Tenía que admitir que no le gustaba la playa: toda la arena que se te pegaba al cuerpo, la sensación de estar pegajoso al salir del mar por toda la sal...

Todo eso no le había detenido para pasárselo bien. Tirar piedrecitas al mar junto a Will era más divertido que hacerlo solo en el río Estigio.

Repasando las conversaciones que tuvo con el rubio y todas las cosas que le contó sobre su pasado, se dio cuenta de que había dicho muchas estupideces ante él como que "lo hacía parecer una cita" o como cuando "intentó hacer una broma a su costa". Menuda boca más retrasada tenía, ahora sólo quería golpear la cabeza contra la pared.

Ya harto de sus pensamientos, se levantó de la cama y se fue a cambiar la camiseta negra por otra que había encontrado en armario, que era (obviamente) negra y en la que ponía en blanco "llevaré otra cosa que no sea negro cuando exista un color más oscuro".

Ya vestido salió de la cabaña y miró hacia el cielo. El sol se encontraba en su punto más alto, por lo tanto era medio día. Se palpaba que era un caluroso día de agosto, pero el campamento se encontraba lleno de campistas justo antes del comienzo del curso escolar. Nico no asistiría y se quedaría allí. En ese momento se le ocurrió la idea de que a lo mejor Will se marcharía a Austin. Por lo que le había contado, él solía ser muy feliz allí.

Nico comenzó a andar en cualquier dirección hasta que identificó una cabellera rubia, entre la multitud, a las afueras de la cabaña de Afrodita.

Con paso indeciso decidió acercarse.

Will estaba rodeado de tres hijas de Afrodita. Dos de ellas, cuando vieron que Nico llegaba se volviera a meter en la cabaña, pero la otra se colgó del cuello de Will mientras le sonreía de forma seductora.

El hijo de Hades se paró justo en frente de ellos incómodo por la situación.

-Hey, di Angelo-le saludó Will con una sonrisa de oreja a oreja mientras le pasaba el brazo por la cintura a la chica-. Esta es Valentina.

La tal Valentina apartó la mirada de Will para fijarla en Nico, pero no le saludó. Tenía una cara muy bonita pero eso al pelinegro no le llamaba la atención.

-Will, pensaba ir al comedor, ¿te vienes?-preguntó ignorando la presentación y molesto por la posición en la que se encontraban.

Era injusto que le molestara, y él lo sabía. No tenía ninguna relación con Will a parte de casi-amigos (si eso era posible), ni siquiera sabía cuál era la sexualidad del chico. Por ello, no podía permitirse reaccionar mal, ya lo había pasado mal con lo de Percy por hacerse ilusiones y no quería que se repitiera.

Mientras Nico hacia lo que podía por mantenerse serio, Will se acercó a la oreja de Valentina para preguntarle algo.

-No- se quejó ella-, pensaba que me ibas a enseñar a surfear.

Will se apartó un poco.

- Lo siento, Nico es mi paciente y tengo que asegurarme de que coma- se justificó. - Pero después de comer te doy la clase.

Will se volvió a inclinar y le plantó un beso en la mejilla.

Nico no pudo evitar apartar la mirada, luego fue a por él y le agarró de la muñeca para arrastrarle hasta el abarrotado comedor.

En todo el camino no dejaron nada, Will no dio señales de percibir la incomodidad que poco a poco se iba evaporando.

-Siéntate en la mesa de Apolo conmigo- sugirió, aunque sonó más como una orden.

Nico asintió sin fuerzas para quejarse y Solace le guio hasta la mesa.

Algunos semidioses se giraron para mirarle. Había comido los últimos días en la cabaña de Hades junto a su compañero de remodelación, nunca en ese lugar junto a todas esas personas recuperadas ya de la batalla contra Gaia.

Solace presionó los hombros de Nico para que se sentara en el banco junto a otros cuatro hijos de Apolo y se fue a por la comida. Los cuatro se giraron con preguntas flotando en el aire.

-Tú eres Nico, ¿verdad?- dijo un chico con el pelo castaño muy rizado y ojos azules que estaba a su lado-. Últimamente estás pasando mucho tiempo con Will.

-Sí-contestó Nico secante. No tenía ganas de socializar.

-Qué raro, no eres su tipo- siguió el mismo chico.

La cara de Nico debía de ser un poema, porque el chico se rio de forma bastante coqueta.

-No es su tipo y encima creo que Will ya tiene algo con Valentina- le susurró la única chica que estaba en el grupo de cuatro al que tenía al lado.

-Pues eso me pone las cosas muchísimo más fáciles- repuso el primer chico sin dejar de mirar a Nico- Soy Kevin.

Cuando extendió su mano para que el hijo de Hades la estrechara, Nico no supo si debía aceptarla. Finalmente lo hizo, y fue entonces cuando apareció Will.

-Apártate de él, Kevin-ordenó mientras dejaba la bandeja que sostenía en las manos.

-Uy uy uy. Will, tranquilo- le calmó Kevin-. Ya sabes que es una broma. Además, me voy mañana y no tendría tiempo de seducirlo.

Will parecía que iba a explotar en cualquier momento si seguía hablando. El chico al ver esto se levantó de la mesa al igual que el resto de su grupo.

-Bien, vale, tampoco es que quiera tus restos.

Y entonces se fueron todos.

Will se sentó delante de él con su alegre sonrisa de vuelta.

-Bueno, pues te he traído una ensalada para que empieces tu vida sana.

Nico se quedó callado. Lo último que había dicho Kevin lo había dejado pensativo, así que empezó a comer en silencio mientras Will le miraba fijamente con la sonrisa todavía en la cara.

Cuando llevaba la mitad de la ensalada le dijo que no podía más.

-Venga ya, un bocado más- insistió, y Nico volvió a negar-. Si te lo tomas iré a tu cabaña esta noche.

-¿Qué te hace pensar que quiero pasar más tiempo contigo?- cuestionó enarcando una ceja.

-No querrás estar solo-respondió el rubio.

-Llevo solo cuatro años- Nico contraatacó, tajante.

Will cerró la boca al instante. Era la primera vez que le dejaba sin palabras.

-Vale-dijo cabizbajo cuando se levantó-, me voy a dar la clase de surf. Adiós.

Y se marchó.

Se quedó sentado unos segundos más. No le importaba la reacción del chico, le había contado la verdad y él había elegido la forma de reaccionar, simple.

Si no era eso lo que lo molestaba, ¿qué era? Seguía teniendo una espinita en el corazón (otra entre miles), pero ésta estaba clavada más profunda.

No sabía identificar de dónde venía. ¿Sería que le dolía que lo abandonara? Imposible, el chico podía hacer lo que le diera la gana y a él no le incumbía.

Finalmente se levantó y comenzó a andar de nuevo hacia la cabaña de Hades.

En el camino vio mucha gente despidiéndose y abrazándose porque se iban ya ese día del campamento. Uno de ellos era Travis Stoll que se marchaba a la universidad, y Connor estaba llorando a moco tendido a su lado. Nico sabía cómo se sentía al perder un hermano, al menos él no iba a morir y volvería en unos meses.

Siguió caminando hasta que llegó la puerta, y cuando se giró para abrirla alguien le agarró y le dio la vuelta. Tuvo la esperanza de que fuera Will, pero se encontró cara a cara con Piper. Qué estúpido era.

-Perdón por ser tan brusca- dijo-. ¿Puedo pasar?

-Vale- accedió, aunque no sabía que podía querer de él.

Se volvió a girar y abrió la puerta.

Piper le echó un vistazo a la habitación por segunda vez, y su mirada calló sobre la televisión.

-No lo había pensado antes, ¿cómo conseguisteis una televisión?-cuestionó.

-Bueno-respondió Nico mientras intentar arreglar las sábanas de su cama deshecha-, Will les dijo a los hijos de Hefesto que había viajado con Leo, y decidieron regalarme esta televisión especial como su más sentido pésame-hizo una pausa y desvió la vista mientras se sentaba en el borde de la cama-. La verdad es que me siento un poco culpable de haberla aceptado.

Piper se acercó y apoyó la mano en su hombro para reconfortarle.

-No pasa nada, te lo mereces por habernos ayudado con los ritos funerarios-quitó la mano de su hombro y se sentó a su lado-. A Leo le habría encantado saber que te quedas en el campamento, lo echo mucho de menos. Lo siento- se disculpó y se quitó una lagrima que rodaba por su mejilla-. Mañana Jason y yo nos iremos a Los Ángeles a terminar nuestro último año de instituto. Me duele marcharme sin él.

Piper cerró los ojos aunque Nico ya había visto lo rojos que estaban. Él quería consolarla, pero no sabía muy bien cómo hacerlo, la única persona que lo había consolado en su vida había sido Bianca, pero de eso hacía ya mucho.

-Tranquila- dijo cogiéndole la mano-. Ya sé que perder a una persona que te importa es difícil, pero poco a poco se va pasando.

-¿Tú conseguiste superarlo?-decirle que sí sería mentira, así que negó con la cabeza-. ¿Pero el dolor va desapareciendo?

-Sí-admitió-, el dolor va desapareciendo, pero no podrás evitar que de vez en cuando los recuerdos de esa persona se cuelen. Si era importante para ti siempre lo será, sobretodo porque ahora en los momentos en los que la necesites no podrás acudir a ella, y ahí será cuando te darás cuenta de que era mucho más importante de lo que pensabas.

No sabía de dónde habían salido todas esas palabras, supuso que por experiencia propia.

Lo que hizo Piper a continuación lo sorprendió mucho más: le abrazó fuertemente.

-Nico-suspiró-. Gracias.

Y entonces le soltó para poder ponerse de pie, dejando a Nico con una cara confundida.

-Me alegro de que hayas decidido ir a Los Ángeles con Jason-intentó cambiar de tema.

-Sí-se empezó a dar una vuelta por la habitación-. Hablando de Jason, espero que no te molestara que me contara que te había gustado Percy, es que no pudo contenerse porque estaba muy emocionado pensando que Will estaba interesado en ti.

Menudo bocazas era Jason, maldita sea.

-Will no está interesado en mí-negó el chico.

-Pues yo creo que sí-alegó Piper-. Pero también está tonteando con Valentina, y vi tu cara cuando te acercaste a la cabaña de Afrodita. No quiero que te hagan daño, Nico.

Él no pensaba admitir que a eso se debía la espinita clavada en su corazón. Eran asuntos de Will, no tenía derecho a deprimirse por eso.

-No me importa, de verdad-insistió.

-Lo que tú digas, pero que sepas que los hijos de Apolo son muy persistentes cuando quieren algo, y si lo que quiere Will involucra hacerte daño, no lo permitas ¿vale? No dejes que juegue contigo, y si lo hace- dijo apuntándole con un dedo-, se lo haces pagar.

Nico asintió sin saber muy bien qué decir ante tanta información.

-Bueno, yo ya me voy-le dio un último apretón en el hombro y se dirigió a la puerta-. Nos vemos en vacaciones de Navidad.

Y se fue.

Nico se quitó los zapatos y se tumbó en la cama cerrando los ojos. Necesitaba procesar todo lo que estaba pasando ese día.

Will estaba tonteando con una chica, y otro chico me había dicho que no era su tipo y que era sus sobras. ¿Qué quería decir eso? ¿Qué es lo que quería Will? ¿De verdad le gustaban también los chicos?

¿Le atraía Nico? Imposible. Se negaba a que eso pasara. No quería salir malparado, no otra vez.

Empezó a golpearse la frente con la palma de la mano. No quería que Will jugara con él, se lo habían pasado demasiado bien para que todo fuera una farsa, ¿verdad?

Pero, ¿a Nico por qué le importaba que jugara con él? No podía ser porque le engañara, se negaba a que fuera porque se decepcionaría por las falsas esperanzas. ¡Dioses del Olimpo! ¿¡Pero qué falsas esperanzas ni que perro con tres cabezas?! ¡Si no le atraía el semidiós! Sí que hacía que algo dentro de él se removiera, pero debía de ser porque hacía mucho que nadie le prestaba atención, ¿verdad?

Su cabeza estaba empezando a dar demasiadas vueltas, era mejor que dejara de pensar.

Cerró su mente y esperó a que el sueño le inundara.

~

Como no podía ser de otra forma, el sonido de unos golpes en la puerta lo despertó, y rezó a todos los dioses para que esta vez no fuera Will, no estaba preparado para enfrentarlo.

Se levantó un poco somnoliento, y se dirigió hasta la puerta para abrirla.

Al parecer, por una vez los dioses le habían escuchado, porque el que estaba de pie delante de él era Jason.

-Hola, compañero-saludó.

Nico se apartó para dejarle entrar, y después cerró a puerta.

-Esto está muy oscuro hasta con las cortinas descorridas- dijo echándole un vistazo a la cabaña por primera vez-. Bonita camiseta, por cierto.

-¿Qué haces aquí, Jason?- preguntó sin más rodeos mientras se cruzaba de brazos.

-Bueno, he venido a despedirme- respondió sin alterarse por el tono borde de Nico-. Mañana me voy a Los Ángeles con Piper.

- Ya me lo ha contado- dijo un poco más calmado-. Si eso era lo único que querías decirme ya puedes irte.

Jason suspiró, exasperado, y se fue a sentar en la silla de la mesa de estrategias.

-Nico, ¿te pasa algo?

-No-negó- bueno... Simplemente tengo muchas cosas en la cabeza.

Se encogió de hombros y rodeó la cama para poder estar sentado en el borde y mirar a Jason.

-¿No será por Will, no?-aventuró el chico, y al ver la expresión sorprendida de Nico continuó-. Si te ha hecho algo, juro por el río Estigio que le voy a pegar una paliza.

-No, Jason- intentó tranquilizarle, y se puso de pie-. Es sólo que... No sé si está jugando conmigo o no.

La declaración de Nico puso al rubio en tensión, y en vez de volver a intentar tranquilizarle, se sentó en la cama de nuevo.

-¿ Qué es lo que ha hecho ese hijo de Apolo?-cuestionó todavía enfadado.

-Nada, son asuntos suyos.

No parecía muy convencido, pero lo dejó pasar, y a continuación miró el reloj que llevaba en la muñeca.

-Oh dioses, se me ha hecho tarde, ya son las 21:30- se levantó a toda prisa y se acercó a Nico para darle un abrazo. ¿Dos en un día? Impresionante-. Tengo que ir a hacer la maleta, aunque tampoco es que tenga muchas cosas.

Aflojó el abrazo y después apoyó las manos en los hombros de Nico para encadenar su mirada a la de él.

-Quiero que me envíes un mensaje iris si el tal Solace te toca un pelo sin tu consentimiento- ordenó, y finalmente le soltó del todo para poder dirigirse hacia la puerta- Disfruta de tu estancia en el campamento.

Le guiñó un ojo como si mantuvieran un pequeño secreto, y se marchó.

La visita había sido tan rápida que a Nico no le había dado tiempo a echarle la bronca por contarle su mayor secreto a Piper. Pero, ¿qué le iba a hacer? Lo hecho hecho estaba.

Si ya eran las 21:30 todo el mundo debía de haber cenado ya.

A Nico no le apetecía nada salir de la cabaña, así que se volvió a recostar en la cama y se tapó con las cálidas sábanas.

Su cabeza seguía dando vueltas e intentó calmar su respiración poco a poco. Cerró los ojos fuertemente, pero eso hizo que se mareara más. Todo era una peonza hasta que solo hubo negro.

~

El mareo cesó en unos segundos, pero cuando abrió los ojos se dio cuenta de que eso no era su cabaña.

Se encontraba en un bosque, un bosque donde no llegaba la luz porque estaba tapada por la copa de los árboles, también inalcanzable a la vista.

Nico intentó ponerse de pie, pero las piernas le temblaban. La humedad hacia que su ropa de le pegara al cuerpo, y además seguía descalzo.

Miró en todas direcciones, pero lo único que vio fueron árboles y más árboles con troncos infinitos y hojas gigantescas.

Lo único que oía era un pitido, y estaba seguro que si no cesaba pronto se quedaría sordo.

Empezó a andar en una dirección, pero el panorama seguía siendo el mismo. El pitido disminuía pero el sonido ambiente no existía. Del bosque no salía ningún ruido, sólo había silencio.

Hasta que apareció una niebla que trazó un camino entre los troncos.

Nico empezó a seguirla esquivando árboles, ramas y hojas hasta que llegó a una cueva oscura donde la niebla desaparecía.

-Nico- una voz que conocía muy bien lo llamo.

El sonido de oyó a sus espaldas, así que se dio la vuelta, y se encontró cara a cara con el fantasma de su hermana.

-Bianca...

La chica iba vestida con las ropas plateadas de cazadora de Artemisa con las que la había visto por última vez. Su semblante era oscuro y daba un poco de miedo, era como si todo el odio que había tenido Nico lo hubiese absorbido ella.

-Bianca, ¿estás bien?- preguntó con voz temblorosa.

-No, esto es tu culpa. Que esté muerta es tu culpa-respondió mirándolo fijamente a los ojos.

-No lo dices en serio-dijo negando con la cabeza mientras los ojos se le llenaban de lágrimas.

-¡¡Claro que lo digo en serio!!- gritó su hermana-. Me separé de ti porque sabía lo que eras, me dabas asco. ¡¡Mira cómo acabé!!

Las lágrimas se deslizaban por el rostro de Nico. La idea se le había pasado varias veces por la cabeza, ¿por qué sino lo abandonaría su hermana a la primera de cambio?

-Tú deberías ser el muerto, no yo- siguió hablando la furiosa Bianca-. Hasta Hades piensa lo mismo, ¿o no te acuerdas de que siempre te decía que yo lo habría hecho mejor?

Nico se negaba a responder. Sí que se acordaba porque su padre no dejaba de repetírselo, pero ya hacía mucho que nadie se lo decía, y que fuera su hermana quien se lo dijera hacia que todas las espinas que tenía clavadas en el corazón se presionaran todas más hacia dentro.

- No, por favor-rogó el semidiós con voz nasal por tanto llorar-. ¡¡Para!!

Pero no paró. Siguió gritando que era su culpa, y lo único que él podía hacer era taparse los oídos y tirarse al suelo, esperando a que todo terminara.

~

Nico se despertó sudoroso en su cama. Sólo había sido un sueño... No, un sueño no, una pesadilla.

Pensar en Bianca había hecho que su espíritu lo persiguiera mientras dormía.

Se había replanteado su vida tantas veces durante cuatro años pensando que lo habían abandonado todos por ser quien era, que ahora esa idea había arraigado en su mente y no pensaba marcharse.

En su cabeza se podían seguir oyendo los gritos de Bianca diciendo que todo era su culpa.

Se incorporó y se tocó la cara. Estaba empapada con lágrimas. Nico no tenía nada con lo que secarse la cara, así que cogió sus sabanas y se las paso por el rostro.

Volvió a apoyar la cabeza en la almohada y respiró profundamente. Cerró los ojos pero el sueño no venía. Fue entonces cuando sonó un golpe en la puerta.

¿Quién sería y por qué querían molestarle a esas horas? Se levantó de la cama, y por segunda vez en esa tarde fue a ver quién era la persona que interrumpía su descanso.

Cuando abrió la puerta, un chico con el pelo rubio que cargaba un montón de cosas entró a toda prisa.

-¡Will!-exclamó sorprendido-. ¿Es que no sabes la hora que es, y acaso no te dije que no vinieras por la noche?

Él se limitó a colocar una manta negra en el suelo junto a unos cojines Enfrente de la televisión, después sacó un DVD y lo metió en el reproductor. Luego se sentó en el pequeño espacio que había creado.

-He venido a ver una película con mi Chico de la Muerte-respondió simplemente.

-Yo no pienso ver ninguna película- se negó Nico cruzándose de brazos.

-He traído una que seguro que te va a gustar: High School Musical. A todos los hijos de Apolo nos encanta- después dio palmaditas en el sitio a su lado y sonrío ampliamente-. Ven, vamos.

El hijo de Hades se quedó quieto en su lugar bastante indeciso. ¿El chico de verdad se pensaba que podía ir tonteando con chicas y después aparecer de madrugada para ver una película con él?

La verdad es que no tenía más remedio que ir y sentarse, ya que Will no podía saber que estaba muy confundido en cuanto a su relación con él, y además sería peligroso si se arriesgara a salir otra vez con todas las arpías merodeando. Hizo lo que le pedía y se acomodó a su lado.

-Es un musical y es muy buena- le aseguró-. He traído golosinas.

Le pasó una bolsa con ositos de goma y Nico tomó uno como cena, después Will agarró el mando y le dio al play.

Lo único que iluminaba la estancia era una pequeña lamparita y la luz del televisor.

Cuando la película empezó en la fiesta de año nuevo Nico se sorprendió de que el protagonista dijera que no sabía cantar y que después se pusiera a cantar, pero supuso que así eran los largometrajes hoy en día. Lo que no le sorprendió fue que Will se supiera tras las canciones y que las tarareara.

Siguió viendo la película y descubrió que cantaban aleatoriamente en escenarios, canchas de baloncesto e incluso en un comedor. Y entonces le preguntó:

-¿Esto lo hacen en todos los institutos normales?

Él se rio.

-No, pero ojalá fuera así.

Nico estaba seguro que no querría ir a un instituto en el que estuvieran así todo el rato, sería insoportable.

Cuando llegó el momento en el que el chico y la chica cantaban delante de todos sus compañeros, Will se puso de pie y agarró la mano de Nico para tirar de él y pegarle contra su cuerpo, después agarró con la otra mano su cintura.

Las notas de la canción empezaron a sonar y Will las cantó en su oído.

We're soaring, flying

(Volamos, vamos deprisa)

There's not a star in heaven

(No hay una sola estrella en el cielo)

That we can't reach

(Que no podamos alcanzar)

If we're trying,

(Si lo intentamos)

So we're breaking free

(Así es que nos liberamos)

You know the world can see us

(Sabes que el mundo puede vernos)

In a way that's different than who we are

(De manera diferente a lo que somos en realidad)

Creating space between us

(Creando espacio entre nosotros)

'Til we're separate hearts

(Hasta que seamos corazones separados)

But your faith, it gives me strength

(Pero tu fe, me da fuerza)

Strength to believe...

(Fuerza para creer)

We're breaking free

(Que nos liberamos)

La cara de Nico en ese punto ya estaba roja y su respiración acelerada, pero entonces Will lo acercó más hacia su cuerpo, y pegó su pecho a la espalda de él. Apoyó la barbilla en su hombro y siguió cantando:

We're soaring, flying

(Volamos, vamos deprisa)

There's not a star in heaven

(No hay una sola estrella en el cielo)

That we can't reach

(Que no podamos alcanzar)

If we're trying,

(Si lo intentamos)

Yeah, we're breaking free

(Sí, nos estamos liberando)

Eso era demasiado para él. Se liberó del agarre de Will y fue caminando hacia atrás para poder vigilar bien los movimientos que el hijo de Apolo hacía.

Will estaba acercándose a él con una sonrisa y las cejas levantadas mientras cantaba, como si fuese a acorralar una presa para arrastrarla hasta la diversión. Efectivamente la espalda de Nico tocó la pared y se quedó sin un sitio al que escapar.

Su cuerpo se quedó atrapado entre la pared y el cuerpo de Will, que sólo estaban a unos centímetros del suyo.

Finalmente le abrazó por la cintura he hizo que la cabeza de Nico se apoyara en su pecho. Lo separó de la pared y empezó a balancearse de un lado a otro al ritmo animado que estaba empezando a tomar la canción.

Running, climbing

(Corriendo, escalando)

To get to that place

(Para llegar a ese lugar)

To be all that we can be

(Para ser todo lo que podemos ser)

Now's the time so we're breaking free

(Ahora es el momento así que nos liberamos)

More than hope

(Más que esperanza)

More than faith

(Más que fe)

This is truth

(Esto es la verdad)

This is fate

(Esto es la fe)

And together, we see it coming

(Y juntos, lo vemos venir)

More than you

(Más que tú)

More than me

(Más que yo)

Not a want, but a need

(No un querer, sino un necesitar)

Both of us breaking free

(Nosotros dos liberándonos)

Will entonces empezó a girarles a los dos por toda la habitación con una gran sonrisa.

Hacía tiempo que Nico no se lo pasaba tan bien, y no pudo evitar que una pequeña sonrisa tirara de la comisura de los labios. Eso al parecer hizo a Will feliz, porque giro aún más rápido.

Todo eso era extraño, pero era el tipo de extraño en el que no querías pensar en el momento en el que está pasando.

You know the world can see us

(Sabes que el mundo puede vernos)

In a way that's different than who we are

(De un modo que es distinto a cómo somos)

La canción terminó y Will seguía sonriendo ampliamente.

-Nico, lo que estás pisando es mi pie.

Las piernas del rubio se encontraban contra el borde de la cama a sus espaldas, así que no le dio tiempo a Nico a que contestara y se dejó caer sobre el cómodo colchón, haciendo que terminara debajo del chico.

El hijo de Hades se encontraba un poco incómodo ahí arriba. Rodó de encima y se sentó junto a él, apoyado contra la cabecera.

-No bailaba desde que era pequeño-admitió mirando hacia el techo-. ¿Esto es lo que haces con Valentina siempre?

La pregunta se quedó flotando en el aire hasta que Will giró la cabeza para mirarle y contestó:

- No hago con ella ni la mitad de cosas que me gustaría hacer contigo y me gustarían hacerte.

Lo dijo tan serio que Nico tuvo que fijar la mirada en la de Will inmediatamente. Él se empezó a reír de forma incontrolada.

-Era broma-dijo todavía entre risas.

El otro chico no se dignó a responder, sino que le pegó un manotazo fuerte en el hombro.

-Tampoco hace falta ponerse agresivo.

Después empujo al joven para que su cabeza descansara de nuevo sobre su pecho, como lo había hecho antes mientras bailaban.

-Entonces...-murmuró-. ¿Te gustan las chicas?

Will se planteó si debería contestar, pero finalmente lo hizo.

-Las chicas y los chicos, soy bisexual. ¿Y tú?

La confesión de Will lo había golpeado fuerte. Él ya sabía que le gustaban las chicas, pero no se esperaba que de verdad le gustaran los chicos.

Le estaba dejando que lo tocara voluntariamente, aunque hubiera estado comiéndose el coco todo el día y sufriendo. Pero le dio igual, porque lo que había dicho le hizo inexplicablemente feliz después de haber tenido esa horrible pesadilla, y porque el calor que irradiaba su cuerpo fue suficiente para que se quedara dormido sin responder a su pregunta.


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A/N

¡¡Hola lectores!! Aquí Paula ¿Qué tal va vuestra vida? Espero que bien. Yo estoy deprimida porque en menos de una semana volveré a la rutina de estudiar, y con ello volverá la ansiedad.

Pero cambiando de tema... Siento haber vuelto a añadir una canción, al parecer me encanta colarlas en los capítulos, y os repito que si veis algún fallo en la traducción me lo digáis, porfis.

Otra cosa que os quería comentar:

Esta es la primera vez que dejo que tanta gente lea algo que he escrito. Antes de esto solo habían leído algo mío mi Parabatai Sofía y mi psicoamigo Roel, así que para conocer un poquito más a la gente que está leyendo esto quiero que me contestéis a una pregunta.

¿Cuál es una de vuestras canciones y uno de vuestros libros favoritos?

(Contestad por favor, eso me haría mucho más confiada al escribir los capítulos <3)

Bueno, eso ha sido todo por hoy.

Besoooos.

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Instagrams:

De ambas autoras: @secretos_lectores

Personales de Paula: @amomislibros u @olympiancosplays

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