Lo llevé hasta la puerta de la casa y tocamos juntos. Unos segundos después, Ashton nos abrió.
- ¡Hey! ¿qué tal? - me tendió la mano y yo le di la que yo traía libre y se me acercó a besarme la mejilla a forma de saludo. Martijn me dio un ligero apretón de manos, y al verlo, su semblante se había fastidiado con ligeros toques de enojo. No le gustó lo que acaba de ver. - ¿qué tal amigo? - se acercó a Martijn y le dio un par de palmadas en la espalda. - Vamos, entren. - dijo y entonces nos dejó pasar, cerrando la puerta detrás de nosotros. - Maho está en la sala. Los alcanzo luego - se separó de nosotros subiendo por unas escaleras.
Quería seguir avanzando pero Martijn se detuvo y por consecuente, también yo.
- ¿Qué pasa? - le pregunté confundida.
- No me gustó nada que te saludara asi - me dijo muy serio.
- Ow Garritas, no te pongas celoso, es sólo mi amigo y así se acostumbra saludar a una mujer, además está con Mahogany y sería totalmente absurdo que hubiera algo fuera de eso. No hay que pensar tonterías - me puse frente a él y lo besé cortamente en los labios - sólo tú eres al que quiero ¿está bien? - volví a tomarme de su mano y le besé la mejilla. Él asintió con una sonrisa y seguimos caminando.
Entonces llegamos a la sala en donde Mahogany estaba pacíficamente sentada con la televisión encendida pero con la cabeza viendo hacia arriba y con los ojos cerrados. Obviamente no se había dado cuenta de nuestra presencia, por lo que se me ocurrió algo.
Me solté de la mano de Martijn y silenciosamente me posicioné trás de Mahogany. Fue entonces que le grité en el oído y ella despertó súbitamente.
- ¡Estúpida, me asustaste idiota! - tomó un almohadón del sillón y me lo arrojó a la cara. Yo estaba que me moría de la risa. Martijn sólo miraba divertido la escena.
- Bonita forma de recibir a tus visitas - le dije después de que me calmé y recogí el almohadón. Entonces, Martijn volvió a tomarme la mano.
- Y tú, bonita forma de irrumpir en casas ajenas - me dijo Mahogany mientras se acomodaba en el sillón - ni siquiera saludas y ya andas asustando gente - Martijn soltó una pequeña risita y yo me reí más alto.
- Bien, - le hice un ademán con la mano en forma de saludo y ella hizo el mismo ademán que yo.
Martijn, para no mostrarse descortés, soltó mi mano, se la tendió, la saludó y volvió a tomar la mía. No sé porque siento que yo hice mal en saludar de beso a Ashton.
- Vengan entonces, siéntense conmigo.
La sala se conformaba entonces de tres sillones: uno en medio puesto de forma horizontal y otros dos a los lados de éste, flanqueándolos, puestos en vertical, siendo paralelos entre ellos. Frente al sillón horizontal, se encontraba una pantalla encima de un mueble de madera negra que hacía juego con la sala de color piel.
Me senté junto a Mahogany mientras que Martijn se sentó en el sillón vertical de la derecha, quedando prácticamente a mi lado. Me tomó la mano. No sé porqué siento que Martijn no confía aún en Mahogany y Ashton o me sobreprotege demasiado, porque su semblante se ha vuelto muy observativo y demasiado serio de como es normalmente.
Mahogany y yo comenzamos a hablar de muchas cosas en las cuales, Martijn opinaba de vez en cuando y eso me tranquilizaba.
Entonces llegó un momento en el que Mahogany subió a buscar a Ashton, dejándonos por primera vez solos a Martijn y a mi.
Él se sentó a mi lado donde estaba Mahogany, y me besó.
- ¿Qué tal la pasas, Garritas? Te siento muy serio. - recargué mi cabeza en su hombro.
- Bueno, debo admitir que Mahogany es una chica muy animada y le cae bien a cualquiera hasta a mi, pero no sé, la siento tan distinta a ti, no me es posible acostumbrarme a ella tan rápido. - confía en ella y todo, pero la razón de su silencio es su falta de entendimiento con Mahogany. No lo culpo, a veces hasta a mi se me dificulta entenderla. Besó mi cabeza.
- ¿y Ashton? ¿él qué te parece?
- Bueno, la verdad es que si me puse celoso porque te saludó con un beso. Sé que es normal, pero no puedo evitarlo, te amo y tampoco puedo evitar sentir que eres mía. Te quiero tanto, que te protejo celosamente de los demás - me rodeó con sus brazos y me abrazó. - pero fuera de eso, a él casi no lo traté mucho en la secundaria y sinceramente no recuerdo como es él.
Su reacción al saludo de Ashton, me pareció demasiado tierna y me provoca quererlo más aún.
- Confío en que te llevarás bien con él. Es un buen chico aunque a veces haga cosas que te caigan mal. La misma Mahogany me ha dicho en algunas ocasiones que lo odia, pero asi lo ama. - él rió y vimos a Mahogany bajar tomada de la mano de Ashton.
Me enderecé y Martijn igual.
- Ashton y yo pensamos que sería buena idea que saliéramos a pasear los cuatro ¿qué dicen? - dijo Mahogany sonriendo.
- Bueno, yo estoy de acuerdo. - me levanté del sillón.
- Cuenten conmigo - dijo Martijn parándose y tomando mi mano.
Entonces salimos todos de la casa y Mahogany cerró la puerta. Quedamos en que nos iríamos en el Jeep de Mahogany, en el cual cabríamos todos.
Mahogany y yo iríamos en la parte delantera mientras que Martijn y Ashton, atrás.
Estando todos acomodados, el auto fue encendido y comenzó a andar en dirección al cine, en el centro de la ciudad.
N/a: por primera vez en esta novela, habrá un punto de vista narrado por Martijn, el cual al culminar, no dudará en repetirse a lo largo de la historia.
+ Narra Martijn ×
Nos encontrábamos avanzando en el Jeep negro. Las conversaciones que las chicas mantenían en la parte delantera no llegaban a escucharse hasta la parte de atrás, por lo que era necesario entablar nosotros una conversación.
- Y bien, - dije un poco incómodo. No sabía de que hablar - ¿cuánto llevan juntos tú y ella? - le pregunté.
- Bueno, creo que si llevamos un poco más de cinco o seis años juntos. - me había sorprendido - y ¿ustedes?
Mal tema de conversación. No se me había ocurrido ni pensé en que Tessa y yo no somos más que amigos. Sé que yo mismo me acabo de mandar a la friendzone, pero no le he dicho nada sobre una relación formal ni nada como eso.
- Mmm, bueno, vamos a cumplir diez meses - le dije el primer número que me vino a la cabeza.
- Ow, entonces no llevan demasiado - lo vi sonreir. - espero que duren mucho tiempo.
- Gracias. - la conversación se cierra, necesito un nuevo tema - pero dime, ¿cómo fue que decidieron casarse?
- No es que sea una desición que se deba pensar, más bien, se debe sentir. Debes sentir que amas a esa chica más que a tu propia vida. Debes sentir que la comprendes y que la respetas. Debes sentir más que nada que esa chica es la indicada para ti y que será tu compañera de vida porque la amas, no porque debas elegir a alguien. Yo amo a esa chica más que a nada en este mundo y confío en que ella también.
Le sonreí y me quedé impresionado por sus palabras.
Fue entonces que dejamos de hablar porque ya habíamos llegado a nuestro destino.
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Ninias, ¿qué tal? Les pido una disculpa por no haber actualizado pero tuve algunos examenes y salí de viaje en donde no tuve internet, but ya pude actualizarles.
Les quiero xx