+ Capitulo 10 ×

412 31 6
                                    

Pasó sus manos por debajo de mi espalda y por fin, desabrochó mi sostén y me lo sacó por los brazos.

Su mirada hambrienta se fijó en mis pechos junto con una sonrisa perversa. Se acercó a ellos y los besó suavemente.

Acerqué mis manos a su short y lo desabroché. Él me ayudó a quitárselo y sólo quedó en boxers, en el que su erección estaba por romperlos.

Él también bajó mi short junto con mi ropa interior, lo que me sonrojó demasiado, pero a la vez me excitó más.
Me besó en la boca de nuevo pero no duró mucho; bajó por mi cuerpo recorriéndolo con su boca, besó mis pechos y mi estómago hasta que llegó a mi feminidad, abrió mis piernas e hizo algo de lo que no le creí capaz: acariciaba mi clítoris con su lengua y metió uno de sus dedos haciéndome gemir y cerrar los ojos. Metió otro y gemí su nombre. No podía ver su cara, pero podría decir que en ella se veía satisfacción.

Sacó ambos dedos y volvió a subir a mi cara. Abrí los ojos y vi cómo se metía ambos dedos a la boca. Después, me besó y sentí mi propio «sabor».

Con un movimiento, hice que se acostara y me senté sobre él. Me incliné y lo besé salvajemente. Llena de deseo, fui a su boxer y lenta y vergonzosamente, se lo quité. Miré a su amigo demasiado erecto, nunca pensé llegar a tener a este lindo chico así. Martijn me miró y me habló con una sonrisa.

- Se llama Tincho, no puedo creer que le haya puesto nombre - se rió, suspiró y dejó caer la cabeza en el colchón.

Toqué la punta con mi dedo y escuché un gemido de Martijn. Una sonrisa llegó a mi boca como una idea a mi cabeza.

Rodeé con mi mano a Tincho y tímidamente lo masturbé. Martijn gemía diciendo: «Oh nena» «Que bien lo haces»

Me daba gusto que esté así, gracias a mí.
Me excitaban sus gemidos. Dejé de masturbarlo y subí hasta su boca y lo besé. Me tomó por los muslos e hizo que me acostara en la cama y él quedara sobre mí.

- Me encantaría perder mi virginidad contigo nena - su aliento chocaba con mis labios haciéndome estremecer. El deseo estaba presente en su tono de voz. La verdad es que a mi también me encantaría.

Lo besé y se paró. Lo miré confundida; se acercó a sus short y del bolsillo trasero, sacó su cartera y de ella, un empaque plateado; un condón.

- No te asustes, me gusta estar preparado. - le sonreí y regresó a mi lado.

Se puso frente a mí y abrió el condón con los dientes. Vagamente, me hizo recordar aquella conferencia sobre sexualidad que nos impartieron en la secundaria.

Se colocó el condón y me besó. Después, sentí como me penetró. Primero, fue la punta y poco a poco, fue más profundo hasta que lo metió completamente, haciéndonos gemir a a ambos.

Besó mi cuello mientras yo gemía su nombre. Con una de sus manos, masajeaba mis senos y yo con las mías, rasguñaba su espalda por sus embestidas. Él salía y entraba de mi, provocando entonces que ambos llegáramos al orgasmo.
Salió completamente de mí y dejó caer su cuerpo desnudo sobre el mío.

- Fue increíble, nena - dijo Martijn suspirando mientras se quitaba de encima de mí y se acostaba a mi lado.

- Muy increíble Garritas. - le tomé la mano - ¿te digo algo? Nunca pensé que llegaríamos a estar así.

- Ni yo - soltó un largo suspiro - pero me encantó. - se quitó el condón y lo puso de vuelta en el empaque.

Observé mi habitación. Recordé que tenía mi celular en el buró y lo tomé. Me fijé en la hora y me di cuenta de que eran casi las dos de la mañana. Lo devolví y me quedé quieta. Escuché mi alrededor. La tele estaba encendida y Martijn se había quedado dormido. Le besé la frente, dejé su mano y me levanté. Tomé mi short junto con mi ropa interior y me los puse. Tapé mi pecho con las manos y me dirigí a la sala. Estaba un poco desordenada. Los sillones tenían las almohadas y las cobijas junto con mi blusa y su camiseta; en el piso estaban un par de cartones de leche y la tele estaba encendida.

Me acerqué al sillón y tomé nuestra ropa. También bajé el volumen de la televisión y la apagué. Me puse la camiseta de Martijn junto con su adictiva loción y fui a revisar que la casa estuviera cerrada correctamente.
Regresé a la sala y tomé las almohadas y cobijas de los sillones. Decidí que recogería formalmente la casa cuando amaneciera.

Revisé que todo estuviera en orden, apagué la luz y regresé a mi habitación.

Martijn se encontraba recostado, encogido en sí. Le puse una cobija y me acerqué a su cabeza. La levanté levemente y la puse sobre una almohada. Acomodé las sobrantes a su lado en mi lugar y me senté en la cama.

Tomé mi celular de nuevo y miré de nuevo la hora; 2:07am. Prendí mi lámpara de noche, me levanté a apagar la luz y me senté de nuevo

Me giré para ver a Martijn de que estuviera bien. Decidí ponerle el boxer por debajo de la cobija y así lo hice.

Acomodé a Martijn y me acosté a su lado. Solté un suspiro y sentí el brazo de Martijn rodear mi cuerpo, acercándome al suyo y dándome un beso en la mejilla. Este chico es tierno hasta cuando está dormido.
Cerré los ojos hasta quedarme dormida.

●•●•●•●•●•●

Adórenme criaturitas. Les escribí este capítulo con mucho amor, literalmente. Fue un poco traumante escribir estas cosas pero aquí tienen el intento. Pueden darle el amor que se merece <3

Y bueno, no olviden que se les quiere y se les agradece su apoyo <3 <3

Now That I've Found You | Martin Garrix (2T El Chico Del Segundo Grado | M.G.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora