―Hola. ―Saludo Marcos, el fotógrafo, quien se sentaba frente a mí.
―Eres tu... ―Alargue aburrida.
―No traigo cámaras. ―Dijo alzando sus manos al aire.
― ¿Qué quieres?
―Conversar. ―Contesto rápidamente y yo alce mi ceja izquierda. ―Como personas normales.
―Seguro. ―Dije irónica tomando un sorbo de mi té.
― ¿Qué paso entre Jacob y tú? ―Pregunto curioso. ―Yo no me creo el cuento de "Solo dejamos de intentar" ―Hablo antes de yo pudiera contestarle, haciendo comillas con sus dedos.
―Eso fue lo que paso. ―Dije encogiéndome de hombros y mirando hacia la nada.
―Te diré algo...
― ¿Cómo persona o como fotógrafo? ―Pregunte alzando mi ceja izquierda.
―Como persona. ―Contesto haciendo una pausa. ―Es cierto que las ventas de Jacob han subido. ―Inicio. ―Soy periodista, tengo que saberlo todo. ―Aclaro al ver mi cara de confusión.
―Olvidaba que te gusta molestar a las personas.
―Es mi trabajo. ―Dijo simple. ―Pero ese no es el punto. Emilie, he visto a Jacob en casi todos sus shows, y ya no es lo mismo.
― ¿A qué te refieres con eso? ―Pregunte confundida, más de lo normal.
―Lo he fotografiado durante las últimas semanas, sus shows no son como antes. ―Dijo. ―Finge. ―Culmino.
―No entiendo.
―Si entiendes. ―Afirmo. ―Solo te lo digo para que te des cuenta que no solo te hace mal a ti, también a él.
―Yo estoy bien. ―Trate de sonar convincente.
―Emilie... ―Alargo mi nombre. ―No lo estas. Solo sales a la universidad y porque tienes que hacerlo.
―Me tengo que ir. ―Anuncie, levantándome de la mesa y dejando algo de dinero en ella para pagar el té. ―Adiós. ―Me despedí, para luego comenzar a caminar de vuelta a mi departamento.
Quizás el tenía razón. Y aunque ninguno de los dos estábamos bien, no podía hacer que Jacob volviera conmigo, después de todo, yo solo era un fan.