Just A Fan Jacob Whitesides

capítulo ocho.

Capítulo ocho.

Tome el pomo de la puerta, di un suspiro y limpie mis lágrimas. Abrí la puerta, mirando hacia adentro, no quería mirarlo a los ojos.

―¿Puedo pasar? ―Pregunto del otro lado de la puerta.
―Llegas tarde. ―Dije sin mirarlo.
―Había tráfico.
―Pasa. ―Abrí un poco más la puerta para que pudiera entrar.

Entramos a la sala y el se dedico a observar todo con detenimiento.

―¿Que me ibas a decir? ―Pregunte interrumpiendo su recorrido.
―Te quiero. ―Dijo cuando se giro a verme.
―¿Eso es todo? ―Dije sin importancia y sentí una presión en mi pecho.
―Emilie, si estoy aquí es porque la verdad te quiero. Por favor no me trates así. ―Suplico.
―Si a ti no te importaron mis sentimientos, a mi no deben importarme los tuyos. ―Dije seca.

Justo en ese momento, me tomó de la cintura y me atrajo hacia el con sus brazos. Tomo mis labios junto con los suyos y los fundió en un beso.

Intente separarme de el, pero no me lo permitió. Finalmente cedí, coloque mis manos alrededor de su cuello y continúe con el beso.

―¿Por que te fuiste? ―Pregunto cuando nos separamos.
―Y lo vas a preguntar...
―¿Fue por lo del tweet? ―Pregunto nuevamente.
―No se, dime tu. ¿Que harías si estas con alguien y luego esa persona dice que no son nada?
―Lo siento.
―Eso no lo va a solucionar. ―Dije deshaciendo el agarre y separándome de el.
―Se que no. Pero eso lo hice antes de enamorarme completamente de ti.
―Nadie se enamora en un día.
―Esto no comenzó el día del show. Yo te había visto antes.
―¿A que te refieres? ―Pregunte confundida.
―Una vez, estaba de visita en casa de un amigo, su casa queda a unas cuadras de aquí. Cuando salí de su casa y subí a mi auto, pase algunas cuadras hasta que llegue a esta. Y te vi, caminabas por la acera con tus audífonos, ibas bailando con los ojos cerrados. Comencé a andar un poco más lento y me di cuenta que entrabas a este edificio. Pero no sabia si venías de visita o si vivías aquí. Entonces me arriesgue, y frecuente un par de veces esta calle, pero nunca más te volví a ver. ―Hizo una pausa, supongo que por mi cara de confusión. ―Y entonces te vi, el dia del show.  Y me reí, me reí de mi. Porque te había encontrado, pero sin buscarte. ―Finalizo.
―¿Cómo puedes estar enamorado de alguien que no conoces? ―Pregunte. Aun impresionada por su confesión.
―¿Cómo lo estas tu de mi?
―Es diferente. Tu no me conocías y no sabias nada de mi.
―Fue por esa razón. Quería conocerte, sentía la necesidad de saber todo de ti. Por eso invente lo del día conmigo.

No aguante más. Sentí la necesidad de abrazarlo. Rodee su cuerpo con mis brazos y fui correspondida.

Paso sus manos de mi espalda a mi mejilla, capturando mis labios con los suyos. Mis manos se posaron en su cuello, formando una especie de abrazo, paso sus manos a mi cintura y me pego más a el.

Me llevo a rastras hasta el sillón más grande. Minutos más tardes, los dos ya estábamos tendidos, como el pequeño espacio del sillón nos permitía, agotados y con las respiraciones entrecortadas.

―Te amo. ―Fue lo que salio de su boca antes de besarme.
―Te amo más. ―Dije sonriendo mientras me besaba.