Capítulo uno.

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Capítulo uno.

Narra Emilie
Después de haber esperado tanto tiempo para conocerlo, por fin había llegado el día. Estaba a pocos minutos de poder abrazarlo.

Cuando la fila avanzó un poco, lo pude ver y comencé a dar pequeños gritos de emoción. El me miro y cuando sentí su mirada, nuestras miradas se conectaron por un segundo, acto seguido el se río de mi y yo me sonroje.

Cuando llego mi turno me dijeron que colocara mi celular en mi bolsillo, y que no lo podía sacar mientras estuviera adentro. Hice caso a la petición y guarde mi celular en unos de los bolsillos de mi pantalón.

Corri hasta el y lo abrace, y el me correspondió al abrazo.

―¿Como te llamas? ―Pregunto. Su voz era mucho mejor en persona.
―Emilie.
―Emilie. ―Repitió mi nombre. ―¿Quieres que hagamos alguna pose en específico?
―Si, yo me pongo de espaldas a ti y tu me abrazas por la cintura. ―Dije ubicándome frente a el, y tomando sus manos para guiarlas hasta mi cintura.

Antes de que tomaran la foto me dio un beso en la mejilla lo cual hizo que yo me girara levemente a verlo, con una sonrisa.

Cuando termino todo, me despedí de el con un abrazo. El me dio otro beso y finalmente me fui.

Me dispuse a esperar a que el show empezara, había mucha gente alrededor del escenario.

―Hola. Les tenemos una sorpresa. ―Dice una voz por micrófono. ―Alguna de ustedes, no sabemos quien. ―Dice señalando a todas las que estaban cerca del escenario. ―Podran ganar un día completo con Jacob.

Le hice caso omiso a ese anuncio, porque con la suerte que tengo, lo único que podría ganar seria un cupón para comida gratis.

Siento que alguien me toca el hombro, me giro y veo a un chico alto.

―Hola, ¿Me podrías dar permiso? Es que quiero entrar al baño y estas en la entrada.

No conteste a su petición, pero me hice a un lado, empujando a muchas personas. Vuelvo a mi posición de antes y tocan mi hombro nuevamente.

―Si quieres entrar al baño, no es el único espacio que hay para entrar. ―Dije girándome molesta.
―No quiero ir al baño. ―Contesto riendo, Jacob.
―Disculpa. No sabia que eras tu. ―Conteste lo más normal que pude.
―No te preocupes, ven...

Me tomo de la mano y me llevo a su camerino.

―¿Quieres pasar un día completo conmigo? ―Me preguntó con una sonrisa.
―¿Es broma, verdad?
―No. ―Dijo riendo. ―¿Estas bien?

Después de esas palabras, salte a hacia el dándole un abrazo, luego de unos segundos fui correspondida.

―Toma asiento, si quieres.

Como podía decirme que me sentara, cuando todo lo que había soñado alguna vez, me estaba pasando justo ahora.

―¿Quieres algo de tomar? ―Pregunto amable.
―Agua. Por favor.

Me extendió la botella con agua, pero al darse cuenta que no la podía abrir, me la retiro de las manos y al abrirla, me mojo un poco la blusa.

―Lo siento. ―Dijo apenado. Era la cara más hermosa que había visto.
―No te preocupes, es agua. ―Le ofrecí una sonrisa.
―Toma una camisa de allí. Y si quieres cambiate. ―Dijo señalando uno de los percheros.

Tome una camisa de el, era una gris. Me puse de espaldas para cambiarme; me quite mi blusa, la cual seguía un poco mojada, al hacerlo, me giro, y veo a través del espejo que el me miraba.

―Disculpame. ―Se disculpo al darse cuenta que yo lo había pillado. Lo cual hizo que yo riera.

Termine de ponerme la blusa y me senté nuevamente en el sillón. El se sento a mi lado y me comenzó a hacer preguntas.

―Jacob, es hora del show. ―Anuncio alguien en el pie de la puerta que daba al escenario.
―¿Veras el show? ―Me pregunto antes de irse.
―No me lo perdería por nada del mundo. ―Dije dedicándole una sonrisa.

Me quede detrás del escenario viendo el show. Al terminar, Jacob viene muy emocionado hacia mi y me da un beso. Quede totalmente paralizada y al girarme para verlo, me doy cuenta que me extiende la mano, la cual tomo.

―¿Te gusto el show? ―Pregunto ansioso.
―Me encanto. ―Dijiste con una sonrisa.
―¿Tienes hambre?
―Si.
―¿Te gusta la pizza?
―La pregunta ofende.

Me llevó a un restaurante, y buscamos una mesa. Luego, nos tomaron la orden y me comenzó a hacer preguntas nuevamente.

―¿Tienes novio? ―Pregunto.
―No, no tengo.
―¿Por qué?
―Los niños de hoy en día no valen la pena. ―Conteste alzando mis hombros.
―¿Y yo lo valgo? ―Pregunto con curiosidad.
―Mira, ahí viene la comida.

Comimos en silencio. Ninguno dijo nada o preguntó algo. Se llevaron lo que había en la mesa y el pidió la cuenta.

―Ya es tarde. ¿Quieres hacer otra cosa?―Pregunto, rompiendo el silencio.
―Si, ¿Podemos ir por un helado?
―Si te soy sincero, me gustaría ir a descansar.
―Esta bien. ―Me levante de mi asiento y camine hasta la salida. Siendo perseguida por el.

Cuando por fin me alcanzó, me dio un abrazo por detrás.

―Lo siento, pero en serio estoy cansado. ―Dijo manteniendo el abrazo.
―Con este abrazo, estoy completa. ―Dije ofreciéndole una amplia sonrisa.

Me llevó al hotel y me había tocado dormir en una habitación para mi sola, justo al lado de la de el.

―Sana y salva en su habitación. ―Dijo abriendo la puerta y entregándome la tarjeta de la habitación.

Luego de que se fue, pude apreciar la habitación. Era muy bonita.

Me tire en la cama con una gran sonrisa y me quede dormida.

Just A Fan Jacob WhitesidesWhere stories live. Discover now