Capítulo tres.

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Capítulo tres.

Me recostó en la cama con cuidado y se levantó, se quito su camisa y se colocó encima de mi nuevamente. Dejó besos en mi cuello llegando hasta mi pecho. Me levantó con cuidado y me quito la blusa. Me beso apasionadamente y me quito el pantalón que llevaba; yo le quite el suyo y los dos quedamos en ropa interior.

Me beso nuevamente y paso de mis labios a mi cuello. Succionando una pequeña parte de el. Retiro mi sujetador y lo tiro por algún lado de la habitación. Luego termino por dejarnos sin ninguna prenda de ropa. Me sentó en sus piernas y yo coloque la mía a cada lado de su torso.

Empezó haciendo movimientos lentos, causando una marea de sensaciones en mi.

―¿Estas bien? ―Pregunto tiernamente.
―Si. Perfecta. ―Al decir esto, me abraza rodeandome con sus brazos y depositando un beso en mi mejilla.
―¿Quieres hacer otra cosa?―Pregunto.
―No, estoy cómoda así. ―Conteste a su pregunta mientras intensificaba nuestro abrazo y el entrelazaba nuestros dedos.

Dos golpes en la puerta interrumpen nuestro tierno momento.

―Yo voy. ―Me coloque su camisa y mi short y fui a abrir la puerta. Era Jim, nuevamente.
―Buenas tardes señorita, el periódico. ―Dice extendiendo el periódico hacia mi.
―Gracias. ―Lo tome.

Al revisarlo habían fotos nuestras en el. Cuando llegue nuevamente a la cama, Jacob revisaba su teléfono.

―¿Que haces? ―Pregunte mientras veía como colocaba su pulgar en el lector de huellas para desbloqueo de su teléfono.
―Tratando de llamar a mi madre.
―Ire a ducharme. Vuelvo en unos minutos. ―Anuncie dándole un corto beso en los labios.

Al salir de la ducha, ya vestida, veo a Jacob sentado en la cama cabizbajo.

―¿Que ha pasado? ―Pregunte al verlo con los ojos rojos. Estaba a punto de llorar, si no era que ya lo había hecho.
―Mi madre... Me ha dicho que mi padre ha sufrido un infarto.
―¿Que? ―Pregunte incrédula. Me senté a su lado y lleve su cabeza a mi pecho, y mi mano a su espalda, dándole un abrazo.
―Tengo que irme. ―Anuncio deshaciendo el abrazo. ―¿Quieres venir conmigo? ―Pregunto antes de salir.
―Por supuesto.

Tome mi cartera, donde traía prácticamente mis cosas. Los del servicio del hotel, tomaron mis bolsas y las maletas de Jacob y las llevaron al auto. Subimos a este y fuimos hasta el aeropuerto. Al subirnos al avión, Jacob comienza a revisar su teléfono.

―¿Que haces? ―Pregunte curiosa.
―Contestando menciones. ―Sonrio y tomo mi mano para dar un beso en ella.

Al aterrizar en Tennessee, nos esperaban, muchas fans de Jacob en el aeropuerto. Jacob pidió salir por otra parte, en donde un auto nos esperaba para llevarnos a casa de su familia.

Al llegar a su casa, bajo rápidamente y entro a ella. Minutos después lo alcance.

―Mama, ¿Donde esta mi papa? ―Pregunto desesperado.
―Durmiendo. ¿Quieres té? ―Contesto su madre evadiendo el tema.
―¿Que te dijo el doctor? ―Pregunto nuevamente.
―Jacob sientate. ―Pidió su madre. Petición a la que hizo caso. ―Tu padre esta bien, no le paso nada. Todo lo invente para verte.

Jacob no contestaba, al ver la expresión de su rostro, era una mezcla entre furia y tristeza, Decidí hacer mi aparición.

―Hola. ―Dije entrando a la sala, cuando Jacob puso las manos en su rostro.
―¿Quien eres tu? ―Pregunto su madre.
―Emilie, es hora de irnos. ―Anuncio Jacob.
―No, por favor, quedense. ―Suplico su madre. ―Un gusto, Emilie. Me llamo Becky. ―Dijo extendiendo su mano hacia mi. La cual tome.
―De ninguna manera. ―Advirtió Jacob.
―Por favor, quedense. Mañana habrá una reunión con nuestras amistades. Me gustaría que estuvieras, bueno, que estuvieran. ―Sonrió.
―¿Podemos quedarnos? ―Suplique envolviéndolo en un abrazo.
―No, de ninguna manera. ―Dijo sin devolverme el abrazo.
―Por favor. ―Suplique nuevamente dando pequeños besos alrededor de su rostro.
―Dos días. Luego nos devolvemos a los Ángeles. ―Advirtió riendo y devolviéndome el abrazo.

Su madre nos llevo hasta su vieja habitación y Jacob subió mis bolsas y sus maletas.

―Aquí estarán bien. ―Dice su madre guiñandonos un ojo.
―No, nosotros...―Decia pero me interrumpió.
―No hace falta que lo niegues, linda. ―Dijo y salio por la puerta, cerrándola y dejándonos completamente solos.

Jacob me miró y yo estaba sonrojada, por el comentario de su madre.

―Si quieres puedo dormir en el piso. ―Acoto Jacob.
―No es necesario, puedes dormir en la cama. Es muy grande y el piso no es muy cómodo. ―Conteste. ―¿Me prestarías una de tus camisas para dormir? No vine preparada para nada. ―Sonrei.
―Seguro, revisa mi armario.

Hice lo que ordenó y encontré un sweater, cambie lo que tenia por la prenda antes mencionada y me metí a la cama con Jacob, lo abrace y nos quedamos profundamente dormidos.






Just A Fan Jacob WhitesidesWhere stories live. Discover now