Mi corazon te pertenece

By LovenessButterfly

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{SEGUNDA PARTE DE YA NO VOY A SUFRIR MAS} Karina y Michael llevan ya quince años de casados y todavía viven m... More

Mi corazon te pertenece
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
No es un capitulo
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24 {Final}
Epilogo

Capitulo 11

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By LovenessButterfly

Capitulo 11

Pov Michael

Desde que habíamos llegado al hospital solo pasó media hora y nada que nos dan información sobre mi hija. Estoy desesperado, angustiado y nervioso. En ningún momento me he separado de Karina que no para de llorar, se me encoge el corazón verla en ese estado y mas que esta descalza con este frio piso.

-Kari ve a casa para que te cambies, no puedes estar asi descalza. Además Carla y Daniela están por llegar, ¿Quién les va explicar el revolú que dejamos en casa? Se van alarmar si entran a la habitación de Layla - dije alzando su barbilla para que me mirara, tenía los ojos rojos y sus mejillas estaban húmedas de tanto llorar. -No puedo irme sin tener noticias de mi nena, quiero estar aquí para cuando despierte - dijo con su labio tembloroso y negando con la cabeza, siempre ella ha sido tan cabezota. Pero tenía que entenderla debía estar preocupada al igual que yo.

-está bien solo hasta que nos den noticias y luego vas a casa a darte una ducha. Yo llamo a las chicas - dije apretándola a mi pecho y buscando mi móvil para llamarlas.

-Carla, ¿Ya vienes para la casa? - pregunte tan pronto respondió la llamada. -Sí, acabamos de salir ahora ¿Por qué? ¿Quieres que te traiga algo? - respondió bastante animada y a lo lejos podía escuchar a Daniela tarareando una canción.

-No cielo, quiero que vengan directo al hospital y yo les explico que pasa cuando lleguen - dije angustiado metiendo mis dedos entre mi pelo.

-Papa, ¿Paso algo? ¿Mama está bien? -pregunto asustada y la artista de fondo en este caso Daniela se escucho que dejo de cantar.

-Tu madre está bien, solo ven y maneja con cuidado - sentencie serio para que dejara de hacer tantas preguntas. No podía decirle que su hermana se intento quitar la vida cortándose las venas y que no teníamos noticias de su estado de salud. Nos despedimos y volví a guardar mi móvil en el bolsillo del pantalón.

Recosté mi cabeza contra la pared blanca de concreto pensando los motivos por el cual mi hija había hecho esto, pero no me venía nada a la cabeza. Siempre habíamos estado pendientes a ella, lo único que demostraba últimamente era su silencio y Karina la obligo a ir a un psicólogo que se supone que debería ayudarle no que ocasionara esto.

-Mama, Papa, ¿Qué ha pasado? - pregunto Carla acabando de llegar y detrás venia Daniela haciéndose una coleta. Me sentía mal tener que decirles lo que paso, tenía miedo cómo reaccionarían. Después de todo eran sus hermanas gemelas.

-Familiares de Layla Petterson - apareció llamando una mujer alta de cabello oscuro corto hasta las orejas, morena y tenía una bata blanca.

-Nosotros, ¿Cómo esta mi hija? - respondió Karina levantándose rápido y acercándose a la mujer, mis hijas me miraron con los ojos abiertos de par en par y yo camine para la doctora agarrándolas por los hombros.

-Su hija está muy delicada, necesita transfusión de sangre, pero no tenemos de su tipo de sangre en este hospital. Logramos cerrar las heridas si no la llegan traer a tiempo en este momento estaría sin vida - dijo la doctora con amabilidad y alma me vino al cuerpo, por lo menos sabia que seguía con vida y no había perdido a mi princesa.

-Yo puedo ser donante somos hermanas podemos ser del mismo tipo - dijo Daniela alarmada y ya estaba llorando abrazando a su madre.

-No, yo lo hare. Yo y ella somos del mismo tipo de sangre, doctora haga lo que tenga que hacer para salvar a mi hija - dije seguro y la doctora asintió indicándome en donde debería ir para iniciar el procedimiento.

Mis hijas estaban abrazando a su madre llorando y me uní a ellas para consolarlas. Yo debía ser fuerte por ellas aunque me este derrumbando por dentro. Yo soy el pilar, el apoyo de la casa y no podía romperme tenía que estar con la cabeza fría para ayudarlas en esta situación.

-Kari acuérdate en lo que quedamos ve a la casa dúchate y ponte algo cómodo - dije tomándola de la mano y ella volvía a negar. -Michael ella no está bien, yo quiero estar con mi hija - dijo abrazándome y yo correspondí su abrazo.

-Amor ve porque me dijiste que irías cuando nos dieran noticias. Ve con Daniela y Carla se queda conmigo - dije dándole un beso en los labios, algo que no había hecho hace semanas y hizo que recorría un calentón por todo mi cuerpo. Nos despedimos y le di las llaves de mi auto para que regresara a casa.

Pov Karina

Encontrar a mi hija casi muerta en la bañera fue lo peor que pude haber visto. Mi corazón se acelero de una manera espeluznante y temí lo peor. Temí que esta mañana fuese la última vez que la vi con vida. Layla era mi bebe, mi hija, mi adoración al igual que sus hermanas y me moriría si algo malo le llega a pasar. Me angustia saber que mi hija esta delicada en una camilla de un hospital y no en mi casa feliz.

-¿Qué le paso a Layla?- pregunto Daniela mientras íbamos de camino a la casa. -Se corto las venas y todavía me pregunto ¿Por qué? - respondí con los ojos llenos de lagrimas mirando la carretera.

-¿QUE? Yo debí buscarla en el colegio. Ella llego alterada y no la vimos en todo el día - dijo mi hija cabizbaja. ¡Alterada, pero alterada ¿Por qué?!

-Daniela, necesito que pienses. ¿Alguien la molesta o le ha hecho daño? - pregunte mirando de vez en cuando a mi hija que estaba pensativa. - No, nadie le ha hecho nada que yo no me haya enterado - dijo mordiéndose las uñas nerviosas y yo no dejaba de rememorar todas las cosas para ver si se me escapaba algo.

Llegamos a la casa y la puerta estaba media abierta. Me imagino que fuimos nosotros al salir tan alterados. Subí rápido las escaleras diciéndole a Daniela que se fuera a su habitación a duchar. No quería que mi hija viera la habitación de Layla, no quería que se pusiera más nerviosa. Entre a la habitación pasando directo hacia el baño, vacié la bañera que estaba roja de toda la sangre que había derramado mi hija. Luego quite las sabanas de la cama que estaban manchadas y fui a buscar con que limpiar el piso.

Media hora después ya estaba lista, me había puesto unos jeans azul claro, una camisa negra de manga larga, para protegerme del frio y unas sandalias. Busque varios pijamas, pantuflas y alguna otra cosa que Layla pudiera necesitar.

-MAMA - grito Daniela desde abajo y baje corriendo asustada pensando que algo pudo haberle pasado.

-¿Qué sucede? - pregunte agitada después de haber bajado las escaleras, ella me señalo la puerta y hay estaba Andrés. ¿Qué quería ahora?

-le dije que no podías atenderlo, pero insiste que quiere verte. ¿Quién es él? - pregunto Daniela arqueando una ceja y mirando de arriba abajo a Andrés.

-Es el arquitecto, Daniela. Ve y espérame en el auto - ella alzo ambas cejas y hizo una mueca para salir.

-Siento venir a molestarte, pero Magnolia me pidió que te llevara esto que necesitan tu firma - dijo extendiéndome un portafolio, asentí y lo revise rápido. Me fije que todo estuviera en orden y los firme.

-Ya está todo en orden, pero si me disculpa tengo una emergencia - dije invitándola a que saliera y él me siguió.

-Que tengas una linda tarde, Karina - dijo dándome un beso en la mejilla y miro a mi hija que lo miraba con el ceño fruncido con la puerta abierta del auto.

-Igualmente Andrés - respondí caminando rápido para el auto y entrando en el.

-No me gusta ese arquitecto tuyo - dijo mirándome seria y yo puse los ojos en blanco. No cabe duda que sea hija de Michael, no cabe duda.

Pov Pablo

Me decía a mi mismo que no debí haberla dejado sola. Debí haberme quedado con ella para hacerle compañía. Nunca la había visto en ese estado y debió ser algo muy grande para que se pusiera así. Llevaba horas recostado en la cama impaciente, la había llamado un par de veces y no respondía y no me atrevía llamar a sus hermanas dejando que se dieran cuenta de mis sentimientos por ella. Pero, ¿Qué podía hacer?

Ya se podía hacerme el tonto y pasar por su casa para darle los apuntes de las clases que no asistió. ¡Sí, eso haría! Me levante de un salto de la cama, me puse unos jeans azul oscuro y una camisa blanco con rayas azules. Baje las escaleras sin que mis padres me vieran y salí caminando en puntas para mi auto. Ya dentro del auto volví a marcar su número y una música comenzó a sonar, mire por todos lados y su móvil estaba tirado en el suelo.

Lo tome y me debatí entre sí mirar que había en él, porque no me olvido como agarraba su móvil mientras su mano temblaba. A la mierda, iba a husmearlo no me importaba si se enojaba conmigo o dejaba de hablarme. Comencé buscando entre sus llamadas, pero no había nada importante. Las fotos que tenía eran con su familia, conmigo y Paulina. Así que entre en sus mensajes, me sentía fatal haciendo esto, pero quería ayudarla. Me quede helado con lo que decía, ¿Quién carajo le enviaba este mensaje? No podía ser lo que estaba pensando, tenia que hablar con ella.

Prendí el auto y arranque a toda velocidad, quería respuestas y ella las tenía. Aunque no podía ser tan descarado yo chequee sus cosas, ella me matara. En el camino llame a Daniela, pero no respondía. Así que llame a Carla que era mucho más cuerda que Daniela.

-Carla necesito hablar con Layla es muy importante - dije rápido tan pronto la escuche responder. - Lo siento Pablo, pero mi hermana no puede hablar contigo ahora - respondió en un susurro

-Y eso, ¿Por qué? - pregunte un poco enojado, pero no lo quise darlo a demostrar.

-Está en el hospital, se intento suicidar. Y no te atrevas a contárselo a nadie - dijo tajante y yo sentí que mi corazón dio un vuelvo. Fue como si me hubieran tirado un balde de agua fría y ya sabía la razón porque lo hizo. ¡Maldito hijo de perra!

-Voy para allá, necesito hablar con tu padre - dije colgando y cambiando de dirección para ir al hospital.

En menos de lo que yo esperaba estaba frente al hospital. Salí a zancadas de mi auto, estaba furioso, enojado, tenía ganas de golpear a algo o alguien, pero ese alguien no sabía ¿quién era? Entre al hospital y divise a su familia en la sala de esperara, respire profundo caminando hacia ellos.

-¿Cómo esta? - pregunte observando a los cuatros que tenían caras tristes y su padre tenía la camisa con sangre. No pude negar que me asuste al ver eso y pensé lo peor.

-esta delicada, pero bien cariño. Gracias por preocuparte - respondió su madre que lucía ojerosa y estaba sin una pizca de maquillaje, pero seguía viéndose hermosa.

-qué alivio escuchar eso, pero si me disculpan necesito hablar unos palabras a solas con usted - dije mirando a Michael que me miro extrañada.

-Pues vamos a fuera - respondió dándome una palmada en el hombro y nos fuimos en silencio para la entrada del hospital.

Pov Michael

¿Qué podía querer hablar conmigo Pablo? Me extraño que quisiera hablar conmigo, pero aun así accedí. Luego de haber donado sangre a mi hija, solo esperaba que me dijeran que todo estaba bien y que había respondido satisfactoriamente a la donación.

-Ahora dime muchacho, ¿Para qué se bueno? - pregunte escudriñándolo y se le veía nervioso.

-Creo que esta es la razón por la que su hija intento suicidarse - dijo extendiéndome un móvil, que sabía que era de Layla porque se lo regale yo hace unos meses. Desbloqueé el móvil dándome acceso rápido a sus mensajes.

-Voy a verte de nuevo y espero que esta vez no te hagas de rogar tanto. Mas te vale que no hayas dicho nada porque nadie te creerá, tú fuiste la culpable de todo. Así que ve abriendo las piernas para cuando este de nuevo entre ellas - termine de leerlo y lo volvía a releer. Me violaron a la nena, ¿Quién carajo le hizo eso a mi hija? Me sentía enfermo mareado sentía que en cualquier momento las piernas me fallarían.

Mi corazón se acelero y sentía la sangre hervir por todo mi cuerpo. Estaba rabioso, muerto en cólera, quería matar al desgraciado que malogro a mi hija. ¿Cuándo paso eso que yo no me di cuenta? ¿Quién pudo haber sido? Seguí revisando los mensajes y había varios de meses atrás amenazándola o recordándole lo mucho que había disfrutado. Me fije en el numero que le enviaba los mensajes y lo marque en mi móvil para llamarlo, quería saber quién era ese malnacido poco hombre.

-Bueno - dije cuando escuche que dejo de sonar el tono.

-Sobrino acabo de llegar a Londres en media hora estoy en tu casa. Tengo tangas ganas de verlos - respondió emocionado y yo mire la pantalla para asegurarme que teclee bien. Apreté el móvil con fuerza sin dar crédito a lo que estaba pasando. ¡Mi tío violo a mi hija!

-Yo también Ignacio te estaré esperando en casa - dije apretando la mandíbula y sintiendo como todos mis músculos se tensaban, la mirada de Pablo se ensombreció cuando escucho que sabia el nombre del violador de mi hija.

-Claro para ya voy - no le di chance a decir más y colgué zapando contra la pared mi móvil. Me eche el otro móvil en el bolsillo y mire serio a Pablo.

-Avísales que vuelvo dentro de una hora y ni una palabra de esto yo me encargo - el asintió y salí poseído para mi auto.

Me importaba muy poco que fuera familia, él no le importo que Layla fuera su familia y me le hizo daño. Mi hija esta delicada en un hospital por su culpa y no iba a tener piedad de él. Entre a mi casa dejando la puerta entre abierta y deje la luz apagada. Me senté a oscuras en las escaleras contando los minutos para que llegara. Solo quería romperle la cara, matarlo, caparlo, descuartizarlo y dejarlo sin respirar. Cuando después de un rato de espera escuche un auto pararse al frente de la casa y luego irse.

-Hay alguien en casa - vi la cabeza de él por la rendija de la puerta y tenía ganas de brincar desde la escalera para partirle la cabeza.

-No me digas que me tienen una sorpresa, porque no me gustan tanto - dijo abriendo la puerta y lo escuche reír.

-No Ignacio no hay ninguna sorpresa - dije tajante y con los puños apretados cosa que él no estaba viendo por la oscuridad.

-Sobrino, y ¿Dónde están todos? - pregunto echando la maleta a un lado. -Están en el hospital mi hija no está bien - respondí levantándome y comenzando a bajar las escaleras poco a poco.

-¿Cuál de las tres? ¿Qué tiene? - pregunto haciéndose el preocupado, el muy desgraciado.

-ahh mi hija se intento suicidar porque un hijo de perra me la violo. Sabes quiero matar a ese desgraciado - dije pasando por su lado y lo escuche tragar con pesadez. Encendí la luz dejando ver su rostro nervioso que me miraba sin perder ningún detalle de lo que yo hacía.

-MI PREGUNTA ES IGNACIO, ¿POR QUE LE HICISTE ESO? ¿POR QUE TUVISTE QUE SER TAN POCO HOMBRE? TU SABES QUE MI MUJER Y MIS HIJAS SON MI ADORACION, PERO TE METISTE CON LO QUE MAS AMO - le grite furioso y él intento correr, pero no se lo permití. Lo hale de la camisa chocando contra mí y le di un puño en la cara haciendo que cayera al suelo. Me importaba muy poco que él fuera un hombre mayor, mi hija era una menor de edad y aun así la violo.

-Ella fue la que quiso... - dijo asustando en el suelo, pero no le di tiempo a que se levantara. Me trepe sobre él y comencé a golpearlo sin parar, quería escucharlo retorcerse de dolor, queria que sufriera como debió de estar sufriendo mi hija.

-Ella se está haciendo que la obligue- volvió a decir, pero ya no lo escuchaba solo quería vengarme de él.

-DESGRACIADO, VAS A PAGAR CADA LAGRIMA QUE LE HICISTE VOTAR A MI HIJA DE ESO ME LO ASEGURO - volví a gritarle mientras lo golpeaba, ya no veía su rostro solo veía lleno de sangre.

Por fin pude reaccionar y no lo iba a matar. No me desgraciaría la vida en prisión cuando mi hija me necesita. Lo levante sin usar demasiada fuerza y lo arrastre dándole golpes hasta mi auto. Ignacio va pagar, pero en la cárcel, ahí es que debe pagar. No tarde mucho en llegar al cuartel de policía y entre con el que se quejaba del dolor, mientras yo seguía dándole golpes.

-Señor deje de golpearlo - dijo un uniformado vestido de negro y yo tire a Ignacio a los pies del policía.

-¡Vengo a hacer una denuncia contra ese infeliz por haber violado a mi hija y aquí está la evidencia! - dije furioso y entregándole en sus manos el móvil de mi hija.

Otros policías lo levantaron y lo esposaron, mientras el gritaba que no debía hacerle esto. Que era su familia y que no había hecho nada.

Ahora solo queria estar con mi hija y pensaba como le diría esto a Karina. Seguro que se lo tomara muy mal y no quiero pensar como se sentirá. Aunque ella me este engañando me duele que sufra.

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