Capítulo 26
Narra Noah
—¿Así que como está nuestro cachorro? —pregunto Cara mirándome. De nuevo estábamos en la cocina engullendo algo de lasagna que había sobrado del almuerzo al cual no asistimos.
—casi no ha hablado, se la paso dibujando y aunque debo decir que eran bastante buenos los dibujos, fue un poco perturbador ver que todos se remontaban a castigos que le dieron —dije serio, mientras comía.
—Bien, el sueño quizá revivió cosas, aun no es una señal, pero considerando todo lo que ha pasado y desde tan pequeño quizá sería bueno que lo lleves con un psicólogo —dijo Jayden.
—lo sé, es solo que no se si hay alguno en la manada y claramente sus relatos no son cosas que los humanos puedan oír a menos que quiera a servicios infantiles en mi puerta —expliqué.
—Es cierto, no te preocupes por eso hablaré con algunas personas y veré si consigo a alguien —dijo Cara con su voz medianamente ronca, algo normal en ella.
—Ahora a lo importante, recordé que en uno de mis días de niñera de Aiden el mencionó que no conocía el mar, que tal una cita en la playa —dijo Jay.
—quizá alguna mierda romántica como una cena a la luz de la Luna y escuchar el oleaje —dijo Cara mientras comía.
—es cierto, conozco unas cabinas de esas que parece que flotan sobre el mar, será increíble, el podrá ver muchas cosas ahí —dije feliz.
—pero esta lejos. ¿Como lo vas a llevar sin papeles? recuerda que no puede correr como lobo—dijo Jayden.
—no seas tonto, los abuelos tienen un Jet privado se los pedimos o compramos boletos de avión —dijo Cara.
—¿donde queda ese lugar?—pregunto Jay.
—Polinesia Francesa —dije pensando en lo imposible que era.
—Bien, ahora di un lugar donde realmente puedas llevarlo, algo que no incluye asuntos legales —dijo Jayden dándome una mirada de "en serio".
—Bueno ese lugar es genial, lo siento —dije desanimado.
—¿es broma? Somos millonarios y he pasado mucha marihuana en aeropuertos podré pasar a un tío que no pesa más de 50 kilos —dijo Cara como si fuese un reto.
¿En que momento paso marihuana?, pensé para mi mismo.
—ya, recuerdo porque no nos juntábamos antes —dijo Jay molestó al ver que Cara me apoyaba.
—los rastreadores pueden encargarse de conseguir que los lleven, conozco a muchos por mis padres biológicos y se que con gusto harían esto, no solo por mi sino por Noah —explicó.
—no seré yo quien le diga a tu madre donde estas —dijo Jayden con mala cara.
—genial y ¿cuanto crees que tarde? —le pregunté.
—hoy por la noche te digo para que hagas las reservaciones del lugar —dijo Cara, esta chica es mi héroe.
—Me gustaba más cuando nuestros crímenes incluían resaca y no tráfico de personas —dijo Jay.
—Bien voy a lo mío, los dejo —dijo Cara saliendo de la cocina.
—iré con Aiden —dije mirando a Jay el me dio una mirada molesta y se fue sin decir ádios.
Camine de nuevo a mi cuarto, donde encontré a Aiden quien estaba aun haciendo más dibujos.
—¡hola! ¿Como estas? Te traje algo de lasagna, por si tienes hambre —lo pusé en la cama y él me miro expectante.
—¿porque siempre me miras de esa forma cuando vas a comer? —pregunté, yo lo había notado antes, pero ya era un patrón repetitivo.
El me miró con una expresión en blanco y luego a la comida.
—mis amos me hacían pedir permiso para comer, una vez por no pedir permiso me dieron comida hirviendo y me queme —dijo mirando la comida, detesto que tenga malos recuerdos.
—olvida eso Aiden, se que fueron muchos años de dolor, pero ahora estas bien, ya no tienes que pedir permiso, come cuando quieras —dije tomando su mano, últimamente andaba más sensible, seguramente por la pesadilla que tuvo.
Con eso comenzó a comer, la lasagna no es precisamente el platillo más fácil de comer con cuchara porque Aiden aun no maneja el tenedor, asique lo siguiente que vi fue que dejó la cuchara y siguió con sus manos, había salsa blanca por todos lados.
Cuando terminó de comer chupón su mano cuán cachorro hambriento, quizá aun tenga hambre, yo le serví poco porque el siempre deja la mitad, el doctor dijo que era normal pero que debía aumentar gradualmente.
—¿quieres que te traiga más? —pregunté, el me miro y negó. Se levantó de la cama y fue al cuarto de servicio seguramente a lavar sus brazos.
Yo me quedé sentado mirando sus dibujos, eran muy buenos, hasta podría decir que Aiden tiene memoria fotográfica o algo puesto que eran retratos perfectos. Sin embargo había algo perturbador y era el hecho de que todos retrataban cosas tristes, los pase hasta que llegue a uno donde había un hombre y una mujer decapitados.
Es horrible pensar que Aiden vio esto en persona y aún peor saber que son sus padres. Mire el dibujo con detalle mientras esperaba a que regresara, ni siquiera sentí cuando se sentó a mi lado.
—tengo muchos recuerdos de eso, son como fotos en mi cabeza —dijo mirando dibujo.
—Deberías intentar olvidarlos, no vale la pena que recuerdes esas cosas, quedaté solo con los momentos lindos —dije mirándolo, él se sentó a mi lado y miro el dibujo detenido.
—Fuimos por dinero—mencionó y yo lo mire— no teníamos mucho y mi amo pagaba bien porque le llevaremos unas cosas —dijo acomodándose en la cama, yo no quería que recordará cosas feas, pero quizá el ocupaba contarle a alguien para superarlo.
—¿tenían problemas económicos? —pregunté.
El asintió.
—no sé porque y tampoco se porque no vivíamos con la manada, solo se que el dinero apenas alcanzaba para comer y ellos tenían deudas, era lo que lograba escuchar cuando hablaban sin que yo me diera cuenta —dijo lentamente y en voz baja.
—un día mi amo envío una carta diciendo que les iba a pagar bien si llevaban algo al territorio y ellos aceptaron —explicó, además de él hecho de que me partía el alma saber que todo fue por dinero, ver a Aiden decirle mi amo a ese imbécil no ayudaba mucho.
—Cuando llegamos todo era normal, ellos eran normales, hasta que mis papás dijeron que no podían dejar morir a unos chicos, unos días después mi amo los mató, el dijo que fue por traición —narró en voz baja, poco a poco el se fue acurrucando en mi pecho, yo lo toque lentamente para no asustarlo.
—nunca más los vi, despues de que les cortaran la garganta, ni siquiera los cuerpos —dijo comenzando a llorar.
No sabía que decirle, si decir algo o no, no quería seguir el tema, quería que le diera amnesia, nadie debería ver algo así.
"¿no te parece extraño que justo cuando ocupaban plata, murieran y su hijo se convirtiera en esclavo? Casi como una especie de pago" —escuche la voz de Jay a travez del vínculo.
"¿como podría alguien hacer eso, era su hijo de cinco años, además él los vio morir" —le respondí, para este punto Aiden ya estaba medio dormido con lágrimas secas en su cara.
"él los vio desde una habitación en el segundo piso" —explicó Jay.
"¿Como sabes eso?" —pregunté.
"surgió el tema un día mientras le hacía de niñera, pero nunca menciono el problema económico. ¿Que tal si lo vendieron?"
"nadie haría algo así." —respondí.
"viene de una manada donde ser Omega es una ofensa absoluta, talvez sus padres solo inventaron la historia para salir de su responsabilidad y de paso ganar dinero" —escuché su voz en mi mente.
"a ver, nadie lo vendió y sus padres si murieron, pero aunque así no fuera que piense que sus padres murieron haciendo él bien es mejor a enterarse de algo así" —la verdad que no importaba como había sucedido todo, saber la verdad no va a curar el dolor.
"en eso tienes razón, igual voy a investigar un poco" —dijo antes de desaparecer del vínculo.
Aiden se revolvió como un bebé en mis brazos y aunque deseaba acostarme el resto de la tarde con él, tenía maletas que hacer.
Después de dos horas de hacer mi maleta, era hora de empezar con la de Aiden, su ropa fue un poco más complicada porque debían ser cosas para el calor pero que no mostrarán sus cicatrices.
Todo iba bien hasta que llegue al traje de baño.
¿Con que se va a meter al mar, una pantaloneta de piscina sería mucho, quizá se sienta inseguro, hasta donde yo se el detesta sus cicatrices.
Estaba pensado en opciones cuando alguien tocó a mi puerta. Abrí y me topé con Cara.
—ven —dijo secándome del lugar por el cuello de la camisa.
—a ver, aquí está pasaporte falso, no puedes besarlo ni andar de cariñoso porque según estos documentos eres su tutor legal, razón por la cual estas calificado para sacarlo del país.—dijo dándome varios papeles.
—Aiden Bianté, dudas no les van a quedar de que no hay parentesco —dije mirándola.
—Bueno no es fácil conseguir documentos falsos, le habría puesto su nombre real pero no lo sé, de todos modos te va a servir, Jay me dio el numero de tu tarjeta, de ahí saque para todo, se van a ir en un avión directo en el que trabajan varios contactos así nadie los delata —dijo mirándome, literalmente quería abrazarla, mi cita con Aiden iba a ser genial.
—Gracias, Cara esto es increíble —dije feliz mientras la abrazaba, ella se inmediato me alejó.
—que no se te ocurra tocarme otra vez. Por cierto vas a ocupar este detalle —dijo sacando un traje de surf.
—genial, yo tambien tenía esto en la cabeza —dije mirando el traje, bueno era una pantaloneta de baño y una camisa de surf con manga larga pero era perfecto.
—Si supuse que todas sus cicatrices no van verse mejor al aire, con esto no hay de que preocuparse—respondió
—¿Por cierto de que va eso de la familia de Aiden? —preguntó.
—¿ya te contó? —pregunté extrañado porque después de lo de la cocina pensé que no le iba a hablar jamás.
—no, el insoportable me vínculo con ustedes y ahora que pasamos tanto juntos no me pude salir —dijo con Cara de asco.
—Gracias eh —dije sarcástico.
—Bueno al punto, ¿te parece que Jayden tenga razón sobre lo de los padres de Aiden? —preguntó.
—no sé, creo que es solo idea de él —dije restándole importancia.
—De acuerdo, como sea, lo mejor con esa familia es enterrar el tema, nada que averigüemos le va a devolver la felicidad a Aiden" —dijo ella seria.
—si, lo mejor es olvidarlo —le di la razón.
—en fin, me voy, el vuelo sale mañana a medio día, has el pre-chequeó de los boletos por si acaso. —dijo antes de irse.
Ya estaba casi listo para regresar a mi habitación cuando alguien tocó mi hombro.
—papá, me asustaste —dije tomando un poco se aire.
—lo siento, ¿puedo pasar?—se refirió a la habitación.
—si adelante, ¿que pasa? —pregunté una vez adentro, el miro a Aiden con pesar y luego a mi.
—Yo y tu mamá salimos en una hora para el aeropuerto, vamos a ir a pasar el año nuevo a Japón con tus tíos para un asunto de negocios, tu abuelos se van a Londres y la servidumbre tiene libre, la casa queda con los chicos nada más, traten de no incendiarla —dijo serio.
—pero ¿y la fiesta de fin de año de la familia? —pregunté confundido.
—tu mamá solo quiere estar lejos de Aiden, lo mejor es que estemos por nuestro lado, además tus primos van a hacer una fiesta en la casa del lago, ve con tus amigos —dijo papá y aunque no voy a mentir la idea era tentadora, mi familia siempre estaba junta en esa fecha.
—es todo, debo irme me falta bastante por alistar, adiós, te quiero" —dijo antes de abrazarme, luego salió de la habitación.
Bueno si mi mamá quiere a Aiden lejos va a ser mejor que nos quedemos bastante en esa Polinesia Francesa, mejor aún celebrar allá año nuevo, pensé feliz.
Publicado en Agosto 22, 2016.
Editado en 2018.