THE MAZE RUNNER *imaginas*

By Ninscool

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¿Te has imaginado con alguno de los personajes de Maze Runner? ¿Una trama fuera de la realidad? Bueno, he aq... More

ᴾᵉʳˢᵖᵉᶜᵗⁱᵛᵃ
【IᗰᗩGIᑎᗩ ᑕOᑎ TᕼOᗰᗩS】
ᴵᴹᴬᴳᴵᴺᴬ ᶜᴼᴺ ᵀᴴᴼᴹᴬˢ ᴾᴬᴿᵀ. ²
【IᗰᗩGIᑎᗩ ᑕOᑎ GᗩᒪᒪY】
ᴵᴹᴬᴳᴵᴺᴬ ᶜᴼᴺ ᴳᴬᴸᴸʸ ᴾᴬᴿᵀ. ²
ᴵᴹᴬᴳᴵᴺᴬ ᶜᴼᴺ ᴳᴬᴸᴸʸ ᴾᴬᴿᵀ.³
ᴵᴹᴬᴳᴵᴺᴬ ᶜᴼᴺ ᴳᴬᴸᴸʸ ᴾᴬᴿᵀ.⁴
ᴵᴹᴬᴳᴵᴺᴬ ᶜᴼᴺ ᴳᴬᴸᴸʸ ᴾᴬᴿᵀ. ⁵
ᴵᴹᴬᴳᴵᴺᴬ ᶜᴼᴺ ᴳᴬᴸᴸʸ ᴾᴬᴿᵀ. ⁶
【IᗰᗩGIᑎᗩ ᑕOᑎ ᗰIᑎᕼO】
ᴵᵐᵃᵍⁱⁿᵃ ᶜᵒⁿ ᴹⁱⁿʰᵒ ᴾᵃʳᵗ. ²
【IᗰᗩGIᑎᗩ ᑕOᑎ ᑎᕮᗯT】
ᴵᵐᵃᵍⁱⁿᵃ ᶜᵒⁿ ᴺᵉʷᵗ ᴾᵃʳᵗ.²
【IᗰᗩGIᑎᗩ ᑕOᑎ TᕮᖇᕮSᗩ】
【IᗰᗩGIᑎᗩ ᑕOᑎ TᕼOᗰᗩS】
【IᗰᗩGIᑎᗩ ᑕOᑎ ᗰIᑎᕼO】
【IᗰᗩGIᑎᗩ ᑕOᑎ ᑎᕮᗯT】
【ⲎⲆⳐⳐⲞⲰⲈⲈⲚ】
【IᗰᗩGIᑎᗩ ᑕOᑎ ᗰIᑎᕼO】
【IᗰᗩGIᑎᗩ ᑕOᑎ GᗩᒪᒪY】
【IᗰᗩGIᑎᗩ ᑕOᑎ ᑎᕮᗯT】
【IᗰᗩGIᑎᗩ ᑕOᑎ ᑎᕮᗯT】
ᴴᵉ ʳᵉᵍʳᵉˢᵃᵈᵒ
【IᗰᗩGIᑎᗩ ᑕOᑎ ᑎᕮᗯT】
【IᗰᗩGIᑎᗩ ᑕOᑎ ᑎ, ᗰ, T, G】
【IᗰᗩGIᑎᗩ ᑕOᑎ ᑎᕮᗯT】
ᴵᵐᵃᵍⁱⁿᵃ ᶜᵒⁿ ᴺᵉʷᵗ ᴾᵃʳᵗ. ²
ᴵᵐᵖʳᵉˢⁱᵒⁿᵃⁿᵗᵉ
【IᗰᗩGIᑎᗩ ᑕOᑎ ᗰIᑎᕼO】
【IᗰᗩGIᑎᗩ ᑕOᑎ TᕼOᗰᗩS】
【IᗰᗩGIᑎᗩ ᑕOᑎ ᑎᕮᗯT, TᕼOᗰᗩS Y ᗩᖇIS】
ᴵᵐᵃᵍⁱⁿᵃ ᶜᵒⁿ ᴺᵉʷᵗ, ᵀʰᵒᵐᵃˢ ʸ ᴬʳⁱˢ ᴾᵃʳᵗ. ²
🎉; ᴾʳᵉᵐⁱᵒˢ ᵂᵃᵗᵗʸˢ
【IᗰᗩGIᑎᗩ ᗪᕮ ᗷᖇᕮᑎᗪᗩ Y GᗩᒪᒪY】
【IᗰᗩGIᑎᗩ ᑕOᑎ ᑎᕮᗯT】
【IᗰᗩGIᑎᗩ ᑕOᑎ ᗰIᑎᕼO】
【IᗰᗩGIᑎᗩ ᑕOᑎ TᕼOᗰᗩS】
【IᗰᗩGIᑎᗩ ᑕOᑎ GᗩᒪᒪY】
ᴴᵒˡᵃ ᵈᵉ ⁿᵘᵉᵛᵒ
𝔽𝕚𝕣𝕤𝕥 𝔾𝕚𝕣𝕝

【IᗰᗩGIᑎᗩ ᑕOᑎ TᕼOᗰᗩS】

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By Ninscool

〘Actualizado 31/Mar/2021 | 3:20 A.M.〙

Narradora

Había comenzado nuevamente, después de hacia tres horas, el estruendo dentro del lugar donde el se encontraba —Thomas— su mente recalcaba una y otra vez su nombre.

Una chica, 16 años, tal vez 15, de tez  blanca, una cabellera negra de forma ondulada que le llegaba hasta la cintura, sus labios eran medianamente chicos y tenía dos adorables hoyuelos eso nadie se lo podía asegurar a Thomas, se acerco sigilosamente a ella mientras aquel elevador-caja-se movía estrepitosamente.

—Oye. —Thomas removió un poco a la chica que no contesto— ¿Te encuentras bien? —volvió a intentar hablar pero no hubo ninguna respuesta de parte de la chica; Thomas se acerco a su pecho para comprobar que estaba respirando y así era—

El elevador paró en seco, el ruido se apagó por completo, la chica comenzaba a tener una respiración extraña, Thomas tuvo la sensación de que ella se estaba ahogando. Decidió tomarla entre sus brazos y ayudarla; para entonces, las puertas de ese oscuro lugar se abrieron de par en par, dejando pasar una luz intensa que por unos momentos se interrumpió con el salto de un chico de cabellera castaña (tirando a rubia), fornido y más alto que Thomas, había que destacar sus cejas, era algo que le causaba mucha intriga a Thomas y otro chico saltó al lado del chico de las cejas raras, era rubio, esbelto y con una apariencia que le causaba paz a Thomas. 
El rubio se acercó a Thomas con los ojos abiertos, sin poder creer lo que veía.  

—¡Hay una chica! —gritó aquel rubio sin dejar de ver a la chica—

—Supongo que es momento de ir viendo que le toca a cada quien así que...¡la larcha es mía! Shank en que se atreva a tocarla. —un chico de entre la multitud empezó a discutir por otros sobre lo que harían después con ella, cosa que a Thomas le molestó—

—Galorpo, nunca he visto algo más bueno, ni siquiera la comida de Sartén le gana a ella. —los comentarios se fueron esparciendo entre todos, Thomas tuvo que controlarse para no salir de ahí y romperles la boca a cada uno—

—Estoy harto de sus comentarios poco coherentes.—el repentinamente-nadie tocará ni reclamará a nadie como de su propiedad así que todos vuelvan a sus puestos-se escucharon bufidos de parte de algunos, cosa que a Thomas le causo gracia, es como si el chico moreno fuera su padre o algo así.

—Newt, Gally, saquen a estos galorpos y denle el recorrido. —Anunció Alby, el líder porque los chicos ya mencionados no tardaron en bajar hasta donde ellos se encontraban—

—Alby... —dijo el rubio mirándolo al mismo tiempo que su atención iba en la chica— La larcha aún no despierta por lo que creo que Jeff y Clint deberían estar aquí auxiliándola. —Alby lo miró sin mucho que decir y le dio indicaciones a Gally para que este pudiera cargarla hasta donde se encontraban los otros dos con las cosas preparadas—

Desconocido

Escuchaba voces, raras pero un tanto conocidas, desde que empecé a tener conciencia de lo que pasaba, sentí como alguien me cargaba de manera abrupta, ¿Dónde estaba?, ¿por qué no recordaba absolutamente nada? Mi mente estaba en blanco y eso era algo que me desesperaba, incluso comencé a mover mi cuerpo de un lado al otro sin entender como absolutamente nada, ¿Quién era? 

—Tranquila larcha, no te haré nada malo. —La voz gruesa del chico me hizo querer abrir mis ojos aún sabiendo que era algo casi imposible, ¿a qué se refería con la palabra 'larcha'?— Estarás bien en cuanto seas revisada por los especialistas. —Después de un rato sentí como todo estaba más calmado y esta vez me encontraba en un lugar más cómodo, mi cuerpo comenzaba a relajarse y una sensación de cansancio invadió mi cuerpo, no podía volver a quedar inconsciente en tan poco tiempo— 

—Gally, es bueno verte por aquí. —La voz era diferente así que empecé a pensar en el número de personas que estarían a mi alrededor, tal vez tres o cinco, más no creo porque no había tanto eco— Durante el camino, ¿hizo algo raro?

—Únicamente se movió como si tuviera algún ataque pero no hizo nada más, incluso cuando la dejé en la camilla parecía más calmada. —Ellos se quedaron callados por un rato hasta que se escucharon varios ruidos metálicos— Tendré que irme, tengo muchas cosas que hacer por el área, luego vendré a ver como sigue. 

—De acuerdo, no se te olvide que también tengo algunas cosas que debo reparar aquí, ya esta choza es algo vieja y se está cayendo a pedazos. 

—Iré por mis herramientas y algunos de los chicos, que Clint nos indique cuales son los problemas y los arreglamos en lo que revisas a la novata, ¿de acuerdo?

—Anda, mientras iré a buscar a Clint para que todo quede hoy mismo, gracias shank

Se escucharon unos pasos que se alejaban del lugar, objetos moverse pero mi cuerpo aún se mantenía inmóvil, intenté moverme un poco pero era algo imposible, no había forma de responder las preguntas que se encontraban rondando en mi cabeza por todo este tiempo, las voces de los chicos eran en lo único en lo que podía pensar momentáneamente, me encontraba frustrada por estar en estas condiciones y no saber que hacer, tampoco tenía con que distraerme porque no tenía recuerdos, lágrimas empezaban a escurrir desde mis ojos hasta mis mejillas, seguro llegaría a mojar la camilla en la que me encontraba. 
Las voces regresaron al lugar, esta vez eran muchas y algunas risas no se hicieron esperar, incluso podía escuchar algo de la conversación que ellos tenían. 

—No puedo con tus cejas Gally, son la cosa más graciosa que he visto en toda mi vida. —Comenzó a reír y los demás siguieron al chico que seguro iba a orinarse en los pantalones si no paraba—

—Yo no le encuentro el chiste a que seas tan mal constructor. —El chico antes mencionado dejó de reír y todos los demás lo hicieron de igual manera— Así que ahora todos ponganse a trabajar o los gritos de Alby no los dejarán dormir. 

Thomas

Mi recorrido por el área había sido bastante relajado,  el chico rubio que me acompañaba se llama Newt y me fue explicando todo a lujo de detalle, respondió cada una de mis preguntas e incluso hizo algún chiste sobre los miembros de esta comunidad, me cae muy bien aunque no entiendo muchas de las palabras con las que me habla o decía a los demás que se iban atravesando con él, cosas como: "shank", "galorpo", "miertero" y "plopus", supongo que ahora sólo tendré que acoplarme tal cual lo dijo Newt. 
Después de que Newt me haya dejado solo, me fui al pasto para descansar un poco, miré a la nada mientras a mi mente llegaban imágenes y pequeños recuerdos de la chica que estaba conmigo en ese lugar, recordar cada una de sus facciones me hacía sentir raro por cosas que no entendía, al mismo tiempo incluso, quería ver a la chica, quería saber su nombre y muchas otras cosas más, me levanté de mi lugar para ir a buscarla pero no sabía para donde ir, eso hasta que vi a un niño regordete caminar cerca de donde estaba. 

—Oye niño. —Busqué la atención del pequeño desde mi lugar pero no lo conseguí— Oye tú, el de las mejillas rosadas. —está vez volteó a verme y pude admirar que sus mejillas estaban más rosadas que antes por la pena, supongo, eso hizo que soltara una risa y me acercara a él—

—¿Qué necesitas larcho? —Se encontraba algo apenado y yo sólo desordene su pelo para que sintiera que estábamos más en confianza—

—¿Sabes en dónde se encuentran Jeff y Clint? —Había escuchado hablar de ellos antes de salir de la caja y el niño parecía comprender a lo que me refería—

—Sígueme larcho, me desocupo de algunas cosas y te llevo con ellos. —Yo se lo agradecí y lo acompañé, incluso si tendría que ayudarle a hacer algo para estar pronto con la chica, lo haría sin importar nada—

Seguí al niño cerca de una pequeña choza en la que estaban algunas cosas regadas, él suspiró viendo lo que estaba alrededor, se dejó caer en el montón de hojas que estaban bajos sus pies, él me vio y le di a entender que iba a ayudarle por el favor que me iba a hacer, así fue como terminó sus actividades y con una sonrisa enorme me fue guiando poco a poco hasta esa choza en la que se encontraban varios chicos haciendo reparaciones y quien los lideraba era aquel chico de cejas raras, se molestaban entre todos y hacían un escándalo que hasta el niño tuvo que taparse los oídos. 

—Que graciosos son, shanks, deberían ir al laberinto para ver si divierten a los penitentes. —Eso hizo que los chicos volvieran a levantar la voz y se le fueran encima a Gally, ellos estaban hablando tan fuerte que alguien de adentro salió a callarlos—

—Si van a estar diciendo galorpadas, será mejor que dejen el trabajo para más tarde porque justo ahora nosotros también estamos TRABAJANDO y por ende la concentración es nula. —Nadie dijo nada, todos se mantuvieron haciendo lo suyo y uno que otro decía cosas entre dientes pero no me quedé para ver que hacían. Pasé acompañado del niño, veía si me encontraba con la chica y para mi fortuna no estaba tan lejos— ¿A quién buscas larcho?

—A una chica, recién llegada, parece que uno de los que están afuera la tajo. —El chico sólo asintió y me señaló el lugar en donde ya la había visto y caminé a su dirección—

—Déjalos hablar Chuck, vamos a comer algo porque ya hace un hambre de la plopus. —El pequeño Chuck se rio y despidió de mi antes de cruzar el marco de la puerta—

Esa noche me quedé a su lado con la esperanza de que fuera a despertar, lo estuve esperando con ansias pero era muy probable que no lo hiciera, incluso Clint me dijo que me fuera a descansar a otro lado pero al final, terminó dejándome con ella. Tenía muchos sentimientos en ese momento, verla tan tranquila me proporcionaba una paz infinita que no podía dejar pasar, no sé si antes había tenido esta clase de sensaciones pero ella era especial entonces; me acomodé en la silla dispuesto a dormir, me acomodé como pude mientras reposaba mi cabeza en el hombro de la chica y así quedé atrapado el sueño. 

Al día siguiente desperté con la luz nítida que se asomaba por una de las ventanas de la pequeña choza, comencé a parpadear para ver en donde me encontraba, moviendo mi cabeza del hombro de la chica hasta poder levantarme al fin, dejé la cobija en sus piernas y me estiré durante un buen rato, dicha posición había sido incómoda para mi pero ver a la chica durmiendo tan tranquila, era lo único que me importaba por ahora. Por más que la miraba no lo graba salir de mi asombro ante su belleza pero el hecho de que quisiera abrir sus ojos no pasó desapercibido, me acerqué a su lado y esta vez ella logró abrirlos, me miró de una manera extraña que me hizo dar un pequeño brinco del susto, me bombardeó con preguntas que no lograba entender y menos sabría cómo contestar. 

—Yo... —Las palabras no salían y la chica se veía desesperada, me miraba esperando a que hablara así que sólo dije lo que era seguro en un principio— Llegamos juntos a este lugar, no sé cómo pero estamos aquí y por ahora son las únicas respuestas que te puedo dar. —Hablé tan rápido que apenas si yo me entendí, ella me veía de una manera extraña pero sin decir nada—

—¿Qué es esto? No entiendo nada y mi mente está totalmente en blanco, no sé quien soy y todo aquí me da pavor. —Me acerqué a ella porque no quería que se desesperara, me senté a su lado mientras la miraba y la tomé de sus hombros para que sólo me mirara a mi— 

Sus ojos se posaron en los míos, intente evitar la mirada de ella pero fue imposible porque ella me obligo a verla, me perdía en cada una de sus facciones y gestos, miraba mis labios y yo los suyos, era un momento extraño por como se aceleraba mi corazón, estaba dispuesto a besarla, acaricié su mejilla en un intento de demostrar un poco del sentimiento que estaba experimentando pero la chica había acortado un poco la distancia que nos quedaba, volteando su cuerpo hasta donde estaba yo, nuestros labios quedando a centímetros y yo me dejé llevar sin más, sus labios eran tan cálidos y dulces, me sentía bien, disfrutaba de las caricias que ella proporcionaba por mi cuello, haciendo yo lo mismo con su cintura y espalda. 

—Jeff, Clint, ¿có... —La voz me resultaba familiar pero no fue hasta que la chica se separó de mi cuando noté que se trataba de Newt— Thomas miertero, ¿Qué estabas haciendo? —Yo no quise responder puesto a que seguro ahora iba a tartamudear de los nervios—

—Sólo estábamos besándonos, no es algo que te incumba, rubio. —Me sorprendió que la chica le dijera eso a Newt pero también lo entendía porque ella no tenía idea de que hablaba con el segundo al mando de este lugar—

—Ve a la cocina en donde ya te espera Sartén, Thomas, no hay tiempo que perder. —Yo asentí, me despedí de la chica con un gesto en la mano y ella sólo rodó los ojos, no sé si era por mi o por la presencia de Newt pero lo dejé pasar—

—¿Qué hay nuevito? —El famoso cocinero me saludó con una sonrisa, recibiéndome en su cocina mientras acomodaba unas ollas y cucharones en su respectivo espacio— Será mejor que empieces ahora con los platos de ayer porque ahora la mayoría no tarda en despertar y hay que servir el desayuno. —Él señaló la enorme olla que se encontraba hirviendo, yo sólo me resigné a pasar el resto de mi día aquí sin poder verla otra vez—

Cuando fui al fregadero a ver los platos, casi muero por la cantidad que había ahí, y ni hablar de los vasos, quería salir corriendo de ahí pero no podía, tenía que cumplir con lo que había dicho Newt hasta que encontrara algo en lo que fuera realmente bueno, intenté motivarme para empezar pero que Sartén me pusiera más ollas sólo me hizo desear que todo fuera un sueño mientras me resignaba a empezar con los vasos. 
La mañana se tornó algo tranquila después de haber acabado con los trastes, le ayudé a Sartén a servir la comida en los platos e irla repartiendo a cada uno de los chicos mientras tomaban sus vasos de agua, era una rutina algo repetitiva que no creía poder aguantar mucho más, seguro ya llegaría alguien que le ayudara de manera incondicional a Sartén; después de pasar todo un día ahí dentro, me fui a ver a la chica, no había dejado de pensar en lo que hicimos en la mañana y la forma en la que Newt nos había visto, sólo hizo que quisiera volver a cruzar palabra con la chica. 

—Heyy, novato. —Me habló un chico moreno, llevaba una pala en su hombro, limpiaba su sudor con el brazo— Alby te está buscando, ve ahora mismo antes de que deje de haber luz. —Yo sólo asentí resignado a que tal vez no la vería por un buen tiempo pero al menos buscaría dormir a su lado—

Caminé en dirección al bosque en el que logré divisar a Alby hablando con otros chicos, dando indicaciones me supongo porque ellos sólo asentían mientras cada uno se iba dispersando por toda el área, él sonrió cuando me vio, esperando a que me acercara para hablar. 

—Veo que recibiste mi mensaje, ¿Qué tal te está yendo en tu primer día, Thomas? —Su sonrisa era genuina, te transmitía confianza y al mismo tiempo había algo que no cuadraba— Mañana irás al matadero con Winston, es un buen tipo, sabe lo que hace y estarás ahí a menos que tengas algún problema con la sangre o el olor, no es nada que no quisiéramos controlar pero ahí dentro se encierra el olor horrible. —De imaginarlo me dieron ganas de vomitar, tal vez si siquiera supiera a lo que se refería pero fue asqueroso pensarlo—

A lo lejos pude observar a la chica haciendo su recorrido con un chico que no conocía, él apenas le explicaba algunas cosas y ella comenzaba a hablar, el chico le volteaba los ojos pero ella sólo sonreía algo apenada ante tales comportamientos, me recordaba a mi durante mi recorrido y no pude evitar soltar una risa. 

—¿Hay algo que quieras compartir conmigo Thomas? —Para cuando Alby volteó detrás de mi, la chica ya se había alejado para un lugar diferente al que estábamos, temía que me fueran a regañar por estarla viendo—

—No, para nada. —Fue lo último que dije antes de recibir las últimas indicaciones y marcharme para buscar a la chica—

Desconocido

El chico que había besado esta mañana me parecía lindo y atractivo, incluso su nombre me llenó de alegría tan sólo escucharlo, era un sentimiento rara porque pensaba que lo conocía de otro lado, me era muy familiar hasta cuando nos besamos, ahora sólo tenía que resolver otras cuestiones de mi cabeza o no dejarían de molestar durante mucho tiempo. ¿Cuál es mi nombre?,¿Por qué no lo recuerdo?, ¿Qué habrá pasado con mi familia?, ¿Qué es este lugar? Mi mente no paraba ni un momento y ya me había vuelto a agotar de tantas preguntas, quería que las cosas estuvieran bien porque al menos por ahora, ser la única chica en este lugar pesaba demasiado. 

—Así que aquí finaliza el recorrido, si tienes alguna duda es momento de hablar o callar para siempre. —Yo ni siquiera había puesto atención a la mayor parte de cosas que había dicho así que negué a lo que había sugerido— Igual sé que no pusiste atención a todo lo que te he dicho, recuerda lo esencial y no estarás muerta. —Él se alejó sin decir nada más, había sido muy grosero pero tampoco le podía decir algo al respecto—

Me quedé vagando durante un buen rato, viendo como otros terminaban sus actividades y se iban a una hamacas que parecían muy cómodas, yo quería estar en una de esas pero no tenía idea de nada, creo que la próxima vez si pondré atención. 
De lejos vi a Thomas, él estaba buscando algo y tenía el presentimiento de que era a mi por lo que alcé el brazo para que me notara y en cuanto lo hizo, corrí a abrazarlo recargando mi cabeza en su hombro. 

—Creí que no te vería hasta mañana y estarías también en cama. 

—Después de todo, tengo la suficiente fuerza como para estar de pie y ponerme al corriente de todo aquí adentro. —Me encogí de hombros apenas algo lejos de él—

—Bueno, al menos me alegrará poder conversar durante la comida contigo. —Thomas sonrió y juro que me derretí ante lo lindo que se veía, estaba empezando a parecerme lindo y tal vez ya me gustaba—

En esos momentos desvíe mi atención de Thomas al ver a un chico alto, rubio y de piel blanca como la nieve, él tenía una vestimenta descuidada, un short que se veía algo sucio de tierra, una playera con manchas rojas en algunas partes y su cara con manchas de ese líquido rojo me hicieron retroceder un paso, fue cuando Thomas volteó a ver de que se trataba y ahora estaba cara con él, veía esos ojos inyectados en sangre que no dejaban de verlo con coraje. Mi pulso comenzó a acelerarse cuando sin previo aviso pasó de largo de Thomas y esta vez a la que miraba con esa furia era a mi, es como si nos conociéramos porque incluso sus movimientos parecían tener una explicación que él estaba a punto de revelar. 

—Míranos ahora...¡todo esto es tu miertera culpa! —El chico comenzó a llorar mientras me observaba, susurraba cosas que no entendía y yo busqué acercarme para ver si le podía ayudar en algo pero en su lugar, el chico terminó gritando llamando así la atención de los demás—

Thomas se acercó hasta donde estaba para alejarme de él, yo no podía quitar mi mirada de aquel ser tirado en el suelo lamentándose una y otra vez por cosas que no entendía, quería entenderlo también así que quise zafarme del agarre de Thomas para ir con él pero recuerdos llegaron a mi mente, fueron un montón de imágenes que al mismo tiempo me dejaron con sin aire, perdí la visión del momento y caí en los brazos de Thomas.  

—¡Ben! —El grito de Newt hizo que el mismo chico volteara a verlo, se levantó como pudo y tiró algunos fluidos de su boca, todos los chicos que se iban incorporando lo veían con asco y yo apenas incorporándome—

—Vamos, llama a Alby ahora, Ben no debió de haberse escapado. —Uno de los chicos que estaban detrás de Gally salió corriendo mientras los demás se quedaron intentaron acercarse a Ben—

—Sabes que fue su culpa, por ella estamos aquí, nos puso en este lugar manipulando nuestra mente, contra nuestra voluntad, ¿lo puedes entender? —Newt yacía agachado a un lado de Ben, tratando de entender lo que decía mientras los demás cuidaban que este no se fuera a mover de su posición— Desde la primera vez que el mundo se vio cubierto de terror y pánico ante la...

—Ben, que mierteros haces. —Alby había llegado al lugar un tanto agitado por haber corrido hasta donde todos nos encontrábamos escuchando a Ben, a este punto, mi curiosidad se había intensificado por lo que estaba diciendo, eran muchas cosas para poder procesar aunque seguro que nadie podía tenerlo claro— Jeff, Clint, tomen el suero. 

—No me puedes hacer esto a mi, menos cuando ahora he encontrado a los verdaderos culpables de todo lo que nos ha pasado. —Alby se había tocado la nariz con exasperación ante las palabras del rubio, todos se miraban sin entender de lo que este hablaba y mi ceño fruncido es lo que hizo que Thomas me mirara una vez más—

—¿Qué es lo que pasa? —Thomas aún me sostenía en sus brazos pero hice lo posible por separarme de él para estar más atenta de la plática enérgica que mantenían Ben y Alby mientras todos se cuchicheaban cosas mirándose—

La conversación se tornó agresiva por los gritos de Ben, los demás trataron de acercarse al rubio pero él mantuvo la distancia y el mismo Newt se quedó atónito cuando las venas de Ben se volvieron de un color azul que comenzó a darme miedo, podía sentir mis nervios al máximo, mis manos comenzaron a temblar aunque no entendí el momento en el que Ben se acercó a mi, me tomó del cuello demasiado fuerte y yo no pude hacer nada por detenerlo, cuando su agarre fue conciso, dejé escapar un último suspiro antes de mover mis manos temblorosas hacia las suyas como si eso fuera a hacer que dejara de apretar mi cuello, sentía el ardor en mis mejillas y algunas lágrimas que ya comenzaban a resbalar por ellas, no me quedaba de otra más que aceptar lo que se avecinaba, o eso pensé antes de escuchar un golpe que aflojó el agarré en mi cuello y me hizo caer. 

Podía ver a Ben en el suelo, mantenía sus ojos cerrados y cierto coraje se empezaba a acumular dentro de mi, ahí estaba yo, a su lado, observándolo mientras caminaba a su alrededor, nadie de los presentes parecía poder creer lo que estaba pasando y Newt, aquel que había soltado el golpe en su cabeza, mantenía su mirada fija en el cuerpo de Ben pero en la mano que sostenía la pala estaba temblorosa, la respiración de Newt parecía dificultarse conforme el tiempo avanzaba, todos desviaron su atención de Ben cuando Newt soltó la pala y se sentó en el suelo por unos momentos, mientras la multitud se iba disipando, los Docs se acercaron a Ben para examinarlo, después de eso se acercaron a platicar con Alby. Me quedé mirando a Thomas por un rato, él parecía confundido ante lo que estaba viendo, en ningún momento levantó la mirada de donde se encontraba Ben y comenzaba a morder sus uñas con desesperación; ahí me encontraba yo viendo de nueva cuenta al chico, su sangre se derramaba por el pasto y su pecho iba de arriba a abajo de una manera tranquila, creo que finalmente podía decir que estaba tranquila. 

Thomas

Después de estar seguro que Ben no iba a hacer nada más, me quedé en el suelo sumamente nervioso por lo que fuera a pasar después, la chica nueva daba vueltas a su alrededor cuando Ben soltó un fuerte alarido seguido de un fuerte agarre en las piernas de la novata que soltó un grito tratando de zafarse de aquel agarre, yo me levanté del suelo para acudir a su auxilio pero Newt fue más rápido al darle otro golpe a Ben. 
Ella salió corriendo del lugar hundida en llanto, ni siquiera permitió que alguien la siguiera pero de todos modos, Chuck fue tras de ella sin apresurarse, guardaba una distancia considerable y de alguna manera, creí que lo mejor que podía hacer es estar con ella; una vez que estuve seguro que podía acercarme, lo hizo de inmediato, yendo a abrazarla para tratar de calmar el llanto. 

—Hey, tranquila, ya pasó todo, estarás bien. —Ella se aferraba a mi pecho, derramando unas cuantas lágrimas más antes de mirarme a los ojos, con algunas muecas y un ligero rubor en sus mejillas—

—Soy Agustina... —Fue una de las primeras cosas que dijo limpiándose las lágrimas, se acomodó en mi pecho y dijo algunas otras cosas que no pude captar de inmediato pero en cuanto ella se quedó dormida, me hicieron pensar en lo peligroso que podría resultar un próximo encuentro  con ese chico—

Me quedé un buen rato observando a la chica mientras conversaba con Chuck sobre lo raro de ese asunto con Ben y él me pudo contar un poco más de su estado previo a nuestra llegada, según me había dicho que había sido interceptado por Alby después de haber estado tras esas puertas enormes que daban entrada a un enorme laberinto, ahí Ben había sido atacado por 'penitentes', criaturas que merodean el lugar como una especie de guardianes en ellos y estando en su recorrido habitual, tuvo la desfortuna de encontrarse con uno de ellos y fue picado, ahí empezó su agonía, decía cosas sin sentido y algunas locuras que Alby no podía permitir, comenzaba a asustar al resto de los larchos, incluso algunos decían que estaba chiflado por todo lo que salía de su boca. Lo siguiente que sucedió, después de una larga asamblea en la que se discutió la situación por horas, se llegó a proponer su total aislamiento en la finca, ahí estaría seguro y se protegería de la picadura mientras los Docs se encargaban de tratarlo con el suero, si todo salía bien, Ben podría estar como si nada con los demás, de todos modos, la gran mayoría no mantenía un contacto frecuente con los corredores.

Newt se acercó con nosotros después de un rato para preguntar por Agustina pero ella aún se encontraba dormida por lo que me recomendó llevarla a su respectiva hamaca y me pidió hablar un rato a solas durante la fogata nocturna que se estaba organizando, yo accedí sin mayor problema puesto a que, después de platicar con Chuck, me habían surgido demasiadas dudas respecto a lo que se encontraba fuera de esos muros, la experiencia con Ben me había servido para preguntarme muchas cosas y aunque intentara tener miedo por las criaturas o un posible enfrentamiento a ellas, mi curiosidad era mayor. 

Agustina

Mi mente se encontraba divagando en lo que había sucedido con Ben por la mañana, mientras se metía el sol, me senté en la hamaca, revolví mi cabello y me empecé a concentrar en los sucesos, desde las palabras que había dicho Ben hasta las imágenes fugases que habían pasado por mi mente como si fueran cosas que ya me habían pasado, era extraño porque hasta el que parecía ser mi nombre, la manera en la que lo supe no era algo normal, incluso cuando yo intentaba recordar algo más había una barrera que me lo impedía, era como si tuviera prohibido acceder a esa parte de mis recuerdos, llevé mis manos hasta mi cabeza para poder sobarla, me volví a acostar en la hamaca, meciéndome, revolviendo de nueva cuenta mi cabello y manteniéndome ocupada en querer recordar.

—Me alegra ver que ya has despertado. —Un pequeño de mejillas rosadas se encontraba a mi lado, sonriendo sin mayor preocupación mirando el movimiento tan repetido de la hamaca, de un lado a otro mientras el color carmesí iba desapareciendo— Alby me envió a ver tu estado después del alboroto matutino pero creo que ahora estás bastante tranquila, creo que podrías asistir a la fogata de esta noche. 

—¿Hay algo de especial con eso? —Paré abruptamente el movimiento de la hamaca mientras me sentaba para observar al chiquillo— Digo, me hace pensar que soy algo especial al hacerse justo en mi llegada. 

—Pues estás en lo correcto, es una fogata para que los recién llegados se sientan parte de este lugar, es una cálida bienvenida al lugar que desde ahora es tu hogar, habrá un grupo con el que te podrás integrar de una manera magnífica y también podrás convivir con otros manteniendo las reglas que ya se hablaron en el recorrido, respetando la paz por la que todos hemos trabajado.

—Vaya enseñanza tan avanzada para un niño de tu edad, dime Chuck, ¿hace cuanto que llegaste a este lugar? —Él se sentó en el pasto, sacudiendo su ropa y volviendo a sonreír, era una sonrisa tan inocente y linda que lograba contagiarme de inmediato—

—Pues antes de ti y de Thomas llegué yo, no me ha costado mucho adaptarme a este lugar aunque fue difícil teniendo en cuenta a muchos chicos más grandes y pesados, cada uno está en su mundo siendo que cada uno de ellos tienen una labor en este lugar y hay un líder que se encarga de mantener el orden, funcionamos bien pero es extraño que sólo seamos pequeños shanks corriendo de aquí para allá tratando de resolver nuestros problemas. —El niño regordete se encogió de hombros mirando a otros chicos que estaban pasando por el lugar mientras que Thomas miraba sus manos, ya todo estaba más tranquilo—

Esperaba que llegara por fin la noche para la famosa celebración de la que Chuck nos había hablado, tenía que admitir que mi nerviosismo era mayor en ese momento por ver lo que harían los demás después del incidente de la mañana, a pesar de haber pasado horas de eso, la mirada y palabras de Ben no dejaban de rondar mi cabeza ni un solo momento, tal vez comenzaba a desarrollar empatía por él, o me causaba lástima su caso, dejé esos pensamientos mientras me levantaba de la hamaca a caminar por ahí, tal vez iría a comer algo o tomaría alguna cosa de la cesta de vegetales que pudiera consumir en el momento y me audara a aguantar a más tardar un rato más. Mis pensamientos iban brincando entre cada tema algo complejo y entre ellos se encontraba mi nombre, Agustina, ese nombre me gustaba por los pequeños brincos que daba mi corazón al pronunciarlo pero al mismo tiempo lo sentía algo lejado, como si no fuera del todo mío, parecía que no me pertenecía en lo absoluto y sería extraño que todos comenzaran a llamarme por mi nombre sin yo saber que el transfondo de esto. 

—Hey, larcha, ¿qué estás buscando? —Un chico bastante alto, con cejas extrañas se acercó a mi cuando estaba por entrar a la cocina—

—Sólo vine a buscar algo que pueda comer, al menos hasta que sea la hora del banquete. —Me encogí de hombros sin mirarlo mientras iba de un lado a otro inspeccionando el lugar para ver si encontraba algo—

—Mira, regularmente no nos permiten comer a otra hora porque Alby es muy riguroso en ese aspecto, si queremos que dure la comida tendremos que mantenernos al margen pero por el altercado de la mañana, haré una excepción contigo. —Me abrió la puerta de la cocina para que pasara primero, él iba detrás de mi y me pidió luego que lo siguiera hasta donde estaban unas cajas, había frutas y verduras dentro de estas perfectamente acomodadas, él me pidió escoger lo que quisiera y le señalé unas exquisitas manzanas verdes, el chico tomó dos de estas y salimos como si nada de la cocina, caminamos un  poco hasta estar lo suficientemente lejos de la cocina, ahí me extendió el fruto que prové con muchísima alegría, incluso comencé a sentir un fuerte cosquilleo que me hizo soltar una risa— Por cierto, soy Gally. —Me extendió su mano la cual estreche con una sonrisa que él me devolvió—

—Soy Agustina, muchas gracias por la fruta, la levanté haciendo alución a esta y brindándole de nueva cuenta un mordisco con el que había logrado acabarla hasta menos de la mitad—

—¿Ya sabes cuál será tu estación por el día de mañana? —Me preguntó sentándose sin más en el pasto, observando a otros chicos y brindándome una media sonrisa al mirarme de reojo, yo me senté a su lado negando en el proceso mientras dirigía mi mirada al mismo lugar que él— Bueno, si mañana te dejan la estación de los constructores, tal vez podamos platicar un poco más acerca de ti o de algo en específico del área, como lo prefieras. 

—Claro, me parece que sería algo genial porque quiero adaptarme lo más pronto posible a este lugar, no quiero perder el tiempo y de cierta forma también quiero aportar un montón con ustedes. —Gally soltó una risa y eso hizo que el ambiente se sintiera tan genial, creo que le estaba tomando confianza a las personas más pronto de lo que pensaba—

—Bueno, tendré qe dejarte por ahora, larcha. Tengo que ir a preparar todo para que esta noche sea increíble para los novatos, nos veremos allá. —Se levantó del césped, sacudiendo su pantalón, se despidió moviendo su mano y con una sonrisa sincera que sentí la necesidad de corresponder, Gally me había agradado muchísimo—

—Oh, pero si es Thomas, escuché la voz de Gally en un tono bastante divertido, por allá está tu novia. —Y en cuanto voltee a ver a Thomas me encontré con su rostro rojo cual jitomate, cuando se dio cuenta de que lo miraba, su rostro se tornó más rojo y no pude evitar soltar una risa—

—No es grecioso. —Me reprochó él mientras tomaba un lugar a mi lado en el césped—

Rodee mis piernas con mis brazos, mientras mi mirada divagaba por ahí, sin darme cuenta, de nuevo me encontrab perdida en mis pensamientos, ya no en lo que había pasado en la mañana sino aquella vez que me encontré con Thomas y sentí que algo raro estaba pasando en mi interiror, fue justo el momento en el que me hablaba y para captar mi atención, no había hecho más que tomar mi barbilla y dejar un corto beso en mis labios, esta vez era yo la que se encontraba colorada, mis mejillas estaban ardiendo y la sonrisa de Thomas me hizo sentir una emoción inexplicable en mi estómago. 

—Te ves muy tierna cuando te sonrojas. —Fueron las palabras de Thomas las que me dejaron en un estado de trance y alegría, él se veía igual, creo que incluso estaríamos a punto de besarnos de nueva cuenta, quería hacerlo una vez más para estar segura de lo que estaba sintiendo en ese momento pero era mucho pedir cuando estábamos rodeados de un montón de chicos que amaban el chisme—

Cuando finalmente llegó la noche y la oscuridad gobernaba el lugar, Alby, el líder se acercó con una antorcha seguido de otros chicos en los que también se encontraba Gally, ahí estaban todos formados para dirigirse a la fogata en donde tiraron las antorchas y encendiendo la gran luz que iluminó el área por completo, todos estaban emocionados, incluso cuando Alby comenzó a hablar sobre los inicios de este lugar, ahora sé que fue de los más fuertes y no por nada es el líder, haciendo incluso una comparación conmigo, no podría soportar estar mucho tiempo sola en un lugar sin volverme loca, incluso aprendería a hablar más rápido con las rocas que a intentar sobrevivir y hacer de este lugar lo que es ahora. Una vez terminada la charla de Alby, se nso invitó a rodear la fogata, sentados o parados por ahí, en grupitos o solos pero al mismo tiempo en una misma unidad, ahí estábamos Thomas y yo como los novatos, Chuck nos acompañaba en todo momento contándonos un poco de las personas que nos redeaban, algunos de ellos tenían un carg importante en el lugar y otros eran simples acarreados, incluso Chuck decía que en algún momento le gustaría destacar tanto como lo ha hecho Newt, el rubio que platicaba con Alby cerca de la cocina, observaba a todos lados hasta que nuestra mirada se topó y decidí desviarla tratando de disfrutar lo más que se pudiera. 

Chuck después de acabar sus relatos se fue a buscar algo de comida con Sartén, nos quedamos sólo Thomas y yo hasta que Newt lo llevó a platicar a otro lugar, estaba sola mirando la hoguera sin mayor alegría, me recargué en el tronco para descansar mi cuerpo mientras alguien se sentaba a mi lado, cuando volteé, me encontré con un Gally mirando hacia el fuego, tomaba algo pero su mirada se mantenía estática. 

—Bonita noche, ¿no es así? —Yo asentí bsotezando un poco, fue así como logré captar su atención y me invitó de su bebida, yo la probé sin decir algo pero me arrepentí porque en seguida la escupí, una carcajada de su parte me molestó por lo que le voltee los ojos— No me dirás que no fue algo gracioso. 

—Lo ha sido para ti porque estás acostumbrado a esa cosa, yo no sé que es eso, ¿qué es? —Gally soltó una carcajada más fuerte que hizo a todos posar su mirada en nosotros en específico, entre ellos a Thomas quien se le veía algo molesto, decidí no prestarle mucha atención así que seguí hablando con Gally, le di un codazo para que se callara y finalmente cuando lo hizo, me hizo levantarme de mi lugar para ir por más de esa bebida extraña, lo acompañé gustosa y terminé aceptando de nuevo un trago de esa bebida, nos la pasamos riendo durante toda la noche, comimos con los demás pero nos mantuvimos un poco alejados de los demás, como si por el momento no existiera el área— Sabes, sinceramente pensé que no me iba a divertir esta noche pero está siendo increíble, ¿quién necesita a Thomas cuando contigo puedo cotorrear de lo mejor?

—¿Cotorrear? —Gally soltó una carcajada de nueva cuenta que me contagió y terminamos en el suelo prácticamente muertos de risa on las caras rojas y un dolor en la barriga— Mira que nosotros..tenemos palabras extrañas pero esa me ha causado mucha gracia. 

Volvimos a reírnos uno del otro mientras intentábamos ponernos de pie, agarrábamos nuestro estómago con una mano esperando a que este no fuera a explotar de repente, incluso iba a hacer otra graciosada pero un Newt preocupado fue el que hizo que ambos nos miráramos tratando de adivinar lo que estaba pasando. 

—Hace rato que no he visto a Thomas por ningún lado y me preocupa mucho, dijo que iría al baño pero hasta ahora no ha regresado. —Newt tenía sus manos en la cintura, eso me parecía gracioso pero la situación ameritaba seriedad—

Nos quedamso en un silencio incómodo en el que sólo nos veíamos y no pude evitar soltar una risa que contagió a Gally y de ahí también a Newt, los tres no dejábamos de reírnos y los demás ya parecían algo incómodos con nuestro estado, nosotros caímos al suelo en un ataque de risa incontrolable mientras los demás nos rodeaban sin decir nada, incluso Alby se mantenía en una postura firme, viendo a cada uno de nosotros con reproche pero me pareció raro que siendo la autoridad no haya hecho nada para callarnos, es más, creo que si lo intentaran en algún momento, no podrían callarnos ni poniéndo algo en nuestras bocas. 

De un momento a otro me encontraba fuera de mi trance, ahí estaba Newt con Gally, tomando de la bebida maravilla que los hacía hablar, me levanté de mi lugar empezando a caminar sin rumbo, llegué al bosque y me adentré a este siguiendo los sonidos del agua corriendo, el crugir de las hojas y finalmente había encontrado a Thomas, debajo de un árbol, con los ojos cerrados y con los brazos cruzados tratando de protegerse del frío, incluso me hubiera encantado poder tener un recuerdo de ese momento enmarcado en algún lado y que este me acompañara por siempre. 

—¿Por qué me miras así? ¿Te gusto? —La última pregunta hecha por Thomas me desconcertó mucho que hasta hizo que comenzara a temblar de los nervios, él se acercó a mi envolviéndome en sus brazos y yo comencé a reír—

—¿Tomaste algo de esa bebida rara? Creo que ya estás delirando y diciendo cosas sin sentido alguno. —Él sonrió de lado y luego dejó de hacerlo mientras tensaba su mandíbula y una cara de trsiteza se instalaba en su rostro para mirarme de regreso— 

—¿Crees que estoy delirando? —Su tono de voz me hizo pensar que estaría a punto de llorar por lo que lo miré y acaricié su mejilla, él tomó mi mano quedándose cabizbajo mientras yo lo seguía observando sin saber como repondría lo que había roto— ¿A qué viniste? 

Recordé las palabras de Newt cuando se dirigió con nosotros tras no haberlo encontrado y eso me dio la idea para continuar conversando con Thomas. Su mirada volvió a mi, esta vez había liberado mi mano para que pudiera reposarla en su hombro, eso me puso sumamente nerviosa, él lo había notado y estaba segura que se aprovecharía de eso para que estuviéramos más cerca.

—Hace rato que Newt te ha estado buscando, le dijiste que ibas al baño pero no volviste así que está preocupado por ti. —Él enderezó su postura mientras miraba hacia otro lado pareciendo incómodo ante la mención del rubio— ¿Ha pasado algo raro?

Él se removió en su lugar, rascando su nuca mientras miraba a otro lado, había algo que estaba tratando de ocultar pero que a mi me causaba demasiada curiosidad por alguna extraña razón. 

—No quiero hablar de esto ahora, sólo, no le digas donde estoy si estás pensando en irte.—Decidí acompañarlo al menos por un rato antes de que también comenzaran a buscarme a mí, me senté a su lado tomando su mano, sentí su mirada por un buen tiempo hasta que supe que estaba maquinando algo, no apartaba su mirada de mi—

—¿Qué pretendes? —Soltó una carcajada levantando sus brazos en posición de rendición pero sin apartar su mirada de mi, esta vez pasando a mis labios y sin esperarlo, recibí un beso cálido que había necesitado durante todo el dpia y hasta ahora estaba cayendo en cuenta de eso, no quería seararme de él por lo que me subí en su regazo permitiedo la cercanía de nuestros cuerpos—

Sus dulces labios recorrían mi mandíbula, mis mejillas y mi cuello con pequeñas mordidas que hacían que sintiera una chispa dentro de mi estomágo, no tengo las palabras para explicarlo pero era una sensación única que me emocionaba con demasía. Estoy segura que pudieron pasar horas desde que comenzamos a besarnos, incluso sentía que podíamos comenzar a llegar a cosas de las que Thomas se estaría arrepintiendo en la mañana.

—Agustina...no quiero dejar de besarte.. —Lo interrumpí con unos cuantos besos en su cuello mientras acariciaba mi cabello y posteriormente sujetaba mi barbilla mirándome con una sonrisa— Quiero decirte lo mucho que me gustas desde que llegamos a este lugar..

—Creo que también lo he entendido, he sentido cosas que no imaginaba durante estos días y me resulta extraño. —Thomas rodeo mi cuerpo con sus brazos y me recargué en su hombro—

Thomas tomó mi mano para entrelazarla con la de él, nos mantuvimos un buen tiempo en silencio, observamos algunos de los animalillos luminosos que se encontraban a nuestro alrededor, no había mucho que decir puesto a que nos encontrábamos en paz sabiendo los sentimientos del otro, fue entonces que recordé ese beso que le di en los labios y no me pude resistir a repetirlo. Volví a besar sus labios de una forma tan suave buscando ese extraño cosquilleo en mis estómago de aquella primera vez encontrándome con que, en esta ocasión, se había vuelto mejor, podía escuchar a mi corazón latir rapídisimo, más de una sonrisa se quiso salir de mis labios para ser mostrada a mi ser amado; Thomas recorría mi cuerpo con sus manos en un toque bastante delicado, apenas si rosaba las yemas de sus dedos con la piel que se asomaba en mis hombros y cuello, susurraba palabras tan lindas y magníficas que me ponían la piel chinita. Lo último que recuerdo de esto es que, nos quedamos abrazados el resto de la noche, siguiendo esas pequeñas luces en nuestros alrededores, lo besé por última vez y caí profundamente dormida. 

Al día siguiente

No recordaba un dolor de cabeza tan fuerte como el que estaba presenciando ahora mismo, incluso llegué a tomar mi cabeza con una de mis manos simujlando hacer un masaje en la sien, era el lugar donde más dolía pero con Thomas a mi lado, comencé a prestarle atención, se veía muy dulce durmiendo en aquel tronco aunque seguro que estaría sumamente adolorido en cuanto despertara justo como ahora lo estaba yo. 

—Buenos días. —Con un tono de voz ronco y adormilado, me regaló una sonrisa excepcional e inmediatamente, hizo que un poco de mis pesares desaparecieran al instante—

—Buenos días, ¿cómo dormiste? —Le pregunté quedando frente a él, sonriendo y acomodando su cabello a un lado para darle más visibilidad a su rostro—

—Admito que no fue muy buena idea quedarnos recargados en un tronco, haber bebido cosas extrañas pero tampoco me arrepiento de haber pasado la noche a tu lado. —Se acercó a mis labios los cuales beso unas cuantas veces, sonreía y se le notaba muy tranquilo— ¿Tienes hambre?

—Justo esa iba a ser mi próxima pregunta, respondiendo a esto, si, me muero de hambre. —Él soltó una leve carcajada y se levantó de su lugar ayudándome de igual manera, mientras entrelazaba nuestras manos, no pude evitar mirarlas en más de una ocasión mientras platicábamos—

—Miren que tenemos aquí, los larchos aparecieron. —Un Gally sonriente y a su lado un Newt algo disgustado, con una bolsa color azul en su cabeza nos miró— ¿Qué estuvieron haciendo? 

—Durmiendo. —Thomas se encogió de hombros, supongo que entendió el doble sentido en las palabras de Gally y prefirió no darle más cuerda a sus pensamientos—

—No creo que ayer hayan desperdiciado la noche en dormir, igual, tampoco hay alguna razón para jusgarlos. —Gally codeó a Newt con una sonrisa mientras se carcajeaba y mi nerviosismo comenzaba a hacerse presente—

—No todo es como tu mentecilla pervertida puede llegar a maquinarlo, galorpo. —Esta vez fue Newt quien le dio un codazo con una sonrisa, le agradecía con una ligera sonrisa mientras rascaba mi brazo en busca de distracción—

—Bueno, si ahora nos disculpan, Agus y yo irémos a desayunar algo antes de que nos pongan a realizar actividades en este lugar. —Aún manteníamos las manos entrelazadas por lo que así nos fuimos en dirección a la cocina de Sartén en donde nos tocó hacer fila para recibir nuestro plato con un poco de la comida que sobró ayer y algo más saludable—

No hablamos mucho puesto a que cada uno se concentró en su comida, de repente estuvimos intercambiando algunas palabras que nos hicieron reír pero las miradas de los demás nos ponían algo incómodos, incluso eso me hizo pensar que de cierta forma sería mucho mejor regresar al bosque para nunca volver a salir de ese lugar. 
El tema de la noche anterior volvió a salir a la luz cuando estabamos yendo a entregar nuestros platos, ahí Thomas me había preguntado por lo que dije para asegurarse que no había alucinado y que la forma en la que estuvimos en el bosque no había sido un sueño, incluso un la platica que teníamos ahora mismo. 

—Bien, ahora ambos estamos conscientes de lo que el otro dijo durante la noche, mantenemos nuestros recuerdos y ahora, ¿qué haremos? —Partimos de la cocina hacia un lugar más tranquilo en el que pudiéramos platicar, nuevamente en el bosque—

—Sólo sé que te amo y no quiero pertenecer a nadie que no seas tú, Aguistina. —Sus palabras me llenaron el corazón de una manera tan especial, él tomó mi mano para dejar un beso en ella mientras no apartaba su mirada de la mía, sentía que me quedaba sin aire por lo hermoso que se estaba tornando este momento—

—Desde que abrí mis ojos y te observé, sabía que algo no estaba bien, sentía muchas cosas tan intensas que no podría llegar a describirlo de alguna manera tangible sin quedarme corta en el intento, por eso cuando comenzmos a acercarnos, sabía que tú eras el indicado. —La mirada de Thomas se mantenía en mi a todo momento, movía sus manos mientras me escuchaba y tenía un color rojizo en sus mejillas que me causaban bastante ternura—

Habíamos pasado unas horas tranquilos alejados de los demás mientras que platicábamos de mil cosas al mismo tiempo, si bien, no teníamos recuerdos, al menos podíamos hablar de otras cosas que contemplaran el área y nuestro futuro en ella, una vez de regreso con el resto de los chicos, se daría un anuncio especial cercano a la tarde/noche en donde tendríamos que poner atención. 

—¿Galorpos!, ¡Cierren su miertera boca! —Gritó Alby haciendo que todos los chicos dejaran de hablar entre ellos y miraran al líder con un poco de miedo— Dejen a Minho hablar. 

—De acuerdo.. —Minho soltó un suspiro que le valió la mirada aún más intrigada de los presentes, se notaba bastante nervioso a decir verdad— Como algunos habrán sido testigos del problema que se presentó con Ben por la mañana, tras haber sido picado por un penitente y haber incumplido nuestras reglas, se ha tomado la decisión de exhiliarlo para evitar más de estos incidentes y también como una advertencia a todo aquel que crea que este lugar no es peligroso, ahora más que nunca debemos mantener la unidad. 

—Pero podría ser más fácil que lo dejen encerrado en la finca para su próxima recuperación, ¿no? —Uno de los chicos que se encontraban a nuestro alrededor dio un buen punto pero Minho en seguida negó—

—¿Quién nos asegura que Ben mejorará? —Newt tomó el lugar de Minho al frente para dirigirse al chico y en el proceso mirar a Thomas y a mi— ¿Qué pasa si ahora te ataca a ti? No creo que sea una buena idea mantenerlo sabiendo que puede llegar a ser un peligro para este lugar y la forma en la que Alby lo ha ido desarrollando durante los últimos tres años así que, no pienses sólo en ti, shank, piensa en los demás. 

—Tampoco creo que sea la mejor idea. —Otro chico de entre la multitud alzó la voz y eso se derivó en una serie de charlas en las que ninguno se ponía de acuerdo respecto a la desición final pero Alby nunca se metió a interrumpir la plática, se quedó cruzado de brazos procurando escuchar cada una de las variantes soluciones que le podían dar a su problema y yo, entre más escuchaba, mejor idea me parecía el exhilio—

—Está decidido, los encargados del área nos encargaremos de su exhilio por ahora que se acerca la hora del cierre de las puertas. —Alby señaló a unos cuentos chicos mientras los demás regresaban a lo suyo, nosotros nos encaminamos a las hamacas con Chuck, ahí estaba el chjico rizado con un semblante triste que me partía el corazón—

Newt

Ya nos encontrábamos frente a las puertas del laberinto, no había más larchos a nuestro alrededor más que los encargados que estaban esperando las indicaciones de Alby, él aún no se encontraba por haber ido a buscar junto con otros dos chicos a Ben por lo que me puse a pensar en lo que había sucedido la noche anterior, había ciertas parte que eran borrosas pero sabía que tarde o temprano tendría que aclarar todo, al menos conmigo mismo. 

—Larchos. —La voz de Alby alertó a algunos de los presentes haciendo que lo miraran y posteriormente a Ben quien se jaloneaba de Zart— Todos los encargados tomen su poste correspondiente y he de advertir que aquel que quiera hacer alguna clase de disturbio, será castigado pasando la noche en el pozo y algunas otras medidas que me encargaré personalmente de llevar al pie de la letra, ¿estamos de acuerdo? —Nadie soltó palabra alguna y yo por mi parte asentí dándole la razón para que pudiéramos proceder con todo esto, cada uno tomó los postes mientras que buscaban desprenderse de los alaridos de Ben—

Ben se encontraba sujetado por una cuerda que mantenía sus manos inmóviles detrás de su cuello, Minho al ser el encargado de los corredores fue quien lo llevo en medio de nosotros, ahí dejo que lo observáramos una última vez, se podía sentir el miedo de Ben en su mirada yendo de un lado a otro mientras que cada uno evitaba mirarlo para evitar la amenaza que nos había hecho Alby en esa ocasión, nadie querría desafiarlo sabiendo que tendría las de perder siendo el líder de este lugar. Minho cortó la cuerda con una daga de un solo movimiento, de ahí que Ben cayó de rodillas llorando y pidiendo en más de una ocasión que le dejaramos ir, que no lo volvería a hacer y demás palabras inservibles para su situación, uno de los encargados había arrojado un morral a los pies de Ben quien lo tomó gritando de dolor y abrazándolo como si fuera algún peluche que lo fuera a proteger de lo que estaba a punto de vivir, después de un rato en silencio, Ben tenía un semblante más tranquilo e inexpresivo, algunos se notaban tristes por lo que vendría a continuación pero al final tendríamos que resignarnos a que sería lo mejor para el área.
Ben volvió a rogar para que no lo exhiliáramos pero la decisión ya estaba tomada, las reglas eran un punto que no habría manera de cambiar y por eso cuando llegamos a este lugar se nos exigió respetarlas para funcionar de la mejor manera posible y algún día ir más lejos de este lugar, el sonido de las puertas nos alertó, ya era la hora de que cumpliéramos con el destierro definitivo de Ben hacia el laberinto, preparamos nuestros postes para empujarlo con estos hacia las puertas, estas comenzaban a tener fuertes estruendos que llevaron a que Ben se arrodillara y chillara una vez más pidiendo piedad a Alby pero los demás lo ignoraban y volvían a sonar mis palabras durante la ceremonia haciendo de nuevo las preguntas y por obvias razones, sabiendo que no podría echarme para atrás, pensar en grupo y no individualmente.

Empujaron a Ben hacia la perdición dejando que viera el área que había sido su hogar por última vez, la luz que proyectaba el cielo estaba cercana a esconderse del otro lado de los árboles y algunos curiosos comenzaron a asomarse desde lejos, los alaridos de Ben hacían que estos se alejaran pero la chica mantenía su mirada en todos queriendo que esto ya acabara por su rostro de preocupación, yo quería que ya pudiéramos irnos a descansar, Ben prácticamente era un caso perdido que por más que quisiera, no podría sobrevivir a los penitentes y a la presión de estar solo por allá; ya las puertas habían avanzado bastante por lo que bastó un empujón más con los postes para que Ben corriera lejos de donde estabamos, él chilló unas cuantas veces más antes de que las puertas se cerraran finalizando nuestro martirio. Algunos otros larchos se acercaron a las puertas para llorar mientras se incaban en el lugar a llorar la pérdida de otro de nuestros larchos, siempre era más difícil pero al menos habíamos salvado a más chicos de ese terrible final.

—Ya pueden regresar a sus actividades. —Alby dejó su respectivo poste en la pared y los demás hicieron lo mismo en su respectivo orden, uno detrás del otro y yo fui el último que lo hizo, cuando estuve próximo a marcharme, Alby me tomó del brazo deteniéndome y esperando a que los demás tomaran su camino— Necesito hablar contigo.

Agustina

Lo que habían sido los gritos de ese chico habían sido mi perdición, fueron momentos llenos de tensión en los que preferí estar en coma antes de cargar con esto en mi memoria, era muy complicado para mi imaginar la vida de ese chico en el laberinto, los chicos de nuestro alrededor lo habían descrito como su perdición y todos estaban seguros que moriría. 

Chuck mantenía tapadas sus orejas y sus ojos esperando que todo pasara y en cuanto Thomas acarició su cabello rizado dándole a entender que ya todo había pasado, Chuck me abrazó fuerte dejando algunas lágrimas en mi blusa y yo lo único que pude hacer por él fue dejar que se desahogara mientras podía acariciar sus rizos una y otra vez repitiéndo que todo estaría bien; Thomas decidió que lo mejor sería llevar al pequeño a descansar mientras nosotros le ayudabamos con sus actividades, en esta ocasión, el área estaba sumida en un silencio incómodo que hizo a Alby parar las actividades antes de tiempo, dar la cena más temprano y dejar que durmiéramos temprano, nadie protestó, ni siquiera de broma, todos hicieron lo que se les dijo mientras con un semblante triste, recordaban el desafortunado deceso de su compañero.

—¿Cómo te sientes? —Thomas había cambiado su hamaca al lado de la mía y Chuck dormía a mi lado izquierdo para que así pudiéramos cuidarlo también—

—Me siento en una especie de shock por lo que pasó, creo que no pensé que fueran tan estrictos en este lugar y si te soy sincera, me da miedo que algún día terminen tomando las mismas medidas con alguno de nosotros. 

—Pero eso no tiene que pasar, Agus. —Thomas acarició mi hombro para llamar mi atención y una vez que la obtuvo, junto nuestras hamacas para que pudiera abrazarme y besar mi frente—

—Supongo que debemos de confiar que era lo justo y ellos saben lo que hacen. —Me recosté en su pecho mirando a un punto lejano de la oscura área, las palabras de Newt de inmediato me hicieron recordar que desde ahora, no podía pretender pensar de forma individual—

—Ahora vamos a dormir que mañana habrá mucho por hacer y Chuck. —Seeñaló al chico regordete que se encontraba descobijado. Lo acerqué a mi hamaca para juntarlo con nosotros y poderlo cubrir de mejor manera, dejé un beso en su frente volviendo a mi posición inicial en los brazos de Thomas—

—Tengo una duda. —Thomas se levantó un poco de la hamaca para poder observarme de mejor manera— ¿Qué somos? —La confusión inundó mi rostro pusto a que no pensé que la duda fuera a llegar tan rápido pero así fue y me tomó por sorpresa—

—Yo, uhm, no sé que responder a eso. —Me revolví el cabello un par de veces sin querer mirar a Thomas—

—Creo que ahora que me he atrevido a hacer la pregunta, sería bueno que también te propusiera ser mi novia. —Su mano fue hasta mi mentón levantándo mi rostro para permitirle mirarme y ver que ahora mismo se encontraba sonriendo— ¿Qué dices?

—Te amo y acepto ser tu novia. —Sonreí lanzándome a sus brazos para besarlo, nos reímos un poco de la situación y nos quedamos un rato más platicando hasta que unos chicos nos callaron, tomamos las mantas quedándonos profundamente dormidos—

A la mañana siguiente, me encontraba despierta por los rayos de luz que me pegaban en la cara, decidí moverme un poco para poder bajarme de la hamaca e ir a caminar un poco, procurar disfrutar un poco del día que comenzaba, me encaminé sin un rumbo fijo, veía los cultivos y algunas cosas regadas en las diferentes estaciones de los encargados, no me podía preocupar mucho porque hubiera alguien merodeando y mejor aún si las puertas del laberinto estaban cerradas.

—Agustina. —Alguien tocó moi hombro provocando que me asustara pero me relajé al ver que sólo se trataba de Alby— Perdona que te haya asustado.

—No te preocupes, todo bien. —Traté de parecer menos nerviosa ante su presencia— 

—¿Qué haces despierta a estas horas? Es muy temprano para una novata. —A lo lejos podía ver a unos corredores estando en las puertas a la espera de su apertura, supongo que ellos no perderían el tiempo después de todo—

—Sólo he despertado por los rayos de luz, es todo. —Me encogí de hombros mirando de nuevo a los chicos que se encontraban en la puerta y luego a Alby que sonreía—

—Que tengas un buen día, Agustina. —Él se alejó hasta donde estaban los chicos, lo vi marchándose junto a Minho, Newt estaba ahí, observando como se marchaban apenas las puertas habían abierto, me miró unos segundos y se marchó hacia la finca—

Regresé a intentar dormir pero Thomas ya se había levantado, Chuck aún dormía pero estaba descobijado y eso hizo que de nuevo lo tapara, se veía tan dulce e inocente en esa posición. 

—Buenos días, amor. —Thomas sonreía de oreja a oreja, me abrazó y dio un beso en la frente antes de subir de nueva cuenta a su hamaca—

—Buenos días Thom. —Sonreía muy apenas mientras le devolvía el beso y me qudaba recostada en la hamaca—

—Supongo que amaneciste con algo en la mente, ¿tiene que ver con Ben? —Thomas preguntó mientras se recostaba a mi lado mirando hacia el techo que nos cubría, yo hice una mueca y decidí contarle lo de esta mañana—

—Para ser sincera, me dio un poco de miedo el acercamiento de Alby durante la mañana, a pesar de ser alguien que vela por la integridad de los demás, hay algo que no me termina de convencer en él y bueno, menos siendo que ahora salió a recorrer el laberinto con otro chico y temo que sea para asegurarse que no hay rastro alguno de Ben. 

—Me preocupa un poco que pueda ser así aunque si tengo curiosidad por saber que hay allá, recorrer cada centímetro de ese lugar, ser un corredor.. —Thomas no me había devuelto la mirada así que supuse que se había sumergido en sus pensamientos pero lo que le había pasado a Ben inundó mis pensamientos, no soportaría perderlo para siempre—

—Definitivamente olvídate de esa idea. —Newt se recargó del lado de Chuck para que su presencia fuera perceptible para ambos— Después del incidente con Ben, no podrás ser corredor a menos que hayas pasado dos años en este lugar. 

—Pero ahora que no tienen a Ben necesitarán a un corredor más. —Newt volteó a verme y yo sabía que Newt era consciente de mi temor ante se pérdida—

—No creo que sobrevivas a lo que se encuentra allá afuera, si acaso has visto lo que le ha pasado a Ben, dudo que ella quiera que termines igual que él. —La mirada de Thomas se desvió hacia mi dejando entre ver preocupación—

—Iré a terminar mis actividades antes del atardecer. —Newt se alejó a paso lento de nosotros y Thomas aprovechó para poder levantarse—

Thomas

—Hoy tengo que ir con Winston al matadero, luego iré a dejar unos materiales con Gally y estaré aquí por la tarde para que podamos comer. —Le sonreí a Agustina terminando de amarrar mis zapatos—

—Está bien, ¿irás a desayunar?

—No tengo hambre. —Y dicho esto, me marché a realizar mis actividades durante el resto del día tratando de evitar el tema sobre ser corredor, supongo que luego tendría que resolverlo y hacerme corredor de alguna u otra manera—

Pase una mañana bastante ajetreada con Winston debido a todas las actividades que tenía que hacer, el lugar donde él se encontraba era sumamente repugnante por el olor que se desprendía de ahí, la carne estaba colgada alrededor mientras se dejaba escurrir la sangre. 
Hubo algunas ocasiones en las que salí a tomar aire, ese definitivamente no sería mi lugar, estaba convencido que tenía madera de corredor como para que fuera quedarme en ese lugar. 

—Winston, ya tengo que irme, iré a dejar unas herramientas con Gally. —Winston no dijo nada y con una ligera inclinación de su cabeza, pude tomar como una respuesta positiva ante eso—

Me fui caminando hacia la estación de los constructores, ahí estaba Gally hablando con unos chicos mientras construían algunos muebles, luego de haberme visto, guardó silencio y se acercó hasta mi lugar para indicarme las herramientas que necesitaba para yo traerlas de la finca en donde Newt me indicaría las cajas correctas, no dije nada más y acaté la orden de Gally encaminándome hacia ese lugar, en mi mente venían algunas escenas de la noche en la que me marché al bosque, algunas de las palabras de advertencia de Newt respecto al laberinto y luego, tomamos de aquella bebida por un buen rato, más de los chicos allegados a Newt se nos acercaron para contar de sus mejores chistes, acepto que fueron bastante divertidos pero todo empezó a cambiar cuando uno de ellos propuesto una apuesta respecto a las labores si Newt y yo nos besábamos, al principio creí que podría hacerlo porque era divertido pero luego mis pensamientos fueron inundados por la imagen de Agustina, no podría hacerle eso a ella así que me separé, Newt se disculpó conmigo por lo que acababa de pasar pero decidí ignorarlo, me encaminé al bosque con la esperanza de que Newt o alguno de los chicos no me siguiera y así fue para mi fortuna, luego sucedió eso con Agus y bueno, creo que ahora es sumamente incómodo mirar a Newt. 

—Ahí están las cajas, si aguantas ambas entonces habrás terminado con tu trabajo. —Fue lo último que dijo Newt antes de marcharse a los cultivos sin siquiera dirigirme una mirada—

—¿Sabes porque Alby y Minho aún no regresan? —Dejó de moverse cuando escuchó mi pregunta y aproveché para levantar las cajas y quedar a su lado esperando una respuesta—

—No lo sé. —Se encogió de hombros mirando a las puertas y luego a mi— Seguro que ya no tardan en volver. 

—¿Te ayudo con alguna de las cajas, shank? —Miré a Gally de reojo listo para responderle ante su apodo pero en su lugar, le di una de las cajas para que él la cargara— Te veo con la otra caja en la estación, novato. 

—Creo que deberías irte ya, Thomas. —Sólo asentí y me marché lo más pronto posible para alcanzar a Gally—

—¿Por qué me has llamado shank? 

—No acostumbro llamar a los novatos por su nombre hasta que ellos estén teniendo una actividad fija en este lugar, me permite relacionarlos y saber mejor de ellos para incluso aplicar los castigos que da Alby a aquel que incumple las reglas. 

—Thomas tienes que venir pronto, Agustina se ha lastimado la muñeca y no puedo moverla yo sólo. —Chuck tenía las mejillas de un color rojizo por lo agitado que estaba, suponía que había venido corriendo—

—Ve con ella, novato, le diré a alguno de los larchos que me ayuden a llevar la caja que resta. —Me fui con Chuck corriendo en dirección a las hamacas en donde se encontraba Agustina sentada en el pasto, ella estaba tomando su muñeca con cuidado mientras intentaba moverla y soltaba un quejido de dolor—

—Me dijo Chuck que te lastimaste, ¿cómo ha pasado? —Ella mantenía su mirada en la muñeca pero no decía nada más—

—En la mañana se fue a la cocina con Sartén, fue a cortar unas verduras que le había encargado y se cortó, luego intentó arreglar las hamacas para que no estuvieran tan separadas y al no martillar de manera adecuada, terminó por torcerse la muñeca. 

—No es nada, ahora iré con Clint y estaré recuperada lo más pronto posible. —Se levantó del pasto tomando aún su muñeca y empezó a caminar—

—¿Qué es lo que pasa? Déjame acompañarte, al menos para que al momento de estar curándote no creas que no estaré contigo. 

—¿Qué es lo que pasa contigo? Esta mañana no quisiste desayunar porque estabas molesto con  eso de los corredores, yo no te puedo culpar porque al final es algo que tu quieres pero tampoco me permitiré perderte, no quiero que tengas el mismo destino que tuvo Ben tras haber salido. 

—Pero tampoco quiero quedarme por siempre aquí, ninguno de estos trabajos es lo que yo quiero hacer por el resto de mis días en este lugar, quiero conocer lo que hay detrás de esos muros y yo sé que no me sucederá lo mismo que Ben, estaré bien pero necesito que confíes un poco más en mi palabra. 

—Quiero hacerlo, quiero convencerme que todo estará bien pero es imposible hacerlo sabiendo que a cualquiera le puede ocurrir lo de Ben, que de un día para otro vas a estar sufriendo todos los efectos de la picadura de ese animal en la finca sin descanso y con fuertes estragos.

—Agustina, no lo estás haciendo de verdad. —La abracé cuidando su muñeca y la escuché llorar en el proceso, no quería que ella estuviera de esa forma— Te amo, estaré bien, te lo prometo. 

Agustina

Thomas me había llevado con los DOC'S para que ellos pudieran curarme, una vez terminado el vendaje sobre mi herida, me quedé un tiempo a solas para ver a algunos chicos que se estaban acercando a las puertas, eso me recordó a que Alby y Minho no habían regresado, las puertas estaban próximas a cerrarse y no había ninguna señal de ellos. Thomas y yo nos encaminamos a las puertas tal cual lo habían hecho los demás, nos acercamos con Newt para saber las medidas que se tomarían para ir por los chicos pero Newt no dijo nada, pidió un poco más de tiempo para poder tomar una decisión al respecto, muchos de los larchos ya empezaban a especular que era muy probable que un penitente ya lo hubiera picadol o que incluso ya estuvieran muertos, los murmullos fueron creciendo hasta que Newt los paró, ninguno volvió a decir nada hasta que el crujir de las puertas alertó a los faltantes, Gally había venido corriendo a presenciar lo que estaba sucediendo, Newt jalaba su cabellera y algunos otros encargados mordían sus uñas del nerviosismo. 

—Tenemos que hacer algo, no podemos dejarlos ahí afuera. —Thomas comenzó a alzar la voz en dirección a Newt que no se movió y siguió mirando a las puertas—

—No hay nada por hacer novato, si no cruzan esas puertas antes de que estas se cierren, abremos perdido a dos grandes líderes. —La voz tan tranquila de Gally hizo que un escalofrío recorriera mi espalda al imaginar a ambos chicos en la situación de Ben pero fuera del área—

—Miren, son ellos. —Y como uno de los larchos lo había señalado, Minho venía cruzando la esquina con Alby sobre su hombro, ahí estaba Alby cubierto con sangre en su costado, él parecía estar inconsciente pero se veía que Minho estaba luchando contra todo para que ellos pudieran sobre vivir, incluso yo hnaría lo mismo al tratar de salvarlo a él también—

Escuchaba muchas opiniones divididas, unas que pedían que el asiático lo dejara y corriera para salvarse, otros que incitaban a más para ir por ellos y algunos pocos que decían que ya estaban muertos, las puertas parecían avanzar cada vez más rápido con cada grito que soltaban los larchos pero en cuanto voltee a ver a Thomas, él se encontraba a medio impulso de lanzarse a su rescate, lo vi correr en dirección a las puertas que casi se cerraban y mi mayor temor se hizo realidad, Thomas se había quedado fuera del área con ellos y todos se me acercaron para lamentar lo que había sucedido con Thomas, tendría que confiar que todo estaría bien y no habría mayor problema con esto pero tenía miedo, eso me hacía apegarme y mantener un poco de esa promesa que me había hecho al decirme que no acabaría igual que Ben.

Toda la tarde me la pasé llorando, me acosté en mi hamaca esperando que sólo fuera un sueño pero la llevia fue la que me hizo entrar en razón, sabía que Thomas tenía muy pocas posibilidades de regresar y ahora con la lluvia, quería dormir todo el día. 

Thomas

Sabía que ahora no había vuelta atrás, sabía que no me había preocupado salir por mi propio medio hacia el laberinto pero las dudas sobe lo que haría ahora no me dejaron concentrarme en las palabras que estaba diciendo Minho. 

—Este es el final, shank. —Minho se tiró al suelo mirando el cuerpo de Alby, el morocho había sido picado por uno de los penitentes y no habría mucho por hacer si no tenía la cura—

—Aún no, tenemos que encontrar un lugar para pasar la noche y luego en la mañana iremos con Alby en brazos para que le den la cura. 

—¿Acaso Newt no te lo mecionó? Nadie sobrevive una noche en el laberinto, estamos muertos. —Su shock y desesperación eran tan grandes que estaba seguro que en cualquier momento acabaría llorando—

—Tal vez eso haya sido por mucho tiempo pero esta vez no tenemos que morir así que muévete, iremos a buscar un lugar en donde dejar a Alby y buscar algo para nosotros. —Intenté tocar su hombro pero en cambio, recibí un manotazo de su parte—

—¡Acaso se te ha safado un miertero tornillo! —Se levantó de su lugar para tomarme de la camisa y sacudirme con fuerza, ya había derramado algunas lágrimas, no era el mismo Minho que había visto hace unos días, estaba asustado— Nos hemos condenado, estoy seguro.

—Pero tu has estado años aquí, te sabes el laberinto como la palma de tu mano. —Intenté restarle fuerza al agarre que mantenía en mi camiseta y el semblante de este había cambiado, si lo que había dicho resultaba, podría cambiar de parecer—

—Suponiendo que te haga caso, ¿cómo piensas hacer para que esas cosas no nos piquen cuando nos vean durmiendo en su territorio? —Sabía que al menos había instalado la duda pero tampoco tenía un buen plan para solucionarlo—

—Podríamos escalar esos muros, amarrar a Alby entre las lianas y dejarlo ahí hastga que amanezca. —El asiático hizo una mueca de desagrado pero no dijo nada más, dejó que continuara con mi idea— Nosotros podríamos buscar un lugar dentro de esta sección que tuviera un pequeño lugar para escondernos pero supongo que ese tendrías que ser tú para guiarme.  

—Si esas cosas no nos matan primero. —Rodó los ojos cruzándose de brazos a la espera de otra propuiesta pero al no haberla, comenzó a reír— La idea de dejar a Alby entre las lianas no suena nada mal si el se mantiene inconciente hasta mañana, lo cual dudo y de ahí a qu encontremos un lugar para escondernos, es imposible que los penitentes no lo encuentren primero o hasta tengan mucho más conocimiento de este que yo.

—Ayúdame a subir a Alby y cubrirlo con las lianas, si se llega a despertar en el proceso, le aventaremos algo para volver a dejarlo inconsciente. —El chico aceptó ayudándome durante un buen rato en mi labor por salvar a Alby, cuando estabamos próximos a terminar, se escuchó un fuerte estruendo que estaba cercano al pasillo en donde nos encontrábamos—

Podía notar los nervios en la cara del asiático, él se mantenía con agarre fijo en el que miraba en más de una ocasión hacia la pared de enfrente, se escuhaba el repiqueteo de esa cosa con lo que se encontrba alrededor de la sección, el sonido del metal logró ponerme los pelos de punta tratando de imaginarme cómo era la criatura, las descripciones que algunos larchos habían dicho me rondaban en la cabeza pero algo me decía que eran más desagradables de lo que me podía imaginar; atamos la liana que sostenía a Alby lo más rápido que pudimos para asegurarnos de que los penitentes no lo fueran a encontrar y así era, no había manera de que lo encontraran a simple vista. 

—Esas cosas son ciegas, a menos que hiciera un ruido o desprendira un olor extraño no lo van a encontrar. —Yo asentí limpiándome el sudor de la frente, estaba próximo a oscurecer y tendríamos que buscar un lugar seguro antes de poder ser presa fácil—

—Oh señor chinito, guíame a un lugar seguro. —Le di un ligero golpe en el hombro a Minho mientras me miraba con cara de pocos amigos, suponía que estaba molesto por lo que le había dicho—

—No puedo creer que me hayas llamado de esa forma. —Se cruzó de brazos sin mirarme y en una absoluta postura de indignación que me hizo soltar una carcajada—

—Eres toda una diva, no hay duda de eso. —Quise volver a reírme de las caras tan graciosas que hacía Minho, no podía creer que tras de esa faceta de tipo rudo, fuera un tipo tan cómico y carismático—

—Empieza a caminar o me estaré arrepintiendo de salvar tu trasero, larcho. —Minho comenzó a avanzar delante de mi y yo no pude evitar reírme en más de una ocasión de la forma en la que caminaba y me iba guiando, luego de un rato el efecto se pasó y comencé a pensar en Agus—

—Sigamos por este lugar, tendrémos más oportunidad mientras el laberinto hace su reconfiguración, servirá para que encontremos a Alby lo más cercano que se pueda de la puerta y sólo tendremos que hacer uno que otro movimiento para bajarlo y entrar al área como si nada. —Estuve de acuerdo en todo lo que Minho decía, seguimos caminando un poco más hasta que los ruidos de hace rato me volvieron a alertar de algo malo— Ellos están cerca, tenemos que apurarnos o nunca lograremos llegar a ese lugar.

La noche ya había caído en el laberinto, se esuchaban los ruidos del laberinto reacomodándose, Minho me miraba con terror porque la luz que podíamos presenciar en ese lugar era casi nula y en cualquier momento podríamos encontranos con algo que no nos iba a gustar, Minho era consciente de eso y por eso había acelerado su paso. Aquellos ruidos estaban más cerca de nosotros de los que pudiéramos imaginar, pero entonces un líquido baboso cayó en mi mejilla, intenté parar a Minho para poder quitármelo pero no fue posible, el siguió el camino dejándome atrás, me limpié aquella baba con una de las hojas que colgaban de las enormes enrredaderas que había en las paredes, una ves que acabé, tiré las hojas en el suelo avancé por el lugar donde había mirado por última vez a Minho, caminé un rato hasta que el sonido del metal me alertó, voltee a ver detrás de mi y ahí se encontraba una bola gigante de baba recorriendo el pasillo de enfrente, chocaba con las paredes y hacía resonar unos gritos horribles que me aceleraron el corazón. 

Decidí comenzar a trotar para buscar un escondite en lo que podría encontrar a Minho e ir a su lugar seguro, corrí por unos cuantos pasillos más hasta que decidí esconderme debajo de las enredaderas, me quedé ahí un buen rato hasta que la bola babosa estuvo en el pasillo, podía ver que la descripción que los larchos le habían dado no estaba nada cerca a lo que estaba viendo, era una completa abominación que me dejaría pesadillas por el resto de mis días en este lugar. Mientras guardaba silencio en ese lugar, a esperas que esa cosa se fuera para empezar a moverme, observé que frente a mi volaba un escarabajo de una luz verde reluciente, parecía tener toda su atención en mi al no moverse hacia otro lado así que lo tomé lentamente, lo resguardé en mi mano para inspeccionarlo y me encontré con que no era un escarabajo común, me encontré con un pequeño cableado en el que debía de ser su estómago, era algo que no podía creer y que hasta cierto punto, me helaba la sangre; y como si estuviera esperando algo mucho peor, ahí se encontraba más de una de esas cosas babosas rondando el pasillo, como si supieran en donde me encontraba, estaban más cerca del lugar en el que estaba pero un ruido lejano los alertó, los vi alejarse rodando hacia aquel pasillo del que habíamos venido y el terror inundó mi ser, probablemente Alby ya había despertado y esas cosas estarían por encontrarlo.

—Te quedaste demasiado atrás, larcho. —Minho estaba susurrando mientras me daba la mano para sacarme de ese lugar— Es una locura que viera a una de esas cosas. 

—Creo que eso es lo menos importante ahora, hubo un ruido de donde veníamos y es probable que vayan detrás de Alby. —Minho maldijó a lo bajo pero tenía una idea—

—Lanzaré una piedra y correrás lo más rápido que puedas a la sección que está próxima a cerrarse, una vez que lo hagas, iré tras de ti. —Así que una vez hecho, dejé que esa cosa me fuera persiguiendo hasta el lugar que me había indicado Minho y era cierto, las puertas estaban empezando a cerrarse en un movimiento sumamente lento—

Cuando íbamos camino a cruzar hacia donde estaba la puerta, otro penitente apareció en nuestro camino, ya eran dos de esas cosas con las que tendríamos que lidiar pero Minho no parecía inmutarse, me gritó que tendríamos que ir mucho más rápido que antes para poder lograr sobrevivir, tomamos unas cuantas rocas más formando fuertes estruendos que hacían que esas máquinas se movieran sin sentido alguno, poco a poco se iban acercando a donde estábamos, era ahora o nunca acabaríamos con ellas. 

—¡Oye tú! —Grite para que estas pudieran seguir mi voz y logré que dejaran de estar dispersas para seguir mi voz, Minho siguió lanzando piedra que se iba encontrando en el camino para confundirlos y con el sonido de mi voz, no habría alguna manera que se pudieran dar cuenta que las puertas de esa sección estaban próximas a cerrarse, esas cosas comenzaron a chillar cuando las puertas comenzaron a reducir el espacio entre ellas, ambos seguimos llamándolos para que nos siguieran y en su deseseperación, buscaron salir de esa situación como fuera, estiraron sus cuerpos para estar cerca de nosotros pero ya estabamos del otro lado, Minho corrió lo más rápido que pudo, encontramos a Alby en la pared de la izquierda, contrario al lado en el que lo habíamos dejado la primera vez, no se escuchó otro sonido como el que hacían los penitentes en lo que restó de la noche por lo que nos pudimos acomodar entre las lianas a esperar que la luz nos iluminara. 

—Shank, ya despierta, se han abierto las puertas. —La alegría que se veía en la cara de Minho era excepcional, me encantaba que se sientiera feliz de haber sobrevivido al laberinto—

Comenzamos a avanzar hacia donde se encontraba Alby para lograr bajarlo de ahí, cortamos las lianas y cuando estuvo en el suelo, nos dispusimos a caminar durante un buen rato hasta encontrar la salida de dicha sección, llevábamos en brazos a Alby hacia el área pero yo sólo quería volver a ver el rostro de mi chica. 

Agustina

Me había despertado muy temprano, con los ojos hinchados apesar de haber llorado toda la noche por Thomas, me dolía la cabeza pero me mantenía firme a pensar en aquella promesa que me había hecho, incluso algunos otros se mantuvieron cercanos a las puertas esperando que sucediera algo maravilloso y ellos llegaran de regreso al área, Newt y Gally se encontraban al frete de los larchos, a mi lado estaba Chuck quien no me dejó de abrazar en todo el rato que esperamos que se abrieran las puertas, estas se abrieron y la cara de decepción que tenía Newt no se comparaba con nada que hay visto antes y me lleno de tristeza por lo que no pude evitar llorar de nuevo al saber que ya no volvería a verlo de nuevo. 

—¡Han vuleto! —Uno de los chicos que estaban por marcharse había volteado, yo miré al frente y sí, ahí se encontraban Thomas y Minho cargando a Alby, ellos se veían cansados así que hubo quienes corrieron en el auxilio del líder, los Doc's corrieron con las camillas para llevarse a Alby lo más rápido posible a la finca para que fuera tratado con el suero.

—Que alguien me pellizque para saber que esto no es una ilusión de CRUEL. —Gally tallaba sus ojos en repetidas ocasiones mientras parpadeaba al no creer que estuvieran vivos—

—Si, hola Minho, ¿tienes hambre?, ¿quiéres que nos pongamos a tus pies después de haber sobrevivido una noche afuera? Sí a todo y rápido. —Solté una ligera risa por la que Minho me miró mal pero sólo me importaba ver a Thomas—

—Moría de ganas por verte de nuevo. —Se acercó a donde estaba y me estrechó en sus brazos, me dedique a recorrer cada parte de su rostro asegurándome que fuera real, tenía miedo que Thomas se esfumara y me quedara llorando como la noche anterior—

—Lo importante es que ahora estamos juntos y no nos volveremos a separar de nuevo. —Sonreí ante sus palabras y lo bese como si estuviera siendo la última vez que lo veía, dejé mi dolor en la muñeca a parte para seguir recorriendo su rostro y al mismo timpo quitarle algunas de las lágrimas que ya se había resbalado por sus mejillas— Te amo mucho, Agus.

—Te amo mucho más, Thom, aunque ahora no pueda creer que estés vivo, quiero empezar a estar más para ti, ¿tienes hambre? Vamos por un buen plato de comida a la cocina de Sartén. 

—Me gusta la idea, igual quiero descansar un poco porque los nervios me tienes alerta en todo momento, hay mucho que quiero contarte justo ahora, viví tantas cosas allá afuera que me muero de ganas de decirte siempre lo mucho que significas en mi vida.

Y dicho esto último, nos encaminamos a la cocina sonriendo, estaba feliz por el regreso de la persona que más amaba en este mundo, ya nada podría venir a interrumpir mi felicidad, menos si en esos momentos Thomas me complementaba de la mejor manera, pasamos la terde entera platicando de todo lo que había pasado en el laberinto, me sorprendió su ingenio a tal punto de estar más segura que de ahora en adelante no habría peligro alguno. 
Más tarde se organizó una junta con el resto de los encargados y personas que estuvieron presentes en la huida de Thomas hacia el laberinto, había mucho desorden entre las opiniones tan diferentes, quienes pedían que se respetaran las reglas que Alby había dejado, quienes defendían a Thomas y quienes se quedaban callados para sólo esperar en lo que terminaría todo este asunto, yo era una de esas personas y la mayor parte de los líderes se mantenían neutrales, si bien tuvimos mucho tiempo para hablar sobre las reglas y lo que ya estaba establecido, lo importante ahora era que Thomas había salvado a dos personas, mató a dos penitentes en su lugar y demostró que no podemos quedarnos de brazos cruzados a esperar que nuestros amigos mueran, no estaba segura si algo estaba por cambiar en ese lugar pero si esperaba que al menos evitaran los castigos que habían puesto con anterioridad porque en un acto de valentía se habían evitado muchas cosas; de un momento a otro, la plática cambió hacia Thomas, lo que había visto allá afuera, su escondite, su motivación por seguir vivo, la apaciencia de esas cosas y algunos cuestionamientos más para Minho que quiso un poco de protagonismo respondiendo las dudas antes de que Thomas pudiera abrir la boca, Minho era una diva y eso hizo que me acercara a Thomas para abrazarlo y demostrarle que estaba ahí para él, realmente no hubo más cosas relevantes en el resto de la reunión a excepción de la decisión que tomó Newt siendo algo que iba a cambiar muchas cosas en el área, siendo el segundo al mando y nuestro actual líder, ayudaría a mejorar con demasía el área y Thomas, logró lo que quería, se convirtió en corredor, era libre y feliz, también yo lo era.

Primero que nada, espero que hayan disfrutado del imagina siendo el más largo que he escrito hasta ahora y que me da un montón de orgullo haber podido terminar, m ehe tardado siglos en actualizar esta cosa pero poco a poco me voy recuperando de lo que ya tenía, casi casi fue el doble de palabras y en serio que muedo de la emoción.


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