Harry se encontraba limpiando los botines de los jugadores en la utilería cuando un ruido lo hizo sobresaltar. La cabellera rubia de niall de cruzó por su campo de visión haciéndolo sentir temor.
—Tranquilo, no voy a golpearte,—niall dijo serio y tomó asiento en las bancas dentro de la utilería.
—O-okey...—harry giró su cuerpo siguió ordenando los botines para el partido de esta noche. Le incomodaba la presencia de niall en ese lugar, muchos recuerdos malos llegaron a su mente haciéndolo temblar.
—Ya deja de tener miedo, que no voy a hacerte nada joder—niall expresó enojado, el había prometido a zayn y liam no volver a tocar al rizado, pero simplemente las ganas de lastimarlo eran más grandes de lo que su voluntad aguantaba.
Se levantó de su asiento y caminó hacia el rizado, harry se tensó al tener al rubio tras su espalda.—No te acerques niall—harry dijo timido cuando volteó encontrándose con la mirada enojada de niall, su ceño fruncido ligeramente.
—Marica...—niall sintió las increíbles ganas de golpear a harry contra la pared, pero solo lo miró y lentamente lo empujo dejando el pequeño cuerpo del rizado bajo sus fuertes brazos.
—No me golpeés...—niall bufo frustrado al sentir el cuerpo del rizado tan cerca del suyo. Era la primera que cortaba tanta distancia y no lo había golpeado, niall solo se encontraba quieto, mirando detenidamente al rizado, mordiendo su labio inferior.
El rubio sintió un escalofrío recorrer su espalda—Mierda, harry—niall se separó deprisa y salió corriendo de la utilería.
Harry largó un suspiro de alivio.