Nenita; larry

1. "te vez como un marica"

Harry sonrió frente al espejo cuando termino de acomodarse aquel vestido rosado de su hermana mayor gemma. Tomó los extremos del vestido y los movió de un lado para otro mientras comenzaba a bailar en su habitación.

Anne miró a su hijo desde el marco de puerta, tenía el ceño meramente fruncido con una mueca de disgusto. No entendía por qué su hijo le gustaba tanto ponerse los vestidos de su hermana o cualquier ropa que sea femenina, harry no debía de hacer esas cosas. Tomó la situación con calma y entró al cuarto de su bebé.

—Amor... ¿que haces vestido asi?—le preguntó con una sonrisa de lado y se sentó en la cama del rizado. Harry marcó sus hoyuelos a su madre.

—Me veo bonito ¿verdad mama?—movió su vestido y caminó hacía su madre.

—Siempre te vez bonito mi amor, pero ya sacaste eso...—ayudo a su hijo a retirarse el vestido dejándolo en ropa interior—No es apropiado que lo uses harry.

—Pero mami, a mi me gusta usarlo—miro triste como su madre doblaba el vestido y lo ponía sobre la cama.

—No esta bien que lo uses mi amor—le paso un pantalón azul marino y una remera blanca lisa para que se vista—Los niños no usan ropa de niña bebé.

—¿Por que no mami?—preguntó curioso.

—Pues... no lo se, tal vez por que esta mal visto por las personas—alzó a su hijo y lo sentó en su regazo—Y hay gente mala afuera, que puede decirte cosas no bonitas bebé.

—Al menos ¿puedo jugar con mis muñecas mami?—dijo resignado, el rizado odiaba que no lo dejen vestirse como a el le gusta.

—Si mi amor, claro que puedes—golpeó con ternura su nariz y lo bajó para levantarse de la cama—En un rato estará la comida, ve a lavarte las manos.

El rizado asintió y salió de su cuarto para dirigirse al baño, subió en el banquillo de madera y abrió el agua fría y un poco de la caliente, restregó sus mano y las seco. Se miró al espejo notando que un rizo le estorbaba la visión, tomo una traba de mariposa rosada y se la coloco en su cabello, luego tomo otra traba de flores y se sostuvo otro rizo. Sonrió al verse bonito.

—¡Harry, gemma, a comer!—gritó anne desde la cocina, harry bajó corriendo las escaleras, su estómago rugía.

Fue el primero en llegar a la mesa, tomó asiento y esperó al resto de su familia que no tardaron en llegar. Gemma tomó asiento al lado de harry, luego anne frente a gemma y su padre frente suyo.

Harry dejo de comer cuando sintio un puño estrellarse a la mesa de forma violenta. Levantó la mirada y miró a su padre quien tenía el ceño fruncido hacia el.

—Harry, ¡¿Que mierda traes en la cabeza?!—expetó enojado.

—Son sujetadores papi, para que mis rulos no me estorben—respondió tranquilo.

El padre del rizado se levantó de la mesa provocando un gran ruido con su silla, dio la vuelta y tomó a harry del brazo ganándose un chillido de dolor por parte del niño.

—¡Quiero que ya te saques esas porquerías del pelo!—dijo de manera bruta, harry se asusto ante la violencia de su padre y comenzó a llorar.

Anne observaba la escena espantada, quería defender a su bebé, quería que dess lo dejara, pero no podía hacer nada contra su marido y harry tenía que entender de alguna manera que estaba mal usar cosas de niñas. Vió como su esposo sacudía al niño diciéndole miles de barbaridades y sintió su corazón romperce—¡Ya déjalo dess!—dijo preocupada.

—Anne cállate, este niño tiene que aprender a no ser un jodido marica—el padre del rizado arrancó las trabas del pelo de harry sin cuidado y las tiro al piso para pisarlas y romperlas en mil pedazos, harry lloraba más fuerte—¡Vete a tu cuarto harry! hoy no cenaras y piensa en lo que hiciste.

¿Había hecho algo tan malo como para que su padre lo tratara así?