[N/A: Disculpen la tardanza en publicar el cap pero tuve problemas técnicos :v
Espero que les guste :v]
El domingo fue horrible. De nuevo. Fui a casa de los Horan y, para resumirlo todo, Niall presentó a Josh como su novio. Su papá dijo que sólo era una fase, que estaba seguro de que terminarían pronto porque Niall sólo estaba confundido y luego conocería a la chica indicada y luego olvidaría todo esa locura de adolescente de ser gay, y el rubio obviamente se enojó y quiso decir unas cuantas cosas que sabía que no serían muy amables, y Josh lo tranquilizó y le dijo que no importaba, que se calmara, y Maura hizo lo mismo con Bobby.
Me sentí mal porque (1) esa no era la respuesta que sabía que Niall había esperado de su padre, (2) quizá sí había esperado algo parecido, pero la cosa era que igual dolía porque el rechazo siempre duele y mucho más cuando viene de tus propios padres y muchísimo más cuando viene por simplemente ser honesto con ellos, (3) requería de mucho valor decirle a tus padres que eras gay y que tenías un novio; ¿por qué ellos no consideraban eso e intentaban ser un poco más comprensivos contigo?, y (4) porque quería ser yo quien consolara a Niall.
Sí, lo sabía, era tonto, pero de alguna forma la familia de Niall también era la mía y por eso se sentía más personal.
Y bueno, si era honesto, Josh me sorprendía. Era bastante comprensivo y siempre buscaba ayudar o tranquilizar a Niall o de alguna manera hacer que volviera a sus cinco sentidos —y eso sólo me hizo pensar en cuán mal concepto había tenido antes de él y me sentí mal por ello. No tenía derecho a juzgarlo por su apariencia y, además, lo había juzgado mal; era una buena persona.
Es decir, sabía que no llevaba mucho tiempo con Niall, pero no cualquiera iba a casa de su novio a conocer a sus padres y prácticamente toda su familia sólo porque sí. Si fuera a estar simplemente jugando con él, no habría hecho eso, y mucho menos habría resistido a pelear sobre las palabras un poco bastante ofensivas del padre de Niall —estaba siendo considerablemente respetuoso. Y también comprensivo, porque significaba que entendía que para el señor era difícil aceptarlo y se estaba poniendo en su lugar y todas esas cosas que hacía la gente comprensiva.
Lo odiaba porque parecía estarse tomando en serio su relación y, no era que odiaba esto —odiaba que no fuera un patán imbécil porque, de serlo, sería más fácil odiarlo. O lógico, considerando que lo único que yo quería era el bienestar y la felicidad de Niall. Pero no, ahí estaba Josh siendo comprensivo, atento y preocupado por él, tomándose en serio la relación y queriendo dar una buena impresión a la familia y —basta, lo odiaba. Lo odiaba porque no podía odiarlo porque era demasiado bueno y perfecto y excelente novio.
Al menos, según lo que parecía.
Aunque estaba seguro de que en realidad era un buen novio incluso cuando no lo viera —de no ser así, Niall ya lo habría mandado a volar. Era un adolescente, sí, pero era terco, un poco orgulloso y para nada estúpido, ni siquiera cuando estaba enamorado o cuando le gustaba alguien o lo que fuera —no quería pensar demasiado en ello; ¡estaba refiriéndome a Josh! Ya era suficiente tortura.
Y este en serio estaba cumpliendo lo que me había prometido el día de la fiesta. Estaba tratándolo bien, respetándolo, cuidándolo, protegiéndolo —estaba siendo el mejor novio posible. Y eso, todo eso sumado, sólo significaba una cosa: la relación iba en serio. Si Niall se lo estaba presentando a la familia entera como novio quería decir que pensaban que la relación duraría por mucho tiempo y —y eso en realidad quería decir otra cosa poco importante para ellos pero determinante para mí: había perdido.
Lo que me había dicho el día de la fiesta había sido cierto; se había acabado.
Y yo sólo no podía sentirme más desgraciado.
Suspiré, derrotado, y vi hacia la nada. ¿En serio ya todo estaba perdido? ¿Era el fin? ¿En serio ya se había acabado? Si era así, ¿por qué me sentía tan vacío? ¿Por qué me sentía tan decepcionado de mí mismo? ¿Por qué me sentía mal por no haber dado lo mejor de mí si Niall, de igual forma, no quería que lo diera?
—¿Zayn? —ese era Richard—. ¿Estás bien? Pareces medio perdido.
Sonreí y asentí con la cabeza.
—Sólo estoy pensando.
—¿En ellos? —Señaló a Niall y su novio. El señor negó con la cabeza y me guiñó el ojo—. Te había dicho que en tres semanas terminaban, ¿no? Eso significa que al final de esta eso se acaba—. Me eché a reír y me miró con incredulidad—. Ah, ¿no me crees? Espera hasta el otro domingo y veremos, ¿sí?
Me encogí de hombros.
—Como diga.
—¿Quieres apostar?
—Yo no apuesto.
Se rio en mi cara.
—Claro que no apuestas, niño, porque nunca ganas.
Solté otra carcajada y luego seguimos bromeando un rato más. En realidad, yo amaba a ese señor; era lo máximo. Era de esas personas con las que era imposible no reírse y, si mal no recordaba, era el tío favorito de Niall. Ahora entendía la razón y me pregunté por qué antes no había hablado más con él si era tan genial y agradable.
Luego, otro de los tíos mencionó algo referente a La Princesa Prometida y a cuánto Niall lo leía, la frecuencia con la que lo leía, y Richard comentó algo interesante.
—Es que si me preguntaran qué es amor verdadero, diría que es eso que tiene Niall con su libro —afirmó—. Es decir, ya lo ha leído al menos unas cien veces y lo sigue leyendo una y otra vez, ¿entienden? Es como que sabe que puede escoger a otros y, sin embargo, lo vuelve a escoger a él una y otra y otra vez sólo porque lo ama demasiado como para no hacerlo y, si eso no es amor verdadero, no sé qué lo sea.
Maura rio, encantada por las palabras de su cuñado, y habló.
—¿Por qué te gusta tanto ese libro, amor?
Niall tosió, un poco apenado, y sus mejillas se coloraron.
—Pues, eh, no lo sé —admitió—. Pero sí puedo asegurar que cada vez que lo leo es tan emocionante como la primera vez y...
—Sí, amor verdadero —concluyó Richard—. ¿Ven? Es que yo nunca me equivoco —Miró en mi dirección y me guiñó el ojo y volví a reír.
—Pues prefiero que esté enamorado de un libro antes que de este muchacho —confesó Bobby y Josh bajó la vista, sintiéndose minúsculo—. Sin ofender, claro.
—¡Bobby! —chilló Maura molesta—. ¡Deja en paz al pobre muchacho, que yo tampoco le agradé a tus padres al principio!
—¿Estás sugiriendo que este mojigato se va a casar con mi hijo? —Josh se mordió el labio y me sentí en serio mal por él—. Sin ofender, por supuesto.
Niall miró a su padre con enojo y desafío y supe que lo que saldría de su boca a continuación haría que este se enojara.
—¡No es un mojigato, papá, es mi novio y tienes que respetarlo porque es mi vida y son mis decisiones y tú simplemente tienes que aprender a vivir con ello, te guste o no!
Y Bobby, como todo padre enojón que era, golpeó la mesa con la mano y le comenzó a gritar en alemán y, para calmar un poco la situación, me levanté de mi asiento y busqué lo más rápido que pude algo entre los cajones que supe que haría que todos se callaran. Siguieron peleando en alemán y luego Maura intervino y capté unas pocas palabras, cosa que me hizo sonreír un poco, y antes de que Niall volviera a responder algo contundente y bastante ofensivo, que sabía que era lo que quería hacer desde que su padre lo había insultado a él y a su orientación sexual, alegando con que sólo era una confusión de la adolescencia, le di play al aparato reproductor.
—¿Esa... esa es Una broma musical? —preguntó Bobby echándose a reír—. Tenía tanto tiempo sin oírla.
Sonreí, aliviado.
—Creo que la última vez que la oímos fue en Holanda, ¿no, Bobby? —cuestionó Maura y vi como el señor asentía con la cabeza y sonreía a más no poder, comenzando a solfear las notas de uno de los violines que escuchaba, sonando algo así como " Fa-fa-fa, sol-sol-sol, la-si-do-si-la-sol, fa-fa-fa", y luego su esposa se le unió—. Fa-fa-fa, mi-mi-mi, fa-sol-la-sol-fa-mi, fa-fa-fa.
Y luego otras personas comenzaron a solfear y, bueno, fue un momento mágico, lo admito, y lo que más me gustó fue cuando volteé a ver a Niall y estaba sonriendo y estaba tarareando la melodía con los ojos cerrados —y sólo sonreí porque me sentí más afortunado que nunca. Richard fue hasta donde estaba y me palmeó el hombro, susurrándome en el oído un bien hecho, campeón, que hizo que me sintiera orgulloso de mis conocimientos de música clásica, Mozart y más específicamente de la familia de Niall y, pasados unos segundos, los dos nos sentamos.
Continuamos escuchando la música y a la familia cantando-solfeando hasta que vino el final de un movimiento y la familia entonó el acorde de fa mayor perfectamente afinado y, cuando acabaron, todos se echaron a reír. Empezaron a comentar cosas en holandés, de lo que entendí un par de estamos locos, Dios Santo, que me sacaron unas risas internas y luego Maura miró en mi dirección y me sonrió como si nunca hubiera estado más feliz.
—Gracias, Zayn.
Sonreí como si me hubiera ganado una medalla olímpica y negué con la cabeza.
—No fue nada.
—No, es decir, en serio...
Y luego Bobby nos interrumpió, haciendo que todos nos calláramos y volteáramos a verlo.
—Mojigato —le habló a Josh y este asintió con la cabeza. El señor suspiró, alzó el rostro y elevó su mano hasta colocarla frente al adolescente al que se estaba dirigiendo—. Bienvenido a la familia.
Sentí que toda la alegría, emoción y felicidad me eran arrancadas del cuerpo y quise gritar o romper el reproductor de música y que volviera a reinar el caos, pero sabía que era egoísta e inmaduro, por lo que sólo me mordí el labio y vi cómo Josh le estrechaba la mano a Bobby y Niall sonreía casi con lágrimas en los ojos.
Me sentí desgraciado, completamente desgraciado, y aparté la vista. Fui al baño, me eché agua en la cara, repitiéndome mil veces que tenía que actuar de forma madura, y me dirigí de nuevo a la sala. Jugamos nuestra ronda de quién sabe más al estilo Horan y, después de que mi equipo ganara, me despedí de todos. Sin embargo, cuando salí de la casa para ir a la mía, escuché que alguien me llamaba y al voltear a ver de quién se trataba, me encontré con Josh y fruncí el ceño.
—¿Sí? —pregunté.
—Gracias por haber ayudado —Me estrechó la mano sonriendo—. En serio significa mucho para mí que hayas hecho eso, porque luego el señor Horan se puso tan de buen humor que me dijo que...
—No lo hice por ti —lo interrumpí—. Lo hice porque creí que así se relajarían un poco o algo por el estilo, pero no fue por ti.
Asintió con la cabeza.
—Sí, lo sé, pero, de igual forma, gracias —Sonrió aún más—. Tenía miedo de que no me aceptaran o algo.
Sentí ganas de decirle de todo. De decirle que era un imbécil. De inventar cosas para desanimarlo o espantarlo para que nunca más regresara, pero así no era yo y sabía que Josh tampoco se lo merecía.
—Para el señor Horan es un poco difícil todo esto, pero no te preocupes, ¿sí? Que estoy seguro de que luego te aceptará —Asintió de nuevo con la cabeza y le palmeé el hombro. Se mordió el labio y vio hacia la nada, como si estuviera pensando en algo, y tosí, llamando su atención—. Investiga sobre Mozart, ¿sí? Sobre las últimas sinfonías más que todo, de la treinta y cinco a la cuarenta y uno, y también sobre el Réquiem, las serenatas, las sonatas, los conciertos para piano y el concierto para clarinete; es su favorito.
Me dio de nuevo un apretón de manos e inevitablemente sonreí; era gracioso. El pobre sentía que al fin le daban un poco de orientación con respecto a la familia y, bueno, ya podía imaginar su emoción y alivio.
—Espera, ¿sí? déjame anotarlo todo —Sacó su teléfono de su bolsillo y solté una carcajada. Lo tomé, anoté todo, agregando también los cuartetos de cuerda y la música sacra, y le devolví el aparato—. ¿Podrías anotar también tu número? Así puedo escribirte para pedirte consejos o para preguntarte dudas que pueda tener.
Quise golpearlo. Maldita sea; ¡ya era de por sí difícil! ¿Por qué me lo complicaba más? ¡Intentaba ser buena gente y no resentido, pero era frustrante teniendo en cuenta mi situación! ¿Y ahora me pedía mi número para darle consejos sobre cómo hacer feliz a Niall y terminar de quitármelo definitivamente?
—Claro —Tomé de nuevo el celular y anoté mi número—. Ah, y, por cierto, gracias.
Frunció el ceño.
—¿Por qué?
—Por querer investigar, por interesarte, por, ya sabes, no rendirte —Señalé la casa y asintió con la cabeza—. Sé que son difíciles, ¿sí? Lo sé mejor que nadie. Así que te agradezco por no salir huyendo y por hacerlo feliz —Sacudió la cabeza cuando mencioné eso y me crucé de brazos—. ¿Qué?
—Sí, bueno, con respecto a eso... —Escuchamos que Niall lo llamaba y preguntaba por él en la casa y lo vi suspirar—. Te escribiré para preguntarte mejor, ¿sí?
Asentí con la cabeza.
—Por supuesto. Adiós.
—Miles de gracias, en serio.
Reí.
—Sólo anda, ¿sí? Que tu chico te está buscando y será mejor que no se moleste.
Sonrió, asintió con la cabeza y entró a la casa. Me maldije mentalmente por enésima vez porque, por Dios, era tan estúpido. Luego recordé eso que decía Sandy de las buenas cosas se te retornaban de una forma u otra y, negando con la cabeza, me fui a mi casa. Llegué a la cocina y me quedé allí un rato, tomando agua y pensando en todo lo que había pasado y, de nuevo, en cuán estúpido era, y escuché a mi mamá acercarse y preguntarme si estaba bien.
—Sí —aseguré—. De maravilla.
—No tengo dos días siendo madre, ¿sabes? —Suspiré—. Puedes contarme lo que sea, cariño, lo que sea. Lo sabes, ¿no?
Me mordí el labio y hablé sin pensarlo mucho.
—¿Eres... homofóbica?
Abrió los ojos como platos y me dijo que esperara un segundo, que ya volvía, y que fuera a mi habitación. Mientras lo hice, ella fue a la suya a vaya Dios a saber qué y, en el camino, me pregunté por qué no podía simplemente haberle dicho que me había picado un mosquito o algo parecido para quitármela de encima sin mucho escándalo y ya.
Es que soy tan imbécil, me regañé. Siquiera, ¿por qué le dije? Ahora sí me jodí en serio.
—Ve esto, Zayn —dijo entrando y entregándome una foto a la vez que se sentaba a mi lado en la cama. Éramos Niall y yo dándonos la garrita el día en el que prometimos ser amigos por siempre con Walihya en el medio.
—Nos viste, ¿eh? —pregunté con una sonrisa tonta en el rostro y luego sentí cómo me tomó las manos, haciéndome dejar por un momento la foto y verla a los ojos.
—Hijo, yo sólo quiero que seas feliz, ¿sí? Y si tu felicidad está con él, yo no soy quién para prohibírtelo.
Las lágrimas se me arremolinaron en los ojos y asentí con la cabeza, apartando la vista y mordiéndome el labio. Despegué mis manos de las de ella y me limpié la cara, sintiéndome un completo desastre, y me abrazó.
—Al principio fue un poco raro, ¿sabes? —confesó—. No fue tan fácil entenderlo o aceptarlo, siendo honesta, pero... cuando veo esta foto, Zayn, cuando veo cada foto en la que están juntos y veo cómo sonríes, de forma tan sincera y genuina y feliz... entiendo que no se trata de mí, de lo que yo opine o de lo que se me haga más fácil aceptar, sino de ti, de lo que tú quieres y de lo que te haga feliz.
Arranqué a llorar y siguió abrazándome. Me pregunté desde cuándo comencé a volverme tan llorón, sensible y sentimental y, para mi sorpresa, reí, porque me sentía tan aliviado y sin una carga menos que quería reír y llorar y gritar felicidad al mismo tiempo.
—¿De-desde ha-hace cuá-cuánto...? —empecé, pero ella me siseó.
—¿Desde hace cuánto sé que te gusta? —Se despegó y me miró a los ojos, sonriendo—. Zan, lo sé desde que entraste a la cocina a preguntarme por qué la gente se casaba y si podías casarte a esa edad.
Reí más, limpiándome las lágrimas, y asentí con la cabeza.
—Lo siento.
—No tienes nada que sentir, hijo —Me limpió las mejillas y sonrió con delicadeza—. La gente se enamora y no controla de quién; siempre ha sido así y aplica para todo el mundo, sin importar géneros, colores o edades.
Negué con la cabeza y me levanté de la cama. Busqué en mi mesa de noche el collar de Niall y se lo mostré.
—Lo siento porque lo arruiné todo —Tragué saliva—. Ya no quiere ser mi amigo, ¿ves? Ya no quiere nada que tenga que ver conmigo.
—Pequeño, no es por ofender a nadie, pero a veces me preguntaba si mi hijo eras sólo tú o si él también lo era y no me había dado cuenta cuando había dado a luz; no creo que de la noche a la mañana haya podido olvidarte por completo o todo lo que han pasado juntos o todo lo que te quería.
Me mordí el labio.
—Pues... eso fue lo que hizo —Me rasqué la cabeza—. Exactamente fue eso lo que hizo.
—¿Y no hay algo que puedas hacer para que te disculpe? —Me regresó el collar y lo metí de nuevo en mi mesa de noche—. Es que claro que debe haber algo, Zayn, sólo que debes descubrir qué es.
—¿Algo como qué?
—No lo sé, pero no puedes darte por vencido así como así.
—Pero...
Me interrumpió y me miró con firmeza.
—Yo no parí hijo cobarde, ¿entiendes? así que piensa en algo y vuelve a ser feliz para que yo pueda ser feliz por ti y contigo.
Sonreí y asentí con la cabeza. Mi mamá tenía métodos raros de animarme, pero servían y eso era lo importante. La abracé y le agradecí por ser tan comprensiva y, después de un claro que te comprendo, hijo, eso es lo que hacen sus padres porque quieren ver a sus hijos felices, decidí llamar a Sandy y contarle todo.
Le dije desde el día anterior, lo de Violet Pollux, hasta ese mismo instante y me comentó algo que se me había olvidado por completo.
—Las entradas del concierto de valses ya llegaron; son para dentro de pronto. Dijeron que quizá haya una modificación en la fecha pero que nos estarán avisando con tiempo para saberlo.
Tragué saliva.
—Genial.
—¿Vas a dárselas para que vaya con Josh?
—Pues te dije que se las daría para que fuera con algún novio que tuviera y, curiosamente, tiene un novio y yo soy hombre de palabra y lo sabes.
Escuché que suspiró.
—Eres demasiado noble, Zayn.
—Tú eres el que me ha dicho que debo ser bueno y que todo eso en algún momento se me retornará.
—Sí, claro, pero no con cosas como estas. Con cosas como estas debes ser una mierda, ¿entiendes?
Alcé una ceja.
—¿En serio?
—No, claro que no, Zayn, uno siempre tiene que ser bueno, pero la cosa es que es bien injusto y que no te lo mereces.
Suspiré.
—Mamá me dijo que debía pensar en algo, que no podía darme por vencido tan pronto.
—Opino que tiene razón, pero no se me viene nada a la cabeza que pueda parecer tonto pero que en realidad pueda ser significativo.
Y ahí se me vino una idea.
—¡El libro! ¡Mencionaron el libro hoy y él siempre está leyéndolo pero últimamente lo ha hecho más y él siempre escribe cosas en los márgenes de los libros y allí debe haber algo que de alguna forma me ayude!
—Guao, Zayn, ¿desde cuándo piensas tanto?
—Imbécil.
—No, en serio, últimamente pareces una persona cambiada. Eres casi como otro tú, pero más inteligente, más decidido, más astuto. Eres como un tú pero mejor y más increíble y, guao, estoy en serio orgulloso de ti.
Sonreí porque, bueno, ¿a quién no le gustaba que le dijeran que estaban orgulloso de ellos?
—Gracias.
—Tienes que leer el libro.
Sentí que mi mundo se vino abajo. Por enésima vez. En el día.
—¿Cómo voy a leer el libro si Niall no quiere verme ni en pintura?
—Entra a su casa como la otra vez y róbalo.
—¿Estás seguro que eres mi amigo Sandy? Porque hoy has dicho cosas no muy propias de ti.
—¡Es que no sé qué debes hacer y no se me ocurre nada!
Suspiré.
—Ve, tengo un plan en mente. Mañana regresaré temprano del colegio y entraré a su casa por la ventana y buscaré el libro y lo leeré y todo estará solucionado.
—Pero si me dijiste que nunca lees, ¿cómo vas a leer tan rápido?
Me rasqué la cabeza y me dejé caer en la cama.
—No lo sé, Sandy —Me mordí el labio—. No lo sé.
—Oye, campeón, tranquilízate, ¿sí? Que no es el fin del mundo. Es decir, sé que lo parece, pero no lo es, así que cálmate y date un respiro, que estoy seguro de que pensarás en algo y encontrarás la forma de leer el libro.
Asentí con la cabeza.
—Gracias, Sandy.
Estuve seguro de que sonrió al otro lado de la línea.
—Cuando quieras, campeón.
Colgué y me quedé un rato pensando. No se me ocurrió nada y me frustré más; quería golpear todo. O no todo sino a mí mismo por ser tan imbécil y permitir que todo eso hubiera ocurrido pero, como supe que no sería inteligente de mi parte, simplemente respiré con lentitud y calma durante un buen rato. Me dio sueño y, en vista de que de por sí el día había sido agotador, decidí tomar una siesta.
Porque al menos ahí, en mis sueños, las cosas no eran tan difíciles como en la vida real.
Y también porque, ¿a quién quería engañar? Quería descansar un rato, olvidarme de mis problemas y simplemente de todo.
[N/A: HOLAAAA <3
¿Qué les pareció el cap? ¿Les gustó? ¿No les gustó? ¿Les pareció interesante? Sé que no es demasiado emocionante y tal pero lo del libro era importante y bueno, tenía que ponerlo. ¿Aún odian a Josh? ¿Qué opinan del papá de Niall? ¿Qué opinan de Zayn? ¿Piensan que lo que dice Sandy es verdad y que ha crecido? Quiero ver sus opiniones dfghjkjhgf
Para los que no saben, coloqué la historia que dije que iba a comenzar a escribir cuando acabara esta en mi perfil. Se llama "My girlfriend is a boy" y NO, AÚN NO TOCO EL TEMA TRANS, pero la historia consiste básicamente en esto: "Niall tiene una novia. Esa novia en secreto es un chico. Ese chico es Zayn. Y después de meses tras una pantalla, finalmente van a conocerse en persona." así que ya pueden irse haciendo una idea en sus cabezas de lo que pasará o más o menos de lo que tratará (?)
En sí la estoy colocando para que la agreguen a sus bibliotecas y luego cuando ya termine esta, continúo con aquella y listo :D
GRACIAS POR LA PACIENCIA, SDFGHJKJHGFRDC
No tengo mucho qué decir :v Al menos no que pueda decirles por ahora xd
Ah, sí, pueden darle like a mi página de facebook, que comenzaré a publicar más frases y cosas allí. Se llama "Violet Pollux" y aparezco como escritor, pero igual les dejo el link en el enlace externo aunque quizá no lo hagan porque los conozco y son re flojos pero igual hay que intentarlo xd
LOS LOVEO UN MUNDO Y GRACIAS POR TODAS LAS LECTURAS FUKJHGFVBNMNBGFGA
Y espero leerlos en los comentarios y nos vemos pronto c:
All the queer love, Ker]