Envenenado de ti

By Nathalyeunice

167K 9.2K 1.2K

¿Qué tanto puede cambiar tu vida en un día? Elisa Lubensky una chica rebelde, que disfruta su vida al máximo... More

Sinopsis
Prologo
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20 parte 1
Capítulo 20 parte 2
Capítulo 21
Capítulo 22 parte 1
Capítulo 22 parte 2
Capítulo 23
Capítulo 23 parte 2
Capítulo 24
Capítulo 25 parte 1
Capítulo 25 parte 2
Capítulo 26 parte 1
Capítulo 26 parte 2
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 28 parte 2
Capitulo 29 parte 1
Capitulo 29 parte 2
Capítulo 30
Capítulo 30 parte 2
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 32 parte 2
Capítulo 33
Capítulo 33 parte 2
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36 parte 1
Capítulo 36 parte 2
Capítulo 37
Capítulo 37 parte 2
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 39 parte 2
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42 parte 1
Capítulo 42 parte 2
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 44 parte 2
Capítulo 44 parte 3
Capítulo 44 parte 4
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
ANUNCIO!!!!
Capítulo 52. El comienzo del fin
Capítulo 53. EL FIN
Epílogo
Agradecimientos

Capítulo 9

2.2K 122 3
By Nathalyeunice

Eran muchas las personas que se encontraban frente a su puerta, cargando con ellos miles de cosas. Elisa supo que venían de parte de Victoria, así que dejó que hicieran aquello a lo que habían venido, no quería hacer enojar a su suegra. Y es que eso de haberle caído bien le gustaba, no sabía porque le emocionaba ser del agrado de un ser tan malvado y detestable, pero le gustaba la idea de sentirse querida por alguien.

            Aquellos hombres y mujeres eran estilistas, de esos que nunca Elisa había ido a visitar en su vida. Depilación, hidratación, blanqueo dental, manicure, pedicura, cabello, maquillaje, ropa, tal parecía que habían llegado para transformarla. La charla era amena y es que de pronto Elisa supo que se llevaba muy bien con los homosexuales, pese a no ser una chica girly, ni fashionista. Comprendió eso de que para ser bella hay que ver estrellas, y es que todo eso la tenía adolorida, sin embargo no fue nada que un buen masaje no pudiera sanar. 

Ian, Liam y Alex la llamaron por separado y a lo largo del día, ella solo contestó que estaba teniendo el día más maravilloso de su vida y que no la fastidiaran, ya ella los buscaría después. Como cada quien estaba ocupado en sus propios asuntos no les importó no saber de ella el resto del día.

            Chace no entendía lo que su mamá tenía planeado. Desde muy temprano le había mantenido ocupado, viendo tales papeles, haciendo tales tramites por internet, sin darse cuenta había pasado todo el día en el despacho, se dio cuenta para la tarde que no había hablado con nadie en todo el día, al menos no con ningún amigo. Ya anocheciendo un reluciente esmoquin yacía encima de su cama.

—Te ves muy bien hijo — expresó Victoria quien llevaba puesto el vestido hasta ahora más elegante y bonito que pudiera existir.

—¿Para qué se supone que es esto? — señalaba su esmoquin.

—No comas ansías querido, solo vamos a una reunión, ahora vayamos a la limosina.

El gran hotel Majestic fue el lugar de destino. Chace miraba repetidas veces a su madre buscando una explicación, pero ella simplemente sonreía. Llegaron al gran salón donde la más alta elite se encontraba. Chace no entendía nada, todos le daban la bienvenida y los aplaudían. Saludó amablemente y hasta se mostró alegre. En una esquina sus amigos se encontraban también elegantemente vestidos.   

—Dinos ¿a qué se debe esto? — preguntó Alex.

—No tengo idea, pensé que ustedes sabían —Chace miraba a todos lados, tratando de encontrar algún indicio.

—Fue tu madre quien nos invitó ya entrada la tarde nos dijo —agregó Liam.

—¿En serio? No tengo idea de que quiera hacer, me tuvo todo el día como encarcelado y en la noche me dijo vístete, vámonos y ya.

—Tendremos que esperar — dijo Ian con un trago en sus manos.

—No creo que lo que vaya a ser esto, sea bueno — terminó agregando Chace.

Elisa no podía creer que aquella chica en el espejo fuera ella y sin embargo le gustaba. Aquella chica tenía figura, lucía bonita, nunca habría pensado que unas horas de tortura hicieran de ese patito feo un cisne. Le pareció extraño ese sentimiento de felicidad por estar maquillada y vestir aquel gran y costoso vestido, toda su vida había odiado a las chicas así, pero solo ahora que estaba como una de ellas, le dio miedo saber lo bien que se sentía. Sin embargo, se dijo mentalmente que no estaba mal ser una riquilla vanidosa, al menos tan solo por una cena, así que sin saber a dónde se dirigía aquella limosina se montó sin pensarlo.  Pensaba que esa noche le tenían organizada una cena romántica con su novio de mentira, y una sonrisa pícara se dibujó en su rostro.

—Hijo, ven conmigo – lo jaló del brazo hasta llevarlo a la base de la escalera central, esa por la que habían entrado y que ahora estaban desalojando.

—¿Qué quieres madre? —preguntaba con fastidio.

—No preguntes, solo obedece y quédate aquí hijo querido.

Las demás personas comenzaron a aglomerarse en frente de la gran escalera. Chace miraba confundido la escena “¡qué demonios está pasando!”. Sonreía para demostrar seguridad, pero la verdad estaba aterrado de pensar qué pasaría. De pronto vio muy cerca de él a los padres de Elisa y recordó no verla a ella en toda la velada, una trompeta sonó y supo quién bajaría por aquellas escaleras, supo que esto era oficializar ante la sociedad su supuesto noviazgo y un escalofrío cubrió todo su cuerpo.

Unos vigilantes detuvieron a Elisa en la entrada, hablaban por sus radios diciendo “La señorita ha llegado”. Tanto misterio y tantas preparacioones para entrar al salón del Majestic ya la estaba incomodando, presentía que no había cena, eso era una fiesta, no tuvo tiempo de pensar, unas trompetas sonaron, un señor mayor de traje, el anfitrión comenzó a decir en voz en cuello.

—Señorita Mía — le indicaron que se parara en medio de la escalera — Elisa — se desprendió del abrigo y el ver tanta gente ahí abajo provocó que se mareara, sentía nauseas, la garganta seca “en que te metiste Elisa” — Lubensky  McGraweth.

Elisa agradeció que su vestido fuera largo sino todos habrían notado el temblor de sus piernas. Mientras bajaba escalón por escalón, sonreía, una risa más bien nerviosa, pero que ante todos la hizo ver como una chica tierna y amigable “ésto es Mía, para nada Elisa” continuaba bajando. Elisa pensaba en que debía cuidar cada uno de sus pasos, recordó que una señorita nunca ve al suelo, por ello miraba amablemente a la multitud, aunque por dentro se repetía “no te vayas a caer, no te vayas a caer” Estaba tan esmerada en parecer contenta con la multitud que no fue sino hasta que se encontraba cinco escaleras del final cuando lo vio, ahí parado a una lado con su reluciente traje, observándola. 

“El sapo parece un príncipe hoy” pensó, no pudo evitar que una sonrisa pícara se formara en su rostro, lo que el público interpretó como una sonrisa confidencial entre enamorados. Chace tomó su mano, depositando un beso en la misma, mientras se inclinaba en símbolo del saludo propio de un caballero. Elisa sonrió y es que se estaba conteniendo para no soltar una carcajada “esto de verdad es un castigo para ti Piolín, el karma, el karma. Quién lo diría, la nada deseable y poco femenina Elisa, siendo recibida con tanto protocolo y algarabía por el soltero millonario más deseado de toda América. Debe estar muriéndose por dentro ¿Qué pensará Amy de esto?”.

            Lo miraba de reojo y es que sabía que de mirarlo por mucho tiempo no podría aguantar reírse a sus anchas. Chace supo que tenía que recibir a Elisa, aunque no tenía idea de adonde llevarla, los encargados del protocolo le señalaban a donde caminar. Sudó frío cuando vio a su madre esperándolo en la plataforma, se dirigía a su funeral. Elisa y Chace atravesaron todo el salón, ella del brazo de él. En el camino Elisa pudo ver a Ian, Alex y Liam, quienes la observaban más que extrañados, ella señaló su vestido e hizo un gesto como diciendo “estoy hermosa” los chicos no hicieron más que reír, esa definitivamente sí era Elisa, no la habían cambiado por otra.   

            Al subir a la plataforma, Elisa pudo divisar a sus padres parados en una esquina, se veían verdaderamente felices, solo ahí dejó de pensar en lo mágico que era todo y comenzó a pensar en “¿qué es todo esto?”.

—Dime ¿Qué pasa aquí? — dijo en un susurro y manteniendo su resplandeciente sonrisa, ya le estaba comenzando a doler la mandíbula.

—No sé, creí que sabías por la forma en que actúas.

—No sé nada.

La conversación no duró más pues Victoria con el micrófono en mano comenzó su discurso.

—Buenas noches, sé que llevan preguntándose cuál es el motivo de ésta fiesta, les he dado la larga para crear expectativa, pero ya llegó la hora. Desde que mi querido Christopher nació he soñado con este día, el día que conociera a una linda joven, hoy quiero darle la bienvenida a Mia Elisa Lubensky McGraweth a la familia Van der Price.

Elisa sonreía a lo grande “Así es sonríe. Estas tan contenta Elisa” se decía así misma con ironía, los comentarios y aplausos de alegría no se hicieron esperar.

—Las dos familias estamos contentas con la noticia — continuó Victoria —, por ello le haré entrega a Christopher de la joya que ha estado en la familia desde hace cien años, ha pasado de generación en generación y ahora pasará a estar en el dedo anular izquierdo de la futura señora Van der Price.

“¿Qué??????” Elisa palideció, una cosa era fingir ser novios, pero esto era un compromiso de matrimonio ¿Cómo saldrían de algo así? Chace no se inmutó, incluso había preparado mentalmente su discurso de proposición de matrimonio. No pensó en que estaba a punto de pedirle matrimonio a una mujer que no amaba, en más a una niña que por nada consideraba mujer, incluso durante todos esos años de amistad no sabía si siquiera la apreciaba, sin embargo, sabía que lo único que quería era acabar con esa pesadilla pronto, ya luego tendría tiempo para pensar en cómo romper su compromiso. 

Chace caminó inmediatamente hacia su madre y tomó el estuche que contenía el anillo. Estaba realmente nervioso, pero era algo normal en un novio que estaba a punto de declarar su amor al mundo, solo que él no estaba enamorado y por ello todo era más difícil. Le hizo señas a Elisa de que se acercara al centro de la plataforma, donde un gran foco de luz los apuntaba. Elisa tuvo el impulso de negar con la cabeza, ella no quería ira allá, no quería comprometerse, eso se había salido de control, Chace tuvo que mirarla como diciéndole “muévete tonta”.  Una vez que ambos estuvieron en el centro, las luces a los alrededores se apagaron, dejando solamente visible a la feliz pareja. Entonces Chace tomó su mano, se miraron fijamente “¡qué haces idiota! sal corriendo de aquí” decía Elisa mentalmente tratando de trasmitírselo a Chace por medio de su mirada y su fingida sonrisa “Esto solo me pasa a mí” se lamentaba Chace.  Aquel momento de silencio y miradas, los invitados lo interpretaron como “¡aw! ¡Cómo se aman!” incluso Ian, Liam y Alex comenzaron a verse los unos a los otros, todo era cómico y raro, tan bizarro.

“Bueno Chace tienes que hacer lo que tienes que hacer” respiró hondo y cerrando muy bien sus ojos se arrodilló.  Elisa soltó un gritito ahogado y para disimularlo se llevó la mano al corazón, sonreía nerviosa y es que de verdad sentía que se desmayaría “¿en serio esto va a pasar? No puede ser”

Continue Reading

You'll Also Like

735K 45.2K 39
Paris Smith siempre ha sido una chica soñadora, talentosa, amante de todo lo que tuviera que ver con la astronomía: las estrellas, los planetas, las...
33.4K 2.1K 24
Lucas Friar te añadió.
3.4K 1K 70
¿Rechazo a una corta edad? Matías, quien atraviesa una situación similar, trata de encontrar respuestas al ser ignorado por su padre y hermanos y, en...
2.4M 145K 105
Libro uno de la Duología [Dominantes] Damon. Un hombre frío, amante de los retos, calculador... decidido. Se adentra en un mundo desconocido, donde l...