The Code

By MakingFangirls

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Annabeth Chase tiene diescisiete años, y es una de las chicas más conocidas en su colegio, a pesar de estar e... More

Uno
Dos
Tres
Cuatro
Cinco
Seis
Siete
Ocho
Nueve
Diez
Once
Doce
Trece
Catorce
Quince
Dieciséis
Diecisiete
Dieciocho
Diecinueve
Veinte
Veintiuno
Veintidós
Veintitrés
Veinticuatro
Veinticinco
Veintisiete
Veintiocho
Veintinueve
Treinta
Treinta y uno
Treinta y dos

Veintiséis

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By MakingFangirls


¿Encontraste tu arete?

Sí.

¿Dónde estaban?

Percy. 

No recibió una respuesta. Dejó el teléfono en la mesita de noche y ató su cabello en una cola. El arete dorado aún brillaba en el lóbulo de su oreja. Decidió dejarlo en el joyero; no quería perder el único que aún conservaba... Peor aún, no podía arriesgarse a que su madre preguntará dónde estaba el otro.

Se alistó, como todas las mañanas. Tomó una ducha, se vistió, se soltó el cabello, agarró la mochila y bajó las escaleras. ¿Qué día era? ¿Martes o Jueves? Estaba totalmente perdida en el tiempo.

"Feliz lunes" dijo Matthew, en tono sarcástico, mientras entraba a la cocina con expresión somnolienta.

Rayos.

"Pensé que era jueves" contestó Annabeth.

Matthew negó con la cabeza y tomó la caja de cereales que se encontraba en la mesa de la cocina.

"¿No tienes ganas de pancakes?" preguntó Annabeth. Tenían tiempo, y la verdad es que deseaba iniciar bien la semana.

Matthew asintió tan fuerte que Annabeth pensó que su cabeza podría despegarse de su pequeño cuerpo. Unos minutos después Bobby bajó, un poco más animado con el olor de la masa friéndose en la sartén. Bobby se ofreció a calentar un poco de leche para hacer chocolate caliente.

Cuando todos habían terminado de desayunar dejaron todos los platos en el lavabo. Bobby y Matthew entraban más tarde a la escuela, por lo que Annabeth siempre era la primera en irse.

"Percy prometió venir hoy." Soltó Bobby cuando Annabeth se despedía.

"Sí, recuérdaselo, siempre es muy olvidadizo." Continuó Matthew.

"Claro, claro, pero... ¿Por qué va a venir hoy Percy?" preguntó Annabeth, recogiendo la maleta del piso de la cocina.

"¡Prometió jugar con nosotros en la nueva consola!" respondieron al unisono.

Annabeth negó con la cabeza mientras despeinaba a sus dos hermanitos y salía por la puerta principal. Al frente se encontraba Percy, que lo saludó con una sonrisa y un movimiento de manos. Cruzó la calle, para dirigirse con ella al colegio. Estaba cerca, así que la mayoría de las mañanas iban caminando juntos.

"Oye, antes de que lo olvide... O lo pierda." Percy sacó de su bolsillo un pequeño objeto brillante y lo posó en la mano de la chica rubia.

"Oh, Percy, gracias... No tienes idea de lo que significa esto para mí." Respondió, y le dio un beso en la mejilla en forma de agradecimiento.

Percy sonrió aún más, lo que hizo que el corazón de Annabeth saltara.

"Será mejor que lo guardes, así ya no lo pierdes." añadió el chico.

"Espera aquí." Annabeth sacó su mochila, con el libro de química adentro, y la posó en la acera. Guardó el arete en el bolsillo más pequeño que encontró: Nunca llevaba nada allí, así que no corría peligro de abrir el bolsillo y perder el arete de nuevo.

"¿Está pesado? Espera." Percy tomó la mochila de Annabeth. "Wow. Eres más fuerte de lo que parece."

"Recuérdalo la próxima vez que quieras robarme el último pedazo de pizza."

Percy giró los ojos.

"¿Dónde estaba?" preguntó Annabeth, luego de unos minutos de silencio.

"En mi cama."

Annabeth enrojeció. Sabía que no tenía nada de malo, sin embargo, si James se enteraba que el arete perdido se encontraba en la cama de Percy... No le caería muy bien.

"Oh."

El resto del camino Percy habló sobre su amigo Grover, que iría a pasar el fin de semana en su casa porque el lunes y el martes no tendrían clases.

"Podríamos salir todos a los bolos, o mamá dijo que podríamos reunirnos en casa y que ella prepararía algo, pero no quiero llenarla de estrés así que podríamos pedir pizza y ver películas o..."

"¡Shh! Entendí, entendí. Le diré a los chicos, ¿Los de siempre, no?"

Él asintió.

"También invita a James. Entre más, mejor. Aunque espero que no le moleste estar rodeado de adolescentes un sábado por la noche."

Ella negó con la cabeza.

"Él no es así..."

Llegaron y sonó la campana. Los dos tomaron sus respectivos caminos.

...

"Percy nos invitó a su casa el sábado" Mencionó, cuando todos sus amigos estaban sentados a su alrededor.

"¿Cómo así? Siempre es él el que se mete a nuestras reuniones." Bromeó Piper, mientras tomaba de la mano a Jason y se acurrucaba en su hombro. Jason enrojeció. Annabeth sabía que no le gustaban las muestras de afecto en público, sin embargo, por ella lo hacía.

"Un amigo de la infancia lo visita y quiere hacerlo sentir en casa, o algo así."

"Cuenta con nosotros." Respondió Leo.

...

"No olviden la investigación sobre los Padres Fundadores de Estados Unidos. No están en octavo grado, así que espero algo decente. Recuerden citar toda la información que encuentren, justificar el documento, y seguir las normas APA. La quiero en mi escritorio para el Miércoles, hasta la una en punto de la tarde. Ni un minuto más." Sonó la campana con la última indicación del Sr. Lowyard.

Con el sonido de esa campana se acababa oficialmente el lunes. Annabeth se recostó en la mesa y soltó un profundo suspiro. Sentía sus párpados pesados.

"Annabeth, Percy te está esperando." Susurró Leo, como si fuera un secreto de Estado.

Annabeth recogió sus cosas, y agradeció haber guardado el libro tan pesado que cargaba hace dos periodos. Se dirigió hacia la puerta, donde la esperaba el chico de ojos verde mar.

"Vamos, tu madre me invitó a almorzar y tengo que cumplir la promesa que le hice a tus hermanos." La rodeó con los brazos. Olía a colonia y vainilla. Vania.

"¿Tuviste entrenamiento hoy?"

Él asintió.

"Sí, fue sorpresa o algo así. Se acercan las competencias, y el entrenador nos está exigiendo más que antes."

Annabeth notó una mancha negra en la mano que lo rodeaba.

V.

"Veo que Vania marcó su territorio, ¿uh?"

Él soltó una risa profunda y suave. Annabeth respiró fuerte.

"Estuvo durante el entrenamiento. También me llevó algo de comida, aunque el entrenador no permitió que se acercara hasta que este finalizó. Al final comimos juntos y ella marcó su territorio." Hizo comillas con los dedos. "La hubiese acompañado a su casa, pero insistió en que se iría con Chelsea, así que la dejé y estoy aquí contigo."

Trató de ignorar el hecho de que era su segunda opción.

"Bobby y Matthew me hicieron prometer que te recordaría lo de hoy. No puedo creer que lo haya olvidado."

Los chicos se detuvieron cuando un auto negro pitó. Era Jason, y a su lado, en el asiento de co-piloto, se encontraba Piper, los dos con una gran sonrisa.

"¿Los llevamos?" Gritó Jason, cuando Piper bajó su ventana.

"De todas maneras, vamos al mismo lugar." Siguió Piper, un poco más bajo y con voz más melodiosa.

¿Al mismo lugar?

Piper pareció captar la sorpresa en la cara de su amiga.

"¿No sabías...? Tu mamá nos invitó, Annie. Buenas noticias."

Annabeth alzó las cejas por la sorpresa, una expresión poco común en ella.

"¿Buenas noticias?" Preguntó la chica rubia, lo más alto que pudo.

"Una sorpresa." Respondió Jason.

"¿Tú sabías de esto?" Annabeth miró a Percy, buscando captar algo. Podía leerlo fácilmente la mayoría de veces... Tal vez él sabía algo que no quería decirle.

Él negó con la cabeza.

Parece sincero.

"Vamos."

...

Habían globos de todos los colores en la entrada, y música salía de las ventanas de la casa de Annabeth.

Los cuatro adolescentes entraron, sorprendidos por la repentina celebración.

A los padres de Annabeth le encantaban las fiestas, y siempre incluían a Annabeth en la planificación de estas, a excepción de las fiestas por su cumpleaños. Sin embargo, Annabeth estaba tan perdida como Leo en Historia.

Había una cantidad considerable de gente en la sala de su casa, todos desconocidos a excepción de...

La rodeó con sus brazos y plantó un suave beso en sus labios, rápido, para que nadie más viera.

Olía a libros viejos, lo que significaba que llegaba de la Universidad y que había pasado todo el día estudiando en la Biblioteca.

"Hey"

"Hey" Respondió James, con una tierna sonrisa en el rostro.

"¿Podrías explicarme lo que sucede?"

James se encogió de hombros.

"¿Sabes dónde están mis padres?"

Negó con la cabeza.

"¿Acaso sabes algo, James Lovelace?"

"Sé que estás hermosa hoy. Y sé que no es una novedad, pero me gusta recordártelo." Susurró en su oído.

A pesar de estar totalmente desconcertada por lo que sucedía a su alrededor, Annabeth no pudo evitar sonreír.

La música paró de repente.

Su madre bajaba las escaleras, vestida con un hermoso vestido rosa. Su padre se encontraba en el antepenúltimo peldaño, recibiéndola. Los dos tenían grandes sonrisas dibujadas en sus rostros.

La multitud se reunió a su alrededor.

"Amigos y familia, antes que todo, mis más sinceras disculpas por este evento repentino. Sé que es lunes, y que fue muy difícil para muchos de ustedes estar aquí hoy, pero realmente apreciamos su presencia en un momento tan importante de nuestras vidas." Empezó su padre.

Su madre apretó la mano de su padre. Se notaba nerviosa... Pero feliz. Sus ojos brillaban, como muy pocas veces lo han hecho. La última vez que Annabeth recordaba haberla visto así...

"Tenemos un anuncio muy importante. Algo tan grande, que merecía una celebración." Prosiguió su madre.

Annabeth sintió cómo todo el color de su cara se drenó. Ya lo sabía. Y no lo creía. James tuvo que apretar su agarre.

"¿Te encuentras bien?"

Annabeth asintió.

Su madre dijo las palabras que ella ya esperaba.

Tendría una hermana.

...

Las treinta personas que se encontraban en su sala se acercaron a su madre, una por una, a felicitarla. Se escabulló entonces, en ese momento de confusión, hacia su cuarto.

Estar rodeada de tantas personas le quitaba el aire.

Piper entró detrás de ella.

"¿Te encuentras bien?" Preguntó, muy suavemente, y se sentó a su lado en la cama.

Annabeth asintió.

No se encontraba molesta. Ni emocionada. La verdad, la conmoción no la dejaba decidir en qué estado se encontraba.

"Es sólo... Fue tan sorpresivo. No puedo creer que no nos lo dijeran antes que a todos." Se recostó en el regazo de Piper. Ella empezó a acariciarle el cabello, un privilegio que sólo cinco personas en el mundo tenían. Ella, su madre, su padre, Percy y James.

"Lo sé, querida. Pero, dime. ¿Qué opinas? ¡Vas a tener una hermanita! Siempre quisiste una hermanita."

"¡Sí! Para jugar con ella a las muñecas. Hace diez años. No una a la que no voy a ver crecer pues voy a estar en la Universidad... Ya tenía miedo a que Bobby y Matthew se olvidaran de mi."

Piper asintió.

"No pienses en eso. Vas a ser su hermana. La hermana que la va a llenar de regalos y la va a consentir. La hermana a la que le va a tener confianza y le va a contar todo. Y, si ves el lado amable, tal vez cuando ella tenga siete u ocho años pueda quedarse a dormir en tu departamento."

Annabeth soltó un suspiró. Piper tenía razón.

"O en el departamento de James. Con sus hijos. Quién sabe."

Annabeth se sentó de golpe.

"¡Oh, cállate, Grace!"

"¡Es McLean!"

Las dos chicas reían a carcajadas cuando alguien tocó la puerta.

"¿Puedo pasar?" Preguntó James, a través de la puerta blanca.

"¡Pasa!" Gritó Piper, y se levantó. Plantó un beso en la cabeza de Annabeth y salió mientras él entraba.

James se sentó a su lado. Annabeth se recostó en su pecho... Quería sentir sus latidos.

Los dos estaban acostumbrados a esa posición, por las múltiples veces que Annabeth lo visitaba en su departamento. Solían ver películas en la sala, o en su habitación, y esa era su posición favorita.

"¿Estás bien?" Annabeth asintió.

James la besó suavemente en los labios. Sus labios eran cálidos, y Annabeth pensó que si las nubes pudieran tocarse, se sentirían como los labios de James.

El chico abrió los ojos y reconoció un pedazo de tela que reposaba en una silla blanca.

"Annabeth Chase, ¿Por qué sigues robando mis camisas? ¿No es suficiente con haber robado mi corazón?"

Annabeth negó con la cabeza y lo abrazó con fuerza.

Cuando estaba con él, se olvidaba de todo... Se sentía segura y en calma.

"Todo está bien, ¿No es así?" Volvió a preguntar.

Si te quedas conmigo, sí. 

Después de todo, era de las razones principales por la que estaba con él: Todo parecía estar bien cuando él estaba con ella, y hasta cierto punto, hacia que olvidara aquellos ojos verdes que antes solían quitarle el sueño. 


||

Dedicado:DushinkaMora y Hanna_SAO.

Wowowow. Ha pasado tanto tiempo. 


After all this time? 

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