La semana había sido bastante pesada en el trabajo, de verdad ya no soportaba lidiar con las personas. Su madre se había marchado a su crucero dos días atrás y él había ido a despedirla, y le desanimo un poco pensar que no la vería en todo un año.
El sábado llegó, y se preparó para ir a la casa de Changmin. Cuando estuvo ahí y tocó la puerta, estaba temblando: un poco por el frío, pero no podía negar que también estaba nervioso. La puerta se abrió dejando ver los bonitos ojos que no se alejaron de su mente toda la semana: sí, era Kyuhyun.
-Hola hyung –saludó amablemente Kyuhyun.
-Ho... Hola Kyuhyun –no sabía el motivo de su nerviosismo repentino.
-Pasa –le hizo una señal para que entrara- Puedes sentarte en la sala, Changmin no está, me dijo que no tardaría ¿Quieres algo de beber?
-No gracias, así estoy bien –dijo mientras se sentaba en un sillón. No podía dejar de ver a Kyuhyun, y lo peor es que no sabía la razón de ello.
-Estaba jugando con la consola, ¿te gustaría jugar?, ¿o te da miedo que te patee el trasero? –torció su boca en una sonrisa malvada, Jonghoon casi muere de un infarto al ver eso.
-Mocoso! No sabes respetar a tus mayores – regañó al menor, después lo meditó un momento, no le parecía mala la idea- Está bien, juguemos.
Jugaron varias partidas, la mayoría de ellas las ganó Kyuhyun, quien celebraba burlándose del mayor e insultándolo con adjetivos como "perdedor" "Se nota que estas viejo", etc. Solo una vez salió ganador Jonghoon, cosa que enojó a Kyuhyun, que reacciono con una pequeña rabieta. Esta era una nueva faceta de Kyuhyun, que le resultaba muy adorable al mayor y, no sabía por qué, quería seguir conociendo más de ellas.
Changmin llegó un poco tarde, pero se dispusieron a trabajar para no perder más tiempo. Jonghoon tocaba la guitarra y cantaba, Changmin grababa el sonido y le hacía observaciones, Kyuhyun ayudaba a Changmin en esto. Algunas veces Changmin le pedía a Kyuhyun que tocara el piano para hacerle compañía a Jonghoon, quien estaba fascinado con la forma en que él y Kyuhyun acoplaban la melodía de sus respectivos instrumentos: era un dueto maravilloso.
Habían pasado ya varios días desde que conoció a Changmin, en los cuales había tenido varias citas para grabar y ensañar, algunas veces tenía el placer de ver a Kyuhyun y deleitarse con su música y, sobre todo, con su presencia. Ya se había admitido a sí mismo que el castaño le atraía bastante, además de resultarle una persona interesante y rara, no podía negar que quería conocer un poco más de su vida. Un día escucho a Kyuhyun decirle a Changmin que le gustaría volver a ver a una tal Arha, pero desconocía quién era ella y qué representaba para el castaño.
Estaba lloviendo a fuera y ya había oscurecido, pero aún no lograba alcanzar una nota que era necesaria para la grabación de una canción, por ello aún no abandonaba la casa de Changmin. De pronto escucharon la puerta abrirse, y en el cuarto se adentró Kyuhyun cargando unas bolsas con comida.
-Hola Hyung's, veo que han estado divirtiéndose bastante –comentó Kyuhyun un tanto sarcástico y juguetón al ver las expresiones de frustración de sus mayores.
-No tienes idea –dijo Changmin- Lo que sucede es que aún le falta alcanzar una nota, y llevamos mucho tiempo en eso, sin contar que le falta sentimiento a la hora de cantar.
-Lo siento –al parecer Jonghoon estaba avergonzado, porque no fue capaz de levantar su mirada a la hora de pronunciar esas palabra.
-Vamos, tómense un descanso, seguro no han comido aún. –Jonghoon se perdió en la hermosa sonrisa que le regalo el chico castaño y solo atinó a asentir con la cabeza.
Mientras comían, Changmin y Jonghoon conversaban de trivialidades, Kyuhyun se limataba a observar y a reír de las bromas que los mayores hacían. Después de un rato, el teléfono de Changmin sonó para que, después de contestar la llamada, este saliera a toda prisa, dejando a Kyuhyun y Jonghoon solos prometiendo no tardar mucho.
-¿Cómo puede faltarle sentimientos a las canciones a la hora de que las intérpretes? –Kyuhyun rompió el silencio que de pronto se había formado, sorprendiendo a Jonghoon con esa pregunta- ¿No se supone que amas la música?
-La amo... es más complicado de lo que piensas. –Jonghoon no sabía si abrirle su corazón al menor sería buena idea.
-Pues tenemos bastante tiempo, Changmin no llegará muy pronto, créeme, lo conozco bastante bien.
-Pues... -se perdió un poco en sus pensamientos- Es que amo la música, pero ya no es como antes, cuando todos mis sueños y mis metas giraban en torno a ella.
-¿Ahora ellos ya no lo hacen? ¿Entonces en torno a qué giran? –Kyuhyun tomó una postura bastante seria, y lo más extraño, bastante madura.
-Pues creo que no giran en torno a nada... -suspiró pesadamente- porque creo que ya no tengo ninguno. Hace tiempo dejé de tener nuevos sueños, ahora me parece que nada tiene sentido, todo es tan monótono y aburrido... No hay nada que consiga inspirarme, que consiga darle un poco de sentido a mi existir.
-¿Siempre te has sentido de esa forma? –Ahora el menor parecía un psicólogo. Pero algo en él, en su mirada, lo hacía querer contarle todo, querer confiar en él.
-Realmente no lo sé. Cuando era más joven todo era mejor, de niño tenía una hermosa familia: con un papá, una mamá, y mi hermano (que siempre fue mi mejor amigo); pero todo cambio cundo ellos decidieron divorciarse, cada uno hizo su propia familia con otras personas, lo peor fue que lo hicieron lejos de mi hermano y de mí. Mi hermano se fue a estudiar a Inglaterra, y ahora solo hablamos de vez en cuando. –se perdió un poco en sus pensamientos- La música siempre ha sido el amor de mi vida, pero ahora que tengo que trabajar en un mugroso y aburrido despacho de abogados, ya no tengo tiempo para ella como antes. Poco a poco todo se ha vuelto tan gris en mi vida, que mi hermoso amor dejó de verse tan hermoso como lo era antes.
Kyuhyun no se había perdido ni una sola palabra de Jonghoon, y tampoco había despegado su mirada de los ojos profundos del pelinegro. Él sabía lo que era sentirse deprimido y sin ganas de vivir, sabía perfectamente como era estar roto. Sentía que debía ayudarlo, pero no tenía idea de cómo hacerlo.
-Entonces necesitas algo que te haga revivir, algo que te haga volver a sentir y volver a soñar, necesitas ser reparado.
-¿Cómo puedo conseguir ese algo? –Jonghoon estaba reteniendo las lágrimas que amenazaban por salir, y no entendía siquiera por qué quería llorar –No...No sé...
No pudo continuar, su voz se le quebraba y por fin dejo salir sus lágrimas que había retenido por mucho tiempo. Entonces, sintió unos delgados brazos rodear su cuerpo y apretarlo contra sí; en ese instante se sintió muy frágil, pero al mismo tiempo tan protegido.
-Primero que nada, debes dejar salir todo lo que has estado reprimiendo –lo apretó más contra si- Puedes llorar todo lo que necesites, te juró que te voy a proteger.-En ese momento, Jonghoon sintió que realmente el menor cumpliría su promesa. Jamás había estado es un lugar tan agradable y cálido como esos brazos que lo cubrían como si fueran un escudo contra todo lo malo en este mundo, se dejó envolver y perder en ellos, y poco a poco fue soltando su dolor en forma de lágrimas y sollozos.
Jonghoon perdió la noción que cuánto tiempo estuvo llorando, cuando paró de hacerlo, se alejó poco a poco de los brazos del menor, pero sinceramente no deseaba hacerlo nunca.
-De ahora en adelante tienes que llorar cuando tengas ganas de hacerlo. –el menor no apartaba la mirada de sus ojos. Jonghoon podía realmente perderse en esos ojos redondos. –Ahora, tienes que pensar en que hay muchas cosas por las que vale la pena vivir.
-¿Cuáles son ellas?
-Pues... -lo pensó un momento, y de pronto escuchó las fuertes gotas de lluvia que caían a fuera.- La lluvia es un ejemplo.
-¿La lluvia?
-Si!! –corrió hacia una ventana y la abrió, sacó su cabeza y respiro hondo.-La lluvia es algo perfecto: su sonido es relajante, su olor es muy fresco, su tacto es único. –volteo para ver al mayor.- En pocas palabras, la lluvia despierta todos tus sentidos, la lluvia te hace sentir vivo.
Jonghoon se paró del sofá en el que había estado sentado observando la escena y se acercó a la ventana para también asomar su cabeza, entonces comprendió que era verdad lo que el menor decía.
-También hay otras cosas: Están los libros, que te hacen vivir en otras épocas y lugares, que te sacan de la rutina; también hay videojuegos, te hacen sentir adrenalina y emoción; están las series o películas, la nieve, la comida, el té verde, él café, el vino, los dramas históricos, y muchas cosas más.-Kyuhyun estaba muy emocionado diciendo cada una de esas cosas que realmente le gustaban.- Y también está la música, lo que te conduce al amor. –Se acercó y posó sobre el hombro de Jonghoon una mano, posando así también sus ojos en los del mayor.- Por favor hyung, vuelve a amar la música, vuelve a sentir cada nota adentrarse por tus poros; ama cada vibración que esta provoca, recuerda lo hermoso que es transmitir tus sentimientos en ella, aun cuando nadie la escuche. – Ahora tomó su mano y la apretó fuertemente. –Se fuerte, hay muchas cosas por las cuales vivir, vas a salir a adelante.
-¿Cómo puedes estar tan seguro?
-Porque yo lo hice, así que tú también puedes.