El caos y la destrucción no son del todo malos, porque gracias a ellos nacen cosas hermosas. En nombre de muchas tragedias, se han hecho obras maestras increíbles, y gran parte del arte está inspirado en estas.
Lo mismo ocurre con las personas: las...
¿Alguna vez te has sentido atrapado? ¿Alguna vez has sentido que solo vives por vivir, sin ninguna razón para hacerlo? ¿Alguna vez has sentido que incluso lo que alguna vez te llenó de pasión, ya no lo hace más?
La música siempre había sido la razón de su existir, llenándolo de ese bello sentimiento al escucharla, o mejor aún, al hacerla. Porque nada jamás lo había llenado del todo: ninguna cosa, ninguna persona... Hasta que descubrió lo hermoso que era cantar, lo hermoso que era tocar cada nota en esa guitarra, la cual había sido testigo de su amor por la música.
En pocas palabras, la música era su mejor compañera, su único amor, su todo... Pero ahora -y es que siempre hay un "pero"-ni siquiera ella lograba llenar la maldita soledad que repentinamente le daba por sentir. Sin embargo, era la única que todavía lograba hacerle sentir algo.
Últimamente, sentía todo tan mecánico, él mismo se sentía un robot. El trabajo era una tortura, tener que lidiar diariamente con las personas era horrible; además ya no le dejaba tiempo para la música. Veía a toda la gente igual, también eran robots, no hacían nada especial, solo seguían los mismos patrones, como una oveja al rebaño.
Hoy se supone que debía ser un día especial, puesto que era su cumpleaños, pero eso solo volvía todo peor, se sentía envejecer, sentía que ya no tenía ningún sueño, a pesar de que no había terminado de cumplir los sueños que tenía cuando era más joven.
Ahora se encontraba en un restaurante con su madre y su padrastro, ellos habían insistido en llevarlo a ese sitio para celebrar su cumpleaños. De verdad lo intentaba, trataba con todas sus fuerzas aparentar estar feliz, pero llegaba un punto en que se sentía tan falso. Por qué tenían que obligarlo a ir, no encontraba explicación.
-Hijo, espero que me apoyes en mi decisión- decía su madre mientras sujetaba su mano- No me gusta la idea de alejarme de ti, pero solo será un tiempo- suspiró- además ahora eres un hombre, y ya es tiempo de que vuelva a vivir mi vida.
Su padrastro y su madre acababan de darle la noticia de que se irían a un crucero durante un año, lo cual a él lo tenía sin cuidado, puesto que de por sí ya había hecho su vida con ese hombre que no era su padre desde hace dos años, y también lejos de él.
-Claro madre, ve y disfruta tu viaje- voltea a ver al hombre que se encontraba con ellos- ambos disfrútenlo...
Por la tarde habló por teléfono con su padre, le deseaba un feliz cumpleaños y lamentaba no poder pasar ese día con él, pero tenía un viaje de negocios que no podía posponer, y estaría fuera toda la semana. Su padre también había hecho una nueva familia, incluso ya tenía un nuevo hermanito.
También habló con su hermano; él había sido casi toda su vida su mejor amigo y su confidente. Él se encontraba estudiando en el extranjero desde hace más de dos años, y como es entendible, su relación ya no era tan cercana como antes.
-Hey Jonghoon!! -al parecer su hermano se encontraba contento- Feliz cumpleaños!! Ya te estás poniendo viejo.
-Gracias! Pero eres un insolente, deberías de respetarme, soy tu hyung.
-Discúlpame hyung, sabes que te quiero y te respeto...
Siguieron hablando casi durante una hora, acerca de como iban sus vidas, pero principalmente de la escuela de su hermanito. Cuando concluyeron la llamada, Jonghoon se dio cuenta que extrañaba a su hermano más de lo pensaba y se sintió vacío nuevamente.
Sus dos amigos, Donghae y Hyukjae, lo habían invitado a un concierto de orquesta por la noche. Así se encontraba en el auto de Hyukjae, observando por la ventana el paisaje nocturno de Seúl, mientras pensaba en cómo encontrarle un nuevo sentido a la vida, incluso consideró ir a un psicólogo.
-Hyung, hemos llegado -la voz de Donghae lo sacó de sus pensamientos.
-Ok, entonces vallamos -trató de sonreír lo más naturalmente posible.
El concierto era algo maravilloso, las forma en que cada integrante de la orquesta interpretaba la pieza con su instrumento, era algo hermoso. Para ser sinceros, Jonghoon estaba disfrutando de verdad este concierto.
El tiempo pasaba, y cada una de las piezas que eran interpretadas en ese concierto, se volvían magia a los ojos de los espectadores, y Jonghoon estaba tan fascinado y perdido en el concierto, hasta que una silueta de un hombre alto se cruzó frente a él.
-Bravooo!! Que hermoso!!! -al parecer el dueño de esa silueta estaba borracho.
-Disculpa, podrías darme permiso, no me dejas ver, ni escuchar- Jonghoon trató de ser tolerante.
-Ca..calla...te! n..no te me...tas con...conmigo! -comprobado, él tipo estaba muy borracho.
-Oye!! voy a llamar a seguridad para que te saque de aquí -estaba dispuesto a ir a buscar a un guardia, pero algo se lo impidió, el tipo se le arrojó encima, con golpes incluidos.
Jonghoon tuvo que responder a esos golpes, además estaba furioso. Donghae y Hyukjae trataban de quitarle al tipo de encima y de calmar a su amigo. Entonces aparecieron los oficiales y los separaron.
-Jóvenes, me van a tener que acompañar a la delegación.
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Hola ^^/ Este es mi primer fic, espero que les guste aunque sea un poquito.
Quiero aclarar algo, he decidido referirme a Yesung como Jonghoon, ya la suegra decidió cambiarle el nombre de Jongwoon a Jonghoon, espero lo entiendan.
Otra cosa, al final de cada capitulo hay una frase que más o menos tiene que ver con el capitulo. No sé, me pareció un bonito detalle.
