— ¿Qué? -suelto en una risa irónica.
— Solo responde...
— ¡Y eso a ti qué te importa!
— ¡Me importa, porque te amo! ¿Está bien?
Abro mis ojos muy grande, luego de escuchar sus palabras, ¿De verdad ha dicho eso? ¿Tommy me ama?
Mis ganas de seguir discutiendo con él, han desaparecido.
— Lo dije -suspira- Es verdad...
Solo lo miro.
— Por eso me preocupo por ti, esa es la razón. No lo quería admitir antes por obvias razones. Tú estabas con Jared...
— Y tú con Cassandra -suelto
Tommy suelta una risita negando con su cabeza, yo sonrío de lado.
— Puede que tengas razón -asiente.
Abro mi boca en señal de ofensa, nada que "puede", tengo razón.
— Que descarado, sabes que tengo razón.
— En eso tienes razón, pero en lo otro también, tú estabas con Jared, ambos estábamos muy ocupados haciendo felices a otras personas...
— Puede que tengas razón... -río.
Asiente. Se acerca lentamente a mí y me abraza, yo me dejo, porque por fin había confesado su amor por mí. Claro que esta situación de que si estoy o no embarazada no es el escenario perfecto, pero por fin lo hizo, y eso es lo que me importa ahora.
— ¿Esto quiere decir que podemos estar juntos finalmente? -me pregunta.
Me separo un poco de él pero sin salir de sus brazos, levanto mi rostro para verlo, sonrío y asiento. Sí podemos estar juntos.
— Si es que para ti no es problema que tal vez esté embarazada...
— Querré a ese o esa bebe como si fuese mío.
Escuchar salir eso de su boca, me llena de tanta alegría, que no aguanto más y lo beso.
Sentir eso nuevamente, sus labios sobre mí, mis brazos enredados en su cuello y sus brazos en mi cintura. Siento que esta vez hay más sentimiento por parte de los dos. Por fin vamos a estar juntos, sin ninguna culpa de por medio.
— Vamos con los demás -se separa de mí y me abraza al instante.
Caminamos juntos de la mano con mucho cuidado, hasta llegar con los demás.
— ¿Javier y Roberta? -preguntó.
— Justo allá -contesta Stephan.
Señala la cabaña y en la puerta de esta se hace notar Javier, nos indica con su mano que ya podíamos pasar.
Y con esa orden emprendimos nuestro recorrido hacia la cabaña de "La Tía".
El lugar es muy sucio, para mí, y ese olor a polvo me hace estornudar de inmediato. Esta cabaña tenía toda la pinta de haber sido una cantina de mala muerte. Y la señora, la tal "tía" fue la mujer que nos recibió, era una mujer de contextura gruesa, pero con la apariencia de una abuelita cariñosa, eso indica que debemos tener cuidado. Javier es el claro ejemplo de ello, no deja de mirar las acciones que hace la mujer.
— ¿A ti qué te pasa, muchachita? -se acerca a mí, pero inmediatamente Javier y 10k se ponen frente a mí, impidiéndole el paso hacia mí- Solo quiero ver cómo está, solo basta mirarla para darse cuenta que esta niña está mal, no más faltaba mi niña -me habla- tu grupo, si te quisiera me dejarían revisarte.
— ¿Ahora es doctora? -interviene Stephan.
— Algo así.
En ese momento unos mareos vienen a mí.
Tommy me sostiene preocupado.
— Llévenla al sótano, síganme.
Javier me aparta de los brazos de Tommy y me carga.
Cada vez tenía mis sospechas de embarazo, más reales.
Seguimos a la tía hasta el sótano, no todos vienen con nosotros, solo Javier, mi hermana, 10k y Doc, los demás se han quedado donde estábamos, para vigilar.
— Póngala aquí -indica La Tía.
Javier hace caso a su indicación y ahí me doy cuenta que tenía casi de todo allí, casi parecía un consultorio de verdad, si no fuera, claramente, que era todo de madera y daba un toque tétrico.
— Dime qué sientes, hermosa.
— Náuseas, y hambre... Mis sentidos están al doscientos por ciento.
— ¿Tu periodo está normal?
— Mire, quiero saber si tiene algo aquí para saber si estoy o no embarazada. Porque eso es lo que todos piensan y quiero descartarlo de una buena vez, o tal vez afrontarlo.
La mujer me mira con los ojos muy abiertos. A los segundos asiente de forma atónita.
Se dirige hacia un cajón, lo abre y de este saca una pequeña aguja y un pedazo de papel raro.
— No, no, no, no -trato de salirme de la cama, pero Javier no me permite- no me va a pinchar con esa aguja. ¡No quiero! Pensé que iba a hacer pipí y con eso ya.
— Pensé que ya le habías perdido el miedo a las agujas -menciona mi hermana- ¿No tienes un tattoo en la nalga derecha? Nuestros padres se enojaron mucho por eso.
— ¡Era de mentira! Aún les temo.
— Sí quieres también podemos recurrir a ese método. No te asustes.
La tía se acerca nuevamente al mismo cajón y saca de este un frasco pequeño. Me lo entrega y me señala un pequeño baño.
~~
Positivo.
Todos están felices por eso, pero la única que parece no sentir nada soy yo. Estoy en shock.
Están celebrando todos, cuando de un momento a otro se escucha afuera de la cabaña, un automóvil.
Javier corre hacia la ventana y se fija de quiénes se trata.
— Cazarrecompensas.
Nos miramos entre todos, y guardamos la calma. Javier regresa a mí junto con Tommy.
— Lorena, acércate -digo.
Ella de forma inmediata se acerca junto con Stephan.
El grupo de los cazarrecompensas se hace notar en el bar junto.
— Buscamos a la Tía -habla uno de estos.
— ¿Para qué?
Les responde la mujer.
— Traemos al Murphy.
Nuevamente nos miramos entre todos. Yo personalmente quiero reírme.
La tía no confía en ellos, pero pronto estos le enseñan las supuestas mordidas del supuesto Murphy.
La tía cae en el truco de ellos.
— ¿Y ustedes? -habla otra vez el mismo tipo, pero se dirige a Roberta, quien está sentada frente a la barra- ¿De dónde vienen?
— New York.
— Wow, New York, no hay nadie vivo de por allá.
— Pues nosotros sí -dice Addy.
Los demás tipos se dispersan por todo el bar mirándonos a cada uno. Me preocupo de inmediato al ver que uno se dirige a la mesa de Murphy quien está vestido de mujer.
— ¿Qué tanto miras a tu amiga? Delicia.
Me saca de mis pensamientos esa voz tan cerca de mí.
Javier y 10k se ponen sobreprotectores.
Miro al sujeto con odio.
— A ti qué mierda te importa -contesto furiosa, no sé por qué estoy así.
— Me gustan rabiosas -se trata de acercar a mí, pero no pudo por mis dos seguridades- Apartense la quiero tener conmigo.
— Soy hombre -le sonrío.
La cara de sorpresa de aquel sujeto era toda una historia, quería reírme en su cara.
— Eres idiota si crees eso -le dice uno de sus compañeros- no ves lo mujer que es, invítale un trago y listo.
— Lo aceptaría con gusto, si... No fueras un viejo que da asco y cochino en todos los sentidos, si... me gustara el trago, pero no me gusta, y si... no estuviera embarazada ¡basura subdesarrollada!
Addy, mi hermana y Stephan se echan a reír. Yo ardo en rabia.
El sujeto me mira con odio y decide irse, pero irse hacía donde está Murphy.
Me pongo tensa en ese instante en donde el sujeto le invita un trago a Murphy, y él le hace señas para que se aleje. La malo es que también el zombie y supuesto Murphy se movía con él.
Maldita sea. Pienso.
— Mi Murphy se mueve cuando esta se mueve.
Y rápido todos sacan sus armas.
Mierda, mierda, mierda.
Descubrieron al verdadero Murphy, quiere decir que se va a prender esta shit.
En ese momento todo pasa muy rápido, 10k me coloca detrás de él, me protege. Escucho los disparos y nada más. Corro hacia detrás de la barra y me escondo ahí.
Segundos después ya no hay ningún ruido. Me pongo de pie para salir de la barra y me doy cuenta que todos los de nuestro grupo estan bien, en perfecto estado. Nos sonreímos entre nosotros. Con ganas de abrazar a 10k, volteo rápidamente para hacer eso, pero un quejido me alarma.
Tommy está sobre el piso quejándose, tomando su vientre con sus manos.
— Oh no, no, no, no -pronto las lágrimas se asoman por mis ojos- no, no -sollozo- 10K, no...
Todos rápidamente se posicionan detrás de mí y lo observan. Doc, como es obvio, se preocupó por él.
— Te pondrás bien, chico.
— Lo hará, ¿verdad? -dije.
— Tía, ¿tiene algo para una herida de bala?
— Lo siento, el hilo y aguja se acabaron, y no hay anestesia.
Volteo furiosa y le doy una patada a la silla que está frente a mí.
— No reniegues, le hará mal al bebé -pronuncia Tommy.
Me acerco a él llorosa y lo abrazo con mucho amor y cuidado.
Lloro en su hombro.
— Por favor, tampoco me dejes Tommy -le susurro.
— Hey, no lo haré -sonríe a pesar de todo, y acaricia mi mejilla con su mano ensangrentada, no me importa.
Levanto mi vista y veo cómo la Tía sale de la cabaña con una pistola de bengala, siendo seguida por Javier. A los instantes regresan y veo cómo conversa algo con Roberta y Murphy.
Doc trata de curar la herida de bala de Tommy, pero era imposible, está perdiendo mucha sangre, no podría soportar la muerte de él también, no podría..
— Te quiero muchísimo, 10K -tomo su mano ensangrentada y la coloco en mi mejilla- no sabes cuánto...
— Tú no sabes cuánto he esperado para que oírte decir eso, ahora sé más que nunca que nada ni nadie nos separará, te amo con todo mi ser Slay... Y te prometo regresar para estar a tu lado hasta que se nos sea posible...
~~
— ¡Ahora pagarás por lo que me hiciste!
Le grito al hombre más detestable del universo y al que más odio, Escorpión.
Luego de que la tía haya hecho su llamado hacia la gente del gobierno y se hayan llevado consigo a Tommy y él dejarme su pistola, fue algo que me conmueve.
— Ellos me curarán y estaré pronto aquí contigo -me dice Tommy- para siempre.
— Es una promesa, estaremos juntos -me acerco a él para besarlo.
¡Cómo me gusta besarlo!
Doc quiere irse con ellos, se llevan a Murphy. Al parecer nuestra misión se ha terminado, cada uno tiene que tomar su camino.
Pero nuestra despedida es algo más complicada gracias a la Reina, quien trajo a todo el ejército que le quedaba. Su propósito es matarnos.
La única que muere fue la tía, todos los demás luchamos, incluso yo, a pesar de mi "estado".
Roberta está a punto de morir a manos de la reina, pero algo o quiero decir alguien me deja estupefacta. Es Escorpión.
Él ha salvado a Roberta, matando a su Reina.
Unos flashes vienen a mí, y eso hace que me acerque a él caminando y tomando mi sable con mucha seguridad, voy a matarlo...
— Te mataré justo como tú lo hiciste con Jared.
— Lo siento, pero...
— El gran Escorpión, diciendo que lo siente, a una chica inocente e indefensa, y embarazada...
— Cuánto lo siento...
— ¿¡Qué carajos!?
— ¡Slay, no lo hagas! -grita Roberta.
— Tengo que hacerlo, tengo que vengar a Jared, al padre de mi bebé, al cual mi bebé nunca conocerá por culpa de este Malparido.
— Ya no soy más ese hombre, Escorpión ha muerto, Héctor sigue aquí.
— ¡Es lo mismo!
— Slay, dije que bajaras el arma.
La miro indignada y con odio.
— Ni Javier ni yo te lo perdonaremos. Que te quede claro.
Giro a ver a Javier, y él asiente. Tuve la oportunidad de vengar a Jared y ella no me lo permitió. Significa una cosa.
Ya es hora de separarnos, me iría con Javier y dejaría a mi hermana en cuidados de Stephan y los demás.
— Te amo muchísimo hermana, cuídate mucho. Eres muy fuerte y espero volver a encontrarnos.
— No entiendo por qué te vas.
— Debo tomar mi camino, Lorena. Y no puedo seguir con ellos luego de lo uee acaban de hacer... Cuídate mucho.
Y así sin más tomo mis pertenencias y junto a Javier, nos separamos del grupo...
He tomado mi camino...