Las chicas celosas nunca fueron del agrado de mi mejor amigo Max, de esas que les gustan controlar la relación en todo momento, de esas antipáticas que solo querían a Max con ellas todo el día. ¿Tiempo con los amigos? Ellas despreciaban eso.
Laura, una de las novias de Max, fue la peor de todas. No había minuto que no lo llamaba a cada rato para preguntarle qué estaba haciendo y con quién estaba. En esas llamadas también le pedía la dirección del lugar para que fuera a su encuentro. Laura era muy molestosa.
—Voy a terminar con ella —me dijo de improviso.
—Ah ya —respondí tratando de no darle importancia.
—No me gusta cómo se está comportando.
Max y yo habíamos estado esperando el estreno de una película de terror que pensamos ver desde que se anunció en la tele. Aquella salida era como todas nuestras salidas acostumbradas, nuestro día de cine entre amigos. Nunca me aburría de salir con mi amigo Max, porque siempre disfrutaba de su compañía a pesar de estar siempre juntos.
—Será bonita, pero que no se crea que por eso voy a hacer todo lo que quiere, además, hace poco una chica me dijo para salir.
— ¿Así? Pero Laura te quiere mucho —respondí nada sorprendido por sus deseos de tener otra novia.
No había pasado mucho desde que Laura empezó a salir con Max. Ella se mostró muy posesiva desde el principio. Casi gritaba en el colegio que Max era suyo para que ninguna chica se le acercara.
—Ella es muy atractiva, por eso no tendrá problemas en encontrar otro novio.
—Empecé a creer que te gustaba...digo, más que las otras.
—Sí me gusta, pero no soporto cuando se pone en ese plan, por eso decidí terminar con ella antes de que se ponga más difícil.
Cuando llegamos al cine, compramos las entradas. Faltaba mucho para que empezara la película, por eso nos fuimos a caminar a un centro comercial cercano para matar el tiempo.
—Esta mañana no paraba de llamarme. No tuve de otra que apagar el celular.
—Ahora entiendo porque no está timbrando.
—Y seguro que cuando nos encontremos me va a hacer muchas preguntas, pero qué importa. Es hora de deshacerme de ella.
Llegamos a la sección de los juguetes. Nos pusimos a curiosear algunos que habíamos visto pasar en la tele. Nuestra conversación sobre Laura estaba pasando a segundo plano, cuando de repente, escuché su voz de chica chillona.
—Max.
Laura apareció de improviso. Llevaba puesto un vestido color rosa, el cual hacia juego con la vincha que adornaba su cabello. Ella se acercó a nosotros. Como era de esperar, se puso en plan de enamorada preocupada en cuanto vio a mi amigo.
—Max, justo estaba pensando en ti. No imaginé encontrarte aquí. Dijiste que no ibas a poder salir. Que malo, yo moría por salir hoy contigo —dijo colgada del brazo de Max.
—Laura, sabías que iba a salir al cine con mi amigo Caramel.
—Lo sé, pero te extraño. Van a estrenar una muy buena. Vamos Max, vamos, quiero verla contigo.
—Laura...
Yo conocía muy bien a mi amigo. Esa expresión que había puesto solo me decía que iba a terminar con ella delante de mí. No era correcto permitir que lo hiciera. A veces, por no decir siempre, mi amigo se olvidaba que tenía que tratar amablemente a las chicas. Aunque Laura no me agradaba por su excesiva obsesión con Max, consideraba que no merecía ser lastimada en público.
—Max, ve con ella. Mañana nos vemos, y de paso me cuentas que tal la película.
—Esta película lo veré contigo, lo veremos los tres si quieres. Solucionado.
—No, mejor míralo con tu novia. Max, si yo tuviera una novia de seguro sería amable con ella, así que sé bueno con Laura— dije alejándome.
Max no estaba enamorado de Laura, eso lo sabía, pero no tenía que tratarla mal. Los sentimientos de Laura eran sinceros, sumados con un alto nivel de obsesión, pero sinceros. Max no amaba a nadie, de eso no tenía dudas.
—Terminé con Laura —me dijo Max al día siguiente—. Terminé con ella cuanto te fuiste. No sabes el berrinche que me hizo en público. Esa chica es la reina del drama. Eso fue muy, muy incómodo, pero ya sabes cómo se ponen cuando termino. ¿Sabes? No vimos la película, así que hoy saldremos a verla.
—No me sorprende. Y... ¿Cuándo sabré de tu siguiente novia? —pregunté curioso, aunque no quise que me respondiera.
—Pues la chica que se me declaro, ¿te acuerdas que te conté? Me llamó por teléfon, y ahora ya estamos saliendo. Pero no me preguntes por ella, Caramel, más bien alistémonos para ir al cine. Recuerda que tenemos una película pendiente.
A Max le gustaban mucho las chicas, pero consideraba que les daba poca importancia cuando sabía que podía tenerlas a su lado con una llamada telefónica.
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