El primero en despertar aquella mañana fue Jongin. Tenía sus brazos envueltos alrededor del cuerpo de Kyungsoo, su rostro estaba reposando cerca de su cuello, haciendo que la lenta respiración chocara contra su piel, a tan corta distancia el aroma natural que tenía el pequeño llegaba perfectamente a su nariz haciéndolo disfrutar enormemente del momento.
Jongin no podía recordar un momento más perfecto que ese.
Era algo tan simple que difícilmente alguien que no esté enamorado podría entender, la dicha de que esa persona esté a tu lado, haciéndote sentir completo y feliz.
El moreno estaba encantado de que Kyungsoo fuera más pequeño que él, porque la forma en que se adaptaba a su cuerpo y le permitía disfrutar de cuidarlo era única.
Sonrió viendo como la nariz de Kyungsoo se arrugaba mientras trataba de acomodarlo un poco, pasó sus dedos por su cabello, bajando hasta llegar a su mejilla y luego sus labios.
Dios, esos labios.
Jongin solo quería morderlos, una y otra vez hasta volverlos rojos. Kyungsoo respiraba suavemente, los ojos cerrados hacían que sus pestañas chocaran con su piel. Era demasiado atractivo, demasiado y Jongin era consciente de ello.
Arrugó su ceño cuando se dio cuenta que se moría por besarlo y se propuso hacerlo.
Al principio se sentía un poco extraño, y es que prácticamente estaba aprovechándose del menor cuando comenzó un beso lento, apartándose un poco para observar su reacción y al ver que este solo seguía durmiendo se animó a seguir y hacerlo un par de veces más, recordaba perfectamente que Kyungsoo tenía el sueño pesado, despertarlo podía ser un verdadero trabajo pero si lo intentaba con besos y caricias entonces Jongin bien podía dedicarse a ello cada mañana. Jugó con sus labios hasta que escuchó un pequeño jadeo de la boca de Kyungsoo.
Kyungsoo despertó de a poco, siendo consciente de que su boca estaba siendo invadida por alguien que reconoció como el moreno en cuando abrió los ojos.
Kyungsoo no se negó, y dejó que la lengua de Jongin explorara todo lo que quiso, y no tardó en responderle también, en chocar ambas bocas hasta que la respiración se hacía dificultosa al mismo tiempo que la lengua de su boca se resbalaba y era mordida.
- Jongin... - Suspiró su nombre con los ojos soñolientos. Jongin lo vio, y se rio porque no sabía qué más hacer, parecía que cada vez que lo miraba terminaba gustándole un poco más y de seguir así, se volvería loco.
- Buenos días – Jongin dejó un beso sobre su mejilla, escuchado como Kyungsoo también le daba los buenos días. – ¿Cómo te sientes?
- Muy, muy bien – Kyungsoo sonrió y se acomodó mejor sobre el cuerpo de Jongin en busca de contacto, el moreno se dedicó a pasar sus dedos por su espalda, con cuidado de no apretarlo demasiado pero sí lo suficiente para hacerlo sentir protegido.
- Por supuesto que sí, te ves precioso durmiendo – Jongin sonrió al ver las mejillas de Kyungsoo ponerse de un color rosa, efecto que sabía que tenía con él porque Kyungsoo no era un chico de sonrojarse normalmente.
- ¿Sólo mientras duermo?
- Siempre te ves así, eres realmente lindo – Jongin besó el puchero que había hecho y se regodeó con él, besándolo y mimándolo por largos minutos
El corazón del menor latía fuerte, se habría podido quedar allí de por vida, siendo acariciado y querido, eso, hasta que vio la hora en un pequeño reloj sobre la mesita de noche.
- Diablos, tengo que ir a trabajar
- ¿Qué? – Jongin lo observó atónito mientras el pequeño se deshacía de entre sus brazos para intentar levantarse, no podía creer lo que el pequeño quería hacer. Sin demorar más de dos segundos lo jaló con cuidado y lo volvió a costar sobre el colchón, poniéndose sobre él, frente a frente.
- Jongin, pero qué...
- Kyungsoo, espero que estés bromando – El pequeño ladeó su cabeza ligeramente. Claramente confundido porque él no estaba bromeando, Jongin suspiró empezando a frustrarse – No puedes ir a trabajar cuando hace un día estuviste en el hospital
- Jongin, estoy bien – Trató de calmarlo – No puedo seguir faltando al trabajo, debe ser un desastre y...
- - Kyungsoo, no. – Gruñó y negó con la cabeza sin apartar el contacto visual – Aún estás débil y no podrás hacer mucho de todos modos, además, nosotros tenemos una conversación pendiente
El cuerpo entero de Kyungsoo tembló y sus ojos se abrieron un poco más. Se estaba tensando bajo su acuerpo y Jongin lo notó al instante.
Hablar, hablar, hablar...
- ¿Ah sí? –Titubeo, su voz saliendo un tono más bajo y tímido que antes
- Kyungsoo...
- Está bien, de acuerdo... lo sé, es sólo que... en serio no puedo faltar al trabajo, Jongin, soy el responsable y... no puedo permitirme faltar cuando es un negocio tan nuevo, hay muchas cosas que hacer y supervisar, tengo pedidos que revisar y revisar otras cosas que...
- Lo entiendo Kyungsoo, pero estoy seguro de que Baek puede hacerse cargo de todo eso y dirigir a los demás trabajadores. Tu salud es importante y es precisamente de eso de lo que debemos hablar.
Kyungsoo podía ver la seriedad en la mirada del moreno, incluso la preocupación era palpable y lamentó no ser honesto al ciento por ciento.
- Lamento no habértelo dicho antes.
- Soo... ¿No confías lo suficiente en mí? – Jongin admiró sus ojos negros brillantes que parecían dolidos con la pregunta, el menor negó rápidamente luchando con el nudo que se le formaba en la garganta porque las palabras de Jongin salían de esa forma, y el sentimiento de ser una persona horrible llenaba su mente.
- Por supuesto que confío en ti, lo hago, de verdad lo hago, es sólo que... - Se mordió los labios – Es difícil, intento llevar una vida normal, no quiero que eso me limite en hacer las cosas que me gustan y tampoco quiero que nadie se sienta lástima por mí...
- Lástima – Jongin susurró para sí mismo viendo la incomodidad en el pequeño. Jongin afirmó su peso en uno de sus brazos y con la otra libre, acarició la mejilla de Kyungsoo antes de atacar los labios del bajito, tomando todo de él tanto como pudo, robándole el aliento en pocos segundos. – Tú provocas muchas cosas en mí, Kyungsoo, muchas. Pero lástima no es una de ellas.
Kyungsoo levantó sus brazos y los envolvió alrededor del cuello de Jongin, jugando con su cabello y una sonrisa que era imposible ocultar ante las palabras que había dicho, quería decirle algo, realmente quería hacerlo pero su garganta estaba cerrada.
- Sólo quiero cuidarte, me importas mucho Kyungsoo, y lo primero para mi es que tu estés bien. Entiéndeme, estuve a punto de explotar cuando todo pasó y luego, verte en el hospital...
- Lo siento... lo siento mucho – Los ojos de Kyungsoo picaban y Jongin lo besó en respuesta. Un beso simple y cariñoso.
- Está bien – Suspiró – Pero quiero que en serio no haya nada que ocultar entre nosotros, si vamos a estar juntos eso es lo primero que debemos hacer.
Kyungsoo asintió. Cerró los ojos para poner en orden sus pensamientos, era el momento preciso para hablar. Para contarle todo y esperar a que eso que Jongin decía, fuera cierto. Tenía que confiar en que así sería.
- Jongin yo... tengo algo más que decirte – Titubeó, Jongin asintió y le brindó toda su atención.
- ¿Qué es?
- Pues... es que yo... - Su voz se fue apagando, perdiendo momentáneamente la confianza. Abrió la boca para decirlo, pero se callaba en el último momento, agitó la cabeza para despejar su cabeza y antes de poder decir algo su estómago lo traicionó.
Jongin rio y Kyungsoo quiso que la tierra se lo tragara.
- Hablaremos luego Kyungsoo, creo que primero deberías comer algo.
- No tengo hambre... – El moreno levantó la ceja causando que se avergonzara aún más, nunca le había pasado antes y por supuesto la primera vez que su estómago gruñía por alimentos era frente a Jongin – Bueno, está bien pero, quisiera darme un baño antes
- ¿Quieres que te ayude? – Levantó una ceja sugerente, Kyungsoo se volvió rojo completamente y Jongin rio antes de ayudarlo a levantarse, besó sus labios con ternura y lo dejó ir.
El moreno fue hasta la cocina donde preparó un desayuno simple pero como no sabía qué le gustaría comer a Kyungsoo optó por varias cosas. Jongin no tenía dulces ni postres que era lo que el bajito solía comer pero ya que su estado de salud era delicado algo más sano era la mejor opción.
Lavó y cortó algunas frutas naturales, leche y unas tostadas con mermelada y miel, además hizo unos huevos simples y ordenó la mesa para el desayuno, también preparó un poco de café para él y antes de que Kyungsoo saliera del baño buscó los medicamentos del bajito poniéndolos a un lado de la mesa para que no olvidara tomarlos luego de comer.
Jongin no iría a trabajar, ya había hablado con Sehun y Chanyeol al respecto, ambos iban a ayudarlo en algunas reuniones y lo mantendrían informado de cualquier cosa, por ahora el moreno solo quería cuidar de Kyungsoo y por eso estaba muy agradecido con ellos.
- Jongin – El menor apareció en la cocina con el cabello húmedo y con una de sus camisetas con las que solía hacer deporte, Jongin lo observó, lucía mucho mejor que el día anterior y eso lo tranquilizaba mucho – Huele delicioso
- Ven a comer, yo iré a bañarme y luego te acompaño
Kyungsoo hizo una mueca, quería comer junto con el moreno ya que es algo que no habían podido hacer antes. Jongin desapareció por el pasillo mientras él se sentó en una de las sillas.
La mesa estaba bien puesta habían varias cosas allí para comer, esperaría por Jongin para comer con él, juntos, pero era extraño que se viera pellizcando de las tostadas porque el olor era delicioso.
"Quizás es porque Jongin lo preparó para mi"
Ese fue el pensamiento, que lo hizo sonrojarse porque demonios, era increíble tener a alguien como Jongin al lado y aún más si hacía todas esas cosas por él, ni en el mejor de sus sueños podía haber creído que estaría con alguien así.
Pero lo estaba.
- La fruta está deliciosa – Murmuró mientras comía una de las frutillas rojas que ahora bailaba en su paladar. Kyungsoo agitó su cabeza y retrocedió su mano porque tenía que esperar por el moreno, pero las tostadas que ahí estaban y la mermelada parecían ahora seducirlo y Kyungsoo se mordió los labios pensando en lo rico que debía estar, podía imaginarse dándole una mordida y el sonido crujiente que escucharía antes de poder probarlo.
Movió sus dedos sobre la mesa y miraba de reojo la leche y el café que estaba listo para ser bebido. No puede recordar un momento en que un desayuno le haya sido tan apetitoso como en ese momento.
Jongin termino de ducharse rápidamente y se vistió para ir con Kyungsoo, se quedó mirándolo mientras el bajito parecía tímido en tomar un vaso con leche que había servido segundos antes, dudando si beberlo o no.
- ¿No piensas comer? – Kyungsoo pegó un saltito en su lugar y Jongin rio por eso. – parecía un niño descubierto haciendo alguna travesura.
- Te estaba esperando para comer juntos – El moreno sonrió enternecido por sus palabras
- Pues ya estoy aquí, podemos comer juntos
Jongin nunca había visto comer Kyungsoo con tantas ganas como en ese momento. Siempre era un pelea, incluso había creído que el menor no comía nada excepto dulces, pero en ese momento parecía muy animado y comía y probaba de todo sin que tuviera que decirle nada.
Kyungsoo no entendía tampoco, ni siquiera es que se lo pensara mucho.
- Jongin esto es delicioso – Lo alababa mientras comía las últimas frutas y chupaba sus dedos para no desperdiciar nada.
- Realmente tenías hambre – Comentó con simpleza, causando que Kyungsoo se avergonzara por la forma tan desesperada de comer
- Lo siento, no suelo ser así...
- No te disculpes, supongo que es normal después de que estuvieras tan débil, tu cuerpo solo quiere recuperar sus fuerzas y eso es bueno, pensé que tendría que pelear contigo para que comieras
- No tienes que pelear conmigo por eso
- Siempre lo hago, Kyungsoo. – Jongin bebió de su café observando al menor – El médico habló conmigo, había revisado tu expediente y notó que habías bajado mucho de peso, en el último tiempo, me dijo que no debería pasar y que quería hacerte otros exámenes en unos días, cuando ya estés más recuperado.
- ¿Exámenes? – Kyungsoo dejó de lado su taza de café e hizo una mueca en desagrado – ¿Es necesario? No creo que haga falta, no me agradan los hospitales, Jongin
- Ni siquiera pienses que vas a convencerme de no ir, te acompañaré y si es necesario yo mismo te llevaré arrastrando. Quiero que estés sano, no voy a ser flexible en eso Kyungsoo, es por tu salud.
- Gruñón – Kyungsoo susurró. Odiaba los hospitales y que tuvieran que hacerle exámenes, y con Jongin ahora no tenía opción de no ir. ¿De dónde iba a sacar tiempo de ir con todo los problemas que tenía?
De solo pensar en eso se le revolvía el estómago.
Mientras Kyungsoo maldecía bajito y hacía muecas desagradables ante la idea de ir al médico Jongin se deleitaba con eso, el desagrado que manifestaba era por completo enternecedor desde su punto de vista, aun así, lo llevaría. Jongin no quería más sorpresas desagradables en torno a la salud de Kyungsoo.
Jongin señaló los medicamentos que Kyungsoo tuvo que tomar ante la atenta supervisión del moreno.
Su celular sonó y el moreno se puso de pie para buscarlo y atender, era uno de los detectives que le confirmaba que el auto que buscaban había sido encontrado y quemado en un área rural cercano a la ciudad.
No había pistas, Jongin maldijo para sus adentros. El hombre que había dado el reporte del incendio estaba haciendo su declaración pero al parecer no tenía idea de quien había provocado el incidente.
- ¿Sucede algo? – Kyungsoo preguntó cuando Jongin volvió con él. El moreno negó le dio una pequeña sonrisa
- Nada, ¿Quieres ver alguna película?
- No me dejaras ir a trabajar, no? – Jongin le guiñó un ojo y Kyungsoo se resignó – Una de comedia estaría bien, supongo
Luego de dos películas en las que no había podido decidir si ver o no, Kyungsoo se quedó dormido entre sus brazos.
Apenas se había dado cuenta cuando Kyungsoo se acurrucó a su lado y su respiración se hizo más lenta y pausada.
Disfrutó con él un poco más hasta que lo tomó en brazos como si fuera un bebé y lo llevó a su habitación.
- Jongin...
**
- Mhm... - Kyungsoo maldijo el sonido insistente que lo había despertado y que ahora le taladraba los oídos.
No tardó en darse cuenta que se había quedado dormido y ahora estaba sobre la cama de Jongin. Se puso de pie con cuidado de no hacer un movimiento brisco y se dio cuenta además de que estaba en piyama.
El sonido insistente del timbre de la casa ya hacía que sus oídos se sintieran molestos y carácter empeorara.
Odiaba los ruidos molestos.
Ni siquiera se paró a pensar en donde estaba Jongin en ese momento o que era él quien atendería la puerta de la casa del moreno.
- ¡Ya voy, ya voy! – Avanzó a como pudo y tomó la puerta con fuerza para abrirla, deteniéndose en el momento en que vio a la mujer de pie frente a él, con los ojos tan abiertos como él.
- ¿Kyungsoo? – Lo escaneo de pies a cabeza y el silencio se hizo en medio de ambos. Todo el coraje que había sentido antes ahora estaba en pausa mientras era observado con una ceja alzada. – ¿Qué haces tú aquí?
- Estaba durmiendo – Lo dijo porque era eso lo que estaba haciendo, ¿Debería decir también que pasó la noche allí con Jongin? Aunque era obvio unas ganas enormes de decirlo de todas formas lo invadió. - ¿Qué haces tú aquí?
- Buscaba a Jongin, obviamente – Hyuna arrugó su ceño, aún de pie en la entrada, su mirada fue hacia dentro de la casa, ignorando a Kyungsoo
- Él no está
- A, no? – Ella volvió su atención al bajito, lo miró con cautela y una pequeña sonrisa asomó en sus labios – Que extraño, se supone que estaría en casa hoy
Parecía que cada cosa que decía era más insoportable, quizás era su tono de voz pero le parecía desagradable. Encontrarse con la ex novia de Jongin en su casa no era algo que le gustara, ni un poco.
- Le diré que viniste – Kyungsoo quiso cerrar la puerta pero la chica lo detuvo, y haciendo un movimiento rápido dio un paso adelante y entró en la casa.
- Puedo esperarlo, tengo tiempo, gracias – Hyuna avanzó hasta la sala y se acomodó en uno de los sofás. Kyungsoo quería echarla pero esa, no era su casa sino la del moreno.
Fue con ella luego de cerrar la puerta y de pie, la miró.
Hyuna lucía muy hermosa, con unos jeans ajustados y una blusa de seda roja, su cabello negro y largo caía en ondas y su maquillaje era tan limpio que le daban ganas de arruinar lo perfecta que se veía.
Celo, Kyungsoo estaba sintiendo celos porque ella era demasiado bonita y elegante y Jongin estuvo enamorado de ella. Incluso iban a casarse y no es estúpido para darse cuenta que ambos hacían una pareja increíble.
- Así que, tuvieron una noche entre chicos, no? - Ella comentó con gracia ganándose la atención del otro – ¿Jongin ha estado así de mal luego de nuestra ruptura?
Kyungsoo quiso reía, reír con ganas porque Jongin no estaba mal, en absoluto.
- ¿Así de mal? Creo que estás equivocada...
- ¿Eso crees? – Ella negó – Ya había pasado esto antes, Jongin es muy maduro pero por dentro a veces es un niño, al menos agradezco que seas su amigo y lo hayas acompañado estos días
- Señorita Kim... en serio creo que está equivocada. Jongin fue quien terminó su compromiso.
- Lo sé – La mirada divertida se fue y apareció una de nostalgia y tristeza – Jongin está confundido, él mismo me lo dijo, no creas que me lo ocultó.
- Entonces no entiendo qué hace aquí.
- Es simple, Kyungsoo... vengo a recuperar a mi chico. – Kyungsoo sintió como la confianza en su voz lo decía todo. – Jongin está confundido y es obvio que no podríamos casarnos bajo esas circunstancias, pero, sé que cuando él despeje sus dudas de aquella mujer que lo quiere apartar de mí, entonces volverá y seremos la pareja feliz que siempre hemos sido.
- Jongin no está confundido
- Lo está, lo está, él mismo me lo dijo. No es fácil para mí aceptar eso, pero es mucho peor si solo me quedo a esperarlo, Sé que Jongin me ama, no hubiera insistido en casarnos de no ser así, Kyungsoo. Él solo está encaprichado por alguien más y agradezco que haya sido honesto conmigo cuando decidimos darnos un tiempo
Kyungsoo no daba crédito a lo que escuchaba. No podía creer que Jongin aún estuviera jugando con él. Jongin no podría hacer eso.
- Jongin – Buscó aclarar su garganta y ordenar sus pensamientos para no sonar como un idiota frente a la mujer – Jongin no podría hacer eso
- Tú te has hecho muy amigo de él, me sorprende incluso encontrarte aquí... solo. Pero no lo conoces lo suficiente, Jongin y yo llevamos tiempo de conocernos y sé que cuando se encapricha con algo no hay forma de hacer cambiar... me duele pensar que está interesado en alguien más, me duele muchísimo, pero lo amo, y sé que él me ama también. No voy a dejarlo ir por una mujerzuela que se le insinuó y se metió en sus pantalones, odio pensarlo pero te aseguro que si fue capaz de contarme algo como eso, no es algo serio.
- Yo... - Kyungsoo no era capaz de decir nada. Trataba de ser objetivo, y de pensar que ella mentía, pero no había forma de ver la mentira, o de sentirse bien cuando ella lucía tan determinada a recuperar al moreno.
- Kyungsoo – Ella se acercó y tomó sus manos, las manos frías le dieron un escalofrío al contacto – Jongin me ama, así que por favor... habla con él, estoy segura que como su amigo también quieres verlo feliz. Tengo que irme ahora, no sé cuanto pueda tardar en volver pero...dile que me llame, él tiene mi número nuevo, lo estaré esperando en nuestro lugar especial...
- Espera... - La detuvo, ella no podía irse así, sin más – Jongin ya no te ama, lo sé
Lo dijo con todo sus sentimientos al borde, Se moría por decirle que Jongin no la amaba porque era él a quien amaba ahora. Quería que ella lo supiera y que lo entendiera, pero Hyuna le sonrió descaradamente como si supiera algo que él no sabía.
- Sólo Jongin puede decir eso, y al menos yo, lo he escuchado de sus propios labios. ¿Y tú?
Hyuna se marchó con una sonrisa triunfante y Kyungsoo quedó de pie en medio de la sala. Mirando sus pies sin mirar nada realmente. Su mente estaba perdida en las palabras que ella le había dicho.
Jongin confundido...
Jongin solo está encaprichado con alguien más...
Jongin estaba enamorado de ella, de Hyuna.
Jongin había sido capaz de contarle que se había acostado con otra persona porque en realidad... no era importante.
- Su lugar especial – ¿Qué rayos había querido decir con eso? ¿Por qué ellos tenían un lugar especial?
Kyungsoo quería gritar y sacar el nudo que tenía en el pecho. Acaso Hyuna en verdad sabía que era él quien estaba con el moreno?
Era probable, ¿sus últimas palabras tenían un doble sentido o solo a él le parecía así?
Sin contar el tiempo que había pasado Kyungsoo se abrazó, sintió frío y deseo que Jongin llegara pronto y lo abrazara.
¿Dónde se había metido de todos modos?
¿Por qué lo había dejado durmiendo y desapareció?
Kyungsoo se esforzó por avanzar, como si buscara al moreno en esa casa, aunque entendía muy bien que no lo encontraría.
- Jongin... - Lo llamó, por el gusto de escuchar su nombre salir de sus labios y buscó en varias partes, Jongin no estaba, entró en la oficina que tenía ahí, en su casa. Miró el lugar donde el moreno trabajaba, sus libros llenando varios estantes, sus cuadros, el gran escritorio. El lugar parecía tener el aroma de Jongin en cada rincón.
Kyungsoo observó la computadora del moreno. ¿No era eso lo que buscaba?
Había aceptado ir a su casa por su madre, para buscar sus correos, información de cuentas bancarias. Kyungsoo sabía cómo hacerlo y ahí estaba lo que necesitaba.
Se acercó lentamente y sus dedos tocaron lentamente la madera caoba de su escritorio, el computador estaba encendido y era extraño, Jongin era muy cuidadoso con sus cosas.
¿No era esa una oportunidad de oro?
Lo era. Lo era mucho.
Suspiró porque a pesar de ello no quería hacerlo. No podía engañar a Jongin, aunque ahora, gracias a Hyuna pensaba que era muy probable que el moreno estuviera jugando con él.
"Sólo Jongin puede decir eso, y al menos yo, lo he escuchado de sus propios labios. ¿Y tú?"
Bueno, Kyungsoo no lo sabía, Jongin realmente quería una familia con él? ¿O si quiera quería algo serio con él?
Ahora conocía a su madre y se había presentado como su pareja frente a ella, lo cuidaba e insistía en su salud, lo acunaba, lo abrazaba y lo besaba con ternura pero... eso que sentía el moreno por él, era más fuerte que lo que había sentido por Hyuna?
Ella lucía tan confiada, pero Kyungsoo no se sentía de la misma forma.
Enamorarse era tan complicado.
Sin saber que más hacer se acercó, dio un paso cuando su cuerpo pareció perder las fuerzas que tenía, sus piernas se debilitaron y lo único que atinó a hacer fue acercar la silla del escritorio y dejarse caer en ella.
¿Por qué seguía tan débil?
Kyungsoo negó, tenía que regresar a su cuarto pronto esperar a que Jongin llegara. Su mirada se levantó y sus ojos picaron ante la imagen.
Entre sus manos ahora sostenía una fotografía de Jongin y Hyuna, juntos y abrazados.
Celos otra vez, y Kyungsoo quiso arrojar esa fotografía a la basura.
Jongin lucía feliz mientras abrazaba la cintura de ella, quien se agarraba de su cuello.
Sitió un ruido en la puerta, y tardó unos segundos en ponerse de pie y caminar fuera.
Jongin había llegado con muchas bolsas del supermercado, su vista se clavó rápidamente en el bajito que apareció por el pasillo, le sonrió pero su sonrisa se borró tan rápido al ver el rostro de Kyungsoo.
- Soo...
- Hyuna vino a verte, y dijo que te estaría esperando en su lugar especial
Después de decir ello salió prácticamente corriendo. Jongin no había terminado de entender lo que había dicho cuando salió detrás de él, sin importarle que las bolsas quedaran tiradas en la entrada de la casa.
- ¡Kyungsoo! – Lo llamó persiguiéndolo pero el bajito ya había entrado en el cuarto, estuvo a punto de encerrarse en el baño cuando lo sujetó de la cintura – Kyungsoo espera...
- ¡No!
- Kyungsoo... - Se aferró a su cuerpo pese a que Kyungsoo le gritaba, no se apartó de él, dejándolo confundido. – Kyungsoo por favor... cálmate
- No, no quiero – Las lágrimas comenzaron a salir, y el moreno se aferró a él con más fuerza, lo giró entre sus brazos y presionó su rostro en su pecho firme, acariciando su espalda lentamente para confortarlo.
- Shh... tranquilo – un par de horas había astado para que Kyungsoo hubiera cambiado de un chico tímido a un completo desastre que no paraba de llorar. Jongin se preguntaba qué tenía que ver Hyuna en todo eso – Ven, vamos a hablar si?
- No, no... - Se negó tratando de apartarse – Seguramente ahora te están esperando, y yo debo irme a casa
- No vas a irte a ninguna parte, Soo – Con una de sus manos le sujetó la barbilla para que lo mirara y su corazón se comprimió al ver las lágrimas bajar por esas mejillas sin control, el dolor reflejado en su rostro. – Kyungsoo no sé que haya pasado pero no voy a dejarte ir a ninguna parte
- Pero
- Pero nada – Gruñó calmándose un poco para presionar sus labios y tomándolo en brazos lo llevó hasta la cama, donde se sentó en la orilla de ésta, Kyungsoo sentado en sus piernas con cada una a los lados de su cuerpo. – Ahora... quiero que me digas qué ocurrió, qué tiene que ver Hyuna en todo esto?
- Ella vino a verte – Kyungsoo sorbió su nariz, estaba extremadamente sensible y se odiaba por eso, pero la situación podía con él
- Hablaste con ella...
- Jongin... por qué aún tienes una foto de ella? – Preguntó aguardando una respuesta que no llegaba comenzando a desesperarse – Tú la amas
- No Kyungsoo, no lo digas, yo no la amo de la forma que tú crees
- No soy yo quien lo dice, es ella... y tal vez
- Kyungsoo no, basta – Jongin lo tomó del rostro y lo miró a los ojos, le dolía escuchar eso, porque no, él no debería dudar de nada
- No quiero que juegues conmigo, Jongin, si tu aún la amas... yo lo entendería, yo... por dios, yo solo no quiero sufrir por estar enamorado de ti
El pecho de Jongin se inflo al escucharlo. Era una situación bastante extraña, porque Kyungsoo parecía atormentado y estaba sufriendo pero aun así estaba tan abiertamente reconociendo estar enamorado de él que la sonrisa que le provocó incluso molestó al bajito.
- Estás muy enamorado de mí, ¿no? – Jongin rio cuando Kyungsoo le golpeo el pecho suavemente, enojado. – Está bien, está bien... lo siento
- Solo estás jugando – Susurró con enojo y su labio tembló causando pánico en el otro.
- No, solo estoy feliz, muy feliz. – Jongin acarició su cabello y besó su frente
- ¿De qué rayos estás feliz? Te estoy diciendo que-
- Que estás enamorado de mi – Lo interrumpió – Y eso, me hace muy feliz porque yo siento lo mismo por ti, Kyungsoo
- Es mentira... – Emocionado como estaba, mordió sus labios y negó
- No lo es, te amo Kyungsoo, te amo y es un amor deferente a cualquiera que haya sentido antes, ni siquiera por Hyuna, debes saber eso porque es la verdad. Eso es lo que siento
- Jongin – Las manos del moreno abrazaron su cintura y Kyungsoo tuvo un pinchazo recordando la fotografía – Tú aún tienes una foto de ella en tu oficina... quizás solo estás confundido y en realidad la quieres...
- Una foto - Asintió – Lo olvidé, no tiene un significado oculto, no es porque aún la ame, supongo que no tuve un tiempo para sacar la foto, pero te aseguro que eso no tiene una importancia para mí, Kyungsoo. Si solo hubiera tenido dudas no hubiera cancelado mi matrimonio. Me enfrente a muchas cosas por ti, y lo volvería a hacer, si el resultado es tenerte conmigo, así, como ahora
Kyungsoo se apretó sobre el cuerpo del moreno y le robó un beso. Uno suave, mientras se aferró a su cuello para poder tenerlo cerca y disfrutar de ese calor que lo llenaba cada vez que lo tenía cerca.
Una última lágrima salió de sus ojos, esta vez de felicidad porque creía, prefería creer que su historia era real y no una mentira.
- Así que... ella mintió?
- Quizás aún se aferra a algo. Hyuna no es mala, pero ciertamente lo que ella cree no va a pasar, yo no voy a volver con ella porque a quien quiero a mi lado eres tú.
- Dijo que te estaría esperando en su lugar especial – Jongin arrugó la frente
- Pues no tengo idea de cuál es ese lugar, mi lugar especial ahora es donde estés tu
- Tonto... - Jongin le robó un beso cortando sus palabras, un beso que le robó el aliento y le dejó con ganas de más. El menor presionó su cuerpo, creando fricción y luego de ser acariciado por las manos firmes del moreno ya no pudo aguantar más – Jongin... podrías
Dejó la frase en el aire, Jongin no necesitaba más palabras para entender lo que el pequeño quería. Jongin lo abrazó y le hizo el amor como debía, Dejando en cada parte de su cuerpo distintos besos que le hicieran entender su amor.
Kyungsoo gimió y lo hizo con todas sus fuerzas cuando el moreno le exigió que dijera en voz alta lo que le hacía sentir.
Cada embestida fue dada en el punto exacto dentro de su cuerpo. Lo llenaba con impaciencia y lo volvía loco. El cuerpo blanco y suave de Kyungsoo temblaba y se retorcía con cada caricia mientras se hundía en él.
Jongin le dio todo el amor del que era capaz de expresar, porque se juraba a sí mismo que Kyungsoo no volvería a dudar nunca de su amor, otra vez.
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Bien, he vuelto (?).
Primero, agradecer como siempre a quienes leen esta historia pese a mis pequeños retrasos :( No es mi intención hacerlo, me gustaría poder actualizar mucho más seguido
Segundo, decir que mi idea de este capítulo abarcó demasiado y por ello tuve que dividirlo en dos partes, ya que si lo hacía en una sola iba a resultar muy largo y si trataba de acortarlo no iba a poder expresarme bien y podría generar problemas.
Ahora, en el capítulo anterior les mencioné algo de que este capítulo no les gustaría, pues bien, lo dejo para la segunda parte del capi, consideren esta parte como la felicidad antes de...
Sé también que hay lectores que están esperando ciertas cosas del fic, me lo han comentado y más que nada, darme un tiempo para decir que no adelantaré sobre el final, si es bueno o malo, no tengo idea porque es como se me ocurrió la historia, pero prometo esforzarme porque sea lo mejor posible. También me daré un tiempo para corregir la ortografía de los capítulos anteriores ya que a veces se me pasan sin intención </3.
Les dejo y trataré de actualizar pronto, pronto, si no ya pueden lanzarme tomates podridos y todo eso, cuídense y nos leemos <3