Quiero Ser tu Apoyo (Superbat)

By LureIrazabal

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Batman es un hombre muy atareado y siempre vive absorto en algún caso hasta la médula, tanto así, que constan... More

Capítulo 1: Anochecer.
Capítulo 2: Noche silenciosa.
Capítulo 3: Sonrisa Falsa.
Capítulo 4: La espera eterna.
Capítulo 5: Juego limpio.
Capítulo 6: Hostilidad Incontrolable.
Capítulo 7: Agitada Respiración.
Capítulo 8: Quiero oírte una vez más.
Capítulo 9: Palpitar
Capítulo 10: Solo Tuyo
Capítulo 11: Muerto de Celos
Capítulo 12 - Extra: Sensaciones Encontradas.
Capítulo 13: Lo único que me importa
Capítulo 14: No te Cierres
Capítulo 15: Sentimientos Intensos
Capítulo 16: Plato principal
Capítulo 17: La misma Sensación
Capítulo 18: Sabes como Manipularme.
Capítulo 19: Estás Aprobado.
Capítulo 20: Podríamos Volver a Intentarlo.
Capítulo 21: No Sabes
Capítulo 22: Me agrada mucho la idea
Capítulo 24: Nunca has Confiado en Alguien.
Capítulo 25: Juego de Seducción.
Capítulo 26: Momento de Actuar.
Capítulo 27: Necesito Tiempo.
Capítulo 28: Sudor Frío.
Capítulo 29: Cuidadoso y Metódico
Capítulo 30: Infancia Llena de Dolor.
Capítulo 31: El Hombre más Fuerte del Mundo.
Capítulo 32: Prométeme.
Capítulo 33: El Día y la Noche.
Capítulo 34: Haremos que Funcione.
Capítulo 35: Día de Revelaciones.
Capítulo 36: Demasiada Oscuridad.
Capítulo 37: No me Dejes.
Capítulo 38: El primero de muchos.
Capítulo 39: Frío y cruel.
Capítulo 40: ¿Confías en mí?
Capítulo 41: Hazme revivir cada detalle.
Capítulo 42: Merecen ser Felices.
Epílogo: Juntos hasta el Final.

Capítulo 23: Terrible Deducción.

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By LureIrazabal

Notas de la autora: escrita años atrás.

Hola a todos! Esta vez pude actualizar antes!!! Jeje a pesar de mis exámenes, también le dediqué a escribir. O sea, si me va mal es por culpa de uste... mía, de quien va a ser? jajaja.

Bueno, este capituló tiene condimento variado y realmente me gustó mucho escribir. Es un poquito largo para compensar... así que, espero que lo disfruten.

______________________

Los visitantes inesperados, Tony Stark y Steve Rogers, se aparecieron en el departamento de nuestros héroes con la intención de asistirlos en el caso que traían entre manos: el posible robo y venta en el mercado negro de la investigación de una mutación de un virus peligroso. Bruce había ideado un plan de acción para resolver este asunto, pero dadas sus circunstancias y el lugar en donde se encontraba, necesitaba ayuda externa para ejecutarlo. Por esta razón, se contactó con el filántropo mayor para solicitarle detalles específicos para su propósito; algo que estaba seguro que conseguiría sin problemas. Pero en vez de enviarle lo solicitado, aquellos dos intrusos, como así pensaba Bruce que eran, se presentaron en el edificio sin más. Fue enorme la sorpresa y fastidio del murciélago al verlos en el lugar. Como era de esperarse, se quejó y hasta intentó persuadirles de que se fueran, pero a Tony sin importarle el mal humor de su amigo, y haciendo caso omiso de sus berrinches, lo regañó dándole a entender que necesitaba de su presencia y que no podría hacer lo que planeaba solo por su cuenta.

—A ver si te explicas mejor, Stark. —Frotó su cara con fastidio y lo volvió a mirar seriamente—. Me dijiste que el cambio estético de la fiesta lo lograste sin problemas, y se supone que sólo te faltaba obtener un par de entradas; cosa que jactaste que sería, y cito textual: pan comido. Ahora dime... ¿Cuál es el problema?

—¿Problema? Ninguno, corazón. —Sonrió con picardía en los ojos—. Me pediste que convenciera al organizador de usar la temática de antifaces. No fue nada fácil, pero luego de estar un buen rato charlando con él, logré que esta inventiva tuya se llevara a cabo. En estos momentos, seguramente todos los invitados a la fiesta están recibiendo el comunicado con los nuevos requisitos.

—¿Entonces? —murmuró el señor de la noche por lo bajo, casi apretando los dientes, impacientándose frete a lo obvio.

—Las dos entradas que me pediste también las conseguí, pero como serán invitados de mi parte... sí o sí tienen que venir conmigo. Steve será mi guardaespaldas, el grandote atrás tuyo... —Señaló a Clark y éste abrió los ojos—... obviamente será Clark Kent, reportero del Daily Planet; y tú, corazón... —Apretó en una fina línea sus labios ocultando un poco los nervios y otro poco las ganas de reír—... irás como mi pareja.

—¿Queeeeé? —se escuchó una réplica general por parte de los tres hombres restantes de la casa.

Bruce alzó las manos hacia delante haciendo gesto de: ¿Qué rayos? y Clark arrugó sus cejas molesto frente a tal declaración. De igual manera Steve, que hasta ese momento no tenía detalles del asunto, le dedicó una mirada reprobatoria a su pareja para luego carraspear incómodo. El mayor al ver las reacciones de todos comenzó a reír a carcajadas.

—Stark... ¿es esta otra de tus bromas? Porque realmente me estoy comenzando a impacientar. Dime de una vez que rayos pretendes con esa...

—Tony, Bruce, llámame Tony si quieres que sigamos hablando. —Se hizo el ofendido y miró hacia un costado cruzándose de brazos. No pudiendo contenerse por mucho tiempo lo miró de reojo y sonrió ampliamente—. Eres tan lindo cuando te enojas, Bruce. Cuando te pones así, siempre me llamas por el apellido. —Descruzó los brazos y se acomodó en su asiento—. Pero compañero, no hay mucho que entender, no tienes muchas opciones, te guste o no.

—No puedo con este hombre. —Bruce apretó con fuerza su mano en puño y se puso de pie—. Quiero que te expliques ahora mismo o me las arreglaré sin tu ayuda. —Señaló la puerta con el índice e infló el pecho molesto.

—Bruce, cálmate. Seguramente el señor Stark sólo está bromeando contigo. —Superman se acercó y apoyó su mano en su hombro para aplacarlo.

—¡Cómo quieres que me calme, este idiota no deja de jugar! ¡Esto es serio, Clark! Sabes lo importante que es para mí, el peso que le estoy poniendo a este asunto. ¡Y este idiota...! —exclamó enojado y comenzó a respirar aligeradamente mientras miraba enfurecido al hombre de hierro—. ¡Esto... es importante, Stark! ¡Hay mucha... gente que...! —habló entre pausas sintiendo como el aire se le hacía cada vez más escaso.

—Bruce, tranquilo. ¡Respira! —Clark temió por lo que le estaba pasando y rápidamente lo tomó de los brazos para tranquilizarlo mientras le hablaba.

Al verlo actuar así, Tony abrió grande sus ojos y de un salto se puso de pie. Miró a su novio que alzó los hombros, desconcertado de cómo actuar y luego con los ojos señaló las valijas que habían traído. Bruce al notar la preocupación de Superman, se agarró el pecho e intentó respirar más calmado para no alarmarlo. Al instante, un poco más tranquilo, cerró su boca y se concentró en inhalar por la nariz. En seguida el playboy mayor sacó un dispositivo de su bolsillo, se lo colocó en su oreja y habló con total seriedad.

—Jarvis, activa la armadura —indicó rápidamente a su amigo cibernético que le escuchaba desde el aparato.

—En seguida, señor —respondió la inteligencia artificial en el oído del mayor. Clark logró escuchar la voz y giró su rostro para ver lo que sucedía.

Una de las tantas valijas que estaba en la sala se abrió y comenzó a formarse la armadura hasta quedar armada por completo. Esta misma dio unos pasos y avanzó hasta el filántropo que miraba gravemente a la pareja.

—Digitaliza la figura de Bruce y dale acceso completo al sistema —prosiguió Tony mientras se acercaba a los dos que aún permanecían quietos sin moverse del lugar.

—Escaneo terminado, señor. Acceso concedido. Nuevo usuario registrado: Bruce Wayne —reportó su eficiente amigo.

—Métete allí dentro, Bruce. —Tomó su hombro para llamarle la atención y éste lo miró un poco desorientado.

Recobrando la compostura, el rostro del señor de la noche se arrugó fastidiado y respondió con firmeza: Ni de bromas me voy a meter. Además, ¿con que objeto? —Tomó de la cintura a su pareja que aún lo sostenía en brazos y lo miró directamente a los ojos para indicarle que podía soltarlo.

—Estás mal, eso es evidente. Y aunque aparentas que nada pasa, a mí no me puedes engañar. Te metes en la armadura ahora mismo para que Jarvis te examine. Quiero su parte médico. —Señaló a su armadura y tomó el brazo de su amigo tironeando de él, incitándolo a que vaya.

—¡Olvídalo! ¡No hay nada de malo conmigo! Sólo estoy recuperándome de... —Gruñó—. ¡Maldición! Eso a ti no te importa. —Miró a Clark que todavía había desistido en soltarlo y éste negó con la cabeza como contradiciéndolo.

—Bruce... —lo llamó suavemente Superman—. Acabas de tener un ataque de nervios. Con todo lo sucedido últimamente nunca has ido al médico para ver si hay algo en lo que necesites ayuda. No te haría mal que te hagas una rápida revisión. —Sonrió Clark para transmitirle confianza mientras le hablaba dulcemente. Aunque aún estaba molesto por las tonterías que había escuchado de Stark, la idea que tuviera un informe de la salud de su pareja le gustaba.

—No me vengan con tonterías ustedes dos. Estoy bien, ¡ya déjenme en paz! —Se soltó con fuerza del súper hombre y se encaminó hacia el cuarto con claras intenciones de marcharse de la habitación.

—Pero que tonto soy, —dijo socarronamente Tony llevándose una mano a la cabeza—, no es que necesitara tu permiso para meterte en la armadura. —Miró con picardía a Bruce que se había dado media vuelta para observarlo un instante. Stark alzó media sonrisa con astucia, y automáticamente hizo gestos con sus manos hacia Batman.

La armadura se desmontó al instante y rápidamente voló hacia el millonario, que, al ver ese espectáculo, dio unos pasos hacia atrás, sorprendido. Extendió los brazos para alejarse de las partes que lo acechaban, pero estas se abrieron y se colocaron en todo su cuerpo. Comenzó a cubrir primero su torso, luego piernas y brazos, y por último la cabeza. Una vez que las piezas ocuparon su lugar, estas se conectaron entre sí hasta quedar la armadura formada.

—¡Sácame de aquí, Stark! —vociferó enojado el playboy y se encaminó decidido al mayor para obligarle a que lo hiciera.

—¡Aaaah! ¡Steeeeve! —lo llamó rápidamente y corrió hasta su lado. Su pareja ágilmente se puso de pie y se colocó en guardia protegiendo a Tony que en segundos estuvo detrás agarrándolo de la remera para cubrirse—. Por favor Brucie, ya cálmate, solo serán unos minutos. ¡Jarvis! —exclamó apresurado—. ¡Quiero ese parte médico cuanto antes! Hiiii —gritó y cerró los ojos al ver el brazo de Bruce aproximarse con violencia para hacer a un lado al Capitán América.

Batman había perdido el control. Segado por la ira y aturdido por su reciente mal estar, se dejó llevar por el impulso y se acercó decidido al filántropo para exigirle que le quitara la armadura. Pero cuando estuvo a punto de tocar a Steve con toda la fuerza que le daba la máquina, fue detenido por el brazo de Superman, que, habiendo visto las intenciones de su pareja, se acercó veloz y detuvo su agarre antes que los tocara.

—¡Ya cálmate Bruce! —Le dio media vuelta para mirarlo y éste se detuvo al escuchar la voz grave del kryptoniano—. ¡Estás actuando exageradamente! ¡Compórtate y en cuanto termine Jarvis lo que sea que esté haciendo, Stark te liberará! —Habló con firmeza, cosa que sorprendió al murciélago y calmó al instante.

Inhaló con fuerza y resopló potentemente para relajar sus nervios.

—¡Bien! ¡Está... bien! —Tomó la mano del súper hombre que lo sostenía y le dedicó una mirada intensa—. Ya puedes soltarme Clark, me quedaré quieto hasta que me libere. —Susurró más tranquilo con un creciente rubor en los cachetes al ser tratado de esa manera, considerada para él, sexy. Sabía que el héroe de Metrópolis, que probablemente no había dejado de observarlo tras la armadura con su visión, lo soltaría si mostraba un rostro más cooperativo.

Tanto Steve como Tony suspiraron aliviados al ver calmarse al mayor y aflojaron la tensión que había mantenido sus cuerpos. Pero no les duró mucho ya que Batman los señaló enérgicamente y estos se sobresaltaron poniéndose nuevamente duros.

—Esto no se queda así Stark, me la voy a cobrar. Cuando salga de esta armadura serán mis puños los que te golpeen —sentenció con firmeza y se desplomó en el suelo sentándose con las piernas cruzadas a la espera que la inteligencia artificial hiciera lo suyo.

—¿Habla en serio? —preguntó Steve por lo bajo a lo que Superman y Iron Man rieron casi de manera inaudible para que el encrespado no escuchara—. ¿Qué es lo gracioso? —Los miró a los dos.

—Nada, querido, que en verdad habla en serio. Será mejor que le explique bien de que se trata antes que realmente me mate. —Palmeó su hombro desde atrás, ya que aún atemorizado había permanecido oculto tras su enorme espalda.

—Bueno, Bruce, evitemos la violencia, somos amigos ¿no? —Tomó asiento en el suelo frente a él y se apoyó sobre sus brazos hacia atrás—. No estuve bromeando contigo, así que relájate. —Sonrió tranquilo al ver como el otro se cruzaba de brazos.

—Bien, habla de una vez, Tony —comentó aun medio disconforme, pero aceptó lo que le tocaba.

—Realmente no me quedó otra opción. Los lugares para mí y Steve ya estaban reservados. Obviamente no lo podía llevar como mi pareja, aun lo nuestro no es público y en un principio iríamos a la fiesta sin antifaz; así que decidí que viniera conmigo como mi guardaespaldas. Con el boy scout no tuve problemas, como trabaja para el diario, simplemente pedí que lo tuvieran en cuenta porque era un pedido especial de un gran amigo mío. Y para ti, si quieres mantenerte bajo el antifaz ocultándote en esa fiesta, con la enorme seguridad que va haber en el edificio, debes ir como mi acompañante. Así no sospecharán de ti en ningún momento. —Suspiró al terminar su declaración ya que era así como se sentía, como si hubiera estado hablando frente a un jurado cerrado y un juez sumamente duro—. Además, que tanto lío por el asunto, sólo son títulos, nada más. Cada uno tiene a su machote, así que no deberían armar tanto alboroto. —Inclinó la cabeza hacia atrás con una enorme sonrisa y miró a los dos musculosos que se pusieron colorados al recordar la tonta reacción que habían tenido.

—Es que para algunas cosas no eres de fiar, Tony. Hay que tomar a veces lo que dices con pinzas. Además, se sincero, te gusta ponerme en situaciones incómodas, ¿cierto? —Rio sintiéndose más calmado al saber que realmente no era tan malo como había pensado.

—Bueno... no lo voy a negar, pero qué malo eres Bruce, yo siempre hablo con el corazón. —Rio con ganas y al rato se inclinó hacia delante seriamente—. Pero cambiando de tema, ahora dime, ¿qué te sucede? Y no digas que nada y que todo está bien, porque yo conozco esas mentiras; suelo usarla para evitar hacer sufrir a los que me rodean. Pero cuando digo eso, en realidad nunca nada está todo bien. No puedes engañar a un embustero.

Bruce alzó la vista a Clark que no le quitaba los ojos de encima y volvió a mirar a Stark con un suspiro. Éste sintiéndose incómodo con el silencio y viendo que sólo le hablaba a la máscara pidió a Jarvis que le levantara la misma para poder conversar mirándole a los ojos.

—Últimamente... —habló repentinamente el millonario de Gotham con tono afligido—...no estuve cuidándome muy bien. Será cuestión de esperar unos meses a que las cosas se acomoden. —Volvió a mirar a su pareja y éste le regaló una dulce sonrisa—. Ya... no quiero hablar de esto, concentrémonos en lo que realmente importa —dijo incómodo, desviando la mirada a la ventana.

—Vaya... sí que te has explicado mucho, Bruce. —Levantó las cejas haciéndose el sorprendido—. Después es a mí al quien le toman lo que dice con pinzas. Cariño, debes abrirte más, te lo digo por experiencia. Si no dialogas lo que te pasa...

—No molestes, no tengo porque estar diciéndote nada a ti. Para eso tengo a mi pareja. —Sonrió con media mueca y Clark se removió feliz en su asiento.

—Señor, he terminado con los estudios de rutina. ¿Desea que le prepare un informe? —habló repentinamente la inteligencia artificial.

—Sí, perfecto. Primero desactiva Iron Man. —Tomó su celular y lo puso en el suelo. Luego presionó un par de veces el dispositivo y un holograma de una esfera de luz se hizo presente—. Luego dime lo que obtuviste con los análisis.

La armadura se desmanteló y se separó del cuerpo de Bruce lentamente. La misma volvió a juntarse y tomó nuevamente la forma de maletín. Bruce con otro suspiro se puso de pie y de igual manera lo imitó el hombre con barba de candado. Clark al ver tambalearse un poco al murciélago, se encaminó rápidamente hacia él y lo asistió hasta sentarlo en una silla.

—El señor Wayne probablemente ha estado sufriendo de un alto estrés y ansiedad. Su sistema en general se encuentra desequilibrado. La tensión muscular que está ejerciendo, la falta de apetito, más los cambios de presión arterial los está causando el mismo estrés, y estos desequilibrios provocan mareos. La ansiedad está originada por una acumulación de tensión física, mental y emocional. Además, sus niveles de azúcar y hierro están por debajo de lo normal. Por lo que detectó el análisis, y verificando este mismo en la interfaz de la red, el señor Wayne ha sufrido no hace mucho una herida de bala, con la cual ha tenido una importante pérdida de sangre. Mis registros indican que padeció anemia, y dadas las circunstancias de su mala alimentación, ha regresado. Lo ideal es que visite a un médico para que dé un mejor parte, pero por lo pronto, debería comenzar una dieta balanceada y reforzar su sistema con vitaminas y hierro.

Todos escucharon atentamente las declaraciones de Jarvis y Bruce chistó molesto rodando los ojos. Miró unos segundos a Clark que observaba aquel holograma perplejo y tomó disimuladamente su mano para darle un suave apretón. Éste sorprendido bajó la vista para mirarlo y al ver la cara molesta de su pareja sólo atinó a relajar las facciones de su rostro y a devolverle el apretón con un intento de sonrisa.

—Realmente estoy bien, Clark. Sólo fue estrés y un poco de mala comida. Nada de otro mundo —susurró por lo bajo tratando de animar al otro que había quedado alterado.

—Lo sé, sólo que... debería de haber hecho algo antes. Si no fuera por Stark... —Y calló para dejar su frase inconclusa.

—Perfecto, Jarvis, eso es todo. —Caminó hasta su celular y lo levantó del suelo—. ¿Y bien? —Miró al playboy—. Creo que no hace falta aclarar nada ¿no?, héroe de Gotham. Debes empezar a cuidarte ya, antes que termines colapsando. Esto es más a mi favor, indudablemente necesitas de nuestra ayuda para resolver este caso —dijo con seguridad guardando el celular en su bolsillo.

—Pero miren quién está allí —señaló el rubio poniéndose de pie y caminó hacia la puerta de una de las habitaciones recién abiertas—. Abie es tu nombre ¿cierto? Mi nombre es Steve —se presentó el soldado al ver a la niña aparecerse en medio de la sala.

Abie, que hasta ese entonces se encontraba en su cuarto guardando sus cosas, se hizo presente en cuanto lo creyó oportuno. Había oído los gritos alterados de Bruce y se había asomado para ver lo que estaba sucediendo. Pero viendo toda la escena y creyendo necesario lo que Stark estaba haciendo, prefirió quedarse al margen a la espera de mostrarse en cuanto fuera adecuado. Y así lo hizo una vez que percibió que todo estaba calmado y en orden. Al ver acercase al rubio, ella con los cachetes colorados le dedicó una sonrisa y se presentó.

—Hola Steve. Sí, yo soy Abie. Un gusto. —Ofreció su mano dulcemente y cuando el otro le extendió la suya la agarró con alegría.

Rápidamente la pequeña al ver al Capitán América agacharse se acercó para ser tomada en brazos. Se aferró a su cuello y el rubio la sostuvo sin problemas con un brazo. La cara dulce y feliz de Steve que sonreía a Tony con cariño, hizo poner colorado a este último que carraspeó y se acercó a la pequeña para saludarla.

—Hola niña, yo soy...

—Ya se quién eres. Eres Tony Stark, conocido como Iron Man, ¿Ustedes dos también son pareja? —preguntó al rubio y luego al morocho—. Se les nota lejos que hay química entre ustedes, igual que con Clark y Bruce.

Ambos héroes se paralizaron frente a la declaración de la pequeña y Steve tartamudeó en un intento de responder. Sin saber que decir, se removió incómodo y dejó en el suelo a la menor para luego rascarse la cabeza y dedicarle una mirada asustada al héroe de Metrópolis; este al verlos actuar así comenzó a reír ligeramente.

—Ella es así, es demasiado despierta para su edad —comentó ante la mirada confusa del soldado.

—No soy sólo despierta, ya te dije que mi IQ es mayor al del promedio. Por cierto, Tony, ¿cómo funciona tu tecnología repulsora? Estuve googleando en la Web, pero no hay muchos datos fiables del uso correcto de esa energía. Me interesaría que me cuentes. —Tomó el saco del playboy y lo zarandeó un poco para llamar su atención.

Stark sorprendido la miró.

—¿Te refieres al reactor arc? ¿El que uso en mis armaduras o también como energía limpia?

—¿Pero de qué otra cosa voy a estar hablando si te digo tecnología repulsora? No seas torpe, Stark —comentó socarronamente a lo que Tony se puso duro, indignado.

—¡Oye! ¿A quién le dices torpe? —Tocó la nariz de la pequeña ofendido por la osadía de la misma.

—A ti, tonto. ¿A quién más? —Quitó de un manotazo el dedo que la señalaba—. ¿Ves algún otro tonto por aquí? —Sonrió con picardía al notar la cara alargada de asombro del mayor.

—Ah no, no voy a dejar que una párvula de seis años me hable así, no señor. —Cruzó sus brazos, molesto por unos segundos.

—Tranquilo, Stark —habló Clark con una sonrisa en los labios—. Abie es muy inteligente, sabe cuál es el punto débil de cada uno con sólo charlarte un poco. Si le parece gracioso o necesario, va a pincharte por donde más te duele.

Iron Man la miró por unos segundos y ella le sostuvo desafiante la mirada. El millonario apretó sus labios y se removió ansioso y sin poder contenerse más se agachó para despeinarla.

—Es tan cruel que enamora —dijo encantado.

—¡Ya déjala en paz, Tony! —exclamó el playboy yendo al rescate de la pequeña que tenía cara de espanto sobada de esa manera.

Abie con una sonrisa se apartó de los brazos de Stark y salió corriendo al encuentro de Bruce que la tomó con cariño de la cintura y la alzó. Batman rio al ver como la menor lo llenaba de besos frente a la atónita mirada de Steve y Tony que no podían creer ver esa cara en el rostro del millonario. Afirmaban en sus cabezas que hacía tan solo unos minutos estaban enfrentándose al mismo demonio en persona, pero ahora parecía ser todo un ángel.

—Sólo con Bruce es así, es el punto débil de ella. —Rio con cariño Superman mirando lo relajado que se ponía su novio con la niña a su lado.

—Esto tiene que quedar para la posteridad. —Stark sacó su celular y comenzó a sacar varias fotos emocionado.

—¡Tienes razón! ¡Cómo no me di cuenta antes de hacer eso! —Y cuando el kryptoniano estaba a punto de sacar su celular para tomar las fotos la mirada de Bruce transformada lo hizo cambiar de parecer.

—Stark, borra eso de inmediato —comentó con voz lúgubre que hizo temblar al millonario.

—Ay no seas amargado Bruce, quiero tener de recuerdo una sonrisa tuya. No se ve todos los días algo así, es como un eclipse. Ve a saber cuándo vaya ser la próxima vez que la vea. —Burló animadamente mientras el otro sólo suspiraba.

—Puedes sacar de Internet muchas fotos mías sonriendo. —Bajó a la niña al suelo y ésta se encaminó al rubio que le saludaba dulcemente.

—Pero no es lo mismo, allí son sonrisas falsas, aquí es puramente natural. —Se acercó hasta el señor de Gotham y atrevidamente pellizcó su mejilla alzándola en un intento de sonrisa.

Una pequeña vena se marcó en la sien del murciélago y tras eso asestó una buena piña en el rostro del mayor que terminó tumbándolo al suelo. Steve suspiró negando con la cabeza y llevándose los dedos al puente de la nariz, y Clark se acercó hasta el moreno para asistirlo.

—No, deja... —dijo con esfuerzo sosteniéndose la barbilla con una mano y con la otra lo alejó indicándole que no necesitaba ayuda—... me lo merecía. Esta vez me pasé. —Rio poniéndose de pie para luego sacudirse el traje.

—Claro que te lo merecías —señaló su pareja—. Ha estado nervioso desde que llegamos y tú no dejas de provocarlo. —Lo tomó de la oreja con fuerza y el hombre con barba de candado pegó un chillido—. Compórtate de ahora en adelante y evita ponernos nerviosos a todos. —Lo soltó y le dio un simple beso en la mejilla haciéndolo ruborizar.

Superman carraspeó un poco llamando la atención y con una sonrisa habló—: Bueno... ¿quién tiene hambre? Podríamos ir preparando algo para la cena, ¿no?

—Creo que primero debería informarles sobre el plan que tenemos que poner en marcha, todos necesitan estar al tanto de los detalles —comentó Bruce llevándose una mano al mentón haciendo diferentes cálculos en su cabeza.

—Yo en este caso concuerdo con el señor Kent, Wayne. Dado lo expuesto por Jarvis... debería usted primero alimentarse bien esta noche. Luego de cenar puede contarnos a todos cuáles son sus ideas. Igualmente, la fiesta no es sino hasta mañana al atardecer. Hay tiempo de sobra para prepararnos. —Tomó la mano de la niña que se le había ofrecido y guiado por ella fueron hasta la cocina.

—Opino lo mismo que Steve, Bruce. Tengo hambre y prefiero comer primero —acotó Tony siguiendo a los recién marchados.

—¿Te encuentras bien? —preguntó Clark acercándose al mayor al verlo tomarse la cabeza con una mueca de dolor.

—Sí, estoy bien, algo agotado solamente. —Hizo una pausa y luego suspiró—. Además, tengo que ser sincero... también tengo hambre. —Le tomó la mano y se arrimó a su pecho hasta apoyar la cabeza sobre el mismo.

—Eso es bueno Bruce. —Acarició sus cabellos y lo rodeó por la cintura con un brazo cariñosamente—. Eso es bueno.

____________________

Luego de una agradable cena preparada por Steve, Clark y la pequeña Abie, los héroes se sentaron en el living del departamento con café en mano siguiendo la animosa charla que había comenzado en el comedor. La niña acompañándolos, se sentó en medio de ellos mientras escuchaba en silencio la conversación que estos tenían. Sus ojos lucían cansados y luego de un enorme bostezo se recostó en el sillón agotada de todo el día que había pasado. Al poco tiempo, incómoda en la posición en la que estaba, apoyó su cabeza en las piernas de Bruce acomodándose gustosa sobre su regazo. Mientras el millonario de Industrias Stark contaba una anécdota tras otra, Batman lo escuchaba al mismo tiempo que acariciaba dulcemente los cabellos de Abie y bebía de a pequeños sorbos su café. Cuando notó que Stark detuvo la plática sólo para observarlo con dulzura, bajó la vista y reparó que la niña se había quedado profundamente dormida. Clark al distinguir la mano ocupada de su pareja con la taza, se ofreció a sostenérsela para que pudiera llevar a recostar a la pequeña. Todos se mantuvieron en silencio mientras Bruce alzaba a la recién dormida y la llevaba al dormitorio. Una vez allí adentro, la depositó en la cama para luego arroparla con cariño. Al regresar a la sala, la cara de todos le causo gracia y volvió a su lugar sin decir nada. Recibió de vuelta la taza de café y continuó bebiendo frente al largo silencio de los presentes.

—¿Qué? —dijo al rato al sentirse altamente observado—. ¿Y ahora qué les pasa? Dejen de mirarme.

—Es que... —respondió Iron Man después de unos segundos—... es tan raro verte así que... —Calló, cerró su boca pensando, y con una pequeña sonrisa teniendo una travesura en mente prosiguió—. Sólo estoy recordando nuestra primera vez, aquella fantástica noche que pasamos juntos. Verte ahora y comparando... has cambiado mucho.

—¿Aquella ocasión? —Rio Bruce por lo bajo—. Sí, lo recuerdo perfectamente. Al principio fue bastante fastidioso todo el asunto, era la primera vez que estábamos juntos y nos costó mucho entendernos. Pero al final de ese día... como disfruté hacerte gritar, fue lo más memorable de todo nuestro encuentro. Al fin pude lograr callarte por unos segundos, y fueron mis manos las que lo hicieron. —Sus ojos destellaban fascinación recordando gustoso lo que habían vivido.

Tanto Steve como Clark se pusieron duros frente a lo que estaban exponiendo los playboys sin tapujos. Las manos de Tony se refregaron animosas y se levantó de su asiento para hablar con más entusiasmo.

—Yo siempre estuve interesado en ti Bruce. Deseaba tanto que vinieras a mi casa, y cuando lo hiciste, fue realmente increíble. Recuerdo que aquella ocasión fuiste muy duro y rudo conmigo. Para ser mi primera vez, yo necesitaba que me trataras con cariño y amabilidad, lo que cualquiera esperaría en esas circunstancias, ¿no? —Miró a Clark que tenía los ojos abiertos como platos y continuó—: Si que fuiste malo Bruce, realmente disfrutaste hacerme gritar, tu cara de placer luego de aquello era indudable.

—Es que ahora debes saber Tony, en esos casos... lo mejor es hacerlo rápido, sin dejarte pensar. No puedes negar que sentiste alivio cuando acabé. —Alzó sus labios en una mueca, divertido.

—Bruce, ¿eso es cierto? —mencionó Clark turbado por escuchar el relato de la primera vez de aquellos dos—. Por favor, ya no quiero escuchar más —pidió con voz angustiada.

El murciélago lo miró extrañado sin comprender, aquellas palabras y la expresión en su rostro era ridículas. Luego se levantó para dejar la taza de café sobre la mesa viendo como Stark hacía fuerza para no reír. Este último se tapó la boca para contenerse y no se percató como su novio también lo miraba, pero con una total expresión de enojo. Bruce sin entender lo que pasaba, no dejó de observar a su amigo confundido mientras volvía a su lugar. Recordaba que aquella ocasión para él había sido memorable, pero no lo había sido tanto para el mayor como para reírse de esa manera. Estando a unos pasos del sillón, Clark lo tomó con fuerza de su brazo y tiró de él hasta situarlo entre sus piernas. Permaneciendo el playboy aún parado, fue rodeado por los fuertes brazos del menor que en seguida enterró su rostro en su abdomen. Bruce tomó su hombro confundido por tal reacción y cuando le estaba por preguntar lo que le sucedía, el otro habló dejándolo casi en blanco.

—Bruce, no quiero oír más de tu experiencia sexual con Stark. Estoy seguro que pertenece al pasado y... ya no quiero saber nada más. Así que detente por favor, no sigan hablando —volvió a insistir acongojado y Bruce al escuchar eso se paralizó.

—¡¿Qué, que?! —respondió Batman ruborizándose hasta las orejas. Realmente no podía creer como aquella conversación había terminado en esa terrible deducción.

—Debí haberlo notado antes, tú siempre has salidos con mujeres con las cuales tu rol es más activo; es normal que quieras estar arriba de vez en cuando. Si tú quieres podemos cambiar posiciones, a mí no me molestaría. —Lo miró por unos instantes y apoyó nuevamente su rostro aprisionándolo más fuerte.

—¡Clark, por favor! ¡No digas tonterías! —Lo sacudió un poco para que reaccionara, pero el otro siguió con su discurso.

—Durante todo este tiempo que hemos estado juntos no me percaté que quizás tú también necesitabas probar otras cosas. Podrías haberlo dicho antes Bruce, que a ti también se te apetecía cambiar de posiciones. Yo me entregaría a ti sin dudarlo.

—¡Clark!

—Así que por favor, no quiero que vuelvas a estar con ese hombre. ¡Con ningún hombre! Por favor, ¡déjame complacerte como lo desees!

—¡Clark! ¡Ya cállate! —Lo tomó de las mejillas para levantar su rostro y apreció sus facciones llenas de angustia y consternación. Sus ojos parecían estar al borde de las lágrimas. Realmente era totalmente ridículo—. ¡Deja de imaginarte cosas! ¡Yo jamás hice eso con Stark! ¡De lo que estábamos hablando fue... de la primera vez que visité su casa!

Stark tratando de calmar las risas frente al discurso del súper hombre, se sentó en su lugar al lado del rubio y palmeó la rodilla de este todo jocoso. Steve lo volvió a ver con mirada seria y penetrante, y tomó su mano en un suave pero intenso apretón para llamarle la atención.

—Esto es muy chistoso Steve, el tonto ni se dio cuenta que me estaba siguiendo el juego, y el boy scout interpretó cualquier cosa jajajaja... —Y calló abruptamente al verle a su novio a los ojos por primera vez—. No... espera, ¿tú también te lo creíste? —Levantó las cejas sorprendido al notar que en verdad había sido así.

El súper hombre no soltó el amarre del mayor y miró fijamente a sus ojos aún confundido y con los sentimientos totalmente revolucionados. La idea de pensar en aquellos dos, haciendo lo que él sólo se creía con derecho de hacer, lo estaba matando por dentro. Interpretando su angustia, Batman suspiró al verlo tan afligido y buscó las palabras correctas para que el otro entrara en razón

—Clark, jamás estuve en la cama con Tony —prosiguió acariciando su mejilla y tratando de hablarle con la mayor dulzura que podía.

—Pero... él dijo que habías sido duro con él y que lo disfrutaste; y tú dijiste que esa noche fue memorable haciéndolo gritar. —Tembló pensando eso y cerró sus ojos por un instante.

—¡Agh, Dios! ¡Escucha antes de hacer esas conclusiones! Durante mucho tiempo Tony insistió en mostrarme su taller, algo que, con el estilo de vida que llevo, se me dificultaba bastante hacer. Pero un día, después de soportarlo durante más de un mes reclamándome que nunca lo visitaba, accedí. Cuando llegué a su hogar, realmente todo lo que me mostraba era muy interesante, y en medio de sus demostraciones...

Flash Back. Varios años atrás. Taller de Tony Stark.

—Y este es... Ta-Daaan, mi más grandioso nuevo invento. —Tony presionó un botón y un prototipo de armadura se hizo presente desde el suelo.

—¿Esto es una forma avanzada de la última armadura que me mostraste? —Bruce se acercó a la misma, interesado y comenzó a inspeccionarla—. Necesito construir algo así para mí, obviamente no con estos colores llamativos.

—Deberías, si quieres algún día puedo ayudarte a armar tu propio modelo.

—Lo que a mí más me interesa es cooperar con el proyecto de energía limpia en el que estás trabajando. ¿Tienes presente la magnitud de lo que podrías lograr? Esto en un futuro...

—¡Oye! ¡Cálmate, visionario! —interrumpió rápidamente—. Eres el primero al que le muestro ese proyecto. Bueno no, mentira... el segundo. —Se quedó meditando rascándose la barbilla y haciendo cuentas—. Está bien, seré sincero contigo... —Apoyó su mano en el hombro del menor y cerró los ojos—. Eres el quinto. ¡Pero oye! Eres uno de los primeros —comentó con entusiasmo.

—¿Y eso que tiene que ver? —preguntó sin entender a donde quería ir y retiró la mano de su hombro.

—Qué aún estoy estudiando toda esta tecnología, y presentarla al mundo, así como si nada, traería consecuencias. Sabes que los chismosos del gobierno querrán usarla para hacer lo que se les apetezca, aún debo seguir mis propios estudios hasta estar confiado que pueda lograr algo como lo que dices. —Se acercó al centro del lugar, palmeó dos veces y se desplegó una pantalla holográfica la cual comenzó a utilizar.

—Sabes que puedo serte de ayuda, mi equipo de investigación estaría dispuesto a colaborar —comentó viendo como el otro seguía ensimismado con lo suyo.

—No, no, equipos no. Aún quiero que permanezca en un círculo privado. Cuando quieras eres libre de venir a investigar conmigo. Es más, observa tú mismo estas ecuaciones y dime que te parecen. —Arrastró sus manos sobre unas hojas holográficas y estas se encaminaron hacia Bruce—. Dame tu opinión. —Hizo silencio por unos segundos y al ver la cara seria de su amigo leyendo se arrepintió—. ¡Ah no! ¡Espera! Se supone que hoy era una visita social. Otro día cuando te hagas tiempo vienes y te enseñaré todo con detalle. —Palmeó nuevamente dos veces y todos los hologramas desaparecieron.

—En la parte más entretenida del día me arruinas la emoción, Tony. —Suspiró agotado. Ya lo había oído hablar por horas, y al quitarle lo único que le interesaba, el entusiasmo por quedarse se le fue—. Bueno, si esto es todo, debería volver. Necesito...

—Alto Bruce, quédate un poco más —interrumpió rápidamente yendo a su encuentro para tomarlo del brazo y arrastrarlo al centro del salón—. Aún no te muestro lo más divertido, aunque... viendo tu cara aburrida y arrugada, dudo que suelas divertirte mucho. —Chasqueó la lengua y rio al ver como el rostro del murciélago se contraía más.

—Realmente detesto que me tironeen de esa manera —gruñó molesto y al instante el hombre con barba de candado lo soltó con una sonrisa.

—Verás que te va a encantar. ¡Jarvis! ¡Activa la Mark V! —indicó a su amigo cibernético.

—Señor, aún ese modelo está en prueba, es peligroso ponerlo en funcionamiento en estos momentos. Le recomiendo que use...

—Sé que me cuidas, cariño, —interrumpió el millonario—, pero quiero mostrarle mi nuevo juguete a mi amigo.

—Como desee señor. Luego no me hago responsable de las consecuencias. —Activó la armadura y esta se apareció de en medio de una plataforma.

—Sí, dulzura. —Puso los ojos en blanco y luego le sonrió a Bruce que denotaba impaciencia.

Automáticamente Tony hizo unos gestos con sus manos haciendo que la armadura se desmontara en diferentes partes. Las piezas salieron volando hacia él y con simples movimientos estas partes se fueron acomodando en su cuerpo. Era un nuevo sistema en el que estaba trabajando para que las partes de la armadura reaccionaran a él. Con una sonrisa surcando su rostro y ante la atenta mirada del señor de la noche, Tony comenzó a tomar vuelo y al poco tiempo comenzó a moverse de una manera particular, agitando los brazos y las piernas descontroladamente. Ese modelo a prueba todavía no había sido testeado y obviamente comenzó a fallar. Las partes fueron cayendo del cuerpo del mayor logrando que este comenzara a volar con dificultad de un lado a otro hasta que perdió el control y terminó estrellándose con fuerza contra el suelo. Al ver el fuerte golpe que se había dado, Bruce salió corriendo para asistirlo; pero apenas pudo revisarlo ya que cuando lo tocó, Stark pego un fuerte alarido.

—¡Auuuch! ¡No me toques! ¡Duele! —se quejó el filántropo con cara de dolor apartando las manos de su amigo.

—Déjame verte, Tony —dijo seriamente el murciélago forzándolo a que el otro lo dejara inspeccionar—. A simple vista te has dislocado el hombro con la caída, yo puedo ponerlo en su lugar.

—¡Ni de broma! ¡No voy a dejar que me metas mano! —Se levantó abruptamente y se alejó todo temeroso.

—No seas idiota, Stark, tengo conocimientos de medicina. Se cómo proceder, lo he hecho muchas veces. —Se acercó lentamente para actuar.

—¡No, tú me vas a hacer algo raro! ¡No quiero! —chillaba mientras movía las piernas de un lado a otro alejándose de él—. ¡No te acerques, Wayne! ¡Me doy cuenta de tus intenciones!

—Idiota, está bien, no haré nada. Pero debes hacerte ver por algún profesional, luego se va a inflamar y vas a sentir cada vez más dolor. Déjame acompañarte hasta el hospital para que alguien te asista. No podrás conducir así. —Al ver al otro más relajado y predispuesto se acercó hasta estar a su lado.

—Está bien... acepto, con un médico voy a estar más tranquilo. —Trató de sonreír mientras dejaba el brazo del hombro adolorido colgando—. Iré a traerte las llaves.

En cuanto se dio media vuelta Bruce lo sorprendió por la espalda y en un movimiento rápido lo sujetó hasta inmovilizarlo. En cuestión de segundo con certeza y seguridad, tomó el brazo del hombro y jaló de una manera particular hasta que este volvió a su lugar.

—¡Auuuuch! ¡No, Bruce! ¡Es fue! Eso fue... vaya, realmente el dolor ha disminuido. —Se dio media vuelta para mirarlo asombrado y arrugó su cara por completo al ver la sonriente del otro.

Bruce tenía una total cara de satisfacción. Había logrado callar a su cargoso amigo, aunque sea sólo unos instantes. Que dejara de lloriquear ya era una bendición. El mayor observó la movilidad de su brazo y sonrió complacido de sentir alivio.

—Maldito sádico, lo disfrutaste, ¿no?

—No voy a negarlo. —Rio mansamente frente a la idea.

____________________

Fin del Flash Back.

—Entonces... —murmuró Clark con una creciente sonrisa en su rostro—. Tú y él no... ¿no han estado juntos? Que, que alivio. —Exhaló con un resto de congoja.

—No, Clark, sólo es un buen amigo —susurró y se sofocó un poco al ser abrazado nuevamente con fuerza.

Tony al ver la seriedad con la que lo miraba su novio, rápidamente trató de disculparse.

—Lo siento, cariño. No creí que tú fueras a malinterpretar la historia. Te dije que tú has sido el único hombre con él que he estado, ¿por qué dudaste? —preguntó sosteniendo con ambas manos el rostro del rubio que lo seguía mirando seriamente.

Steve tomó las manos de su pareja con delicadeza, las alejó hasta juntarlas y las sostuvo sólo con una sola mano. Luego se acercó hasta el oído del mayor, y apoyando la otra mano libre sobre su hombro, resopló antes de hablar.

—Tony... recuerdo una vez cuando te dije que el nombre de Bruce Wayne me había hartado, imagina como me siento ahora de escuchar ese relato, que sin contexto obviamente queda a una mala interpretación. Y a ti sólo se te ocurre bromear. —Mordió su oreja sabiendo que no era visto por nadie y Tony cerró su boca con fuerza frente a la incitación.

—Claro que recuerdo como reaccionaste, fuiste brusco y me besaste descaradamente. —Exhaló comenzándose a sentirse acalorado.

—Deberías aprender a medir tus bromas... —Ronroneó con fuerza a la vez que lamió su lóbulo—. Sabes lo que los celos generan en mí y como el no poder actuar... me irrita. —Hizo una pausa, y luego señalando disimuladamente hacia delante, prosiguió—. Además, estoy seguro que el señor Kent no se contendrá la próxima vez que bromees con su pareja. —Miró a Clark unos instantes al igual que Tony y este último tembló al ver los ojos intensos del reportero que se había asomado por un costado del cuerpo de Bruce al escuchar aquella conversación.

—Pro-prometo no bromear más, Steve —tartamudeó nervioso, pero por dentro pensó: "al menos por el día de hoy".

—Aun así, Bruce... —Superman lo miró intensamente intrigado—... ¿te gustaría cambiar de posiciones? —Sonrió al ver la reacción del murciélago.

Bruce se puso más rojo de lo que estaba y respondió avergonzado—: ¡¿Es necesario que plantees esto aquí?! Ha-hablémoslo en otro momento y en otro lugar —exclamó en voz baja agachando su cabeza y apoyando su frente en el hombro del reportero sin poder contener la vergüenza que estaba sintiendo.


CONTINUARÁ...


Notas finales: escrito años atrás.

Aishhh hay tanto que me gustaría mencionarles jajaja. Mi Clark es un tierno, jeje tan ingenuo. Díganme que opinan ustedes con el cambio de posiciones (guiño, guiño). Como yo los considero versátiles no me molesta, pero... siempre me tira más bottom Bruce.

Estos cuatro dan que hablar, eh! Ya verán lo que será esa fiesta jijiji. Y bueno... en el mientras tanto se va tejiendo algo más importante que nos va a encaminar a la última parte de esta historia. Aún si están enganchados con este relato no teman, aún falta para que finalice.

Muchas gracias a todos los que me escribieron y me dejan esas hermosas palabras de aliento, se aprecia mucho.

Me voy despidiendo, les mando muchos saludos y nos seguiremos leyendo. Cuídense y Byes!!!

Notas finales 2:

Holas! Escribo esto en la actualidad! Muchas gracias a todos los que están leyendo conmigo esta historia por primera vez y los que ya tienen carrera, jajajaja, yendo por su segunda, tercera o más. Les agradezco de todo corazón los comentarios durante la lectura y las devoluciones que tienen para darme. Siempre lo aprecio muchísimo y me da muchos ánimos para continuar.

Ya vamos por la mitad! Pueden creerlo jajajaja si bien menciono en las notas previas que entramos a la última parte, la realidad que el total de capítulos escritos es de 43 contando con el epílogo. Así que les queda un tramo para seguir. Pero como les he comentado antes, con el paso de los años, la práctica y la experiencia, mi narración fue mejorando y por consecuencia, he podido ir creando capítulos más prolijos, mejor estructurados, sin tantos errores y eso ayuda a que sean más fáciles de corregir que los primeros (que dicho sea de paso, me han costado horrores). Así que imagino que podré traerles más rápido nuevos capítulos corregidos.

Leerles siempre es un placer y sin dudas son una de mis fuentes de inspiración, así que nuevamente gracias, que sin ustedes, esta historia nunca habría visto la luz. Espero encontrarlos pronto! Besos!

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