Capítulo 39: Frío y cruel.

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El cursor titilaba en la última palabra de aquel artículo que había revisado más de tres veces antes de poder entregar. Clark permanecía con los codos apoyados sobre su escritorio y ambas manos juntas que usaba para recargar su mentón. Tenía que presentar a su jefe ese trabajo que había terminado hacía más de media hora, pero se sentía tan desconcentrado, tan triste y agotado, que la producción final, de cierta forma, le dejaba insatisfecho. Le parecía que en sus oraciones se saboreaba ese tinte amargo que sentía en su día a día, algo que no podía permitir para el tipo de columna de espectáculo que le había tocado realizar.

La vista permanecía fija en el monitor sin intención alguna de volver a leer aquellos párrafos. Sus pensamientos se encontraban lejos, en otra ciudad, junto a quien era su hombre. Pensaba en Bruce, no dejaba de hacerlo desde aquel incidente que los había separado por culpa del maldito Doctor Destino. Habían pasado tres semanas de aquella aciaga lucha, y no había podido conseguir avanzar en nada con su pareja. Le había prometido volverlo a enamorar, conquistarlo y hacer que ese corazón lo volviera a elegir a él, pero el murciélago no le estaba dando la oportunidad. Sentir la distancia que intentaba marcar le torturaba como si tuviera kryptonita en el ambiente, sofocándolo y debilitándolo poco a poco. En todas las veces que había ido a visitarlo fue recibido, pero siempre percibía en su pareja esa tensión, esa incomodidad de su parte, como si no supiera cómo comportarse a su lado. En el fondo había algo allí latente que esperaba despertar, y a la vez, esa resistencia a la idea a ceder ante esas emociones que alguna vez los había unido. No había intención alguna por parte de Batman en querer entablar una conversación que le llevara a recodar ese pasado que había perdido, su pasado juntos como pareja, ese amor que Clark con mucha dedicación había regado hasta hacerlo florecer.

Y ahora... sentía como poco a poco se iba marchitando.

—Ese artículo no se va a terminar si sólo te quedas mirando la pantalla, Villachica. —Lois se apareció por atrás al notar a su amigo en aquella postura inamovible desde hacía bastante tiempo, se recostó en su escritorio y esperó a que le mirase—. Heeey, la Tierra llamando a Clark, ¿qué sucede? ¿Perdido en tus pensamientos? —Suspiró rodando los ojos al no tener respuesta. Entonces dejó caer sobre la mesa la gran cantidad de archivos y folios que traía en mano, haciendo un llamativo ruido para obtener su atención.

Recién ahí el reportero pestañó un par de veces y se acomodó los lentes reclinándose hacia atrás en su silla. Realmente no la había escuchado hasta ese brusco movimiento.

—Ho-hola Lois, disculpa. Estaba concentrado en la lectura que ni me di cuenta que me hablabas. ¿Qué necesitas? —se hizo el tonto con una peculiar voz nerviosa.

—Sí, claro. ¿Leyendo el mismo párrafo durante...? —Miró su reloj de muñeca—... ¿Casi cuarenta minutos? —Negó con la cabeza y echó un vistazo para todos lados antes de bajar el volumen de su voz—. Soy tu amiga, tonto, sé que algo te sucede. Desde que has regresado te has esmerado por hacer lo mejor en tu trabajo, tomas algunas horas extras y todo. Pero cada vez que te veo luces muy ausente. Cómo si algo te estuviera afligiendo. ¿Qué sucede? Sabes que puedes confiar en mí.

Clark dejó caer sus hombros y liberó todo el peso de su amargura con un jadeo. En su rostro se expresaba lo afligido que se sentía. La mujer abrió grande sus ojos al ver sus facciones tan dolidas y en seguida tomó las manos ajenas y las apretó bien fuerte. El súper hombre bajó la vista hacia aquella conexión y correspondió al apretón sintiendo algo de alivio.

Lane le transmitió un poco de su seguridad y firmeza con aquella simple acción.

—No la estoy pasando bien, Lois. Me siento tan vacío... Como si hubieran arrancado una parte de mí y la hubieran lanzado muy lejos, a un lugar dónde no la puedo alcanzar. Es tan doloroso. —Agachó más su cabeza y apretó sus labios evitando quebrarse ahí.

Quiero Ser tu Apoyo (Superbat)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora