The Secret; Hereje [2] | Damo...

Autorstwa KarlaLightwood

34.3K 1.5K 265

Ahora que Abby ha despertado, se intensificarán sus emociones, pensamientos y más. Todo ha cambiado pa... Więcej

The Secret; Hereje [2].
Book Trailer.
Epílogo
01.
Capítulo 02. - Temporada II.
Capítulo 03. - Temporada II.
Capítulo 04. - Temporada II.
Capítulo 05. - Temporada II.
Capítulo 06. - Temporada II.
Capítulo 07. - Temporada II.
Capítulo 08. - Temporada II.
Capítulo 09. - Temporada II.
Capítulo 10. - Temporada II.
Capítulo 11. - Temporada II.
Capítulo 12. - Temporada II.
Capítulo 13. - Temporada II.
Capítulo 14. - Temporada II.
Capítulo 15. - Temporada II.
Capítulo 16. - Temporada II.
¡Extra!
Capítulo 17. - Temporada II.
Capítulo 18. - Temporada II.
Capítulo 19. - Temporada II.
Capítulo 21. - Temporada II.
Capítulo 22. - Temporada II.
Capítulo 23. - Temporada II.
Capítulo 24. - Temporada II.
Capítulo 25. - Temporada II.
Prólogo.
Agradecimientos. ♥

Capítulo 20. - Temporada II.

823 43 9
Autorstwa KarlaLightwood


***Narra Abby***


- ¿No vienen? – Les dediqué una sonrisa leve. –

- Claro que sí. – Damon me dedicó una sonrisa torcida, y los tres nos fuimos rumbo a salvar a los hermanos Mikaelson. –

Nos subimos al coche de Damon, por supuesto, me senté en los asientos traseros.

En mi mente volvía la imagen de Katherine, secándose con la estaca en su corazón, ¿por qué?

- ¿Qué ocurre, Abby? – Frunció el ceño, Damon. –

- Nada. – Mentí. –

- Perdón por interrumpirlos, pero hasta acá podemos llegar en vehículo, sino, nos escucharán venir, y eso no es bueno. –

Nos bajamos sin meter mucho ruido, para evitar que nos mataran antes de llegar al lugar en donde estaban las chicas.

- ¿Es muy lejos? – Susurré. –

- No, no mucho ¿por qué? ¿Estás bien? – Me inundó de preguntas el ojiazul. –

- Si, solo preguntaba. – Sonreí. –

Caminamos por el bosque, intentando buscar señales de los secuestrados por las aliadas de Marcel, pero algo me hizo detener.

Me paré en seco al sentir unas náuseas horribles invadir mi cuerpo, y como flashes se pasaban por mi mente unas imágenes de unas brujas, realizando algún tipo de hechizo de localización, no era una, ni dos, sino que era un grupo de 7 brujas como mínimo. Una punzada clavó en mi vientre, haciéndome escupir sangre.

- ¡Abby! ¡¿Qué está pasando?! – Articuló preocupado, Damon. Tratando de escuchar respuestas. –

- No, no... Estoy bien. – Traté de mentir, pero nuevamente tosí sangre. –

Era como si mi magia intentara no ser encontrada, pero el hechizo parece ser demasiado fuerte como para poder soportarlo estando embarazada.

¡Maldición!

- Sácala de aquí, no es seguro. – Ordenó Stefan. –

Mi novio abrió los ojos por completo, y asintió por inercia.

Intenté detenerlo con un brazo para no irme, tenía y debía estar ahí para ayudar con mi magia para cuando lo necesitaran, ellos hicieron lo mismo por mí.

- No, ni pienses que te dejaré a manos de esos gemelos locos. –

Me detuve en seco.

- Espera. – Dije. - ¿Ellos están detrás de todo esto? –

- No solo ellos, Abby. – Oí la voz de una chica. Instintivamente dirigimos la mirada hacia dónde provenía la voz, pero nos tranquilizamos al ver que era un rostro conocido. –

- Hayley, gracias al cielo. – Tambaleé pero caminé hacia ella, para abrazarla. – Estás bien. –

- Sí, lo estoy... pero tú no mucho, al parecer. –

- No. Estoy bien... - Por tercera vez escupí sangre, pero ésta vez el dolor fue con más fuerza. –

Nuevamente las imágenes de esos brujos aparecían en mi mente, intentando comunicarse conmigo, hasta que uno de ellos mira hacia el frente y dice "Está aquí".

Caí al suelo por el gran poder que tenían, ni yo sé cómo mi cuerpo resiste tanto... oh, mis pequeños intentan succionar el hechizo, cierto.

- Debemos... salir de aquí... ahora. – Dije con dificultad. –

Damon corrió a sostenerme por la cintura, por lo que no logré golpearme fuerte en el piso.

- Caroline. – Mencionó Stefan. –

Es cierto... ¿dónde está mi mejor amiga? Ella no debería estar sola aquí, no con esas personas que podrían asesinarla.

- No... necesito ver que está bien. – Susurré casi sin aliento. –

Stefan quedó en completo silencio por unos segundos, y de la nada, corrió a velocidad vampírica para ir en busca de mi mejor amiga, que aún no daba señales de estar bien.

- Quedamos de encontrarnos aquí hace media hora, y aún no aparece. – Confesó Hayley. – No quise decirlo antes para no preocuparlos... lo siento. – Pidió perdón apenada. –

- Nada de esto es tu culpa. – Habló Damon. –

¿Lo dijo Damon? Sí, el mismo insensible y frío Damon.

El mismo que había prometido no volver amar después de Elena Gilbert, el mismo que dijo que jamás se ataría a nadie para compartir su vida, y mucho menos defendería lo indefendible, pero aquí está, dando su apoyo moral a una amiga.

- Pero es mejor que nos vayamos, no queremos que las encuentren y mucho menos que todos paguemos con creces. –

Tiene razón.

Hayley me miró esperando alguna respuesta de mi parte, pero no tenía fuerzas para hablar, así que solo asentí con la cabeza suavemente.

Sé que Stefan sabe cuidar bien de él, y no hará algo estúpido como Damon, aunque últimamente no ha hecho nada similar, eso es bueno.

Después de unos minutos caminando, bueno, fui cargada por Damon hasta la mansión Salvatore. No quería que mis padres me vieran en este estado, demacrada y manchada con sangre, se preocuparían.

- Solo... necesito descansar. – Afirmé. –

- Te llevo al cuarto. – Ofreció Damon. –

- No, gracias. Puedo ir sola. – Le dediqué una sonrisa, y le lancé un beso, mientras ambos se quedaban en el living conversando sobre qué hacer. –

Intenté hacerme la fuerte, el tiempo que fuera posible, pero por dentro me estaba muriendo de dolor, no por los bebés, sino, que siento que ese hechizo no solo era de localización... va mucho más allá como para necesitar de un grupo grande de brujos para realizarlo y canalizar demasiado poder.

Aferrándome a las paredes, como si se estuvieran cayendo, caminé hasta la habitación que era nuestra para recostarme en la cama y descansar por unos minutos.

Desperté y lo primero que miré fue el reflejo en la ventana, el atardecer había llegado, maldición.

¿Cuánto tiempo dormí?

Lo suficiente como para no darme cuenta de que mi amiga había vuelto a casa sana y salvo, junto a Stefan.

La oigo desde aquí. Por fin, en muchas horas logré sonreír, es un alivio tenerla a mi lado nuevamente.

Poco a poco me reincorporé, me senté en la orilla de la cama para refregar mis ojos con ambas manos, pero noté algo raro en mí.

Observé mis brazos, moretones... deben ser los bebés, supuse.

Con uno de ellos, intenté presionar uno de los tantos moretones que aparecieron de la nada...

- Duele... - Me quejé en voz baja. –

- ¡Abby! – Apareció mi mejor amiga por la puerta. Apresurada, intenté bajar las mangas de mi abrigo para que no notara los moretones que mi cuerpo presentaba. - ¿Qué escondes ahí? –

Negué con la cabeza.

- Abby... sabes que puedes confiar en mí ¿verdad? – Asentí cabizbaja. – Entonces, no tienes nada que ocultar. –

- Bien... Pero no le digas nada a Damon, por favor. – Supliqué, y mi amiga asintió con la cabeza. –

Levanté nuevamente las marcas, dejando en evidencia los moretones, pero para cuando iba a decir algo, abrió la boca por completo y preguntó.

- ¿Duele? –

Asentí.

- ¿Puedo? – Preguntó para presionar uno de los moretones. –

- Sí... -

- ¡Ah! – Me exalté. –

- Lo siento... no fue con intención. –

- Descuida, desde que supe que estoy embarazada, ya sabes, los bebés succionan mi magia, pero... esto, no sé... es extraño. Jamás había tenido tanto moretón, y mucho menos que ardan. –

Mi amiga pareció tener alguna noción de lo que estaba pasando, entonces me miró dijo y volvió a preguntar.

- Abby... ¿has tenido contacto nuevamente con los ancestros? –

- ¿De qué hablas?

- Recuerda que nos contaste que intentaban comunicarse contigo, y que oías voces... - Hubo silencio por un momento. – Es cosa de juntar todo... Abby, los ancestros ya saben lo de tu embarazo, ellos están aquí. –

¿Qué?

- El hechizo... -

- ¿Qué hechizo? – Entró Davina a la habitación... ¿volvió? ¿Cuándo? –

- Yo... - Sacudí mi cabeza - ¡Davina! – Sonreí. –

- ¿De qué hechizo hablan? – Reiteró una vez más, y mi sonrisa se borró. –

Suspiré y comencé a explicar lo que pasó hoy.

Davina de inmediato corrió a hablar con Damon, más bien, exigirle alguna explicación del por qué me llevaron a ese lugar.

Ahora estoy más expuesta que nunca, y aún no podemos salvar a los Originales.

...

- ¡¿Y nos quedaremos aquí, sentados sin hacer nada?! – Exclamó Kol con impotencia, mientras todos lo mirábamos en el salón principal. –

- ¡Lo intentamos, Kol! Pero ahora hay que tomar precauciones, no queremos que pase lo inverso nuevamente por un plan mal elaborado. – Le discutió Damon. –

Kol casi se lanza sobre Damon, enojado. Lo entiendo, pero también debe entender que para que todo salga a la perfección, debemos tener un buen plan, y no fue una buena idea haber ido con ellos.

- ¡Esto no se trata de salvar a uno y al otro no, Kol! – Habló Davina, intentando defender ambas posturas. – Debes llamar a tus padres. Deben enterarse de lo que está ocurriendo, y ver si hay alguna solución para esto. – Se dirigió a mí. -

- Yo... no... - Interrumpió. A pesar de su corta edad, es mucho más madura que todos nosotros, sé que en el fondo tiene razón y lo que intenta hacer es por nuestro bien. Es parte de nuestra familia ahora. –

- Bien. Tú ganas. – Acepté rendida. –

Estaba por ponerme de pie para ir por mi móvil, pero Davina me lo extiende en su mano, la miré y rodeé los ojos.

Mentalmente pensé qué y cómo se lo diría a mis padres, pero sin saber mentirles, porque tarde o temprano se enterarían y ahora necesitábamos ayuda, marqué a papá y le conté lo que estaba pasando.

No demoraron ni 10 minutos en llegar a la mansión Salvatore, cuando lo normal se demoraba 20 minutos, literalmente volaron.

- Alaric, qué sorpresa verte por acá. – Saludó Stefan. Éste solo asintió con la cabeza, sabiendo que no era un buen momento para hablar de la vida.-

Me encontraba sentada mirando a la nada, mientras que todos los demás discutían con mi padre sobre mi supuesto hechizo.

- ¿Y por qué quieren asesinar en el camino a Abby? Es tu hija. – Decía Stefan. –

- Porque lo ven su embarazo como un desequilibrio natural... solo puede tener esos gemelos si es de una familia solamente de brujos, pero al ser mitad vampiro y mitad bruja, no lo aceptarán. Aparte de pertenecer a esa "profecía", que tanto hablan. O la otra hipótesis que tengo, es que solo quieren tener "bajo control" a Abby, para criar a mis nietos bajo su convicción, para que sigan sacrificándose el uno al otro y luchar por el liderazgo para que se conserve la magia, ya que al no ser así, la magia se perdería y nuestro linaje se terminaría.- Explicaba mi padre, y con nada palabra que oía me daban ganas de vomitar. –

- Entonces, ¿Van acosarla hasta que muera? O ¿hasta que se entregue por cuenta propia?– Preguntó Caroline. –

- Tiene que haber una manera de convencerlos, es su primogénita, y también vienen más descendientes futuros del liderazgo como Abby. No pueden asesinarla. – Insistió Damon. –

Levanté la vista y solté voz.

- Es cierto, no pueden matarme, soy su última opción. – Dije al ver a papá, y él me miró con frustración. – No moriré sin antes luchar, ni mucho menos dejaré a mis hijos sin su madre, no quiero que pasen por lo mismo que yo. Siquiera puedo pensar en que sean criados por otras personas ajenas y que quieren hacernos daño, no. – No puedo con todo esto, es mucha presión. Necesito un poco de aire. –

Sin volver a decir palabra alguna, me puse de pie y me encaminé a la puerta. Pero me detuve en seco al ver a Damon frente a mí, interrumpiendo mi paso.

- ¿A dónde vas? Podrías caerte al bajar las escaleras, quédate aquí. – Dijo mirándome. –

- Necesito un poco de aire. Mi espacio. – Expliqué. –

Damon rodó los ojos y se hizo a un lado al entender lo terca que soy.

Salí de la mansión y cerré la puerta a mis espaldas.

Es ahora o nunca, sal corriendo.

Fruncí el ceño, y me pasé una mano por el cabello.

¿Qué se supone que debía hacer?

¿Llorar?

¿Reír?

Di dos pasos al frente, y un escalofrío recorrió mi débil cuerpo, no sé si fue porque el invierno está llegando, o simplemente me estoy volviendo loca y ahora veo fantasmas.

Me crucé de brazos, y miré al cielo.

Quizás todo esto estaba destinado para mí.

- Abbigaíl. –

Oí un susurro. Sacudí mi cabeza al pensar que escuchaba a esas brujas de nuevo.

- Abbigaíl.

Escuché por segunda vez.

Fruncí el ceño ante el susurro que escuchaba del ¿bosque?

- Ven al cementerio.

¿Cementerio?

No estamos en New Orleans como para consagrar a los antepasados, o ¿aquí también lo hacen?

Mi corazón empezó a latir fuertemente, y me recargué a la puerta de mi espalda.

Es imposible.

¿Por qué estas cosas me suceden a mí?

- Tu padre pagará el precio si no lo haces.

No, mi padre no.

Nadie más derramará sangre por culpa mía.

Miré detrás de mí, la puerta estaba cerrada, pero los vampiros dentro de la casa iban a escuchar si me llegase a ir, sobre todo Damon. Y me van a detener, pero si eso sucede... papá va a morir....

Czytaj Dalej

To Też Polubisz

17.9K 1K 10
"𝐖𝐞 𝐠𝐞𝐭 𝐢𝐭, 𝐲𝐨𝐮'𝐫𝐞 𝐚 𝐛𝐚𝐝 𝐛𝐨𝐲 𝐰𝐡𝐨 𝐬𝐦𝐨𝐤𝐞𝐬." ᴜɴᴀ ʜɪꜱᴛᴏᴛɪᴀ ʙᴀꜱᴀᴅᴀ ᴇɴ ʟᴀ ᴘʀɪᴍᴇʀᴀ ᴛᴇᴍᴘᴏʀᴀᴅᴀ ᴅᴇ ꜰᴀᴛᴇ: ᴛʜᴇ ᴡɪɴx ꜱᴀɢᴀ [Primera his...
38.1K 2.2K 29
La era de la República había terminado, todo era diferente. Pocos Jedis sobrevivieron a la orden 66... A dos años de la entrada del imperio no había...
164K 13.8K 14
Liana Martin, si, hermana de Lydia Martin a comparación de su hermana no es popular ni sale con el capitán del equipo de lacrosse. Según la gente, Li...
635K 50.5K 45
«LAS NIÑAS PEQUEÑAS SOMOS PELIGROSAS, BELLAMY BLAKE, NOS VESTIMOS DE PIEL DE OVEJA» Despues de tres años de vivir encerrada en la carcel del Arca, Ly...