De un modo u otro, nos encontramos en la frontera con México, como siempre escapando de los zombies, y ya no tenemos municiones, todas las que yo he traído conmigo, las gastamos en zombies.
Nos hemos dividido en grupos para poder matar a zombies, pero de nada sirve, no tenemos balas y el bate de Addy, el arco de Jared, el hacha de Roberta y mi sable no matarán a los cientos de podridos que nos persiguen.
Terminamos uniéndonos todos, para buscar un refugio, pero todo está cerrado, no tenemos escapatoria. Ni el inservible de Murphy puede alejarlos con su 'poder'.
Estamos casi sin oportunidades de vivir y un milagro nos salva. Ese milagro se llama 'Zeta', quienes aparecen de forma espectacular para salvarnos.
Decidimos ir con ellos, ya que nos han salvado, además que nos lo ofrecen, aquel hombre que disparó con una bazuca a 10k y a mí, ese se encuentra dándonos refugio.
Al bajar por una especie de alcantarilla, todos, nos acomodamos bien, levantamos nuestras miradas y hay más Zetas apuntándonos, ya me decía a mi misma, que esto es muy bueno para ser real. ¡Vaya milagro!
— En el nombre de la reina de los muertos, reina del cartel de los Zetas -todos nosotros ya estamos con nuestras armas apuntándolos también- les sugiero que bajen sus armas.
Ese gordo nos mira como si fuésemos basura, se nota que él se siente muy superior a nosotros. Pfff.
— ¿Los Zetas? ¿Los de la hierba zombie? -el inútil de Murphy habla sobando su cabeza.
— Somos nosotros.
— Y supongo que estarán buscándome -Murphy sonríe cínico.
Roberta amenaza con matar a Murphy si ellos nos lo quitan. Incrédulo, el hombre nos mira, y pide ver sus mordidas.
Luego de eso y comprobar por sí mismo que es El Murphy, nos conduce a un lugar realmente hermoso.
Me quedo en shock viendo todo eso, hace mucho que no lo veo, un lugar tan verde y árboles bien cuidados, e incluso con pajarillos cantando.
— Bienvenidos a México -habla el hombre.
Sonrío para mí. No le presto mucha atención a aquel hombre, solo sigo mirando todo, las distintas clases de flores.
— Hey -10k me habla por detrás.
Volteo a verlo con una sonrisa en mi rostro.
— ¿No es todo esto muy lindo? -me acerco a una hermosa rosa roja y la arranco.
— Lo es -me mira directo a los ojos- como tú.
10k me ve a los ojos y yo igual. Segundos después suelto una risita por lo que dijo, fue algo tonto e inapropiado, pero cute.
Ahora estoy muy avergonzada, no lo niego, trato de ocultar el enrojecimiento de mis mejillas con mi cabello.
— Debemos volver, Slay -10k me toma de la mano y yo me aparto de inmediato.
No me doy cuenta que estamos un poco lejos del grupo. Asiento, miro a 10k para indicarle con la mirada que puede guiarme de nuevo hacia el grupo. Nos percatamos, ya al estar con los demás, que una chica vestida de negro se acerca al tipo latino para decirle algo a él en el oído.
— La reina los espera -el tipo nos dice mirándonos.
Caminamos detrás del hombre para luego encontrarnos con una mujer.
— Mi reina -dice el hombre en español llamando la atención de aquella mujer. Obviamente yo lo entiendo, pero él tiene el acento mexicano, no como el mío.
La mujer se da la vuelta, es... no es fea, pero tampoco es bonita. Luce tan limpia, maquillada, bien peinada, imposible ver eso en el Apocalipsis, en especial con ese traje tan pulcro. En sus manos lleva 3 rosas rosadas.
— El Murphy -sonríe mirando al nombrado- el salvador -extiende sus brazos al cielo- yo te he estado buscando por mucho tiempo -camina hacia nosotros- Y tú, debes ser Roberta Warren -la mira- oh, lo siento... Teniente Roberta Warren.
— Así es -contesta ella.
— Eres la líder de este grupo. La que logró traerme a mi Murphy.
Ambas miran al tipo azul.
— Sí.
— Impresionante -sonríe la mujer de negro, dándole una de sus 3 rosas a Roberta- Mandé a miles -comienza a hablar cuando Roberta toma la rosa- de mis mejores hombres a buscar a Murphy, pero ninguno pudo. Pero tú sí, la única que lo logró -sonríe. Ella no deja de mirar a azulito- Tú eres una presa difícil de atrapar -ahora camina hacia Murphy acercándose a él.
— Usted -Murphy parece nervioso. Ja!- dijo que ha estado buscándome... que envió a sus hombres a buscarme y capturarme. ¿Quiere decirme por qué?
— Ummm -la mujer se encoge en hombros- No -sonríe- prefiero mostrartelo.
Mira a Murphy y Roberta para caminar y dirigirse a no sé dónde, pero al verme a mí y mi hermana se detiene.
— Necesitan un baño, lucen desastrosas -ella sonríe. Nos habla en español.
— Pues si tenéis uno, ¿Podemos usarlo? -le respondo en español igual.
Siento que los demás me miran. La mujer me sonríe más grande.
— Las españolas -mira a mi hermana- siempre quise tener dos hijas, así tan hermosas como lo son ustedes dos -nos entrega una rosa a cada una.
— Gracias por el cumplido -sonríe mi hermana con cautela.
Ella sonríe, da un paso hacia nosotras para posar sus manos por sobre nuestros hombros y llevarnos un poco lejos de los demás.
— Ustedes son tan hermosas que no las haré pasar por todo eso -señala hacia los demás- si saben lo que les conviene irán con uno de mis hombres para que las embellezca y luego podrán estar con ellos en una fiesta que haré más tarde... ¿aceptan?
¿Eso? ¿Qué es eso? Mi hermana y yo fruncimos el ceño.
— ¿Qué es 'eso'? -Pregunta mi hermana.
— Luego lo sabrán. ¿Aceptan?
— ¿Puede venir mi novio? -Pregunto.
— ¿Quién es? -pregunta.
— El más alto, el del arco y flecha.
— Uhh... ¡Sí que es lindo! -sonríe- pero no. No tengo mucho tiempo hija, decide.
Miro a mi hermana, debemos estar siempre a salvo, no puedo arriesgarme a que ella salga herida. Soy todo lo que tiene y ella es todo lo que tengo.
— Está bien -suspiro a la vez que tomo de la mano a mi hermana- aceptamos, pero prometernos que no les pasará nada malo.
— No les pasará.
— ¿Podemos despedirnos? -mi hermana se nota triste.
— Sí claro, que sea rápido y no mencionen nada.
Asentimos.
Mi hermana se dirige directamente hacia Stephan, eso me toma por sorpresa, al igual que su beso. What the heck!! ¿En qué momento?
Muevo mi cabeza para decirles que nos vamos por unos momentos y que luego los veremos.
Primero me despido momentáneamente de Javier, luego de Doc, Addy, Stephan, Roberta, 10k quien me da un fuerte abrazo y me susurra que me cuide.
Al final me despido de Jared con un abrazo un poquito largo.
Me dirijo hacia la reina y ella les indica a unos hombres que nos den lo mejor.
Volteo hacia mi grupo para darles una última mirada, y veo que la reina mira de mala gana a Addy.
10k llama mi atención haciéndome señas.
— 'Cuídate' -mueve sus labios.
~
Cierro los ojos para disfrutar del agua que cae sobre mí. Oh, sí. Esto se siente bien. Sin preocuparme de los zombies por un momento, se siente tan pero tan bien. Mierda, sí que necesitaba una depilación. Por suerte y dejaron que yo misma lo haga, porque los muy pendejos se ofrecieron, pero no, ni en el fin del mundo dejaré que vean mi cosita más preciada. Por eso decidí hacerlo por mí misma, mis piernas, mi zona V y mis axilas.
Al terminar tomo una toalla y la pongo sobre mi cuerpo.
Salgo de la habitación y unas personas me esperan ahí con cosas para maquillaje y eso. Mi hermana está en una habitación continua a la mía. Seguro y se la está pasando bien.
Una mujer me indica que me siente, mientras me peina, otra me maquilla, una me pinta las uñas y otro me da masajes en los pies. Se siente tan relajante.
Creo que me quedo dormida ya que cuando me despierto y abro los ojos no hay nadie, tocan la puerta. De inmediato me paro de mi asiento y al ir a abrir la puerta me encuentro con un vestido realmente hermoso y unos zapatos bonitos también. Sonrío.
Abro la puerta y ahí está Tommy.
Luce realmente atractivo.
— Hey, Natalie -sonrío- wow, te ves linda.
Bajo mi mirada y solo traigo la toalla en forma de bata. ¿Así estoy linda?
— Ehm... Gracias. Tú igual. Te ves muy... limpio -río- ahora puedo ver muy bien el color de tus ojos -acaricio el contorno de este- ¿Cómo sabías que estaba aquí?
— Lorena, me dijo. Ella está con Stephan.
— Oh -me adentro a la habitación- ¿Para qué viniste? ¿Los demás están bien?
— Sí, todos estamos bien. Y vine, porque estaba aburrido e incómodo. Un tipo me miraba con deseo, hasta me guiñó el ojo, dio miedo.
— Eso es tierno -bromeó.
— En realidad... -suspira- vine a decirte... -se acerca a mí de forma extraña.
Wtf...
— ¿Qué haces? -lo detengo- oye, tengo novio, aléjate.
— Tú sabes que...
— Yo no sé nada -lo empujo de nuevo a la puerta para que se vaya- no lo compliques.
Me doy media vuelta para ir a ponerme el vestido y los zapatos. Pero siento un jalón que me hace voltear y así caer en los labios de él.
Tommy me está besando, yo beso a Tommy. ¿Qué está pasando? Mis ojos pasan de estar abiertos completamente a cerrarse, mis labios empiezan a moverse al ritmo de los suyos. Sus labios tienen un sabor muy agradable. Pronto sus manos se posicionan en mi cintura y los míos en su cuello.
Estoy haciendo mal, lo sé muy bien. Pero, simplemente no puedo parar, estaba deseando que esto pasara desde que lo conocí, creo. Y por fin está pasando.
Aún con miedo, logro separarme de él para poder tomar más aire.
— Está mal -cierro mis ojos apoyando mi cabeza en su pecho- esto no debió haber pasado.
— Pero pasó.
Desgraciadamente.
— Vete, por favor.
— Natalie, yo...
— Lo hablamos luego, tengo que cambiarme -le cierro la puerta.
Me apoyo sobre esta y segundos después me dejo caer, tocando mis labios.
Me siento una cualquiera. Me siento basura, me siento de lo peor, pero más me siento confundida. Porque ese beso, de verdad me gustó.
Me cambio rápido, luego de unos minutos y así sin más me dirijo hacia la habitación en donde uno de los hombres de la reina me indica que está Jared.
La puerta está entreabierta y logro ver el cuerpo de mi novio, solo me quedo ahí viendolo.
— Slay -dice sin ninguna muestra de afecto, él no me llama así, siempre dice mi nombre.
— Jared -le sonrío ruborizada- ¿Estás bien?
— Mejor que nunca, estoy limpio, tengo ropa nueva, tengo todo hasta ahora.
El tono de voz que está usando no me gusta.
— Oye. ¿Por qué no me miras?
Voltea a mirarme mientras camina hacia una cama que yace ahí.
— Listo. ¿Feliz?
— Oye ¿Qué tienes?
— Pues, pregúntale a 10K.
Mierda.
Mi piel se pone chinita en este momento.
— ¿A qué te refieres? -tenso mi mandíbula.
Really, Natalie? Sabes bien a lo que se refiere y haces esa pregunta, no pensé que fueras tan estúpida.
— Lo escuché preguntarle a Lorena por ti. ¿Hablaron? ¿Qué te dijo?
Suelto aire. Por un momento pensé que había visto salir a 10k de la habitación en donde estaba. Así que todo se resume a unas palabras simples: está celoso...
"Y con justa razón, Natalie, ya deja de hacerte la desentendida" me digo internamente.
Me dirijo con él, como está con la cabeza agachada y sentado en la cama, me pongo frente a él, tomo su mentón para elevarlo y lo beso.
La verdad me siento una zorra.
Hace unos instantes disfruté el beso con Tommy y ahora me encuentro con Jared.
Merezco ser comida por zombies, o algo peor sinceramente.
Jared me toma de la cintura y se pone de pie. Aún estando yo con tacones él se ve enorme frente a mí.
— Ese vestido me hace pensar en un sinfín de probabilidades para quitártelo -se separa de mí para sonreírme.
Holy shit! Wow. Golpeo levemente su marcado abdomen y él suelta una risita.
— Es chiste, pero no olvides que también soy hombre -ríe cuando le doy otro golpe- Te ves hermosa -acaricia mi rostro- Por cierto, tengo que entregarte una cosa...
Se dirige a su antiguo pantalón y saca algo de este. Me lo coloca en el dedo.
Es un anillo.
— Jared... -se hace un nudo en mi garganta- ¿Qué rayos?
— Quiero estar contigo para siempre, antes de que algo malo suceda. No tenemos todo el tiempo del mundo, pero ese poquito tiempo que aún nos queda quiero pasarlo contigo... -me sonríe tímidamente- entonces -suelta un suspiro- ¿Qué dices?
— Yo... -me quedo mirando el anillo en mi dedo- yo...
— Es tiempo de la presentación -interrumpe un hombre de la reina.
Le agradezco mentalmente a aquel hombre y salgo de allí, no sin antes darle una sonrisa algo incómoda a Jared.
¿Matrimonio?
No, no, no y NO.