Entre Frías Paredes.

5.

El deseo de tu corazón se cumplió, tenías el camino libre hacia el corazón de ella.
Fue claro que te acercaste a ella aún más, con ella también hablabas largas horas, reías, jugabas, te enojabas, te enamorabas... Llegó el día en que le preguntaste a ella si quería ser tu novia, ella aceptó de inmediato.
En ese momento sentí como un vacío enorme dentro de mí, quise llorar al verlos besarse, saber que jamás me perteneciste, que jamás te guste. Mi seguridad, mi autoestima cayó por los suelos, me sentía destrozada, me sentia fea, tonta, ridícula. Tu siempre me hiciste sentir bien, a gusto, con nadie más me sentía así, esta vez sentía que ella me había arrebatado lo que mas quería, y lo peor no se lo podía contar a nadie...
Al ver tu sonrisa con ella, tus ojos deslumbrantemente brillantes, me consoló, saber que eras feliz a mi también me hacía feliz, siempre fuiste mi felicidad.
Me contaste de tu nueva relación con ella, que estabas muy feliz, y yo acepte tu amistad, me conformaba con tu amistad.
Los días que te veía con ella sentía que me destruía, sin embargo todos los días me levantaba, me alistaba e iba a la escuela, sin importar cuanto tuviera mi corazón roto, cuanto había llorado por las noches, cuanto te deseaba para mí, hubo dias en los que queria llorar en la escuela, pero tu estabas ahi y me hacias reir,a pesar de todo eso seguíamos siendo mejores amigos. Sólo tu podías destruirme, y sólo tú podías reconstruirme.
Me odiaba por no tener el valor de decirte que te quería, por ser una cobarde, pero una chica como yo jamás estaría con alguien como tú.
Mi autoestima bajo en un nivel impresionante, me sentía lo más mal del mundo, y siempre que recordaba mi cobardía pensaba: "acepto que si yo fuera un chico, jamás estaría con una chica como yo". Nadie podía sacarme de esto, sentía que estaba sola, y lo estaba.. realmente sentia demasiada obscuridad en mi vida, me mantenia viva la pequeña felicidad que me dabas con tu amistad.