Waylon estaba tan feliz y enamorado, tenía una hermosa familia con dos preciosos hijos.
Su esposo era el hombre más increíble que había conocido.
Ambos estuvieron juntos desde la preparatoria, cuando Waylon se mudó.
Fue la primera persona en hablarle y apoyarlo, presentándole a sus amigos y ayudando con las materias.
Al término del último grado se casaron y mudaron a su actual hogar, recibiendo un año después la noticia de su embarazo.
Waylon estaba eufórico pero noto un pequeño cambio en su esposo.
Miles su hermano le comento que era extraño pero estaban teniendo algunos problemas económicos y tal vez fuera eso lo que lo tenía tan preocupado.
Con el tiempo su pequeño bebé se encargó de devolverle la sonrisa a su esposo.
Era maravilloso ver como aplaudía y gritaba ante los pequeños logros del niño.
Ambos estaban de nuevo felices y decidieron tener otro hijo.
Su familia estaba ya completa, su esposo los amaba y pasaba cada minuto que su trabajo le permitía.
Los llevaba al parque o a comer, pero siempre mostrándoles lo importantes que eran.
Esa noche era muy importante para rubio, su séptimo aniversario.
Había preparado todo para celebrar, una pequeña cena familiar y un reloj nuevo que iba a obsequiarle.
Se vistió con su mejor traje para conquistar una vez más a su esposo, quería ver esa mirada de amor que le había dado el día que se casaron.
Espero a que su marido llegara y lo recibió en la puerta.
-Waylon estas hermoso....-
-feliz aniversario amor...-
Su esposo le sonrió besando suavemente sus labios.
-te prepare la cena...ven...-
Waylon lo guio hasta el comedor, adornado con un mantel rojo y velas.
Sus hijos estaban sentados jugando con los cubiertos mientras reían.
Era la mejor imagen ante sus ojos, sobre todo al ver la deliciosa cena que su amado rubio le preparo.
Saco de su portafolio una cajita que había mandado comprar para darle, de no ser por su secretaria habría olvidado esa fecha.
Pero agradecía no haberlo hecho, su familia le esperaba y el aprovecharía esta noche con su esposo.
Cenaron los cuatro mientras los pequeños bromeaban con su padre, él tuvo que prometerles ir a su partido de béisbol del próximo sábado.
Waylon le dijo que le esperara en la habitación mientras recostaba a sus pequeños, aprovecho para desnudarse y esperar a que su doncel volviera.
El rubio casi se desmaya al ver a su esposo recostado en aquella provocativa postura en su cama.
-ven Waylon...-
Obedeció a su esposo y lo beso suavemente, a pesar de los años que habían estado juntos no podía dejar de sentir vergüenza de ver a su esposo desnudo.
Sentía las manos de mayor acariciarlo por todos lados, tratando de desnudarlo rápidamente.
Waylon apenas y podía mantener sus ojos abiertos, tratando de acallar su voz con sus manos.
Pero entonces la pequeña vocecita de Henry llorando desde su habitación.
Waylon aparto a su marido para ponerse una bata y correr a ver a su niño.
Eso le enfureció....
Quien se creía Waylon para rechazarlo....
Se levantó de la cama, se vistió y tomo su maleta.
El rubio había facilitado la decisión que tenía que tomar.
En medio de la noche subió a su auto y condujo.
****
Henry había tenido una pesadilla, y Waylon consiguió calmarlo.
Volvió a su habitación después de casi una hora, y no encontró a su esposo.
Asustado corrió a la calle y no vio su auto.
Tomo su celular y marco pero el sonido de este procedía de la sala.
Fue al comedor y por ultimo a la cocina, y ahí lo vio.
Una pequeña nota pegada al refrigerado.
Waylon, lo siento pero no puedo continuar contigo.
Te amo pero nuestra vida es aburrida y monótona, y yo quiero algo más para mí.
No te preocupes por los niños y la casa yo te mandare dinero cada mes.
Lamento todo esto pero es lo mejor para ambos.
Siempre tuyo....
-Billy Hope....-
Las lágrimas de Waylon corrieron por sus rosadas mejillas, mientras caía al piso por la desesperación.