Samantha se había encontrado con un OAD, la mujer se perdió en sí y comenzó a disparar a quemarropa contra la extraña criatura, pero sus armas ataques parecían rebotar, su blindaje era muy poderoso, aún con las municiones anti blindaje no sufría daño.
La mujer cambió y comenzó a utilizar los cañones de energía contra la criatura, la cual se acercaba a ella recibiendo todos los ataques como si nada, Samantha retrocedía cada vez más, la criatura abrió su boca, el hedor era impresionante, de su boca liberó un poderoso rayo de energía.
Los drones, la parte que parecían alas, se liberaron por completo y crearon un escudo frente a la mujer para prevenir el ataque, la mujer regresó en sí, notando que si no hacía algo moriría.
— Ai, libera los imitadores y el cañón de partículas eléctricas.
— Samantha, es muy peligroso usarlo aquí, podría causar un derrumbe.
— Por lo mismo, genera un escudo electroestático para retenerlo.
— Pero así sufrirías daño tú también.
— Lo sé, pero si aumento las defensas al máximo y genero el escudo con los drones podré sobrevivir.
— Terminé de escanear al OAD, es un tipo portador de tercer nivel, de ahí que tus ataques no le hagan daño, pero hay algo raro en esto.
— No importa lo destruiré.
— Sabes que tu ACE es un modelo de prueba apenas, si bien es una versión modificada del XW-T, no se sabe si resistirá el daño.
— Que no importa, prepárate.
— Entendido — dijo Ai accediendo a regañadientes.
Primero liberó a cuatro pequeños drones de forma circular los cuales se colocaron sobre los combatientes y liberaron una energía creando una especie de barrera en forma de cubo.
Los drones que formaban las especies de alas flotaban frente a la mujer, eran ocho en total.
Dos de los cuales se unieron y crearon un gran cañón, nuevamente las anclas bajaron para evitar el retroceso, la mujer lo tomó y fijo el blanco, se veía como su traje emanaba gran brillo al tener sus defensas al máximo.
Se veía como el cañón se cargaba y parecía que tuviera pequeños relámpagos dentro de sí, se observaba como absorbía el aire y las moléculas a su alrededor para convertirlas en energía para su disparo.
La mujer jaló el gatillo y un enorme rayo de energía muy poderoso, casi tan fuerte como el del ARM del Beam Rifle, cuando Reiji y Livius lucharon en la Ciudad Imperial.
La criatura recibió de lleno el ataque, desintegrándolo por completo.
Todo el escudo se iluminó con gran luz, las vibraciones de las partículas eléctricas eran contenidas por el escudo electroestático, justo después de disparar los drones crearon un escudo para prevenir el daño.
La luz cesó y Samantha continuaba en pie, los drones habían sufrido mucho daño a causa de las partículas eléctricas, pero la mujer estaba viva y era lo que importaba.
Ella se desplomó al mismo tiempo que su ACE volvía a ser un cristal.
La batalla entre Mía y la oscuridad de su interior continuaba, ambas se veían agotadas de tanto luchar, golpe tras golpe, impacto tras impacto, todos y cada uno con la misma cantidad de fuerza lo que la hacía una batalla sin fin.
Lyon lo único que podía hacer era observar, ya que no había una salida y puede que la puerta se abra cuando la batalla termine, pero esta parecía no tener fin, por más que lucharan y atacaran, sus ataques eran anulados entre sí.
Una batalla sin fin entre luz y oscuridad, la cual la chica quería erradicar de ella a toda costa, como si quisiera tener una pureza eterna y no tener oscuridad en sí, pero ahora se ve que la oscuridad le comienza a ganar.
Mientras tanto Reiji continuaba investigando las ruinas, había muchos escritos en las paredes y dibujos también, el chico se recostó a una pared y al parecer abrió un pasadizo secreto.
Con sus ojos provenía algún movimiento o ataque enemigo, caminaba con cautela mientras cargaba sus espadas en sus fundas, bajó las escaleras del pasadizo las cuales eran muy largas.
Parecía como si no tuvieran fin, baja y continuaba bajando y no parecía que acabaran. Todo estaba iluminado con esa extraña luz, llegó a lo que parecía una biblioteca antigua o un estudio.
La sonrisa de satisfacción del chico se dejaba ver, se acercó a los libros y tomó uno, pero al momento de tomarlo se convirtió en polvo, como si el destino no quisiera que el pasado se supiera.
No había forma de tomarlos sin que se convirtieran en polvo o de leerlos sin abrirlos. Eso fue lo que molestó a Reiji, había un libro en especial que parecía diferente a los demás, Reiji a pesar de tener a Cognitio buscaba estos libros, por el motivo que Cognitio no habla sobre los antiguos ni del porqué de los guardianes.
Además de que no sabe quién creó a Cognitio y cómo tiene tanta información hasta de los demás continentes, el chico se acercó con cuidado y lo tomó, pensando que también se destruiría.
Pero no, el libro no se convirtió en polvo o algo parecido, era enorme como Cognitio, Reiji lo colocó sobre el escritorio de piedra, habiéndolo a ver qué información podía encontrar. Pero aquel libro que no se convirtió en polvo estaba en blanco, y no era que estaba oculta mágicamente la información, simplemente estaba en blanco.
Gran enojo recorrió en cuerpo de Reiji, al ver que no servía para nada, no habían muchas cosas que aclararan sus dudas, más bien le daban más de las que ya tenía. Pero vio un objeto que tal vez serviría para algo.
Detrás de la ubicación donde estaba el libro había una caja de madera, el chico la tomó sin mucho interés, pues hasta ahora no había encontrado nada útil.
Al abrirla vio que había una llave color dorada de un tamaño mayor a las llaves normales, pero no se veía una puerta en la que entrara.
Así Reiji continuó su camino con la llave que recién encontró.
Al fin la fiera batalla terminó, Mía logró erradicar su oscuridad y abrir la puerta, la cual era uno de los tantos espejos de la habitación. De esta manera ella y Lyon continuaron su viaje.
— ¿Dónde estarán los demás?
— No puedo contactarme con Reiji por telepatía — decía el león mientras la chica viajaba en su lomo.
— Hay que encontrarlos.
— Lo sé.
Samantha por fin había despertado y encontrado una salida para continuar su camino, era muy extraño lo que había sucedido, su ACE el ZX-II había sufrido mucho daño así que necesitaba regenerarse en el cristal.
Así que la mujer caminaba sin su armadura, el lugar parecía cada vez más siniestro el sonido del silencio se escuchaba claramente.
Los muros de piedra parecían encogerse, con cada paso que daban las damas.
Nuevamente frente a un callejón sin salida, nuevamente sin un rumbo, así era como se encontraba Reiji en este momento, frente a él, una enorme pared de piedra, en la cual sus ojos no podrían ver al otro lado.
Pero había una rendija en la pared, era extraño y era justo del mismo tamaño que la llave que portaba. Él la introdujo y la giró, para su sorpresa la pared comenzó a moverse hacia un lado.
Había una habitación tras esa pared, era pequeña al entrar vio que había una pequeña niña recostada en el piso, su cabello era verde como las hojas de un árbol, sólo tenía puesto un vestido blanco, parecía dormir ahí, aparentaba una edad de nueve años, su cabello era largo y ondulado, per estaba muy desordenado.
El chico se asombró al encontrar a la niña, ya que esto estaba oculto hace mucho y fueron descubiertas hace poco, ¿cómo llegaría esta niña aquí? Él se acercó a ella para comprobar si estaba viva, y en efecto lo estaba.
Puso dos dedos en el lado izquierdo del cuello y corroboró que su corazón latía y podía oír su leve respiración.
De pronto la niña abrió los ojos, los cuales eran verdes como esmeraldas, se pasaba el dorso de sus manos en ellos como si le picaran.
Alzó su mirada y observó a Reiji, el cual se sorprendió al verla despertarse, pero ella no se asustó ni nada por el estilo, al ver a Reiji dio una sonrisa tierna y se le colgó en el cuello a Reiji.
— Papá, has regresado — dijo la niña, a lo que Reiji quedó atónito.
— ¿Papá? — una mirada de tristeza se vio en sus ojos, ya que él iba a ser padre pero Ange murió. — ¿Cómo te llamas?
— Me llamo como mamá me puso.
— Dime, ¿por qué estás sola aquí?
— ¿Sola? No estoy sola, estoy contigo papá.
— No me refiero a eso, ¿recuerdas algo?
— No recuerdo nada — decía mientras se esforzaba en recordar.
— Pero dijiste que regrese, ¿no?
— ¿Eh? ¿Yo dije eso?
— Lo acabas de decir.
— No sé por qué lo dije.
— ¿Por qué me dices papá?
— Porque tú eres mi papá.
Reiji se sentó en el piso para pensar en lo que estaba sucediendo, pero en ese momento la niña se sentó en su regazo, cosa que sorprendió a Reiji, el cual notó algo en su cabello que nunca había visto.
Las orejas de la niña eran puntiagudas, las cuales se ocultaban en su largo y desordenado cabello verde, Reiji con un poco de curiosidad las tocó a lo que la chica giró su cabeza inmediatamente.
— ¿Papá?
— Dices que no recuerdas nada, ¿no?
— Sí, no recuerdo nada, papá.
— Dices que soy tu padre.
— Lo eres — dijo con una tierna sonrisa.
— Bien, no importa no te puedo dejar aquí sola.
— ¿Me llevarás contigo, papá?
— Sí, pero primero necesitas un nombre.
— ¿Nombre?
— Lily, ese es tu nombre.
— ¿Lily? Me gusta, papá.
— Significa florecer en el idioma de los Antiguos.
— Lily, Lily, sí me gusta, papá.
— Pues, vamos.
Reiji se levantó y tomó la mano de la niña, no hay duda ella ha estado aquí desde hace mucho tiempo, demasiado, no era humana por sus largas y puntiagudas orejas. Además de que la habitación en donde estaba, se encontraba cerrada con llave y la llave estaba oculta.
Pero, ¿habrá estado sola todo este tiempo en ese pequeño cuarto?, ¿desde cuándo está ahí?, ¿quién era? Cuando él entró ella estaba dormida, ¿será que ha dormido todo este tiempo? y ¿por qué lo llama papá?
Muchas más preguntas rondaban en la mente del chico, que ahora era padre. Ahora con más preguntas en su cabeza recorría los pasillos tratando de encontrarse con los demás.
— ¿Papá por qué llevas espadas?
— ¿Las conoces?
— ¿Las conozco? — se preguntaba la niña como si recordara y no recordara a la vez.
— Veo que eres inteligente — la actitud de Reiji con la niña era muy buena, puede que despertara su lado paternal.
— Papá, ¿dónde está mamá?
— ¿Mamá?
— Sí, ya que tú debes andar con mamá, ¿no?
— Qué preguntas haces.
— Me gusta lo que llevas el... el... esa cosa dorada.
— ¿El broche?
— ¿Ese es su nombre?
— Sí — decía el chico con una pequeña sonrisa. —Es mi emblema de noble, Lily, ¿vendrías a vivir conmigo?
— Claro, eres mi papá, debo vivir contigo y mamá.
— Sobre lo de tu mamá.
— ¿Qué hay con ella?
— Mmm, nada — Reiji sabía que lo que buscaba la niña era el amor de unos padres, ya que parecía que nunca los ha tenido o que los había perdido, el sentía como ella apretaba fuerte su mano con las pequeñas de ella.
— ¿No me dejarás sola verdad?
— No.
En tanto caminar en ese laberinto que era las ruinas, Reiji y Lily se encontraron con otro callejón sin salida, en él había otro dibujo, parecía que muchos hombres estaban postrados ante una pequeña niña que estaba en un trono, la cual tenía dos largas y puntiagudas orejas.
Al ver la imagen Reiji lo supo de una vez y lo confirmó, ella, la pequeña niña había vivido durante años no durante siglos o milenios, pero había perdido sus recuerdos, pero había algo más ahí, al lado de ella estaba un hombre que era a imagen y semejanza de Reiji.
"¡¿Por qué estoy ahí?!" — se preguntó el chico.
— ¿Qué pasa papá? — preguntó la niña al ver a Reiji atónito.
— Lily, ¿reconoces esto?
— ¿Eh? No veo — decía mientras trataba de ver pero estaba alto para ella, así que Reiji la alzó. — ¿Eso? Somos tú y yo papá, pero mamá no salió, qué lástima.
"Cuando las almas del sol y la luna se reencuentren en el futuro, y junto a ellos este el Cometa Esmeralda, y de la unión de la luna y el sol nazcan las estrellas gemelas la paz y la grandeza regresará a Serinland, mas el alma del lucero oscuro tratará de traer la destrucción nuevamente" — dijo la niña tras leerlo.
— Lily, ¿qué significa?
— No sé papá, perdón — dijo al inclinar su cabeza.
— No te preocupes.
"¡¿Pero qué mierda está pasando?! ¡¿Qué es esa profecía?! ¿Se supone que Lily es el Cometa Esmeralda? ¿Yo qué soy? Cada vez hay más y más cosas que me dan dudas una y otra vez, ahora aparezco en las ruinas de las Antiguos" — se decía Reiji—
— Papá, ven, mamá está cerca — dijo la niña al jalar la mano de Reiji.
Ella dice que su mamá está cerca, será la que representa a la luna, ¿qué es Serinland? La niña llevaba jalando a Reiji porque su mamá estaba cerca y quería verla, quería estar con ella y sentir el calor de madre.
Por fin la vio a salió corriendo hacia ella, con su rostro lleno de alegría y con una enorme sonrisa en su pequeño rostro, sentía mariposas en su estómago y sus orejas caliente.
— Mamá — dijo la chica al abrazar sus piernas.
Reiji se detuvo al ver la escena, vio a la niña abrazando a la que ella hace llamar su madre, a la cual quería ver desde hace mucho tiempo, aunque no lo recordará, aunque no recordara nada sabía que ella era su madre, a la que abrazaba era a Mía.
— ¿Mamá? — dijo Mía al verla.
— Ven, papá, encontré a mamá — dijo la niña al llamar a Reiji.
— ¿Papá? — dijo Mía al ver a Reiji.
El chico se acercó a ellas y la niña se puso a llorar de alegría y melancolía mientras Mía la abraza al verla llorar, lágrimas recorrían sus pequeñas y delicadas mejillas, el llanto no cesaba y la pequeña abrazaba fuertemente a Mía.
— ¿Qué pasa, Reiji? — preguntó Lyon.
— Sinceramente no lo sé — respondió él.
— Papá, ven conmigo y mamá — dijo la niña secándose las lágrimas con el dorso de la mano.
— Te diré algo Reiji, es muy extraño, pero al estar cerca de esa niña siento mucha paz — dijo Lyon. — Siento como si debiera protegerla.
— Lo sé, me pasa parecido — dijo Reiji.
— Explícame esto, Reiji.
— No sé por dónde empezar.
Reiji comenzó a contar sobre cómo la había encontrado y sobre lo que estaba escrito en la pared, mientras comían y descansaban para ir a buscar a Samantha.
La explicación terminó y empezaron su viaje en busca de Samantha, después de un rato la encontraron, estaba herida y de inmediatamente Mía la curó.
— Había un OAD aquí — dijo ella.
— Yo me encontré con un yo alternativo — dijo Mía mientras la curaba.
— No es nada de eso, es la oscuridad. ¿Recuerdan los escrito en la entrada? Se refería a eso, yo me encontré con otro yo pero como ya acepté me oscuridad desapareció, asimismo ustedes, puede que tú sientas odio o temor a esas criaturas y por ende tu oscuridad tomó su forma, no necesariamente era una real.
— Ahora entiendo, Ai me dijo que había algo extraño, por cierto, ¿quién es esa niña? — dijo al señalar a Lily que estaba sobre Lyon.
— ¿Cómo explicarlo? — dijo Reiji.
— Quiero irme, ya encontramos información suficiente — dijo Samantha.
— Sí, de una u otra forma ya no hay nada más que ver, pero hay que buscar una salida — dijo Reiji.
— Papá, yo conozco la salida — dijo Lily.
— ¿Sabes cómo salir?
— Sí, él me lo dijo — dijo al señalar un poco de musgo pegado en la pared.
— ¿El musgo te lo dijo? — dijo Samantha en tono sarcástico.
— Sí — respondió con una sonrisa sincera mientras frotaba su nariz.
— ¿Dice la verdad? ¿Qué es esta niña? — preguntó la mujer mientras se ponía en pie.
— Pues, guíanos Lily — dijo Mía con una sonrisa.
— Sí, mamá, señor león por allí — dijo al señalar con su dedo y Lyon sigue la ruta que la niña dice.
— Vamos — dijo Reiji.
Habían pasado muchas horas desde que habían entrado a las ruinas, y aún faltaba salir, si bien Lily sabía la ubicación de la salida no sabía cuánto duraría para llegar a ella.
Pasaron horas de camino y la salida no se veía cerca, pero la niña seguía confiada en lo dicho por el musgo.
Se veía que habían piedras a los costados de los pasillos, se notaba el cansancio de todos y hasta Lyon estaba cansado de caminar y quería dormir, él es un felino y como la mayoría de felinos les gusta dormir y más a un león.
Al parecer había anochecido aunque había mucha luz en las ruinas, decidieron comer y dormir para recuperar fuerzas para continuar a la mañana siguiente con su trajín.
Reiji iba a hacer guardia y se turnarían.
La pequeña niña se durmió recostada a su madre y a Lyon, el cual era calientito, a Mía parecía agradarle la idea de ser la madre de la hija de Reiji, y no le mostestaba en lo absoluto, pero aún no comprendía mucho sobre lo que Reiji le había dicho, de las estrellas gemelas y el lucero oscuro.
Pero aún así logró consolidar el sueño, esperando con incertidumbre el día siguiente, en el cual muchas cosas pueden pasar.