Lighgon y las Armas del Dragón [Editando]

CAPÍTULO XIX: CUANDO ESTO TERMINE

9 de febrero

Aria y Mía habían llegado a Ciudad Serenity, mientras que Reiji se encontraba en Ciudad Imperial, iban entrando en su carruaje a una hermosa ciudad, en la entrada de la misma se encuentra un estandarte.

Su color era blanco con un ave roja en el centro, ese era el emblema de los Akasha, el ave roja es el Fénix y lo blanco representa la paz.
Las chicas habían llegado a la ciudad donde se encuentra la casa de los Akasha, el hogar de Aria.

Caminaban por un parque iluminado de luz, árboles mágicos de cerezos a ambos lados, estos árboles destacaban por sus hermosas flores, pues se encontraban en la temporada que florecían.Una ciudad llena de luz, las casas, los edificios de piedra y ladrillo, un camino de piedra que cruza por esta ciudad.

Al entrar, los aldeanos se quedaban observando el carruaje, sabían que era de un Akasha.
Isaac y sus antecesores vivieron y viven en esta ciudad y siempre la han protegido, tanto del rey como de bandidos.

Por fin llegaron a la mansión Akasha, una gran puerta se abría y dejaba entrar el carruaje, al entrar se veía un gran jardín con algunas estatuas, una fuente de agua cristalina en el centro del mismo, además lugares para descansar del sol.

Ahí estaba una gran mansión, casi tan grande como un castillo, en la puerta se encontraba un hombre, una mujer y una niña.
El hombre poseía cabello largo y rojo, lleva una camisa manga larga blanca y pantalón negro, además de unas botas negras altas y cinturón negro, todo al estilo de la nobleza. Además lleva un anillo de rubí.
La mujer un vestido azul largo de mangas largas que combina con sus bellos ojos azules, zapatos blancos. Su cabello era rojo y corto hasta los hombros y llevaba un collar de diamantes.
La niña de 7 años de cabello rojo, lleva dos coletas y el resto de su cabello suelto, un vestido largo rojo y blanco como de princesa. Sus zapatos eran blancos y llevaba una gargantilla de plata. En sus manos llevaba un muñeco con forma de conejo blanco.

Ellos eran Isaac, Hikari y Kari, el padre, la madre y la hermana de Aria despectivamente.
Ellos la estaban esperando, el carruaje se detuvo y Revel bajo de su puesto.

—Mi Lord, mis Lady's —dijo mientras hacía una reverencia.

Él abrió la puerta del carruaje y ayudó a Aria y Mía a bajar.

—Padre, madre, Kari —dijo la chica haciendo una reverencia.

Por su parte Mía hizo una reverencia

Su madre sonrió "Hija has vuelto" pronunció

—Hermana —dijo Kari mientras le daba un abrazo.

—Hija —pronunció Isacc con una sonrisa— Lady Mía, cuánto tiempo —dijo al hacer una reverencia—adelante.

Revel y Nei se fueron a guardar el carruaje y llevar los caballos al establo.
Los Akasha y Mía entraron en su mansión.
Hermosa, increíble, así era esa mansión, pero Mía no se sorprendería puesto que ella vivía en una similar.

Los Akasha a pesar de ser muy ricos y poderosos, ayudan a su ciudad, con trabajo, protección, campos donde sembrar. Siendo esta ciudad una de las más productivas de la reino, debido a un acuerdo de hace muchos años, estas tierras pertenecen a los Akasha y por eso el rey no puede intervenir. De ahí que no haya pobreza como en las demás ciudades.

Mía y los demás pasaron a una sala de recepción y se sentaron.

—Ambas deben tomar un baño —dijo Hikari.

—Hermana, juega conmigo —dijo Kari.
—Hoy se quedarán aquí y mañana partirán —dijo Isaac.

—Sí, padre —respondió la chica.

—Lord Isaac, ¿me podría conseguir papel y tinta? —preguntó Mía.

—En seguida —respondió él.

La chica necesitaba dar un informe a su padre cada cierto tiempo explicando lo que estaba pasando. Ese era el motivo de pedir esto a Isaac.

—Aria, toma un baño y ve al estudio, necesito hablar contigo —dijo Isaac.

—Sí, padre —respondió ella.

Aria se levantó y llevó a Mía con ella para tomar un baño.
El baño parecía una gran piscina de agua tibia, ese era un baño de noble.
Las chicas se desvistieron y entraron a él.

Luego de darse el baño, ambas salieron, Leii les llevó ropa a ambas, ella era parte de los Akasha y por tradición ellos deben servir a la familia principal.

En esta mansión viven varios de la familia y otros en diversas casas en esta ciudad. La mansión es la casa principal de ellos, si bien la mayoría viven en Ciudad Serenity otros se han ido a vivir lejos.

Las chicas ahora estaban vistiendo unos vestidos al estilo de princesas, de color rojo para Aria y celeste para Mía.
Mía se dirigió al estudio como su padre ordenó.
Ella entró después de tocar la puerta.

—Siéntate —dijo Isaac.

—Sí, padre —contestó ella.

—Te lo diré directamente, porque sé que no te gustará.

— ¿Qué me tienes que decir?

—Cuando esto acabe, cuando encuentres las dichosas armas, te casarás con Revel.
— ¿Q-qué?

—No hay discusión, su padre es mi hermano y es uno de los más fuertes de la familia.

—Pero padre.

—No hay pero que valga, la decisión está tomada.

—Como digas —dijo mientras inclinó su cabeza.

Si bien Revel no era un mal partido, era uno de los más fuertes y su padre perteneció a la rama principal, aunque sea un poco torpe con las mujeres, casarse sin amarlo.

—Tu madre y yo nos casamos de la misma manera, y tuvimos dos hermosas hijas, a pasar que al comienzo no nos amábamos —dijo Isaac.

—Entendido —respondió Aria.

Una chica educada para obedecer a su padre y continuar la línea pura de su familia, esa era Aria.

—Puedes retirarte —le dijo Isaac.

—Con permiso, padre —dijo ella y se marchó.

Al salir de la habitación sus ojos estaban llorosos, se tenía que casar con alguien a quien no amaba, pero era su obligación y tenía que hacerlo aunque no quisiera.
Mía llegó y la vio con lágrimas en sus ojos.

— ¿Qué paso, por qué lloras?

—Por nada, no importa.

La chica rubia y había mandado el reporte a su padre en Kinglender su ciudad natal. Utilizando parte del poder de su guardián.

—Cuando esto termine.

Eso era lo único que pasaba por la mente de la bella chica pelirroja, pero ¿Qué tal sí nunca termina? Pero ella sabía que sin importar qué ni cuándo debería casarse con Revel Akasha.