Welcome to the hell

By guerrerilla

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Después de la muerte de su padre Lilith está completamente destrozada y lo único que quieres es venganza, per... More

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By guerrerilla

-¿qué ha pasado ahí dentro?- fue lo primero que Michael preguntó cuando los dos chicos salieron de la habitación de Lilith.

-A excepción de que casi le rompes el corazón a tu querida "Lil" no se a que te refieres.

Deimon se apoyó en la puerta cerrada de la habitación de Lilith, con los ojos cerrados mientras escuchaba atentamente como la chica se movía por la habitación y el sonido de ropa y muebles abriéndose y cerrándose. Michael se colocó delante de él, guardando las distancias, ya que por naturaleza ambos seres se despreciaban.

-La has consolado, la has abrazado ¿que está pasando contigo? ¿te has vuelto blando?- Deimon respondió con una seca carcajada pero no dijo nada más, seguía escuchando a Lilith en la habitación.

-¿qué es lo que sabes de ella?- Deimon dijo derepente.

-¿a qué te refieres?

-Según he podido escuchar, eras su amigo de la infancia, y ya has visto lo que puede hacer.- Deimon se separó de la puerta y se acercó un poco más a Michael mientras bajaba la voz- No mandarían a un arcángel a la tierra por nada. ¿qué es lo que sabes de ella?

Michael se quedó pensativo un rato, inseguro de revelarle a un demonio lo que sabía, pero cierto era que no sabía practicamente nada.

-Por lo que se ve, menos de lo que sabes tú- le contestó mientras se rozaba la muñeca donde hasta hace un momento había estado marcado la mano de Lilith.- No sabemos bien lo que pasó, estaban ocurriendo cosas extrañas en los alrededores de la planta donde experimentaban con Lilith. Y cuando digo cosas extrañas me refiero a sobrenaturales, crecían árboles de la nada en menos de un segundo, había inundaciones y nieve a la vez.

>>Eso era al principio, al cabo de un tiempo toda la vida de alrededor empezó a perecer y se formó un enorme desierto, jamás volvió a llover, no había una gota de agua o de vida en los alrededores, queríamos ver que era la causa de aquellos fenomenos, pero de alguna forma no podíamos acercarnos. Nos quedamos años obsevando el lugar desde lejos, la tierra parecía hacerse más aria y de vez en cuando algún vehículo salía para volver horas más tardes con lo que parecían provisiones.

>>Un día vimos como un hombre salía corriendo con una niña en brazos, no les hubieramos hecho mucho caso si no llega a ser porque momentos más tarde la planta entera explotó. No teníamos explicación alguna para lo sucedido así que decidí bajar a la tierra a ver que era lo que estaba sucediendo.

>>Cuando bajé aquí lo único que ví fue esa niña, al principio era muy asustadiza y jamás se acercaba a nadie, todos los niños la temían por la mirada tan penetrante que tenía, y que aún conserva muy bien. Decidí hacerme pasar por un niño más y hacerme su amigo, al principio me rechazo y me miraba con desprecio, pero lentamente fue cayendo en mis encantos.

Deimón soltó un bufido cortando la historia de Michael.

-Vamos, no me mires así, soy un arcangel, está en mi naturaleza.

-Como quieras, por favor, continua- dijo Deimon con desdén.

>>Me fui ganando su confianza y poco a poco nos hicimos inseparables, empecé a estudiar su comportamiento pero no hacia o decía nada fuera de lo normal, era amable con las personas que de la casa y con su padre... bueno, tú ya sabes que él no es su padre. Él la cuidaba y la quería como si fuese su propia hija, y créeme cuando te digo que jamás serás capaz de ver como sonreía cuando estaba con él, porque después de todos los años que pasé con ella, jamás sonrió a nadie como sonreía a su padre.

Deimon ignoró la punzada de celos de su pecho mientras Michael continuaba con su historia.

>>Nunca pasó nada sobrenatural a su alrededor, todo era normal, lo único extraño era que siempre llevaba esos guantes puestos y por mucho que lo intenté jamás me dejó quitárselos. Unos años después de conocerla me invitó a una fiesta pijama en su casa junto con la otra humana... Molly, ellas se quedaron dormidas rápidamente y yo aproveché para saber que era lo que ocultaba debajo de esos guantes, pero no pude. Tiré de ellos todo lo que pude, útilizé todo mi poder, pero me fue totalemnte imposible quitarle los guantes. Examiné los guantes que guardaba en su cómoda, pero no eran nada, eran guantes normales y corrientes, no entendía que era lo que estaba pasando así que cansado decidí meterme en su mente, inspeccionar sus recuerdos.

>>Y no encontré nada, no podía acceder a ella, su mente estaba totalmente bloqueda, su alma no me permitía acceder a ella. Jamás escuché hablar de un alma que fuera capaz de resistirse a un ángel y mucho menos a un arcangel. Pasé más años junto a ella, esperando que algún día me contara algo, pero jamás dijo una palabra acerca de su pasado y yo no pude descubrir que era lo que su mente ocultaba o lo que esos guantes ocultaban. Finalmente volví por donde había venido.

-Pero ahora estás aquí de nuevo ¿por qué?

-Estoy seguro de que tu también puedes sentirlo, algo no va bien con su alma.

-Noto como cambia y no sé el porque o en que desencadenará.

Antes de que ninguno de los dos pudiera decir algo más la puerta se abrío de par en par y una rubia muchacha se les quedó mirando a los dos, ajena a lo que los dos seres habían estado hablando hasta hace un momento.

-Veo que me habeis hecho caso y no os habeis matado.

-Lilith, necesito hablar contigo seriamente, deberíamos ir a un lugar dode pudiesemos hablar bien y seguros.- Michael se acercó a Lilith, pero no la tocó, inseguro de lo que la chica pudiese hacerle.

-De acuerdo, podemos ir a- Antes de que pudiese terminar la frase fue interrumpida.

-¡Señorito Michael! Cuanto me alegro de verle- Anna se lanzó tan rápido a abrazar al arcángel que ninguno de los presentes pudo hacer algo por evitarlo.

Michael devolvió torpemente el abrazo al cabo de un momento, la criada se agarró tan fuerte a él que pudo jurar que le había arrancado uno o dos pelos.

-Anna, yo también me alegro de verte.

-Oh, señorito, se le ha echado tanto de menos en esta casa. Después de todo usted fue el primer amigo de la señorita y también el primer chico que le robó un beso.

Deimon se giró rapidamente y miró a Lilith con ambas cejas levantadas. Un aracángel, un ser tan asqueroso y repugnante, pijo y creido había sido el que la había besado primero, el que la había besado antes que él. No era justo, no era para nada justo, él debía haber sido él primero, él quería ser el único.

Lilith simplemente le miró extrañada ante la mirada del demonio y después se encogió de hombros. Era cierto que no le gustaban otras personas, que era demasiado cerrada y odiaba a los tios que se le lanzaban, pero tampoco era una monja en clausura y era normal que quisiera probar con Michael, al ser el único hombre que podía soportar.

Michael y Anna seguían hablando ajenos a la competición de miradas entre Lilith y Deimon.

-¿Se quedará a dormir? Por favor, dígame que sí, me encantaría verle de nuevo por aquí. Puede quedarse en la habitación de la señorita si lo desea, dormir juntos.

-Oh, bueno, la verdad es que eso me encantaría.

-No- dijo Lilith con su tono de autoridad y sus ojos resplandecían con ira.

-Pero señorita, yo pensé que le gustaría dormir con el señorito.

-No pienses entonces Anna- Le contestó mientras se acercaba más a ella.- Lamento decirte que tú no eres quien para decidir lo que yo deso hacer, mantente al margen y no te metas.

-Es preferible a tener a ese odioso guardaespaldas siempre por sus alrededores.

No supo bien que fue, pero algo dentro de Lilith explotó. Su mirada creció llena de furia, su tono se hizo más autoritario y su postura cambió a una totalmente amenazante, incluso antes de que hablara, la criada empezó a dar pequeños pasos hacia atrás, alejándose de ella.

-Suficiente, no dejaré que insultes a alguien que me mantiene con vida. Conoce tu lugar Anna, eres una simple criada y nada más, no me enfurezcas.- Lilith se dió cuenta de todo lo que había soltado, sabía que no estaba bien hablarle así a alguien que la había cuidado desde que llegó aquí. Pero algo dentro de ella no pudo evitarlo- Desaparece de mi vista y más te vale que hoy no te vea.

La criada rapidamente asintió con la cabeza y salió corriendo, lejos de la mirada enfurecida de Lilith. Ambos chicos la miraban atónitos sin saber muy bien que decir o que acababa de pasar.

-Lilith ¿te encuentras bien?- Deimon lentamente apoyó una mano en el brazo de la chica.

-Lo siento- respondió aún mirando por donde se había ido la criada- no sé que me ha pasado.

-¿qué le has hecho demonio? ella no era antes así, jamás gritó a ninguno de sus criados.

-Yo no le he hecho nada, desde que llegué siempre a sido desafiente. Incluso me desafió a mi cuando me invocó- Deimon miró a Lilith que seguía algo perpleja, pero no quito la mano de su brazo.- No sé como era la Lilith que conocías, pero esta es la Lilith que es ahora.

-vayamos al labarotario de mi padre- dejo derepente Lilith asustando a los dos chicos.- es el único lugar seguro de esta casa.

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-¿Y de qué querías hablar? ¿quizás disculparte por haberme mentido todos estos años?

-No seas así Lilith, yo no era el único que guardaba secretos-Lilith no pudo responder a eso- Algo extraño está pasando contigo, con tu álma, no puedo explicarlo pero jamás habíamos vivido algo así.

-Es cierto, cada día puedo ver como cambia tu alma.

-Pero no lo entiendo, yo estoy tan perdida como vosotros, no sé que esperais sacar de mi.

-Sé que puede ser dificil para ti- empezó a decir Deimon, -pero necesitamos que nos cuentes todo lo que puedas de...los experimentos...de lo que te hicieron.

Lilith negó con la cabeza, completamente aterrada.

-No quiero, no quiero revivir aquello, ya veo suficiente en mis pesadillas.

-Lilith, no te lo pediría si no estuviese preocupado por ti.- Deimon le sonreía levemente, mandándole animos con colmillos asomándose sobre sus labios.

-No sé que contar, lo único que puedo llegar a recordar eran agujas, líquido que quemaba y que practicamente jugaban con mis óganos mientras aún estaban pegados a mi. Cuando lo recuerdo, aún puedo sentir sus manos dentro.

Michael se acercó lentamente a Lilith, que no sabía muy bien como reaccionar.

-Por favor Lilith, levántate la camisa.

-¿qué?- preguntaron Lilith y Deimon a la vez.

-Hazlo por favor.

Lilith miró a Michael sin entender muy bien, pero finalmente se levantó un poco la camisa, lo suficiente como para ver su barriga.

-Nada- Murmuró Michael- No hay nada, eso es lo que no entiendo, si te abrían y te cerraban todos los días debería de tener miles de cicatrices en tu cuerpo, pero no tienes nada, tu piel es lisa y perfecta, ni siquiera tienes lunares o pecas.

-No entiendo lo que quieres decir- dijo la chica.

-Yo tampoco- solto el arcángel- pero algo hay, algo que se me escapa.

-¿qué era el líquido que te daban? el que tú decías que quemaba- le pregunto Deimon.

-No lo sé, ya he dicho que no lo sé. Solo me lo administraban, nunca me explicaban nada, nadie me hablaba jamás, solo hablaban susurros entre ellos lo suficientemente bajos como para que yo no pudiese entenderlos.

-¿cómo aprendiste a hablar entonces?- le preguntó Deimon.- Sí pasaste toda tu vida allí, desde que naciste hasta que tu padre te encontro, si nadie te habló nunca y los susurros que escuchabas no eran entendibles ¿cómo aprendiste a hablar?

-Siempre he sabido hablar, desde que tengo uso de memoria.

Ambos chicos se miraron.

-Ese líquido, fuese lo que fuese-dijo Michael- realmente ha conseguido milagros.

-Curioso que lo diga un arcángel

-Cállate demonio.

-Un líquido ¡Eso es!- grito Deimon.- Tu medicina, sea lo que sea, es un buen sitio por donde empezar, saber que tienes, ni siquiera he sido capaz de verla.

-Deimon, no renuncie a mi alma para saber lo que soy, renuncía a ella para vengar a mi padre.

-Pero quieras o no, tu padre forma parte de lo que eres, él trabajaba en aquel laboratorio y no tenemos ninguna pista que seguir. Si encontramos lo que eres, quien te lo hizo o algo así, quizás también podremos encontrar con el asesino de tu padre.

-Quizás.

-Es mejor que nada Lilith.

-Está bien- suspiró finalmente la chica, vencida por Deimon.-Pero debemos esperar hasta que me tenga que volver a tomar, ni siquiera yo sé donde la guardan, solo Anna lo sabe y depués de lo de esta mañana dudo mucho que quiera verme.

-Entonces esperaremos.-Dijo Michael.

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Esta vez lo he escrito más pronto, espero seguir así y no teneros esperando mucho tiempo entre capítulo y capítulo.

Este capítulo me parece muy soso y muy simple, pero era necesario, más adelante entendereis porque.

muchísimas gracias a todos los que me leeis y gracias por vuestros comentarios.

os quiero

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