Le vi alejarse por el pasillo, y parecía un loco, pues iba hablando sólo, y eso me hizo sonreír de nuevo.
Volví al compartimento con las fotos en la mano y todavía sonriendo y Mara y Ali me miraron cómplices.
—¿Qué?— les dije intentando adivinar.
— Esa sonrisa...— dijo Ali.
— El muy tonto va hablando sólo por el pasillo.— me justifiqué, ya vi a dónde querían llegar.
—Ya, ya.— dijo Mara.— ¿Qué te ha dado?
— Unas fotos.— dije desparramándome en mi asiento y se las tendí.
Comenzaron a pasarlas todas, yo sabía que eran todas de las vacaciones. O eso creía yo.
— Oh, Dios.— exclamó Mara.— Se os ve tan pequeños y amiguitos para siempre.
— Trae eso.— le dije quitándole la foto de la mano.
Era una foto de cuando teníamos tres años, era en casa de su abuela Molly. Estábamos los dos en bañador, en un barreño con agua, cogiendo al otro con un brazo sobre el hombre del otro y posábamos con morritos a la cámara. Todo aquello fue antes de que nacieran Albus y Harry, justo varios meses antes, y antes de que él se convirtiera en imbécil. Entonces éramos amigos. Quizás eso que dijo de ser mi amigo no era sólo para fastidiar, sino para volver a donde antes.
— Sam.— me gritó Alice pasándome la mano por la cara.— Te estamos hablando.
— Perdonad.— dije parpadeando.— ¿Qué habéis dicho?
— Que deberíamos ponernos las túnicas y eso ya.— dijo Ali.
— Ostras, pero si yo iba a ir al baño.— dije saliendo corriendo y dejándoles las fotos por ahí. Además tendría que ir a buscar mi túnica roñosa heredada de Charlie.
Fui a por ella y me metí en el baño. Tras desahogar mis necesidades fisiológicas, me puse la túnica y fui a por las chicas.
Me esperaban en el compartimento, me agaché para escuchar si hablaban de mi.
— No creo, Alice.— escuché a Mara.
— Pero Mara, tanto tu como yo sabemos que no está normal. No somos capaces de decírselo porque sabemos como va a reaccionar.— dijo Ali.
— Ali, ya. No está enamorada de James. Ya lo sabes.
— Tanto tú, como yo hemos visto cómo miraba esa foto, con qué sonrisa ha entrado.
— Para ya. Que tu estés feliz y enamorada no significa que todos los estemos, hada madrina.— le dijo Mara.
— Tu dirás lo que quieras, pero Luke me da la razón.— dijo Ali mientras yo entraba.
— ¿Sobre que hablabas?— pregunté.
— Sobre meterse en el equipo de Quiddich.— intervino Mara, muy astuto, sí señor, pero yo ya sabía la verdadera conversación.
— A lo mejor lo consigues.— le digo yo, más falsamente.
No tardamos mucho en llegar, ya esto se hacía pasajero, el largo camino en tren se convertiría en un pequeño paseo a pie. Bajamos del tren y nos subimos a los carruajes, y, entonces recordé el torneo. Llegarían mañana. Eso me recordó que no había escrito a Isaac, y que a lo mejor se había enfadado conmigo por no escribirle pero... Había tenido un tiempo un poco... Complicado.
Llegamos al castillo y cuando íbamos pasando por el puente un carruaje volador, guiado por unos pegasos pasó muy cerca nuestra a gran velocidad. ¡Iban a llegar antes! Me acerqué al borde del puente, para ver llegar a Dumstrang, que venían en barco. No había barcos, cosa que me decepcionó mucho.
De repente, del agua surgieron unos barcos de vela del agua, con la insignia del colegio que tanto anhelaba ver. El torneo que, desde que era una enana, deseaba presenciar, por fin llegó.
Volví junto a mis amigas para meterles prisa para entrar al gran comedor, no quería perderme nada, era un manojo de nervios. Aunque sabía que primero tenía que tragarme la elección de casa de los de... Espera, Harry y Sophie y Albus tenían que ser asignados este año. Ah, entonces todo sería divertido.
Llegamos a la mesa de Gryffindor que estaba casi vacía y nos sentamos. Poco a poco fueron llegando gente de todas las mesas. Por ultimo entró el subdirector seguido de todos los alumnos de primer año, vi a Harry mirándome con cara de asustado y le saludé dándole confianza.
— Casi llego tarde.— dijo alguien a mi espalda y se sentó a mi lado. James...
— No es por nada, pero hay más mesa...— le dije, no quería que me fastidiase esto también.
— Ahí van las chicas de Beauxbatons, no soy una chica, Solo Sam.— veo que seguía con esa tontería.
Me limité a suspirar. Dirigí toda mi atención hacia el sombrero seleccionador que traía el nuevo Flinch. No me acuerdo como se llama, pero menos mal que el viejo se fue, estaba ya muy mayor y chocheaba.
Longbottom, el subdirector, comenzó a nombrar niños... Muchos de ellos no me importaban.
— Lions, Sophie.— la pequeña, pero segura Sophie subió al taburete y nada más tocar el sombrero, si llegó a hacerlo, su cabeza, éste gritó:
— ¡Ravenclaw!—ella salió corriendo hacia su mesa y se sentó junto a sus compañeros. Instintivamente miré a Ali, que estaba blanca. Sophie ni siquiera le había mirado.
Sinceramente no sé qué se esperaba, estaba cantado que ella iba a ser de allí, o de Slytherin, eso de escabullirse es muy malévolo...
—Tranqui, Charlie cuidará de ella.— le dije cogiendo su mano al otro lado de la mesa y ella me sonrió.
— Malfoy, Scorpius.— no sabía que el señor Malfoy tuviera un hijo. Al igual que con Sophie, el sombrero no tuvo que rozar su perfecto cabello.
— ¡Slytherin!— y otro que corría hacia su mesa.
Pasaron niños y niños, de los que ya no recordaba el nombre, alguno que otro quedó en nuestra casa.
— Potter, Albus Severus.— el silencio se instauró en la sala. Noté a James ponerse rígido y mirar sin parpadear a su hermano pequeño.
— ¡Slytherin!—gritó el sombrero y Albus se sentó al lado del hijo de Draco.
— Venga ya, el que debería jubilarse es ese sombrero.— dijo James y me hizo escupir el zumo que estaba bebiendo de la risa.
— James, tu padre casi cae en Stytherin.— le tranquilicé, vi sus ojos llorosos.— Además, Severus Snape no era malvado, y él lleva su nombre.
— Gracias.— me dijo él.— Necesitaba a mi amiga, Sam.— se lo dejé pasar porque le estaba viendo muy mal, sino le habría dicho que de amiga ni mijita (esa expresión era de Isaac, pero la iba a usar por lo graciosa que era). Seguí atenta porque de un momento a otro...
— Sanders, Harry Edward.— sigo sin entender por qué ese segundo nombre, pero mis padres pasan de explicármelo.
Ahora entiendo como debía de sentirse James. Además el sombrero se llevó más tiempo del necesario para elegir donde poner a mi hermano.
— ¡Eres de corazón Gryffindor!— gritó al fin y no pude evitar levantarme y aplaudirle. Él vino a mi y me abrazó.
— Si llegas a caer a las demás estaría igual de orgullosa.— le dije a mi hermano que no me soltaba.— Deberías ir a sentarte.
— Ah, verdad.— dijo con una sonrisa y se fue.
La directora se aproximó a dar un discurso que llevaba años esperando.
— Antes de dar el discurso de bienvenida a estos nuevos alumnos.— dijo la anciana directora con su voz dulce.— Demos la bienvenida a nuestras amigas de Beauxbatons.— las puertas se abrieron y entraron muchas chicas haciendo bailes y piruetas, yo no sabía a donde mirar ya para no perderme nada, las dos directoras se abrazaron, aunque la de Beauxbatons era mucho más alta, una mujer de casi dos metros y medio... Vaya mujer.— Y a nuestros amigos del norte.— y ahora, por fin, entró Dumstrang. Ellos iban haciendo como una especie de canto militar y bailes acrobáticos mezclados con fuego. Vi a Isaac haciendo un baile y no pude evitar sonreír, el uniforme le quedaba raro.
Repartieron a los alumnos de las demás escuelas en algunas mesas, en las nuestras cayeron las chicas de Beauxbatons. E Isaac acabó en Slytherin, muy lejos de mi.
Tras la cena me acerqué corriendo a Isaac antes de que se los llevaran así zona del castillo.
— Un español se coló aquí.— le dije desde detrás suya.
— ¡Sam!— se giró y me abrazó.— Te he echado de menos.
— Yo también.— le dije con una sonrisa.
Sus compañeros comenzaron a decir cosas en un idioma grotesco del que no pude entender nada, pero él si, y les contestó.
— ¿Cuántos idiomas sabes Isaac?— le pregunté sorprendida.
— Solo cuatro y ahora estoy estudiando francés, a ver si una amable chica de Beauxbatons me quiere ayudar.— dijo él.
—Pillín.— le dije yo.— Sabes español, obviamente, inglés, ese idioma raro que acabas de hablar y...
— Español, inglés, alemán y noruego.— dijo él riéndose.
— Yo sé inglés.— le dije orgullosa.
— Por favor, me vas a dejar a un mal nivel con tantos idiomas.— ironizó él.
El prefecto de mi casa me hizo irme a la torre a dormir y alejarme de Isaac. Cuando llegué a la habitación Mara y Alice ya estaban allí, además de las dos chicas que estaban con nosotras en la habitación: Tina Carter y Amelia Morgenstein.
— Hola.— las saludé llenado directa a la cama de siempre y tirándome en ella.
— ¿Desde cuándo eres amiga de James?— dijo Tina. Me llevé las manos a la cara, ahora no por favor.— En estas fotos de os ve muy amigos.
—¿De dónde las has sacado?— pregunté mientras me levantaba y se las arrebataba de las manos.
— Se te cayeron cuando fuiste a ligar con uno de Dumstrang. ¿Tanto te cuesta disimular que eres una perra?
— Tanto como a ti que estas celosa.— le dije yo. Alice y Mara rieron, le acababa de dejar tirada.— Además, si hubieras visto todas las fotos, sabrías que ese chaval es mi amigo.
Tina fue a contestar pero Amelia le tocó el hombro con señal de que no dijera nada, no tenía nada que hacer con mi capacidad de responder cosas.
Me puse mi pijama, dejando desordenado todo lo de dentro del baúl y me volví a cama con las fotos.
— Ya está todo desordenado.— se volvió a quejar Tina.
— Ya vino otra vez ese horrible olor.— no sé ni por qué lo intenta.
Me quedé un rato mirando las fotos. Lily era una paparazzi nata, no recuerdo haber estado con ella en el momento de las fotos. Y con ese pensamiento, no sé cuando, me quedé dormida.
Hellooooo, it' s me! Si, yo de nuevo.
Ya volvió Isaac, por fin, le echaba de menos. Para la gente que se lo pregunte, Isaac sabe sueco porque Dumstrang está en un lugar inexacto de la cordillera nórdica entre Suecia y Noruega, y dan las clases en noruego. También sabe alemán por su familia paterna y en España, desde que vamos a la guardería, nos enseñan inglés, además es el idioma universal, debía saber hablarlo.
Otra cosa, los de primer año corriendo a las mesas me recuerdan a Minho jajaja vale, Andrea stop.
Espero que les haya gustado el capítulo y cómo va el desarrollo de la historia. Muchos besitos para todos mis lectores.
Mrs. Malfoy 💟