Capítulo 14. El castigo

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Al finalizar las clases, o mejor dicho, mi larga estancia matutina y de la tarde en la biblioteca, fui al despacho del señor Malfoy junto a James y Ken, que nos había venido a buscar, éste nos llevó a un aula vacía cercana y nos dejó en unas grandes mesas a su espera.

Volvió seguido de gente, mi gente: Alice, Mara, Teddy, Luke, Jack, Charlie, Harry y hasta Julie Jordan. ¿Por qué Julie? No era amiga mía.

— Siéntense en la mesa.— les ordenó a los recién llegados que nos piraban con cara de perplejidad, sobre todo Mara, Alice y Harry.— Les explicaré por qué están aquí. Y es debido a una trastada de ellos tres.— dijo señalándonos, por eso está aquí Julie, es muy amiga de Ken y James.— Anoche vagaron por el castillo escuchando conversaciones que no debían, como no se puede usar hechizos desmemorizantes a los alumnos, estarán todos castigados a lo largo de esta semana.— los demás nos miraron con cara de querer mataron y sentí el calor en mis mejillas.— Vendrán aquí y me copiarán los dos primeros temas de sus libros de Pociones, me da igual que sean diferentes.— dijo él. El caso es hacerles sufrir con dolor de mano, añadió mi mente.— Manos a la obra, porque quien no acabe esta semana, podrá seguir viniendo la siguiente y así hasta que termine.

— Señor.— le llamé e indiqué mi brazo.— Soy zurda, no puedo...

— Su castigo será de otro tipo ya que no sabe escribir con la mano derecha.— me explicó.— Cada día me preparará una poción, que dejo a su elección, y espero que quedé perfecta, aunque sólo pueda usar una mano.— ¿cómo iba a hacerlo si ni siquiera era capaz de cortarme mi propia comida?— ¿Algún problema?— preguntó el señor Malfoy al ver mi cara, pero yo negué.

Saqué mis cosas a trompicones, mi torpeza ya era mucha, pero teniendo en cuenta que sólo tenía una mano y que nadie me ayudaría por acabar su tarea... Preparé una de las sencillas que vi en el libro de Harry y podía recordar fácilmente. Nada más acabado, el profesor que daba vueltas por el aula leyendo un libro, vino a comprobarla y me miró incomplacido.

— El resto del castigo deberás estudiar para un examen que hasta que contará el cincuenta por ciento de la nota de este trimestre.— yo casi me caigo del asiento, pero, ¿de qué iba? Mara, Alice y Harry no tuvieron nada que ver, incluso Charlie y Luke solo fueron a ver a la enfermera, solo yo merecía estar en aquella sala y no haber arrastrado a los demás conmigo.

Dio el reloj las campanadas de las siete y nos dejó marchar, Teddy fue el primero en salir, seguido de Jack y la tercera fue Julie, que no quiso saber la razón de nuestra travesura. Ken salió el último, con su cachivache sin descifrar en la mano.

— ¿Podríais explicarnos por qué?— dijo Mara y sabía perfectamente sobre lo que me preguntaba.

— Paso demasiado tiempo en la biblioteca. Y estuve pensando en las mandrágoras que me dijiste, era demasiado sospechoso. Así que tracé un plan para enterarme, porque mientras estuvisteis bailando vi al profesor Longbottom hablar de la reunión con la enfermera y ya tenía lugar y hora para el golpe. Con el tiempo que pasaba en la biblioteca conseguí información de las mandrágoras, solo me faltaba una cosa para poder cumplir mi plan...— empecé a explicarles.

— Mi capa invisible, que acepté dejarle a cambio de ir con ella. Pero como se la dejé a Teddy, él también quiso venir.— dijo James.

— E intentando salir de la sala común y camino al despacho de Longbottom, donde sería la reunión, nos unimos todos los hermanos.— acabó Ken y dicho esto Charlie se marchó.

— ¿Por qué nos han traído a nosotros si no tenemos nada que ver?— preguntó Harry.

— Porque él pensó que sí.— le contestó James refiriéndose a Malfoy.

Eh, Potter!Where stories live. Discover now