Eh, Potter!

By mrsmalfoy8

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Sam Sanders es la única hija de una exjugadora de las Arpías de Holyhead, cuando va a Hogwarts coincide con J... More

Capítulo 2
Capitulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5. Alice y Luke
Capítulo 6. Las fotos de James
Capítulo 7. Demos comienzo al Torneo de los Tres Magos
Capítulo 8. El cáliz de fuego
Capítulo 9. El fantasma de la enfermería
Capítulo 10. El equipo de Quiddich
Capítulo 11. La primera prueba
Capítulo 12. Mandrágoras
Capítulo 13. El laberinto de acromántulas
Capítulo 14. El castigo
Capítulo 15. La sucesora de Cupido
Capitulo 16. Un dia perfecto (?)
Capítulo 17. El beso de James
Capítulo 18. La caja de musica
Capitulo 19. El baile
Capitulo 20. El despacho de McGonagall
Capitulo 21. La segunda prueba
Capítulo 22. La última prueba
Capitulo 23. La despedida
Capitulo 24. El mundial
Capítulo 25. La apuesta
Capítulo 26. Irlanda vs Francia
Capítulo 27. Eh, Potter!
Capítulo 28. Fin del verano
Capitulo 29. Hogwarts
Capitulo 30. La verdadera historia de Sam
Capítulo 31. Un nuevo comienzo
NUEVA NOVELA

Capitulo 1

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By mrsmalfoy8


Dicen que vivir en una familia numerosa es fantástico, que nunca te aburres, que siempre hay gente que te apoya, que tienes ventajas... Eso lo dicen porque ellos sólo tienen un hermano y no cinco.

La casa Sanders es un manicomio de brujos. Cada hermano que tengo, a cada cual más raro. Sí, todos chicos, ¿a que es fantástico? Lo sé.

Cada año que llevo estudiando magia ha sido horrible, castigos por aquí, faltan hermanos por allá, que si la niña esto, que si es culpa del otro... Ya es mi cuarto año, y la verdad es que promete. Este año acogeremos a dos escuelas en Hogwarts, Beauxbatons y Dumstrang. Mi ilusión era notable en casa, tanto que hizo que mis hermanos se unieran contra mí.

— ¿Por qué tan feliz?— dijo Jack.

— Porque este año es el torneo de los tres magos en Hogwarts.— le contesté.

— ¿Solo por eso?—preguntó Ken.

— ¿No tendrá nada que ver con los chicos que vienen a la escuela?— insistió Charlie.

— ¿Y vosotros no estaréis contentos por las chicas de Beauxbatons?— les acusé yo a ellos.

— A ver, que ya tiene fichado a alguien. Dejadla en paz.

— ¡Luke!— le reñí al único hermano en el que confiaba.

— Pues no te defiendo más, tu sabrás pequeña.— me dijo revolviéndome el pelo.

- ¡Que dejéis mi pelo en paz! ¿Cómo tengo que decirlo?— me quejé lanzando manotazos para que parase.

— Niños, ¿queréis dejar en paz a vuestra hermana?— los riñó mamá desde la cocina. Entonces se dispersaron y les saqué la lengua.

Lo único bueno de ser la única chica era que tenía mi propia habitación, y además, mis padres siempre me defendían.

Volví a este para recogerlo un poco, cuando llegaron las cartas me emocioné tanto que lo dejé todo de aquella manera.

Mientras recogía Harry vino a mi cuarto. Él era el más pequeño, y con quien más tiempo pasaba, aunque tampoco hablábamos mucho, pero disfrutábamos de la compañía del otro.

— Estoy nervioso.— confesó mientras jugaba con las canicas en el suelo.

— Es el primer año, es normal.— le dijo yo desde el armario.

— ¿Y si...?

— Todo va a salir bien, ¿vale? Ojalá en mi primer año hubieran venido los de otros colegios.— dije con aire soñador.

— ¿Y si... no soy tan buen jugador como tú y Jack?—preguntó muy alterado.

— Harry, ya hemos hablado de esto. No importa lo que seas. Eres una maravillosa persona, no a todos los magos se les da bien el Quiddich.

— Pero se meterán conmigo, Sam.

— ¿Cuantas veces te he dicho que no eches cuenta a las críticas de esos estúpidos? Yo no les echo cuento cuando me dicen, "la niña, la zanahoria, la chica, la patosa"... ¿sigo?— dije acercándome a él.

— ¿Me ayudarás a guardar mis cosas?— me preguntó sorbiendo sus mocos.

— Claro, campeón.— y recogiendo sus bolas se fue. 

Buena charla, Sam, ejerciendo de hermana mayor, muy bien.

Por fin mi cuarto quedó ordenado, una bronca menos. Ahora podía dedicarme a buscar mis cosas. Cuando llegué tiré todas mis cosas del baúl para poder encontrar algo que buscaba. Mientras estaba bajo la cama alguien volvió a aparecer en mi cuarto.

— ¿Cómo tengo que decir en esta casa que se llama a la puerta antes de entrar?— grité mientras intentaba salir de debajo.— Ah, eres tú.— dije llena de polvo y pelusas al ver a mi amiga.

— Sí, soy yo. ¿Ya te has vuelto a pelear con tus hermanos?— preguntó Alice.

— Eso está a la orden del día, Ali.— dije riendo y abrazándola.

— Por favor, quítate las pelusas.— dijo al separarse.

— Tengo que hacer limpieza.— dije con una sonrisa picara.— ¿Hasta cuándo te quedas?

— Mis padres han dicho una semana.

—En una semana nos da tiempo a hacer muuuuuuchas cosas.— le dije sonriendo.— Por ejemplo encontrar mis cosas.

— ¿Realmente me has hecho venir hasta aquí para ayudarte a buscar esas cosas?— me preguntó mi amiga con cara de incredulidad.

— Por favor, la comida estará en media hora, sólo media hora Ali...— dije suplicándole de rodillas.

— Eso no vale, sabes que me encanta que me supliques.

Al final sólo encontramos los viejos libros de Jack del tercer curso, ya estaban un poco hechos mierda, pero era lo que tocaba al ser una gran familia, siempre tocaba heredar. Por otra parte, ser la única chica era bueno, no me pasaba como a Luke, que tenía que ponerse la ropa de Jack, Ken o Charlie. Aunque las túnicas si fluían por la casa. Las que usaría Harry este año ya ni siquiera eran negras, eran más bien grisáceas oscuras, después de por todos los que han pasado.

— ¿Cómo es posible que pierdas todo?— se quejó Ali sentada en el suelo con la espalda en la pared de papel pintado. Yo como respuesta sólo pude encogerme de hombros.— Siempre igual, Sam, te tengo dicho que un día nos van a echar de la habitación las otras chicas.

— Yo no las echo cuando se ponen a bañarse en ese perfume horrible que se ha puesto de moda, que apechuguen.— eso hizo reír a mi amiga, y su risa contagiosa me hizo reíra mí también.

Alguien llamó a la puerta, ¡por las barbas de Merlín! Alguien ha debido de colarse en casa, nadie llama a mi puerta jamás.

— ¿Sí, señor ladrón?— pregunté acercándome a la puerta con uno de los libros de Jack en mis manos y Alice detrás de mí.

— Soy Charlie, mamá dice que la comida está lista, si queréis bajad a comer.— seguro que ha llamado porque esta Ali.

— Ya vamos.— reslondí abriendo la puerta con el libro todavía en las manos.

— ¿Realmente pensabas que era un ladrón Sam? Ya sabemos por qué no caíste en Ravenclaw.— empezó a reírse. Al final el libro de Jack acabó volando hacia su cabeza, pero él lo esquivó.

— Maldito Charlie.— mascullé entre dientes.— Vamos, Ali.- dije bajando las escaleras.

Raramente, el salón estaba demasiado tranquilo, solo se escuchaban los cubiertos y vasos sobre la mesa. ¿Dónde estaban los chillidos? Seguro que se han puesto de acuerdo para dejarme como una loca delante de Ali.

Llegamos y nos sentamos, ella al lado mía, porque, al vivir sola con dos hermanas le incomoda tanto tío.

— Dime, Alice. ¿Qué tal tus notas?— preguntó mi madre desde la otra punta de la mesa.

Yo fulminé a mi madre desde mi asiento pero le resbaló y la siguió mirando con una falsa mirada dulce. Sé lo que significa esa mirada. Significa, ya sé la respuesta pero quiero dejarte en evidencia. Sus juegos psicológicos de cuando jugaba no los ha abandonado.

— Pues he tenido varios excelentes este año, y he pasado todos los TIMO's así que me puedo matricular en lo que sea.— contestó Ali sin saber donde se metía.

— ¡Qué bien, querida!— todos dejaron de comer al ver lo que mi madre pretendía.

Genial estúpidos, con dos minutos de retraso, por eso la mayoría son Gryffindor.

— Y, dime, ¿qué tal tus padres?

Sabía perfectamente que sus padres eran muggles, pero aún así le gustaba disfrutar cada momento. Qué poco aguantaba esta faceta de mi madre.

— La tienda les va genial, gracias señora Sanders.— contestí Ali mientras solo ella seguía comiendo.

No podía creer que no se hubiera dado cuenta.

— ¿Y tus hermanas?— siguió mi madre.

Si las miradas matasen mi madre habría sido fulminada hace tiempo.

— Sophie entra este año en Hogwarts y Gloria sigue siendo demasiado pequeña.

— ¿Y cómo llevan tus padres todo... esto?— ya llegó la pregunta del millón, señores espectadores, a la vuelta de la publicidad veremos el resultado...

— La verdad es que al principio se asustaron un poco, y no entendían nada, pero luego se acostumbraron y me apoyan en muchas cosas.— siguió Alice orgullosa.

Cada vez que venía alguno de nuestros amigos a casa hacía esto, y ellos seguían cayendo... Debería buscarme amigos de Ravenclaw...

— Mamá, la comida está exquisita. ¿Le has echado algo diferente está vez?— preguntó Luke, intentando que dejara a Ali.

— Son los mismo macarrones de siempre, querido.— contestó mi madre.

— Ya he vuelto familia.— anunció mi padre. Se nos vio a todos suspirar de alivio al verle entrar.— ¿Qué tal el día?

—Bien.— dijimos todos a la vez, y eso le sonó sospechoso.

—¿Ni una pelea? ¿Ni un grito?
— preguntó incrédulo.— Cariño, ¿qué les has hecho?— preguntó mirando a mi madre.

— Ha venido una amiga de Sam, Robert.—contestó mi madre, intentando que mi padre no empezarq a despotricar.

— Ahhh, la chica de padres muggles.— inevitablemente mi mano me dio un guantazo en la frente. Socorro, sacadme de aquí.— ¿Cómo te llamas?— quiso saber mi padre mientras comía los macarrones con queso.

— Alice Lions.— dijo mi amiga sonriente. Pero qué lerda... Me estaba empezando a estresar.

— Papá.— llamó Harry a mi otro lado.

— Dime, pequeño.— dijo mi padre antes de darle un sorbo a su cerveza de mantequilla.

— Estoy preocupado por en qué casa caer.— le contestó él. Mi padre casi se atora.

— Harry, no importa en qué casa caigas...— empezó a decir mi madre.

— Sí, sí que importa. Todos decís que no, pero si caigo en Huffelpuf me llamaréis fracasado y si caigo en Slytherin huiréis de mí porque pensaréis que soy malvado.—exclamó mi hermano con lágrimas en los ojos.— Además no se me da bien volar, ni pociones y no quiero ser el fracasado de esta casa.

— Ese puesto ya está pillado.— dijo Ken mirándome y ganándose una patada en la espinilla.

Mi padre se levantó y abrazó a mi hermano y mi madre por fin volvió a ser la misma, cambiando de nuevo su chip, y yendo a consolarlo.

— No importa, de verdad que no Harry, siempre serás el mejor para mí.— le dijo mi madre dándole un beso en la frente.

— Gracias mamá, yo también soy tu hijo.— dijo Jack, pero mi madre ignoró el comentario.

— Es que, no quiero que me etiqueten y encasillen en una casa. Yo no quiero ser sólo valiente o inteligente, quiero serlo todo.— dijo mi hermano pequeño llorando a más no poder.

— Vamos arriba, disculpad.— dijeron mis padres llevando a Harry arriba.

Los demás siguieron comiendo hasta que, como no, Ken rompió el silencio.

— Se preocupa demasiado.

— ¿Recuerdas a ese niño que lloró en el andén cuando se fue porque no quería ser un niño malo de Slytherin? Porque eras tú.- dije yo defendiendo a Harry.

— Las zanahorias te comen el cerebro, pequeñaja.— dijo Ken.

— Dejadlo estar.— intervino Jack poniendo orden.— Tenemos una invitada, sed amables.— se giró ahora a Ken.— Y sí, lloraste como un bebé.— eso causó la risa en los demás e hizo que él se cabreara.

El resto de la comida transcurrió tranquila, hasta que me acordé de que nos tocaba a mí y a Charlie quitar la mesa y tendría que dejar a Alice sola con los demás. Intenté recoger lo más rápido, pero no se podía usar la magia y si quedaba mal mamá me haría fregarlo todo de nuevo.

Cuando acabamos fui en busca de Alice al salón cuando escuché que se reía. La vi riéndose con Luke. ¿Pero qué...?

— Alice, ¿quieres subir?—le dije.

—Quedemos y charlemos con tus hermanos.— mis ojos no daban crédito a lo que veían ni mis oídos a lo que acababan de escuchar.

Me desparramé en el sillón intentando entender el por qué. No hablé durante las dos horas que estuvimos allí. Simplemente analizaba mi entorno.

Por fin, Harry bajó y la atención se fijó en él que vino a abrazarme. ¿Estaban todos locos hoy o qué? Aún así le devolví el abrazo porque estaba sensible.

- Mamá dice que si queréis hacer pasteles.- me dijo al oído. Parece que le daba vergüenza hacerse escuchar por el numerito de antes.

— Claro.— dije feliz por poder dejar a mis hermanos lejos de mi.— Alicr, ¿te apetece hacer pasteles?

— Sí, te puedo enseñar una receta de mi madre.— dijo levantándose de al lado de Luke. Sí, habían estado sentados juntos todo el tiempo. Otro punto sospechoso.

Pasamos la tarde entre harina, huevos, azúcar y mucho chocolate y con la compañía exclusivamente de mi madre. Fuera chicos. Se les hablaba de cocina y se escabullían como cucarachas de la luz.

Hicimos como diez postres diferentes: muffins, cupcakes, bizcocho, brownies, galletas... Al día siguiente no quedaría nada por culpa de los glotones de mis hermanos. En cierto modo, lo de hacer postres con mi madre me fastidió, porque no pude preguntarle nada a Alice sobre su comportamiento.

Nos fuimos a la ducha, porque mientras las cosas se horneaban, decidimos hacer una guerra de harina y mamá nos miró con cara de horror y nos mandó pitando para allá.

Bajamos ya con los pijamas mientras mamá acababa los sándwiches y sacaba lo que quedaba en el horno y Harry y Luke ponían la mesa.

La cena fue rápida hasta llegar a los postres, todos teníamos ganas de hincarles el diente a todas esas maravilla hipercalóricas. A mí me sobraban varios kilos, pero los dulces eran mi debilidad, no podía dejarlos allí mirándome sin probarlos a todos.

Con otro kilo de más, por fin estuvimos Alice y yo en mi cuarto. Dormíamos ambas en mi cama, ya que era de matrimonio y cabíamos de sobra.

— Me encanta tu familia.— dijo ella suspirando.

— ¿Cuál de ellos en concreto?— pregunté yo, por fin. Llevaba esperando ese momento todo el día.

— ¿Qué?— preguntó ella a su vez, pillada.

— Te has enterado. ¿Desde cuándo te gusta Luke? Confiesa, soy tu mejor amiga, a mí no me puedes engañar, te conozco mejor que tú misma.— dije incorporándome para verle la cara.

—Desde mitad de éste curso.— confesó.

— ¿Así que no has venido por mí?- pregunté imitándola.— Has venido porque estás coladita por mi gemelo.

— Te lo quería decir, pero...— la interrumpí.

— Te daba miedo que no quisiera ser tu amiga porque te gusta.— dije adivinando lo que quería decir.

Holaaaaaaa! Espero que os haya gustado el primer capítulo de presentación.
Intentaré subir cada viernes, pero, no sé sí será posible.
Pd. Aquí os dejo una idea de cómo es Alice y la chica de la portada es Sam.

Un besito,
Mrs. Malfoy 💟

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