Narra Jess.
Un mes, un mes tarde en organizar todo lo necesario para ir a los Ángeles, un mes tarde en localizar a todas las personas necesarias, un mes he estado sin verlo a él, mi Crush.
—¿Estás lista?— preguntó mi madre.
—Lo estoy— dije sin poder ocultar la emoción que sentía por volver a ver a Jack.
Estábamos saliendo del aeropuerto, en unos minutos tendría que encontrarme con Jack en una plaza no muy lejos de aquí, mi madre y todos los demás lo interceptaríamos, su madre debe de estar con él ahí exactamente en unos 10 minutos.
—¡Taxi!— gritó mi madre y uno pronto se paró frente a nosotras.
Estando en la parte trasera del taxi comenzaron a sudarme las manos, no podía con los nervios, pero al mismo tiempo estaba muy emocionada, nunca había extrañado tanto a alguien, lo necesito a mi lado.
Su madre accedió y ayudó al encuentro, porque dijo que él no se encontraba bien, ha estado deprimido y no habla con nadie, todos estamos muy preocupados por él.
—Llegamos señorita.— la voz del taxista me sacó de mis pensamientos.
—Gracias.— dije dándole una sonrisa de boca cerrada para salir y unirme e mi madre, escuche como detrás de mí el taxi arrancó.
—Es aquí.— dijo mi madre, me dio un beso en la frente y yo comencé a caminar buscando a mi rubio con la mirada.
Fue ahí cuando lo vi, estaba vestido de negro, a excepción de su playera blanca, estaba pálido, parecía no haber salido al sol nunca, su cabello estaba más largo y despeinado de lo normal, bajos sus ojos verdes habían unas gigantescas ojeras, su estado desaliñado hizo que mis ojos se llenarán de lágrimas, no se veía como el chico popular y sonriente de siempre, se veía mal y yo lo deje estar así, debí de haber venido antes, debí...
—¿Jess?— supongo que sintió mi mirada porque se giró hacia mi.
Sin pensarlo dos veces, corrí hacia él, corrí como si mi vida dependiera de ello, lo abrace con todas mis fuerzas, con temor de no volverlo a hacer jamás y las lagrimas brotaron de mis ojos sin control.
—Te extrañe tanto— me dijo rodeándome con sus cálidos brazos —Pero ¿Qué haces aquí?— preguntó.
—Estoy aquí porque no puedo vivir sin ti Jack, te necesito.— me separe y su mirada era fría.
—Deberías de irte.— dijo mientras me alejaba de él.
—Jack por favor, debes de escucharme, nada fue tu culpa, lo que pasó...—
—¡Cuatro personas murieron por mi culpa!— me gritó —Tú casi mueres por mi culpa.—
—Ella estaba loca Jack, tenía problemas mentales, no podías controlar eso.— dije tomándole su mejilla, sus ojos estaban brillosos de lagrimas.
—Pero tal vez y yo hubiera podido hacer algo, yo...—
—Tu hiciste mucho— lo interrumpí —¿Sabes a cuantas personas salvaste esa noche?— le pregunte y él negó con la cabeza. —Salvaste a 19 personas, me salvaste a mi.— entonces sus ojos se conectaron con los míos. —Tu pudiste mantenerte al margen y dejar que se encargarán los policías de todo, pero te arriesgaste y salvaste 19 vidas.—
—Yo...— dijo él sin continuar.
—Hola Jack.— dijo la maestra de biología con su bebé en brazos, acompañada de todos los que estaban aquella noche. —Tu salvaste mi vida, y a mí bebé, se llama Jack.— le acercó el bebé y este le sonrió a Jack.
—¿Le puso mi nombre?— dijo Jack mientras veía atento al bebé.
—Si, el nombre de un joven valiente.— le dijo la maestra, entonces lágrimas salieron de los ojos de Jack.
—Yo no sé qué decir...—
—Pues yo sí, así como todos los que estamos aquí presentes...— la maestra se giró hacia ellos y sacaron un cartel que decía «Gracias» en letras de colores. —Queremos darte las gracias, a lo mejor y yo no hubiera conocido a mi bebé.—
—Y yo no abría vuelto a ver a mi madre.— dijo una chica.
—Yo no hubiera vuelto a ver a mi esposa.— continuo un señor.
—Yo no hubiera vuelto a ver a mi hija.— dijo mi madre uniéndose a todos.
—Yo no te hubiera vuelto a ver.— dije tomando la mano de Jack.
Entonces él, solamente me abrazó y me susurró
—Gracias...—
Después de eso, cada uno de los presentes le dieron un abrazo y se retiraron, la mayoría tenía que regresar, solo habían venido por Jack, cuando les pedí que hablaran con él, aceptaron gustosos de ayudar al chico que hizo lo mismo por ellos.
Al final, la madre de Jack nos invitó a mi mamá y a mí a quedarnos en su casa y cenar, todo idea del padre de Jack.
Fue una linda cena, los padres de Jack fueron muy amables y estaban muy felices de volver a ver a su hijo sonreír.
Al terminar, nos ofrecieron una habitación a cada una, cabe mencionar que no es una casa cualquiera, yo la nombraría más como una mansión. Estaba acostada en mi cama, sin poder dormir, todavía no sabía si Jack regresaría conmigo...
Unos toquidos en mi puerta me sacaron de mis pensamientos, me levante a abrir y me encontré con Jack, esta vez tenía la sonrisa con la que lo conocí y me estaba extendiendo su mano.
—¿Qué haces?— le dije aceptando su mano.
—Quería estar contigo, además de que hay un lugar que quiero que veas.— entonces el comenzó a caminar guiándome por su gigantesca casa hasta llegar a lo más alto, una parte que quedaba al descubierto, solo rodeada por barandal.
—Es hermoso.— dije al ver las estrellas brillando en el cielo, junto a la luna llena.
—Es mi lugar favorito de la casa.— dijo sentándose y dejando colgados los pies afuera del techo.
—Me gusta.— dije sentándome a su lado y tomando su mano.
—Te amo Jess.— susurro dulcemente, para después girarse hacia mi.
—Te amo Jack.— le dije antes de besarlo tiernamente.
Al terminar ese beso, él se giró hacia él cielo despejado, sus ojos brillaban y él nunca me pareció más guapo que en este momento.
—¿Y qué sigue?— pregunté mientras me recargaba en su hombro.
—Estar juntos.— dijo dulcemente, y esas fueron justo las palabras que necesitaba escuchar, todas las dudas se fueron.
—¿Estarás siempre conmigo?— pregunté, él se separo y se giró hacia mi, para después darme un beso en la frente y susurrar.
—Siempre.—
Nota:
Este es el fin de mi historia, gracias por leerla. 🙌🏻💜
Les recuerdo que solamente es un Fanfic de las historias Querido Crush y Querido Tú, de la autora @GabrielaMedinaNS