Capítulo 1: ¿Estarías dispuesta a apostar?

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¿Por qué hay tanta luz? Abrí mis ojos lentamente tratando de acostumbrarme a la luz de mi habitación... ¿Pero quién encendió la luz? Cuando por fin pude enfocar la mirada, me di cuenta que la luz en realidad era proveniente de mi ventana, pero si había tanta luz... Busque mi celular entre las cobijas y cuando por fin lo encontré, casi me da un paro cardiaco al ver la hora ¡Era tardísimo!
Intenté levantarme de la cama con rapidez, pero claro con mi increíble torpeza solamente logré enredar mis piernas en las sabanas y caer al suelo.

—¿Hija estás bien?— dijo mi madre entrando a mi cuarto de la nada.

—Si, solo estoy abrazando el suelo—

—Deberías darte prisa porque ya es...—

—Tarde— la interrumpí —, bajaré en unos minutos— dije mientras me levantaba del suelo.

—Esta bien cariño, el desayuno ya está listo por cierto— dijo antes de irse cerrando la puerta tras de sí.

Corrí hacia la ducha para darme la que sería probablemente la ducha más rápida del mundo, me vestí con lo primero que encontré, creo que me puse los calcetines más bizarros de mi cajón, pero tenía que salir ya de mi casa si quería llegar a la escuela o bueno a la primera clase; sequé un poco mi cabello ya que estaba escurriendo toda la habitación y mojando mi ropa, al final terminé haciendo un especie de chongo o algo así sujetándolo con una pinza y después de tomar mi mochila, salí de mi cuarto a toda velocidad.

—Ya te serví tu desayuno— dijo mi madre cuando aparecí en la cocina.

—No hay tiempo— dije tomando una barra de cereal y el típico termo con chocolate caliente que me preparaba mi madre todas las mañanas —Nos vemos al rato— concluí dándole un beso en la mejilla para después salir de la casa.

Hoy no hubo tiempo para ir por autobús, así que tome un taxi, le di las indicaciones de la escuela y me puse a enviarle un texto a mi amiga Ashley para saber si de casualidad todavía no había llegado la profesora, pero ella no me contestaba por más mensajes que le enviaba ¿Para qué demonios tiene un celular sino lo va a contestar?

—Llegamos señorita.— dijo el señor.

—Oh gracias— dije sacando un billete y dándoselo mientras salía —¡Quédese con el cambio!— grité antes de salir corriendo hacia la escuela.

Cuando iba corriendo por los pasillos, comenzó a sonar mi celular y yo en mi intento de sacarlo de mi mochila comencé a hacer malabares con mi chocolate mientras seguía caminando rápido en el pasillo.

Y entonces pasó, el comienzo de todo esto, una persona se estrelló contra mí derramando el chocolate caliente encima de mi suéter.

—¡Demonios!— grité antes de soltar todas mis cosas y quitarme el suéter porque cuando digo que es chocolate caliente hay que hacer énfasis en el caliente.

—Lo siento.— dijo el chico y comenzó a recoger mis cosas que solté —¿Estás bien?— preguntó levantando la mirada y ahí fue cuando me quedé muda, era él, mi Crush del cual desconocía su nombre pero llevaba babeando por el desde hace algunos meses.

—E-este y-yo— dije tartamudeando ninguna frase coherente.

—¡Jack!— escuché gritos de una chica.

Él se giró hacia atrás y luego hacia mí, mirándome fijamente, fue así cuando pude notar su mirada, tenía los ojos un poco rojos y sus puños apretando mis cosas.

Jack & Jess #CrushFicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora