Narra Jack.
Las ocho y yo estaba a una cuadra de llegar a la casa de Jess, traía mi esmoquin, me peine o lo intente como siempre y cuando por fin llegue a su casa, no tenía ni idea de por qué estaba tan nervioso.
Baje de mi coche, me pare frente a la puerta y tomando una bocanada de aire toque el timbre.
—Así que tú eres el famoso Jack— dijo una señora con una sonrisa, por el parecido con Jess supuse que era su madre.
—Buenas noches señora— dije con seguridad de quién sabe dónde y le sonreí.
—Eres un chico encantador— me extendió la mano —Julie, la madre de Jess.—
—Un gusto— dije aceptándole la mano.
—Pero pasa, las chicas deben de estar apunto de bajar.— entre a su casa y nos quedamos frente a la puerta de entrada, no decíamos nada pero su madre parecía estarme inspeccionando.
Entonces sucedió, ella comenzó a bajar por las escaleras, traía una vestido azul que le quedaba a la perfección, era tan linda que no sabía si estaba babeando o algo así.
—Hola— dijo para después darme un beso en la mejilla.
—Hola ¿Nos vamos?— dije tomando su mano.
—Sip— dijo ella con una linda sonrisa —¿Segura que no quieres venir Megan?— preguntó ella a su amiga que estaba bajando las escaleras.
—No te preocupes, me quedaré con tu madre viendo mentes criminales.— dijo acercándose a Julie —¿Verdad señora?—
—Si, ya compre la botana— confirmo su mamá —Los quiero aquí temprano ¿eh?— dijo viéndome a mí con una ceja alzada.
—Lo más temprano que pueda— le dije sonriendo.
Después de eso, Jess y yo salimos, entramos a mi coche y yo conduje a la escuela. Una vez llegamos y encontramos un lugar donde estacionarme, por fin pude saludar a mi novia como era debido, dándole un beso en esos labios que me vuelven loco.
—Te ves hermosa— le dije, me gusta ver cómo se sonroja.
—Y tú te ves muy guapo— contestó ella dándome un fugaz beso, le tome la mano y caminamos juntos a la entrada.
Una vez a dentro, aunque ella insistió en que no sabía bailar, estuvimos "bailando" un buen rato, porque yo tampoco era un experto que digamos.
—Todos su atención por favor— dijo una voz en el micrófono. —¡Vamos a anunciar al Rey y la Reina de invierno!— todos se giraron al escenario, entonces mi celular comenzó a vibrar en mi saco, lo saque para apagarlo, pero era mi madre...
—En un momento regreso— le dije a Jess mostrándole mi celular, ella vio el identificador de llamadas y asintió con la cabeza.
Conteste sin saber muy bien que esperar, mientras salía del gimnasio para poder escuchar mejor.
«¿Hola?» pregunté con el celular en la oreja.
«Jack cariño... Dime que no es verdad, que sigues con Cassandra.» dijo la dulce voz de mi madre.
«Mamá... No pude continuar con ella, creo que me he enamorado» dije firme.
«¿En serio? No puedo creer que por un noviazgo pasajero, tires toda la herencia de tu padre a la basura.»
«Mamá, estoy dispuesto a hacer eso y más por ella» entonces escuche un suspiro.
«De ser así... Tendré que conocer a tan maravillosa mujer» dijo y me la pude imaginar sonriendo, estuve a punto de contestar algo pero se escucho un estruendoso sonido y luego gritos «¿Jack, cariño que sucede?»
«Te marco al rato, no te preocupes» dije para después colgar.
Entonces una bola de chicos corriendo me arrastro por el pasillo hacia afuera, una vez en el estacionamiento busque a Jess pero no la encontraba.
—¡Adam!— grité al verlo abrazando a Cassandra —Por favor, dime qué sucedió ¿Has visto a Jess?— pregunté tragándome mi orgullo.
—Hermano...— dijo para después abrazarme —Creí que jamás me volverías a hablar— y entonces note a Cassandra llorando.
—Algún día se me iba a pasar el enojo.— dije separándome —¿Qué sucedió?—
—Esa tía, con la que salías... ¡Está completamente loca!— dijo Adam preocupado. Entonces llegaron patrullas y comenzaron a cerrar el perímetro. —La chica que estaba en el micrófono dijo tú nombre para Rey y cuando estaba apunto de nombrar a Jess, esta chica Ashley apareció de la nada y le disparo a la del micrófono lo tomó y dijo su propio nombre y como no aparecías le apuntó a otra chica y le disparo, todos salimos corriendo al segundo disparo, pero algunos se quedaron amenazados por ella, y Jess fue a la primera que tomó como rehén.—
—Tengo que ir por ella— mascullé desesperado, corrí hacia la puerta pero un policía me detuvo.
—No puede pasar— me dijo tomándome el brazo.
—Mi novia está ahí, tengo que sacarla...— entonces el teléfono del policía sonó y lo puso en alta voz, mientras se acercaban otros policías a escuchar.
«Mataré uno a uno sino viene Jack en este mismo instante» escuche la voz de Ashley y no me pude aguantar.
—¡Ashley soy yo!— grité y un policía me detuvo, pero el que parecía estar al mando le ordenó soltarme.
«¿Jack? Te estoy esperando mi amor» dijo y su voz me dio un escalofrío.
—Por favor— dije —No le hagas daño a Jess.—
«¡Jess! ¿Sabes? me acabas de hacer enojar, ¡Solo debes de pensar en mi!» entonces se escucho otro disparo y varios gritos.
—¡No por favor!— grité tragándome mis lagrimas —¡Iré pero no lastimes a nadie más!—
«Te espero, por cada cinco minutos que lo haga, le disparare a alguien más» y colgó.
—Necesito entrar por Jess, haré todo lo que sea necesario.— dije dirigiéndome al que yo creía que estaba a cargo.
—Muchacho, es demasiado arriesgado—
—¿No la escucho?— dije histérico —Esta loca, los va a matar a todos, tengo que entrar.—
—¡Traigan un chaleco anti balas y al negociador!— gritó el comandante y pronto llegó lo que pidió.
—Mira chico, dudo que te haga daño, se nota que solo te quiere a ti— dijo el tal negociador mientras el comandante me ponía el chaleco —Solo no le lleves la contraria, y no dejes ni un rastro de mentira porque eso podría resultar mal, solo tienes que convencerla de salir.—
—Tenemos el lugar rodeado, si es necesario intervendremos— dijo el comandante entonces me puso algo en el oído y otra cosa en el chaleco. —Es un micrófono, escucharemos todo y te hablaremos cuando sea necesario—
Y dándome un montón de advertencias de que era bajo mi propio riego; entre con miedo, pero con toda seguridad de que lo hacía para salvar a la persona que amo.
Pase corriendo por el pasillo hasta llegar al gimnasio, y me mostré por la puerta con cautela.
—¿Jack?— reconocí la voz chillona de Ashley —Llegas tarde mi amor— observe el lugar, habían tres personas en el piso sangrando, en un rincón habían algunos compañeros míos, las chicas lloraban y los chicos las abrazaban intentando consolarlas y habían algunos profesores, pero Jess estaba al lado de Ashley sentada en una silla con los ojos lloros.
—Se me hizo un poco tarde.— mascullé caminando lentamente.
—¡Mentira! ¡Estabas con esta!— dijo apuntándole a Jess.
—¡No!— dije con mis manos temblando.
—Siéntante ahí— señaló una silla a algunos metros de la de Jess.
—Esta bien, yo me siento ahí, pero deja ir a los demás.— dije señalando a mis compañeros de clase.
—¡Siéntate!— gritó y yo la obedecí.
—Te estás portando bien Jack— dijo sonriendo de una manera macabra —Se pueden ir la mitad—
Todas las chicas se pudieron de pie y ayudaron a salir a la maestra embarazada de biología, dejando a los chicos, algunas maestras y profesores.
—Ahora...— dijo dándole vueltas a la silla de Jess. —¿Qué tiene ella que no tenga yo? ¡Soy más bonita y más lista!—
—Tienes razón, eres muy bella y lista... ¿Por qué no vamos afuera y hablamos de esto?—
—¡Mentira!— entonces le disparo a un profesor, jamás había tenido tanto miedo en mi vida. —Yo te amo...—
—Yo también, por eso debes de parar, no podemos estar juntos si sigues haciendo esto— No sé cómo logre que las palabras fluyeran sin que se me atoraran en la garganta, vi un destello de felicidad en su rostro.
—Creí que jamás te darías cuenta ¡Somos el uno para el otro!— dijo acercándoseme.
—Así es... Por favor deja que se vayan los demás ¿Si? Solo hay que quedarnos tú y yo— pedí intentando sonreírle.
—Ya lo oyeron ¡Largo!— dijo los demás salieron, pero cuando Jess se levantó ella le apuntó con su pistola —Te dije que te quedaras quieta—
—Por favor Ashley, no tienes que hacer esto— masculló Jess mientras lloraba.
Entonces Ashley camino a paso veloz hacia ella.
—¡Te dije que no hablaras!— y sacó un cuchillo y se lo pasó ligeramente por la mejilla, haciéndole una fina cortada, causando que Jess gritara horrible, destrozándome por dentro.
—¡Para!— grité y me puse de pie, pero ella me apuntó con la pistola.
—Sabía que mentías, siempre me mentiste.— comenzó a llorar —¡Dijiste que terminarías con Cassandra y estarías conmigo! Pero solo estás aquí por ella...—
Entonces todo pasó en cámara lenta, Jess se lanzó contra ella tirándola y haciendo que la pistola cayera lejos, comenzaron a pelear, corrí por la pistola y le apunte a Ashley con las manos temblorosas.
Ashley se giró a mi, pero antes de que pudiera reaccionar, le enterró su cuchillo a Jess en el estomago.
—¡No!— grité pero no pude disparar, no tuve el valor —¡Aléjate de ella!— ella se levantó con el cuchillo en la mano.
—No tendrás a ninguna— dijo y vi una escena que no le dejara de atormentar jamás, se corto el cuello, dejándose caer al lado de Jess, mientras ambos charcos de sangre se juntaban.
—¡Ayuda!— grité para corría hacia Jess, me agaché mientras le tomaba la mano y ella me vio con sus ojos llenos de lágrimas.
—Resiste— le dije pasando mi otra mano por su mejilla.
—Te amo...— fue lo último que le escuché decir antes de que cerrara los ojos.
Todo se me puso borroso, entraron paramédicos y policías, uno me tomo por los hombros y me alejo, mientras un paramédico revisaba a Jess, lo último que vi fue que la subieron a una camilla.