Después de ese beso tan intenso, llegó Megan, ella se metió a la casa sin decir ni pío.
—Tengo que ir a hablar con ella...— mascullé sintiendo las mejillas coloradas.
—Bien... Pero nos vemos al rato ¿Si?— dijo dándome un beso en la frente.
—Y espero que traigas tu celular con muchos mensajes acosadores de Ashley o podría arrepentirme— dije, le saque la lengua y me metí en mi casa, pero cuando iba a cerrar la puerta él de nuevo me detuvo.
—¿Eso significa que ya me perdonaste?— dijo.
—No te he perdonado del todo— entonces su mirada se volvió triste —Debes de entenderme, pero la noticia buena es que no puedo vivir sin ti así que supongo que algún día, tal vez en nuestro aniversario 50 te perdone del todo— concluí y él me sonrió para después él mismo cerrar la puerta.
—¿Qué fue eso?— preguntó Megan con los ojos desorbitados.
—No iba a dejarlo ir Megan, creo que me enamoré.— dije sonriéndole.
—El amor te vuelve estúpida amiga...— susurró abrazándome —Pero me gusta verte sonreír—
* * * * * * * *
Después de pasar el resto de la tarde viendo películas en Netflix y comiendo chatarra, llegó Jack, para llevarme a cenar, cabe decir que Jack y Megan tuvieron una linda conversación de cómo Megan se vengaría (Con detalles muy gráficos) si me vuelve a hacer llorar, eso mientras yo me cambiaba mi pijama a un vestido sencillo rojo.
—Te ves hermosa— dijo Jack dándome un tierno beso en mi nariz, para después tomar mi mano.
—No coman pan delante de los pobres.— dijo Megan con cara de disgusto —Te quiero aquí antes de las 12 jovencita— concluyó señalándome con un dedo.
—¡Lo que digas mamá!— grité antes de cerrar la puerta, para después subir al carro de Jack e ir a la famosa cena.
La cena transcurrió entre risas, miradas lindas y comida por supuesto, fue una linda velada, cuando terminó decidimos ir al departamento de Jack, él me quería enseñar todos los mensajes de Ashley y yo quería otra razón para creerle.
—Aquí están— dijo mientras se sentaba en una silla frente a mí y se pasaba una mano por el cabello.
—No puede ser...— susurré mientras leía los mensajes, conocía a la perfección el número de Ashley y si pude confirmar que eran de ella.
«Te amo»
«¿Por qué no me contestas?»
«¿Regresaste con ella?»
«¡¿Qué tiene ella que no tenga yo?!»
«¡ERES SOLO MÍO!»
«¡Le enseñaré todo, la voy a destruir y así podremos estar juntos mi amor!»
«Estaremos juntos por siempre»
—Eso es todo, no le he contestado desde ayer... Si quieres leer los anteriores están también guardados— dijo viéndome serio.
—No no quiero— mascullé negando con la cabeza para después devolverle su celular, cabe decir que estaba un poco consternada —Creí que la conocía...—
—Ya no importa preciosa— se levantó y antes de irse a la cocina me dio un beso en la frente.
—Vale...— dije en un suspiro.
Jack trajo un bote de helado napolitano y juntos nos pusimos a ver una caricatura en la tele, hasta que me quede dormida en sus brazos.
* * * * * * * *
Me desperté en una cama increíblemente suave, me senté y pude ver a Jack más que dormido... Se veía tan lindo, tan tranquilo. Pero aunque me gustaría seguir observándolo, mis necesidades fisiológicas hablaron y me tuve que levantar al baño, además de que aproveche para con las cosas que toda mujer debe de llevar en su bolso, lavarme los dientes, cepillar mi cabello y lavarme la cara.
Después me regrese a su cuarto con la esperanza de que se hubiera despertado solo y no tuviera que sacarlo de su tranquilo sueño, pero era necesario.
Me subí a la cama y comencé a sacudirlo un poco.
—Jack...— le dije en tono suave.
Pero el chico seguía dormido.... Y creo que no pude tener una idea mejor cuando lo tome del hombro, lo giré y lo besé.
—Que linda manera de despertar...— dijo una vez me separe de sus labios.
—Pues verás, hay una chica hambrienta en tu cama y corres el riesgo de ser devorado sin un desayuno que ofrecer.— dije riendo.
—Tal vez, no necesites el desayuno— dijo con una linda sonrisa marcando sus hoyuelos.
—Oh sí que lo necesito y tal vez también un lindo paseo por el parque o algo así... ¿Cuál es el plan?— dije acostándome a su lado.
—Ir al baile— dijo acariciando mi mejilla.
—¿Baile? ¿El de Navidad?— pregunté porque no recordaba otro baile más que el de la escuela.
—Si, es hoy, no me dio tiempo de invitarte pero ¿Quieres ir al baile conmigo?—
—¡Si!— grité y después me levante —Tengo que irme, te espero en mi casa a las ocho.— y después salí de su departamento para ir a mi casa, por suerte traía para un taxi porque se me olvidaba que iba con un corto short mío y una playera de Jack.
Toqué la puerta y mi madre abrió.
—¿Qué haces afuera?— preguntó y recordé que olvide avisarle a mi madre verdadera que salí —¿Esa es una playera de hombre?—
—Ah yo, fui a la tienda pero olvidé mi cartera— dije sonriéndole —Ah si, es de Jack, es cómoda y me la puse pero y... ¿A dónde vas?— bien jugado Jess.
—Tengo que ir a la oficina, un caso pendiente, regreso al rato y me gustaría conocer al tal Jack— concluyó, me dio un beso en la mejilla y después se dirigió a su carro.
Y yo solté un suspiro de alivio.
—¿Jess?— entonces salió Megan por la puerta —¡Era en serio lo de llegar temprano! Tuve que mentirle a tu madre—
—Lo siento... Pero ahora necesito tu ayuda urgente—
—¿Es una playera de Jack?— dijo recorriéndome con la mirada —¡Dime que no lo hicieron!—
—¿Qué? ¡No!— grité para empujarla a dentro de la casa, la vecina nos estaba viendo y suele ser muy chismosa.
—¿Entonces qué sucede?—
—Jack me invitó al baile y no tengo nada que ponerme.— dije tan rápido que hasta a mí me costó trabajo entenderme.
—¡De compras!— gritó Megan, tomó su bolso y me llevó a fuera sin siquiera dejarme opinar, y ese es el porqué anduve con la playera de Jack por todos lados... Aunque eso a mí no me molesta.
Después de recorrer todas las tiendas del centro comercial, "encontramos" uno, pero en realidad Megan me escogió uno que a su parecer era el mejor, un vestido azul marino largo, con un gran escote en la espalda, además de unos zapatos a juego, no era nada espectacular con millones de brillos y listones (Porque no me gustan) pero era lindo.
Y por fin, regresamos a casa cuando ya estaban a punto de ser las 7.