— ¿Recuerdan Filadelfia? -dice Roberta con una sonrisa.
— No... ¿Estás pensando lo que creo?
— Así es... -sonríe.
— No, no, no -niega Murphy.
— Sí, sí, sí -sonríe Addy.
— Gracias por apoyarme.
OK, es raro esto y no entiendo nada. Creo que tanto Javier, Jared y mi hermana, están igual que yo.
— ¿Qué pasó en Filadelfia? -preguntamos los cuatro a la vez.
— Solo aguarden -escucho decir a 10K.
El queso gigante en forma de círculo que está frente a nosotros, perteneciente a una feria que seguramente pasó segundos antes del comienzo del apocalipsis, ahora comienza a rodar, aplastando fantásticamente a esos sucios mordedores que nos seguían.
— ¡Diablos! -Río.
— ¿Hasta dónde creen que llegue? -pregunta 10K.
— Muy lejos -suelta Roberta- Creo que aquí es de bajada hasta el río Mississippi -suspira- ahora, debemos irnos... Y si alguien pregunta...
— Nunca estuvimos en Wisconsin -al unísono dicen Cassandra, Murphy, Doc, Addy, 10k y Roberta.
Raros. Pienso dentro de mí.
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— ¡Warren, necesitamos detenernos! -grita Addy.
La mujer embarazada, aún sigue con nosotros, ella quiere vomitar. Asco. Los demás bajaron, excepto mi hermana, Roberta, Javier, Jared y yo.
— ¿Cuál es su historia? -pregunta Javier en referencia a Murphy y la tal Serena.
Me acerco disimuladamente a ellos para poder escuchar esa historia, estoy muy interesada en saber eso.
¿Quién carajos se metería con un tipo azúl?
— Lo que ocurre en una comunidad zombie extraña, se queda en una comunidad zombie extraña -sonríe de lado Roberta.
¿Eso es todo? Pensé que contaría algo interesante... Pfff!!
— Sí... -contesta Javier- me sucedió.
Roberta suelta una risita negando con su cabeza.
Decido ir afuera para, no lo sé, solo quiero ir afuera. Lo que es mala idea, ver a esa mujer vomitando me enfurece.
— Oigan... -vuelvo a entrar al bus- tenemos que encontrarle un lugar para que ella se quede ahí... No pienso seguir albergando a una desconocida, no bienvenida por mí a mi bus -me cruzo de brazos.
— Había una comunidad Menonita al sur de este lugar. Es remota y aislada. Pasé con Jared hace algunos meses, todavía era segura, quizá siga así.
— Correré el riesgo.
Y aquí vamos de nuevo.
Un disparo en la luna de mi bus. Nos asustamos y ponemos nuestros cuerpos recostados al piso.
— ¡Cuidado, cúbranse! -indica Javier.
Los demás suben al bus de inmediato. 10K saca su arma y desde la ventana secreta del bus, apunta.
— Los veo.
— ¿¡Qué son!?
— Son unos tipos con sombrero de cazador y una chica muy enojada que tiene... -no termina de decir, ya que unos disparos sonaron. 10K sonríe- un arma como la mía.
— ¿Y por qué nos disparan?
— No lo sé... -interviene Javier- pero responderemos -otros disparos- ¡Rayos!
10K dispara.
— Uno de uno -dice.
— OK, tenemos a Addy, 10K, Jared y Natalie. Ustedes nos cubrirán, y nosotros -se señala y a Javier- los rodeamos.
Dispuestos a todo vamos a poner en marcha aquel plan, pero unos gritos y además muchos disparos nos detiene.
— ¡MALDITOS LOCOS RETRASADOS! ¡¿QUÉ ESTÁN PENSANDO?! -Oh, rayos. Esa es la mujer de Murphy, todos nos miramos y decidimos salir a comprobar de que sea ella. Sí, es ella, disparando- ¡NO VEN QUE TENGO UN BEBÉ AQUÍ! ¡SOY UNA MUJER EMBARAZADA! ¡VOY A ACABAR CON USTEDES, SE LOS JURO, LES CORTARÉ LA CABEZA! -Y los disparos se detienen.
Salimos de nuestro escondite, la mujer para sorpresa de todos se encuentra sana y salva. ¡Qué locura! Ella voltea a vernos cansada.
— Las personas son muy groseras -arruga el rostro, luego nos sonríe.
Sin palabras me quedo, esa mujer sí que es una guerrera y valiente. Pero loca. Me comienza a agradar.
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— Algo debió haber pasado aquí -dice Javier bajando del bus, frente a nosotros hay una granja- no se veía así hace 6 meses -saca un binocular y lo coloca en sus ojos- hay unas vacas, es buena señal.
— Pues a ciegas no entraremos -dice Roberta- Vazquez y Jared, por el norte. 10K y Slay...
— NO -dice inmediatamente Jared muy firme.
Roberta lo mira con su ceja alzada.
— Repito -lo mira fijamente- 10K y Slay, por el sur. Y los demás nos quedaremos aquí. En 20 minutos nos vemos aquí. ¿Quedó claro? -se acerca a mi novio.
— Es mi novia, yo debería ir con ella -se acerca para tomar mi mano- Nat -me mira.
— Son solo 20 minutos, Jared -acaricio su mano- sé cuidarme bien -le sonrío.
— No tienes por qué preocuparte -le dice Roberta- estará con 10K.
Eso no ayuda, Roberta. Pienso.
Jared se pone mucho más tenso cuando la escucha decir eso, tengo que arreglarlo.
— Te quiero -le sonrío- nos veremos en un rato -me estiro para tratar de alcanzar su altura y darle un beso en los labios.
— Cuídate -susurra en mis labios.
— Lo haré -suspiro- tú también cuídate.
Volteo en cuanto Jared lo hace, y me encuentro con la mirada perdida de 10k, bufo.
Emprendo mi camino con él, sin dirigirnos la palabra, solo caminando. Ya se hace incómodo, por lo que decido tararear una canción, pero pronto el tarareo se convierte en canto. 10k al llegar a un maizal, toma una pequeña paja y la coloca entre sus dientes, va delante de mí.
Yo sigo cantando, él suspira. Se da vuelta repentinamente hacia mí y me mira fijamente.
— ¿Qué? -dejo de cantar.
— Cantas muy bonito.
— Ah, gracias... -lo miro rara, doy un paso más para avanzar por el camino en el que vamos.
— Y... -viene a mi lado- Jared y tú... Son...
— Sí.
— ¿Te sientes bien con eso?
— ¿Eso? -lo miro seria- Te refieres a mi relación.
— Sí, eso... creo -susurra.
— Pues si no me sintiera bien no estaría en una relacion con él.
— Pero -me detiene- no lo conoces bien... digo... -su voz tiembla- a mí me... me conoces más.
— ¿A qué te refieres? -frunzo el ceño molesta- Yo ni sé tu nombre verdadero, además solo te conozco 2 horas o 3 horas más que a Jared.
No dice nada más, obviamente, yo tengo razón. Seguimos caminando, yo pensaba sobre el comportamiento de 10k, ¿por qué se comporta así? Está mal, él está con Cassandra, la ama. No veo por qué tiene que molestarse o incomodarse con mi relación con Jared.
Suspiro. Frente a nosotros, me percato que hay personas vivas.
— ¡Hola! -grita 10k alzando su mano.
Las personas no nos hacen ni caso, y al parecer una de estas grita.
— ¡No se asusten, no somos zombies!
— ¿En serio? -ironizo- ¿Qué dicen? -arrugo mi entrecejo, no entiendo su idioma. Estas personas dicen algo. Me volteo cansada- ¡Mierda! -me sorprendo al ver mordedores viniendo a nosotros- ¡10k!
El mencionado, me empuja, se pone delante de mí, y yo caigo al césped de espaldas. 10k golpea al zombie, y de este sale una especie de ¿Polvo blanco?.
Comienzan a forcejear, no sé qué hacer. Últimamente ya estaba acostumbrada a que Jared me salve de todo.
10k saca su cuchillo de su bolsillo y clava este en la cabeza del zombie, mientras que el otro muerto se ha ido donde estaban las personas raras, mi acompañante le dispara a los lejos al muerto. Yo me pongo de pie sobre el pasto y tomo fuertemente los brazos de 10k por miedo y preocupación.
— ¿Estás bien?
— Sí -contesta agitado- Se van... Tenemos que ir tras ellos.
Pronto suelto a 10k, acordándome que estoy molesta por su actitud, el que me haya protegido de esos muertos, no significa que lo he perdonado. Así que me alejo de él persiguiendo a las personas.
Tan pronto nos encontramos entre casas de maderas y algunas hechas de melamina. Ahora 10k esta frente a mí. En parte, dejando mi enojo, estoy preocupada sobre el polvo... se supone que no debe salir nada más a excepción de tripas y sesos del mordedor...
— Oigan... ¿Hola?
— Acaso esas personas están sordas o qué -digo molesta.
— Alguien podría... -las personas se esconden en las casas- no queremos lastimarlos, necesitamos ayuda en nuestro grupo...
— No te harán caso... -yo, la pesimista.
— Calla -me susurra- Un lugar donde quedarnos, es todo -bufa- ¿¡Hola!?
— Te lo dije -nadie sale- Vayámonos ya.
Doy media vuelta y camino. Unos segundos después siento la presencia de 10k a mi lado, le doy una ojeada rápida, la cual no es muy disimulada porque él se da cuenta de eso y sonríe. Ya estamos cerca del grupo, puedo verlos de lejos.
Sigo caminando, con la vista de frente, hasta que 10k me agarra del brazo, causando que me detenga.
— Tommy -me susurra muy cerca de mi rostro- ese es mi nombre...