[1] When The Darkness Comes |...

By oblinova

197K 11.6K 3.2K

[Series W #1] Amara Martin no es la chica mΓ‘s reconocida de Beacon Hills, a pesar de que su hermana sea Lydia... More

Playlist
1. Hogar dulce hogar
2. Derek Hale
3. Hermanita ΒΏque es esto?
4. La fiesta
5. No es un lugar para chicas
6. Cita grupal.
7. Cosas mΓ‘s extraΓ±as
8. Lyd
9. Pelea
Trailer
10. Alfa Parte 1
11. Alfa Parte 2
12. Luna Llena
13. Miedo
15. Almas Unidas
16. Final
Waiting For You

14. Argent

5.8K 404 89
By oblinova




Estaba lista para lanzar un golpe a la puerta justo cuando Allison y su papá salieron.

-Oh, Amara...-dijo ella con evidente sorpresa.

-Al, ¿has visto a Stiles? No lo vi jugar, algo no está bien.-Comencé a decir rápidamente, pues sentía que el corazón se me saldría del pecho en cualquier segundo.

Allison lucía confundida, pareciendo recordar cada detalle.


-Yo no lo he visto. -se decidió a decir.-Tal vez Scott...

Sin perder un segundo más, me adentré a la escuela, donde parecía que una vez más Jackson molestaba a Scott.


En cuanto Jackson me vio, soltó un sonoro suspiro para después salir de allí, no queriendo hablar conmigo. Sabía que no podía desquitar su furia conmigo, no mientras yo fuera la hermana de Lydia.


"Genial, tampoco me caes bien." Pensé mientras miraba mal hacia su espalda.


-Scott, ¿dónde está Stiles?-insistí, mientras que acomodaba la chaqueta que poseía.


El negó, aunque parecía estar en otro mundo, ajeno a lo que realmente le preguntaba.


-No lo sé. Pero está con Derek, estará bien.


-¡Eso es lo que me preocupa! -grité, desesperada porque me prestara verdadera atención.-Ni Derek ni Stiles responden sus teléfonos. Sucedió algo malo, lo sé. Lo siento.-dije mientras llevaba mi mano hacia mi pecho, dando a entender que era algo que sentía.


-Amara... -suspiro Scott, pareciendo cansado.-se que estás preocupada, pero necesito darme una ducha y aclararme. Estoy seguro de que él estará bien.


Asentí mientras mordía mi labio, aún sin estar completamente convencida. Mire con grandes ojos de preocupación el como Scott entraba al vestidor, dejándome afuera.


Hice varias muecas, quedándome a un lado mientras que todos salían. Muchos de ellos pararon para saludarme, invitándome a alguna fiesta. Sonreí y decline varias invitaciones, alentándolos a irse lo más pronto posible. Una vez que todos salieron y el pasillo quedo solo, tome aire para después entrar con rapidez.



Scott aún estaba con una toalla al rededor de su torso, por lo cual retire la mirada enseguida. Esto era incómodo.


-Dios, lo siento- Musité, mientras Scott buscaba su ropa.


-¿No podías esperar?-preguntó exasperado.


-No. -negué.-Haré como que tienes pantalones y hablaré contigo. Estoy preocupada, desde hace horas...

Entonces de la nada, súbitamente la luz se fue. Mis instintos se activaron enseguida, mientras que mis ojos se acostumbran a la nueva oscuridad.

-Scott- Lo alerte, mientras que me ponía a la defensiva. El lobo no tardó en acercarse a mi, listo para protegerme si debía hacerlo.


¿Sería el Alfa?, ¿sería tan estupido como atacarnos aquí?


Escuche un leve sonido y entonces una pequeña pelota rodó hacia acá. Mi corazón latía demasiado rápido, pero cuando Scott fue dando pequeños pasos hacia dónde la pelota, no me quedo otra opción más que seguirlo.


Aunque dudaba de que fuera de gran utilidad sin sus pantalones.


Justo cuando estaba por gritar para decir quién estaba allí, Derek apareció frente a nuestras narices.


Di un pequeño salto hacia atrás, pero rápidamente fui de nuevo hacia adelante.


-¡Gracias al cielo! ¿Dónde está Stiles?- Pregunte, sin poder evitar las ansias y los nervios.

Derek solo nos dio una mirada neutral, para luego dirigirla a otro lado.


Un hombre salió de la nada, mientras sostenía el palo de lacrosse .


Todos mis instintos me dijeron que corriera y realmente tuve que forzarme a mí misma totalmente para no huir.


-Nunca he entendido el lacrosse.-suspiro, mientras admiraba la herramienta de juego.


-Eres tú- Susurro Scott, pero yo no entendía nada. ¿Quién era él?


- En mis tiempos jugábamos baloncesto, un deporte real. Leí que él lacrosse se utilizaba en las tribus americanas para resolver conflictos. Ahora, tengo un pequeño conflicto, Scott- Dijo el hombre, para después dejar el palo de lacrosse a un lado.- Y necesito tu ayuda... y la de esta damisela.-siguió, su mirada dirigiéndose hacia mi.


Mi ser entero pareció temblar ante la mirada, y entonces lo supe. Por supuesto que era él.


-Es el Alfa- Jadee, retrocediendo unos pasos.


Scott tomó de mi brazo, tratando de tranquilizarme pues decir que yo estaba asustada era poco. Enseguida tome de su antebrazo con mi otra mano, abriendo mis ojos de par en par.



-No te ayudaremos a matar gente.-negó Scott con firmeza, aún cuando yo también sentía su miedo. El era mucho más valiente que yo.


-Oh, pero si no quiero matarlos a todos. Solo a los culpables, pero te prometo que esa chica...- Pausó , para voltear hacia Derek.


-Allison- Respondió este.



Abrí mi boca, indignada. El terror se quedo en segundo plano, mientras miraba con furia había Derek.


-Maldito traidor. ¡Destrozo a tu hermana, es... esta loco!-grite, quitando mi agarra en Scott, pues sospechaba que podría lastimarlo con mi fuerza.


-¿Cómo puedes estar de su lado?-pregunto Scott, también podía sentir su furia.

-Chicos, chicos. Creo que están equivocados respecto a nosotros. Solo queremos que tengan su mayor potencial. Un hombre lobo es bastante poderoso, por no hablar de una Tanuki.-expresó, dándome una mirada rápida.-Aunque aún me queda saber si te controlas, quiero decir, te ves muy delicada.


Le di una mirada que pretendía ser amenazante, pero estaba segura de que había parpadeado con miedo hacia él.


-No mataremos a nadie, no somos un psicopata como tú.


El Alfa fue acercándosenos poco a poco, mientras que nosotros retrocedíamos. Mi corazón comenzó a latir como desquiciado, haciendo a mi sangre bombear con fuerza.


-Tal vez solo necesites ver las cosas como yo, Scott.-le dio una pequeña sonrisa. De pronto, con rapidez extrema, se acercó hacia Scott, clavando sus garras en el cuello de este.




Solté un grito, pero para cuando mi mano fue hasta el Alfa, este ya se estaba yendo.

Scott cayó al suelo, convulsionando. Me debatí en un segundo si ayudar a Scott o atacar a el Alfa. Lo decidí al instante, dejándome caer a lado de Scott. Lo sostuve con firmeza, parpadeando para alejar las lágrimas de miedo que amenazaba con salir.


-¡Scott!, ¡Scott, vamos despierta!- Le rogue, sacudiéndolo.


Pero en cambio sus ojos se tornaron amarillos, sus otros ojos. Aún parecía sumido en algún extraño sueño.


Voltee hacia Derek con expresión de horror, pero este me veía sin emoción alguna.


-¿¡Por qué te quedas allí parado!? ¡Ayúdalo, por favor!-le rogué mientras empezaba a temblar.

Al ver que Derek no me ayudaría, tome varias respiraciones temblorosas en busca de tranquilizarme un poco. Analice la situación, y solo le quedo una cosa que podía hacer. Con cuidado de medir bien mi fuerza, solté una bofetada a Scott.


Abrió los ojos enseguida, tomando aire con fuerza.

Me deje caer al otro lado, respirando de nueva cuenta y colocando una mano en mi pecho. Mi cuerpo entero parecía agotado.


-Estas vivo, estás vivo.-suspire, pues de verdad había pensando que perdería a Scott, mi amigo.


Derek parecía querer decir algo, pero enseguida le señale la puerta con un dedo firme.


-Lárgate. Vete de aquí- Solté con sequedad. El solo me dio una rápida mirada, para después ir por donde indique.


¿Cómo podía estar de lado de Peter, siendo el quien mató a su hermana?


Scott se sentó, aún en el suelo. Parecía que mil cosas corrían por su mente.


-Amara... -dijo él.-hay una casa, los Hale, incendiándose. Fue culpa de los Argent. Todo ese dolor...-decía con rapidez.


Me pare tambaleante, para después ofrecerle mi mano.

-Esta bien, tranquilo. -le consolé con voz suave, mientras que este tomaba mi mano para pararse.-Siéntate aquí.-le pedí, mientras le llevaba a una banca.


Este se sentó sin rechistar, y enseguida fui hasta su locker para tomar un par de pantalones. Al ver que no le sabía la contraseña y qué tal vez el no estaba en condición de dármela, apreté con fuerza en candado, logrando hacer que este se rompiera en trozos.


Mientras rebuscaba entre sus cosas, a mis oídos llego el sonido de pisadas. Aún tensa, no pude evitar que mis ojos se tornaran negros enseguida.


-Alguien viene- Avise en voz baja, mientras que me alejaba del locker y veía con decisión hacia la puerta. Si era Peter, de nueva cuenta, lo atacaría con todo lo que tuviera.


Pero grata fue mi sorpresa cuando me encontré con Stiles, viéndose apurado.


Sin pensarlo dos veces, salte a sus brazos. Enseguida sentí aún más alivio, mientras que lo envolvía con fuerza. Cerré mis ojos, disfrutando el tenerlo aquí.


-¡Oh Dios! Pensé que...

-Amara, Dios mío. -suspiro.-Él estaba, él dijo...

-Jamás te menciono y supuse...


Ambos nos callamos, ya que ni siquiera nos estábamos entendiendo.


-Estaba tan preocupada- Susurré, mientras juntaba nuestras frentes.


- Peter dijo acerca de tu potencial, del poder que tenias. Que te quería a toda costa... realmente me asuste, Amara.-trago duro.


-Chicos- Nos llamó Scott, sacándonos de nuestra burbuja.-Lamento interrumpirlos, pero tenemos graves problemas.


Hombre, graves era poco decir.














Le ofrecí mi mano a Lydia y ella la tomo enseguida.


-Allison, cuando dijiste que haríamos una parada antes de ir de compras no me espere una caminata de ocho kilómetros, ¡no me hubiera puesto estos zapatos!-chilló, apretando mi mano en busca de encontrar la manera de encontrar equilibrio.


Desde que comencé con todo el asunto sobrenatural los zapatos altos habían quedado olvidados. ¿Cómo podría correr para salvar mi vida con esas cosas puntiagudas?


Cabía decir que no estaba ni cerca tan cansada como mi hermana, pues mi cuerpo resistía mejor estas situaciones.


-Bueno, quería saber si estabas de acuerdo con algo. -comentó la castaña.-Jackson me invitó al baile.


Abrí mis ojos de par en par. ¿En serio el había hecho eso?, ¿justo después de haber terminado con mi hermana?


Lydia paro durante un segundo, pero la obligue a seguir caminando. No podíamos darnos el lujo de perdernos en estos bosques.



-Seguro.-Contesto después de una pausa.


Pero sus emociones decían todo lo contrario; Celos, inseguridad, miedo. Aparte, era su hermana. Ciertamente no tenía que sentir lo que ella para saber que en realidad no estaba de acuerdo.


-Claro, solo como amigos. Pero quería asegurarme de que no te importará.


-No lo hace.-dijo lentamente.-mientras sea como amigos .

Rodee mis ojos, pues ella solita se estaba desmintiendo su actitud "Jackson no me importa"

-Sí, claro- Dijo Allison, para luego soltar una pequeña risita.- No es como si lo fuera a llevar a la oficina del entrenador de lacrosse para besarlo, no, jamás.-resopló, como si la idea le pareciera absurda.


Tanto Lydia como yo nos volteamos a ver, asombradas. Sentí que mis mejillas enseguida eran cubiertas por un rubor.


¿Cómo lo había descubierto? No, no, eso no importaba. ¡Sabía que se lo habíamos ocultado!



-Lo siento- Musitó Lydia, mientras seguíamos caminando. Hice una mueca, pero aún así acaricie su mano para demostrarle que estaría de su lado pasara lo que pasará.



-No hay problema, el no es mi novio, de cualquier manera- Respondió Allison, para después dejar caer la bolsa que llevaba.

"Si, claro. No hay problema." Pensé mientras le daba una mirada curiosa.


Una vez que vi que mi hermana no caería al suelo, comencé a andar por allí, tratando de aclarar mi mente respecto al Alfa.


No había querido venir con Lydia ni con Allison, pero tanto como Scott y Stiles me lo pidieron, alegando que no siempre podía cuidar de ellos, que no podía parar súbitamente mi vida.


Rasque nerviosa mi cuello, para después tallar mis ojos. Voltee hacia mi amiga castaña, decidida a saber que haríamos esa tarde. No por nada había renunciado a pasarlo con Stiles o con mis preciosos cómics.


-¿Al, que vas...?- Pare súbitamente cuanto vi que Allison sacaba una especia de flecha con algo en la punta, y por supuesto, su arco.

Fue como si me acabaran de dar un puñetazo en el estomago, sacándome todo el aire que alguna vez pude retener.


¿Ella sabía?, ¿ella nos había traído hasta aquí para matarnos?


Sin perder un segundo, corrí hasta donde Allison, mientras le rogaba con la mirada.


-Por favor Allison, ten piedad. -le rogué, pensando en mi hermana con desesperación.-Ella no es nada, ella es normal. Déjala ir...


Más que Allison solo me miraba confundida, como si no supiera a que me refería. Inclusive podía detectar un poco de miedo en sus ojos.


-¿De qué hablas?-musitó atropelladamente.


Parpadee varias veces, dando una rápida mirada hacia mi pelirroja hermana, quien me miraba con los brazos cruzados y una ceja en alto.


-Oh.- Pude decir mientras entendía.- L-lo siento. He estado tomando pastillas para los nervios, creo que es eso.-susurré, mientras retrocedía lentamente.


Lydia resopló mientras comenzaba a decirme cómo era el método correcto para tomarlas, pero Allison me veía como si no me creyera, como si supiera que había algo más.



-¿Estas bien?-pregunto con sumo cuidado, tan solo recibiendo un asentimiento por mi parte.


-Solo haz lo que querías hacer desde un principio.-le pedí con pena, ocupando un lugar cerca de mi hermana.


La castaña suspiro, pero en cuanto tomo su arco fue como si el problema, los secretos y nosotras dos detrás de ella, nos hubiéramos esfumado. Solo existía ella, su arco y la flecha que tensaba.


Dio una pequeña respiración, y antes de que lo supiera, la flecha había salido disparada hacia un árbol. Las chispas que salieron sin control alguno hicieron que mi vista se nublara al instante, provocándome unas nauseas enseguida.



Talle de mis ojos con fuerza, tratando de que se fuera esa sensación.


"Esto es malo, estoy segura de que esa cosa me hizo esto" pensé mientras seguía tallando.


-¿Amara?- Escuche preguntar a Lydia, mientras tocaba con amabilidad mis brazos.


-Estoy bien, creo que se me ha metido algo al ojo.-resoplé. Parpadee varias veces, recuperando la vista poco a poco.-¿Qué fue eso, Al?- Pregunte tratando de disimular.


-No lo sé.-susurró, mientras miraba una vez más hacia el arco que tenía en mano. Un pequeño escalofrío le recorrió al ver lo bien que su sangre de cazadora reaccionaba las armas.


-¡Está bien! -aplaudió Lydia, llamando nuestra atención.-Fue muy divertido, espero y no quieras jugar con ningún otra arma mortal por hoy .

Suspiré de alivie cuando logre recuperar mi vista por completo, dejando atrás todas las nauseas.


Entonces un extraño crujido llego a mis oídos. Sin perder un segundo, voltee hacia todos lados, mis ojos recorriendo minuciosamente cada parte del bosque.


Allison y Lydia me miraron confundidas, pero antes de poder decir algo, el sonido se hizo más fuerte, haciendo que ellas también lo escucharan.


-Creo que hay alguien aquí, sostén esto.-Dijo Allison mientras le daba al arco a Lydia. Mi hermana lo tomo con grandes ojos, pues claramente no le gustaba tocar armas.


-Allison.-Le advertí, tomándola del hombro.- Puede ser peligroso, déjame ir a mi.-le pedí.


Ella me miró con una especie de ternura, mientras negaba.


-Soy yo quien lamentablemente tomó clases de defensa personal, déjamelo a mí.


"Pero soy yo quien podría tratar de contener al Alfa, Al" pensé con resignación, viendo cómo la chica desaparecía en busca de la causa del sonido.



Un extraño olor llego hasta mi, me removió incomoda, pero antes de que siguiera, logre relajarme.Porqué de alguna manera sabía que Scott estaba aquí.


-¿No le dijiste?- Pregunto Lydia, sacándome de mis pensamientos. Me tomo unos segundos darme cuenta a que se refería.

-Sabes que no, obviamente.-rode los ojos, mientras me cruzaba de brazos.


Ella se acercó unos pasos más a mi, mirándome fijamente. Su mirada lucia un tanto dura.


-No es que me sorprendería. Últimamente solo estás con Scott y Stiles, haciendo no sé que.-gruñó, pero yo ya sentía toda su furia que emanaba.-¿Para eso le rogaste al Juez que te dejara quedar con mama?.-pregunto en voz alta.-¿¡para una vez más dejarme sola, como siempre lo has hecho!?-Grito esto último, mientras retenía las lágrimas.


Baje la mirada, mientras sentía una opresión en el pecho. No quería que ella supiese, porqué eso le haría mas daño que nada. Pero a su vez, tampoco quería alejarla.


-Cuando estemos en casa te daré una buena explicación.-insistí, incapaz de subir la mirada hacia ella.


Pero estaba muerta de miedo por Lydia. Yo la estaba poniendo en peligro. Si ella llegaba a saber de la vida sobrenatural, no dudaba que está fuera a lastimarla.



« ¿Te vas a jugar esta vida? »













-¿Amara?

-Escucha, te necesito. Lydia me está presionando, necesito saber como convencerla para que olvide todo...

-Tranquila, ¿okay? Ve al colegio, estaré allí.


Colgué la llamada enseguida, mientras veía otra vez hacia la puerta.


Por supuesto que Lydia no había olvidado mi promesa de explicarle todo, así que le dije que no me sentía bien y me refugié en mi cuarto, sin saber bien qué hacer, llame a Derek.


Tome las llaves del auto, decidida a irme en el, pero me golpe mentalmente. Ella notaría que me había ido, eso era muy estupido.



Cerré los ojos, mientras trataba de comerme la extraña alegría que crecía en mi interior mientras una idea me recorría. Siempre pasaba cuando estaba por hacer una estupidez o locura, suponía que el Tanuki en mi interior era bastante idiota.


Abrí la ventana tratando de no hacer
ruido, y sin pensarlo dos veces, salte.


Aterricé sobre mis pies, mientras un dolor me recorría desde los tobillos hasta las rodillas, pero tan solo hice una mueca.


Vi hacia ambos lados de la calle, esperando que nadie me hubiese visto. ¿Explicar cómo había saltado de tan alto sin haberme roto las piernas? Hombre, todo un espectáculo.

Cerré la chaqueta que traía puesta, para después colocar la gorra de este.


Comencé a caminar como si fuese a la escuela, cuando recibí otra llamada.


-¿Hola?- pregunte, porqué no había visto el número. Pero suponía que debía ser Derek...


-Amara, soy Stiles. Acabo de descubrir unas cosas acerca del Alfa, y Scott dice que el Alfa está tras su madre. Voy a detener su cita, ¿vienes...?


-Lo siento. Estoy ocupada-respondí con una mueca. Pero las palabras de Lydia acerca de que elegía a los chicos encima de ella me habían llegado.


La línea quedo en silencio durante un segundo, hasta que Stiles volvió a hablar.

-¿Está todo bien?

Rasque mi frente, nerviosa. Un gesto que había tomado de Allison.

-Solo resolveré algunas cosas, si puedo los alcanzo.


-Pero, ¿a dónde vas? Amara, sino estás segura...

-Tengo que irme.


Colgué, mientras trataba de calmar todos los sentimientos que tenía. Sabía que yo era más sensible respecto a los sentimientos y sino los controlaba, realmente sería algo desastroso de ver.


Cuando me di cuenta, estaba fuera de la escuela. Mordisque mi labio, mientras me ponía cada vez más nerviosa.


¿Por qué estaría Derek aquí?, ¿acaso esta había sido una muy, muy mala idea?


Justo cuando estaba por abrir la puerta trasera, de ella salió Jackson, y detrás de él, Derek.


-¿Amara?- Pregunto Jackson, viéndose confundido. Le di una rápida mirada, para después pasarl hacia el lobo.


-¿Por qué viene el contigo?- Pregunte a Derek, después de darle otra mala mirada a Jackson. No era de mi agrado, y ciertamente no sabía cómo cuadraba él en todo esto.


-Vamos- Fue la vaga respuesta de Derek, quien pasó a un lado de mi, golpeando con fuerza mi hombro.


Sin poder evitarlo mis ojos se tornaron negros, pues como había dicho anteriormente, era más sensible a los sentimientos.


-¿Qué demonios pasa contigo?- Exclame, furiosa. Si tanto le molestaba verme, me lo hubiera dicho desde un principio. Así ninguno de los dos perdía su tiempo.


Este volteó hacia mi y por un momento se puso pálido, pero enseguida de recuperó.


-Tu sistema de auto-defensa se activó, por favor quítalo.-me pidió sin tono amable.


Aleje mi mirada de el, incomoda y apenada por no poder controlarlo del todo.


Cerré mis ojos, una vez más tratando de volver a mis ojos azules.


Cuando los abrí nuevamente, Derek y Jackson ya se estaban alejando.


-¿Por qué lo traes con nosotros?- Pregunte mientras corría para estar a su lado.


-Necesito arreglar algo con el, después puedo ayudarte.


Rasque incomoda mi frente de nuevo, y escuche una risa burlesca por parte de Jackson.


-Ese gesto lo sacaste de Allison y ella es una cazadora. ¿Ahora mataras también a los de tu especie como ella?


Apreté fuertemente mis labios, mientras lo jalaba de la camiseta. Jackson logró sorprenderse mientras veía como con poca fuerza que el pensaba que poseía, lograba tomarlo.


-No te atrevas a hablar mal de ella.-le sisee.


Este me vio de arriba hacia abajo, para después volver a reír.


-¿Qué me harás?-me reto.


Derek estaba aún pasos más adelante de nosotros, no entreteniéndose en nuestra pelea, pues ya todos estaban acostumbrados.


-¿Sabes lo que soy? Soy una Tanuki. ¿ y tú qué eres? Tú eres nada. Eso es todo lo que siempre serás- Escupí, lo suficientemente enojada como para sacar a colación mi especie.


Este parecía aturdido, y por supuesto, dolido. Le empuje mientras soltaba su camiseta, alejándome hasta llegar a la altura de Derek.


-Parece que estás enojada- Comentó sin verme, mientras seguía avanzando.


Di un ligero salto al ver un tronco, pues ya atravesábamos el bosque.


-No me he alimentado correctamente. En ambas maneras.-suspire, siendo sincera.


El inclino su cabeza hacia un lado, sin cambiar su expresión.


-¿Es eso una invitación?


Enseguida baje la mirada, tanto enojada como incomoda. El se aprovechaba de mis palabras cada que podía.


-Sabes que no. -le reñí.-Yo solo...-me interrumpí.- solo termina de una vez este problema con Jackson. Me irrita demasiado.


Pare de hablar en cuanto frente a mis ojos apareció la casa Hale. O bueno, lo que quedaba de ella.


« Pero este Hale puede reconstruir todo, ¿no lo ves?. Puede llevar a la gloria eterna el apellido Hale nuevamente. Si tan solo tu dijeras que si... uno de tus tantos destinos, pequeña Banshee »


Un escalofrío me recorrió por el mero hecho de lo que aquella suposición pretendía dar a entender.


Ahora sí estaba más que incomoda.


-Tras esa puerta era lo que quieres- Dijo Derek en voz alta a Jackson.


Me hice a un lado, sin saber qué otra cosa hacer. ¿Lo iba a convertir en lobo? Pero él no era un Alfa...

Una vibración en mi bolsa de la chaqueta me asusto. Mire hacia Derek y Jackson, esperando que no lo hubieran notado.


Saque el celular, viendo las llamadas perdidas de Scott, Allison y Stiles. Removí mis manos, nerviosa. ¿Por qué si hacía esto por Lydia se sentía tan mal?


Apague el celular, decidiendo no atormentarme más. Tanto Allison, Scott y Stiles eran hijos únicos, no sabían lo que era tener una hermana. Mi hermana era poseedora de mi otro pedazo alma, y las cosas que haría por ella no tenían límite alguno.


Jackson ya estaba frente a la puerta y lucia asustado. Aún cuando no fuera de mi agrado, mi instinto humano me obligó a dar un paso hacia delante. Más que la mano de Derek me corto el paso, aún con la mirada fija en Jackson.



-Deja que decida.-ordenó con voz tranquila.


Antes de que pudiera preguntar a qué se refería, Jackson abrió la puerta.


Un extraño sentimiento me llego de parte de Derek. No sabía que era, no podía identificarlo.


Este avanzó hasta la puerta, entrando con Jackson y conmigo detrás de él. Un escalofrío me recorrió como siempre, pues eran innumerables las veces que yo había estado en esta casa.


-Es esta casa- Dijo Jackson, sacándome de mis pensamientos.


La casa estaba parcialmente destruída, pero no podía negar que alguna vez hubiese sido bonita. Según Derek, era de lo más preciosa.


-¿De qué hablas?-pregunto el lobo, sonando confuso.


-Esta casa, soñé con esta casa- Insistió, mientras la veía por todos lados, pareciendo un poco deslumbrado.


Me removió incomoda, hasta que volví el rostro hacia Derek, quien veía fijamente a Jackson, como si estuviera tomando alguna clase de decisión.


Peligro, peligro. Me gritaba mi cuerpo, y esta vez no pude evitar seguir mi instinto.


Fui hasta Jackson, quien también parecía entender la situación y se había dejado caer en las escaleras en un pobre intento de salir. Me coloqué justo frente a él, volviendo mis ojos a su color negro.


-Quítate de en medio Amara- Rugió Derek, pues el hecho de que defendería a Jackson no parecía agradarle.


-Sore kara hanarete taizai shimasu- Grite de regreso, las palabras fluyendo con demasiada facilidad de mis labios.


Tanto él como yo nos quedamos sorprendidos. ¡Yo no sabía hablar aquel idioma! Dios mío, ni siquiera sabía identificarlo.


« ¿Quién diría que para despertar al Tanuki solo necesitábamos que la vida de un ser que ni siquiera te importa estuviera en peligro? »



Antes de poder decir algo acerca de mi extraño lenguaje, Scott salió de la nada, logrando relajarme. Si el estaba aquí, teníamos más posibilidades.


-Aléjate de ellos.-ordenó a Derek, mientras que se colocaba a mi lado.


Derek salió de su estupor, su mirada pasando hacia Scott. Pronto, su sorpresa se volvió furia.


-A un lado, ambos. No es con ustedes el problema.-advirtió.


-N-no dejaremos que mates a Jackson- Hable, mientras aún me temblaba la voz.

Este nos dio una rápida mirada, pareciendo resignado.


-Entonces no tengo opción- Suspiro, para después a abalanzarse sobre Scott.


Enseguida tome a Jackson por los hombros, aventándolo hacia otro lado. ¿Es que acaso el idiota no veía que queríamos salvar su apestoso trasero?


-¡Corre, Jackson, escóndete!-Gruñí, mientras el trataba de correr a
trompicones.


Voltee hacia Derek y Scott, lista para meterme a la pelea si está lo ameritaba, cuando por obra de magia, mi oído alcanzó a escuchar los gatillos de afuera. Mis labios temblaron, mientras mi mirada se dirigía hacia la puerta. Las palabras resbalaron de mis labios, dando una advertencia.


-¡Argent!- Alcance a gritar, justo después de que nos emboscaran.



Todo sucedía tan rápido, y realmente no sabía cómo mi cuerpo había reaccionado así de rápido también.

Un extraño tipo de granada exploto y enseguida mi vista parecía irse poco a poco. Gruñí desesperada, lanzando golpes a diestra y siniestra sin molestarme en medir mi fuerza.


"Esto es lo que Allison usó en el bosque" pensé con desesperación.


Tratando de salir de mi ceguera , comencé a tallar mis ojos, rogando porque esto pasara enseguida. Solté un pequeño grito cuando tropecé con un escalón, cayendo al suelo.

Justo mientras caía, mi oído alcanzó a escuchar como algo venía hacia mi con velocidad. Antes de saberlo, un dolor profundo en mi pierna me hizo soltar un grito tan fuerte que sentí que mi garganta se rasgaría.



En el suelo, intente tomar de mi pierna herida. Dios mío,¿qué estaba pasando?


Parpadee varias veces, alejando las lágrimas y el dolor. Pronto comencé a tomar conciencia de la situación.


Derek estaba a unos metros de mi y a su lado, un poco más haya estaba Scott sangrando. La herida parecía grave.


-Scott- Le llame con voz rota, mientras intentaba pararme, pero la pierna me fallo y caí al suelo, golpeándome la cabeza. Gemí de dolor, pues el golpe hasta me había retumbado en mis oídos.



-Amara, Amara. Tienen que irse,¡ahora!-me gritó Derek con fuerza a través de las balas.


Solté un gruñido bajo, mientras trataba de tomar la poca fuerza que me quedaba.


Pide pararme lo suficiente para ir hasta Scott y tratar de ayudarlo a salir por atrás, tratando de ignorar la horrorosa situación en la cual estábamos.


Escuche como Derek abría la puerta y soltaba un rugido, listo para enfrentar a los cazadores y darnos tiempo para salir.


Use ambas manos para aventar a Scott, incitándolo a correr, pues ya no podía con su peso.


-¡Corre!- Grite y este corrió lo más fuerte que su herida la permitía.


Baje la mirada mientras volvía a tocar la herida que aún sangraba y me di cuenta de que debía irme también. En un hospital podían ayudarme... ellos debían de hacerlo, no importaba la mentira que tuviera que decirles.


Justo cuando estaba por salir, un extraño lazo me tomó por la pierna , justo en la herida. Grite mientras caía al suelo, llena de dolor.


El golpe me saco todo el aire que me quedaba, por lo cual jadee desesperada por el.


-Oh, pero mira quién es. Amara Claire Martin - Canturreo la tía de Allison, Kate.



Esta vez no pude parar las lágrimas, todo lo que pude hacer fue ver hacia el cielo, hacia las estrellas mientras Kate y demás cazadores tomaban a Derek inconsciente en sus brazos, y a mí me cargaban.


Todo parecía borroso y tarde me di cuenta de que estaba por caer.


Kate se dio cuenta de mi estado, y no dudó en presionar mi herida con su dedo.


Solté un grito de dolor y terror, que se confundió con su risa seca.


El último pensamiento que tuve , fue que la voz tenía razón.



Los Argent eran despiadados.

Continue Reading

You'll Also Like

7.7M 619K 63
Nunca sabes lo que puede ocasionar una equivocaciΓ³n.
4.4M 423K 107
ΒΏQuΓ© pasarΓ­a si todo lo que odias, se convirtiera en aquello por lo que darΓ­as la vida? ΒΏQuΓ© sentirΓ­as si lo que te arrebatΓ³ a tus seres queridos, a...
4.1M 258K 24
Ruth, la nueva chica del pueblo, tΓ­mida y dulce. Busca cambiar de aires, dejar de pensar en su ciudad. ΒΏCΓ³mo puede cambiar mi vida una sola palabra...
957K 92.1K 88
PRIMER LIBRO DE LA TRILOGÍA DARK π“π‘πˆπ‡π˜ππ‘πˆπƒ | ❝ El infierno se queda corto a lado de una mujer con sed de venganza ❞ π€π‹πˆπ‚πˆπ€ πŒπˆπŠπ€π„οΏ½...