Mar Dorado | Camren.

By xSuffer

1M 67.2K 30.8K

Era 1651 y la joven Lauren sólo buscaba su libertad, sin saber que encontrará a alguien que la hará prisioner... More

1
2
3
4
4.5
5
6
7
8
9
Extra: 9.5
10
Extra: 10.5
11
12
13
13.5
14
15
16
17
17.5
18
19
20
21
22
23
23.5
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
36
37
37.5
38
39
40
41
42
43
44
45
[Final 2/2]
Epílogo
Extra - "Confesión de un amor clandestino"
Extra - El Secuestro de Rudd
Final Alternativo.
x
x.2
Extra - Espejo 16 y 17 Parte I
Extra: Espejo 16 y 17- Parte II
Extra - De Habana hecha de Habanos
!

46 [Final 1/2]

13.3K 875 277
By xSuffer

"Respondió Ruth: No me rueges que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Yavé y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos." Ruth 1:16-17

Estuvimos un buen rato conversando. Ethan nos ha contado parte de su vida antes de conocernos, dice que está enamorado de una muchacha, Rudd, que es la mujer más hermosa que ha visto a parte de su mamá. El padre de Rudd no le gusta Ethan para su hija, ya que Ethan era un pescador pobre y Rudd es una muchacha de muchas riquezas. Si ese señor supiera que ni el oro puede ser más valioso de lo que es Ethan.

—Tengo un retrato de Emily en casa cuando recién cumplió sus 16, me gustaría buscarlo alguna vez.

—Muero por ver ese retrato, aún no me creo que haya alguien más como Lauren— cambiamos las posiciones porque a ella se le hacía difícil ver por ser yo más alta. Estaba abrazando su cintura con nuestros dedos entrelazados.
—O quizás hubo— se notaba la tristeza en su voz. Ethan ha perdido muchas personas en tan poco tiempo.

—No te desanimes, podemos ir por el retrato y viajar a España a buscarla— era una idea simple que tenía todas las de perder, no obstante Camila quería darle algo de esperanza.

—Se oye muy fácil, no tengo siquiera la certeza de que esté en España.

—No perdemos nada con intentarlo— Camila seguía dándole ánimos. Amo su optimismo.

—¿Me acompañarían? Me refiero a que, ¿No les importa hacerlo?

—Una de las razones por la que me uní a esta tripulación, aparte de huir para no casarme, fue esa pasión que tengo por conocer el mundo, a mi no me molestaría ir contigo, sería maravilloso— Camila me miraba mientras yo hablaba.

—Y mi pasión es Lauren, yo la seguiré a donde vaya— dijo viéndome a los ojos, y no pude contenerme a dejarle un beso en su mejilla—. Además, somos tus amigas y tú familia, puedes contar con nosotras para lo que necesites.

—Gracias, es bueno saberlo— su mirada quedó perdida el suelo— ¡No puede ser! Nos hemos quedado mucho tiempo platicando, ya deberíamos estar con el Capitán.

Era cierto, la conversación estaba tan a gusto que hasta a mi se me había olvidado que teníamos una última misión.

—Ponte las botas, no puedo dejarte aquí sola— nos levantamos al mismo tiempo, en su cara se veía algo de preocupación.

—¿Quieren que les dé privacidad?— habló Ethan que también se puso de pie.

—Si por favor, no tardaremos, esperanos en cubierta.

Al oír que la puerta se cerró ya tenía a Camila unida a mi cuerpo con un abrazo, su cuerpo temblaba levemente.

—Ya le contamos todo y nos ha aceptado, ¿Cómo estabas tan tranquila?

—Tú estabas nerviosa, alguien tenía que ser la cuerda y no tenía muchas opciones— reí por sus ocurrencias, su cuerpo seguía temblando.

—¿Qué tienes?

—Lo he olvidado, que debemos bajar, y tengo ese mal presentimiento en mi pecho y en mi garganta, tengo frío Lauren— Camila se veía pálida, temblaba y tiritaba, es muy preocupante.

—No hay nada que temer cariño, estaremos juntas, y juntas somos inmortales. Quédate tranquila ¿Si?— tomé su cara entre mis manos, mirando sus ojos tornados en un color oscuro— Si algo llegase a pasarme corres sin mirar atrás, no importa lo que creas oír o ver, salvate por mi, por nosotras.

Sé que es demasiado pedirle eso, y que no es el mejor momento. Por mi parte me devolvería una y mil veces a salvarla, y sé que ella lo haría también, DIN embargo quiero que sea feliz conmigo o sin mi.

—Sabes que no voy a dejarte así vayamos directo a la lava del volcán o al ojo del huracán.

—No tengo duda de eso mi vida. Tus malos presentimientos, y lamento decirlo, siempre aciertan, y no sé con certeza si te dan esos malos presentimientos conmigo o con el resto de las personas que estamos en este barco.

—No bajemos, quedemonos aquí a salvo, no bajemos— la desesperación y el pánico acompañaban su voz.

—Se lo debo, yo Lauren Jauregui le debo al capitán lealtad y fidelidad hasta que ponga un pie en tierra firme.

—Estoy asustada.

—También lo estoy. No importa lo que pase, siempre estaré aquí— toqué su cabeza—. Y aquí— puse mi mano en su pecho, pude sentir como su corazón latía desenfrenadamente.

—¿Por qué asumes que vas a ser tú la víctima de algo afuera? ¿No puedo ser yo?

—Porque antes de que te pongan un solo dedo encima yo voy a estar para defenderte, eres mi amor y no dejaré que nadie te haga daño— limpié una lágrima que iba bajando por su mejilla.

—Lo mismo digo, voy a protegerte de lo que sea y volveremos para comprar semillas para nuestro jardín. Mira esto— metió una mano en su bolsillo derecho—. Es el lirio que me diste hace ya mes y medio, puede que esté algo descuidada pero sigue teniendo ese azul vivo como cuando me lo diste aquella noche que nos dijimos nuestros primeros te quiero.

—¿Lo llevas contigo siempre?

—Cada día— sonrió después de todo—. Ya no tengo tanto frío— me alegra haberla calmado y ayudado a ahuyentar esas malas vibras.

—¿Me das un beso?— su sonrisa se hizo más grande, se inclinó hacia mi y yo la alcé por la cintura, juntamos nuestros labios y los dejamos inmóviles, disfrutando como se sentía juntos. Los moví mientras sonreía, se sentía tan cálido por dentro besarla; como si sus labios fueran el sol después de la tormenta—. Te amo— suspiré sobre sus labios, sus labios que siempre me hacen suspirar.

—Te amo mi mujer valiente— dejó un último beso en mis labios adornados con una sonrisa.

Tomé el cuchillo que siempre teníamos en el camarote en cuanto se descuidó. Casi me descubre, le di una sonrisa forzada y con besos la saqué del camarote mientras guardaba el cuchillo en mi espalda. Salimos a cubierta de lo que pareció ser días de platica.

El sol brillaba mucho, cegandome al primer contacto que tuve con la luz. Ethan estaba al borde de las escaleras esperando por nosotras. Suerte que nos dejaron un bote, no nos encontrábamos tan lejos de la orilla, pero de todas formas no sé nadar. Bajar no me fue difícil, las redes se me han hecho algo fácil para bajar, la que si tuvo complicaciones fue Camila, que nunca había bajado por ahí, pero como tengo el privilegio de tener a la mujer más astuta, tal vez no más habilidosa, a mi lado ella pudo bajar sin problemas. Ethan no nos dejó remar hasta la orilla a ninguna de las dos.

—¿Estuviste llorando?— se dirigió Ethan a Camila— Perdona si es una pregunta que te incomode.

—Lo estuve— respondió simplemente Camila mirándome.
—Debe sentirse horrible— habló a la nada, dando sus brazadas a los remos para poder movernos.

—¿Qué cosa?— cuestioné sin entender lo que quiso decir.

—Ver a la persona que quieres en constante peligro. Entiendo porque quieren dejar la tripulación. Entiendo porque vi a alguien más triste que mi reflejo en cuanto zarpamos a Honduras— lo último lo dijo mirando a Camila.

—Y no puedo aguantar más esa presión en el pecho cada vez que Lauren va a arriesgar su vida.

—Le debo todo al capitán, acompañarlo esta última vez no está de más. Él me permitió estar contigo probablemente hasta el resto de mis días— expresé sin vergüenza alguna.

—Cosa que casi te quita cada vez que te hace bajar de ese barco— Camila nunca se cansa de echar las cosas en cara, es como su cosa favorita para hacer.

—Ya hablamos de eso, ven aquí y no discutamos frente a Ethan, mira como se pone todo incómodo.

—Ethan ¿Tengo o no tengo razón de ponerme así? ¿Cómo te sentirías si Rudd fuera a poner su vida en peligro y no puedes hacer nada?— odio y amo cuando se pone así, cuando quiere defender lo que cree a toda costa.

—Fatal, creo que...— Ethan en realidad estaba respondiéndole. No quiero hacer largo esto y discutir con él nuestras cosas de pareja, es muy extraño.

—Karla creo que ya es suficiente, quiero que vengas aquí y te acurruques en mis brazos hasta la orilla— Ethan ocultaba su sonrisa mientras Camila hacía lo que le pedí—¿Quién es la mujer más hermosa de todo el mundo?— susurré en su oído en cuanto se acomodó en mi cuerpo.

—Eres tú.

—No, eres tú— su melódica risa llegó a mis oídos.

—¿Empate?

—Por ahora lo dejaremos así.

Llegamos en un parpadeo a la orilla. Es así como siento que el tiempo pasa cuando la tengo en mis brazos, como si la vida estuviera contra nosotras haciéndonos sentir que el tiempo que tenemos para estar juntas nunca es suficiente.

Mojamos nuestros pies al bajar, le sugerí quitarnos las botas para que no se terminaran de romper con el agua. La arena de la playa era blanca, o quizás era la ilusión que el sol le daba. Había mucho silencio eso si, como si sólo nosotros tres habitaramos esa isla.

—Dejame ayudarte mi preciosa princesa— Camila tenía problemas para ajustar sus botas estando de pie, como ya he mencionado, Dios le ha dado habilidad y destreza pero no tanta.

—Gracias mi amor— se aventuró a darme un beso rápido en los labios, puso sus manos sobre su boca para luego reír como una niña.

—No es que me moleste pero ¿Cómo pretenden que nadie se entere si andan mostrando su amor al aire libre?— sonreía Ethan mientas negaba con su cabeza. Tiene mucha razón en lo que dice, quien sabe cuantas personas más nos habrán visto.

—No he podido evitarlo, además ¿Qué es la vida sin riesgos?— Ethan se ríe de la personalidad de Camila justo ahora mientras niega con la cabeza por no poder creerlo. Ella siempre se muestra muy seria frente a todos, sólo yo sé cuán tímida y tierna, como también atrevida y divertida Camila puede ser.

—Concentremonos en adentrarnos a la selva, mucho cuidado en donde pisan o lo que tocan, y sobretodo hagan el mayor silencio posible. Siempre detrás de mi sin apartarse— me siento como si tuviera de nuevo 9 años y mis padres estuvieran ordenándome algo.

—Esto esta muy solo, no me gusta— hablé para Ethan, ya olvidando que hemos reído hace nada y centrándome en que hemos llegado a tierras desconocidas. El mayor ruido era el romper de las olas.

—Quizás nos estén esperando— farfulló Camila mientras se aferraba a mi brazo, sé que ella está asustada e intenta no entrar en pánico.

—Es una posibilidad— giró hacia nosotras—. He visto humo ascender al cielo mientras esperaba por ustedes en cubierta— sacó su cuchillo y lo tomó de una manera en la que decía que estaba listo para todo lo que viniera—. Síganme, hay que encontrarlos— con nuestros dedos entrelazados fuimos tras Ethan.

Al adentrarnos quedé muy asombrada por la belleza de la selva, todo era tan llamativo que no sabías adonde dirigir la vista, hasta las cortezas de los árboles era algo digno de admirar. Camila andaba tan o más distraída que yo, tropezaba de vez en cuando y sonreía cuando la veía.

—Deja de mirarme—  susurra mirando ve el suelo.

—¿Por qué debería?— respondo de la misma manera intentando tener contacto con sus preciosos ojos marrones.

—Porque me haces torpe, ya te lo he dicho— aún no se atrevía a dirigirme la mirada.

—Creí que ya habíamos superado eso— seguimos susurrandonos, Ethan más que sugerirnos nos exigió silencio.

—Yo también. Justo ahora me estas mirando y siento que no puedo caminar correctamente.

—Entonces no te gusta que te mire— simule estar triste y dejé de mirarla para mirar el suelo.

—Adoro que me mires. Tu mirada me hace sentir débil cuando estamos afuera con personas a nuestro alrededor, me hace sentir incapaz de controlarme y querer saltar hacia ti para hacerte saber lo enamorada que estoy de ti.

—Puedes saltar ahora, no me molesta— logré sacarle una sonrisa y que me mirara de nuevo, ella estaban más sonrojada que en la playa cuando me besó.

Decidimos no hablar más y disfrutar de nuestra compañía en silencio para no distraernos la una con la otra. Nos acompañaba el crujir de nuestras pisadas y el cantar de los pájaros. Ethan va a una distancia considerablemente cerca de nosotras, no tan lejos por si pasa algo imprevisto y no tan cerca para darnos nuestro espacio.

—He visto diferentes tonos de verde en las hojas de los árboles en nuestro recorrido y ninguno iguala la maravilla de tus ojos— dijo en susurro de nuevo luego de un rato caminando en silencio.

—Puedo decir lo mismo, ningún tronco tiene el hermoso color de tus ojos.

¿Ahora nos comparamos con los árboles? No me puedo creer todo lo que he cambiado desde que estoy enamorada de ella, me siento más vulnerable y cada cosa me hace pensar en ella de todas las maneras posibles. También me siento invencible, siento que puedo lograr todo a su lado y que con su compañía ningún día es malo.

Subo mi mano que entrelaza la suya a mis labios y beso su dorso con mucho amor. Nos quedamos mirando una pequeña fracción de tiempo, al menos así yo lo sentí, y cuando giré mi vista hacia el frente Ethan ya no estaba.

—¿Dónde está él?— Camila se cuestiona lo mismo que yo en mi cabeza.

—No lo sé. No te muevas, vamos a quedarnos aquí a esperar— no pudimos habernos perdido, estoy segura de que no tardé besando su mano ni observando sus cautivantes ojos.

Oí pisadas provenientes de mi espalda, ella también las oyó, la sentí tensarse y tomé su mano mucho más fuerte.

Conté hasta tres antes de reaccionar, esta puede ser la fina línea entre la vida y la muerte

Continue Reading

You'll Also Like

9.1K 466 81
Cuidado con lo que deseas. No siempre una ironía es comprendida por el propio destino. CAMILA INTERSEXUAL. Contiene: Putería. Pene extremadamente gra...
115K 8.2K 33
♔︎Todo, todo había estado bien, habían planeado un futuro juntos, nunca faltó el amor o las caricias, se amaron duraron años, años en dónde su matrim...
156K 6.2K 67
One Shots de todo un poco. Si desean, pidanme un OS.
35.9K 4K 23
Camila Cabello es la encarnación de una buena chica. Ella sigue todas las reglas y juega el papel de chica buena. Mantener sus verdaderos pensamiento...