Me levanto del comedor y sin esperar a los chicos comienzo a caminar hacia el corredor, segundos después escucho las sillas ser corridas con rapidez y supongo que tratan de alcanzarme.
-¡Ey!- Grita un chico a la entrada del pasillo- ¿Es cierto lo que dicen? ¿Qué fuiste quien más ha durado en el interrogatorio?- Pregunta y dando una mirada de soslayo me doy cuenta que esta con dos chicos más y dos chicas.
Sigo mi camino pasando por el lado de ellos sin dirigir mirada alguna.
-Pequeña perra, te preguntamos algo-Dice un chico. Sigo guardando silencio mientras mis botas suenan en el limpio y silencioso pasillo, eso y los gritos de los cinco bastardos que tienen ganas del último chisme del día.
Escucho como me alcanzan Lucas y Max y tomando su formación, Max adelante y Lucas detrás de mí alcanzan el ritmo al que voy.
-Te están hablando que no oyes- Dice una voz detrás de mí.
Bastaron pocos segundos para ser tironeada de mi brazo hacia atrás y otros pocos para lo que sucedió a continuación.
Al instante en que sentí el tironeo en el brazo supe que; primero, era una chica y dos, una chica muy estúpida.
Aprovecho el impulso y plantando mi pie derecho con seguridad sobre el pulido y brillante suelo de mármol giro bruscamente sobre él y para el momento en que la encaro sé que no esperaban el movimiento, ni ella ni sus amigos, ni mis vigilantes. Así que aprovechando su desconcierto le asesto un golpe en la nariz, no lo suficientemente fuerte para rompérsela, pero si para que me recuerde por unos días.
-Créeme que si escuché sus ridículas voces de adolecentes pubertos, otra cosa es que no me interesara lo que tenían por decir, ni ellos, ni tú con tu ridícula voz de niña mimada- Digo encarándola.
-¡Eres una estúpida! ¡No sabes con quien te acabas de meter!- Dice abalanzándose sobre mi pero la detengo de una patada a las costillas que la lanza de culo sobre el suelo.
-Levántate, no vaya ser que alguien pase y vea semejante cosa tan insignificante tirada en el suelo y te lleven por delante querida- Digo falsamente y girando sobre mis botas reanudo el camino a mi habitación.
-Es la sobrina de Angie Sparks, ¿Si sabes quién es verdad?- Dice Lucas a mi lado.
-La loca del interrogatorio- Digo.
-Exacto, y si lo sabes ¿¡Por qué demonios golpeaste a la chica!?- Grita alterado y con una mirada de advertencia baja la cabeza avergonzado.
-El asunto Lucas, es que soy una pieza fundamental en su juego- Le digo alzando una ceja en su dirección.
-Déjame ver si entiendo, ¿Eres como el rey en el ajedrez? ¿Todos necesitan tenerte a salvo?- Pregunta frunciendo el ceño.
-No Lucas, soy su reina y ellos el rey. Me necesitan para sobrevivir, soy su seguro de vida- Le digo sonriendo con arrogancia.
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-¡Más fuerte!- Le grito a Lucas.
-¡Pareces que lo estuvieras sedujendo!- Le grito de vuelta.
-¡No puedo! ¿Si? ¡No es tan fácil cuando eres un novato!- Me grita exasperado.
-¡Sí, si puedes! ¿O acaso crees que nací con todas las habilidades?- Digo colocándome un par de guantes de boxeo.
-Yo, yo, soy débil- Dice cabizbajo.
-Mírame- Le ordeno y el hace lo que le digo.
Me centro en el saco y trayendo a mi mente todos esos pensamientos que me dañan desde adentro, todas las interrogantes sin respuestas y mi odio hacia las personas de mi pasado le asesto un golpe en el costado derecho, luego en el izquierdo y noto una fisura en el saco. Sonriendo orgullosa me impulso con mi pierna izquierda y al momento de estar centímetros sobre el aire golpeo con mi pierna derecha terminando de arruinar el saco. Me muevo dos pasos atrás para que el contenido del saco no me alcance.
-¿Y? ¿Qué se supone que fue eso? ¿Humillación?- Dice Lucas quitándose los guantes pero en cuestión de dos zancadas le hago una zancadilla y posicionándome sobre él lo inmovilizo en el suelo.
-¿Y qué es esto? ¿Te rindes?- Le digo mirando entre mis cabellos rubios sueltos a la vez que presiono mi rodilla sobre su garganta.
-No- Susurra.
-¿Qué dijiste? Por qué no escucho la voz de un hombre, sino la de una niña- Le digo y su mirada se llena de rabia.
-¡No!- Dice con determinación y soltándolo de mi agarre se coloca en pie.
-¿Tienes rabia Lucas? ¿Tienes rabia contra mí?- Le digo incitándolo,
-Si- Dice con la respiración trabajosa.
-¿Y por qué no haces algo al respecto?- Le pregunto- ¡Golpea el saco!- Le grito y él dejándose llevar por la ira lo hace.
-¿Ya terminaste de destrozar tu mano idiota?- Le digo cruzándome de brazos.
-¿Eh?- Se detiene y al momento en su euforia se disipa hace una mueca de dolor y retirando el guante se encuentra con sus nudillos hinchados y un poco raspados.
-Eres un estúpido- Le digo retirándome los guantes.
-¡Hice lo mismo que tú!- Me reprocha de vuelta.
-Eres ignorante si crees que eso que tú hiciste es lo mismo que yo hice. Yo utilizo la rabia como motor de fuerza, tú la utilizas como distractor- Digo dirigiéndome a un tiro al blanco.
-¿Qué? ¡Eso no tiene sentido!- Grita pero lo ignoro y lanzo el primer dardo que da en el centro.
-¿Qué? ¿¡Ahora no me escuchas!? ¡Eso es tan infantil!- Vuelve a gritar pero en respuesta lanzo mi cuarto dado- Sólo eres una perra con necesidad de atención y con problemas de egocentrismo, solo eres alguien que cree que puede ir humillando a las demás personas por ser mejor que ellos- Me dice con furia.
Mis sistemas comienzan a trabajar como los engranajes de un reloj, de una manera tan perfecta que todo se acumula. La rabia, la ira y la decepción se hacen cargo de mis sentidos y yo les doy la bienvenida.
Me giro con el dardo en la mano y con fuerza lo clavo en la colchoneta a pocos centímetros de los pies de Lucas.
-Al menos yo tengo la propiedad de decidir qué de lo que has dicho es cierto o no, en cambio tú, tú no puedes hacerlo porque eres demasiado ingenuo y demasiado crédulo y crees que nadie te va a dañar, crees que todo lo puedes tener con una rabieta. Pero no es así, si quieres algo debes trabajar por ello o mandar a alguien a que te lo consiga como todo buen malcriado. Pero acepta un consejo de esta perra humilladora y date cuenta que si quieres que algo salga bien, tienes que hacerlo tú mismo- Le digo con expresión y voz gélida y dándome la vuelta parto de la sala de entrenamientos donde todos tenían puesta su atención en nosotros. Estúpidas personas sin entreteniendo en sus vidas.
Mañana comienzan las pruebas entre los candidatos que estamos en el lugar y para lograr lo que tengo en mente no puedo llevar cargas emocionales como Lucas. Se acabó la "amabilidad", se acabaron los entrenamientos y el buen trato. Pensaba que me serviría para mi propósito en este asqueroso lugar pero dada a las circunstancias sé que no es una persona entregada a la profesión. Desde ahora seré solo la asesina a la que él le teme, no la "amiga" que creía que me estaba volviendo.
Narra Leah.
Ya han pasado dos semanas desde que Alexa se marchó y si, continuamos con las misiones pero no es la misma adrenalina que sientes al trabajar con ella. Sus padres quedaron devastados cuando supo lo que había hecho. Aún miro el dije de la cruz en mi mano y la carta debajo del él.
No conozco toda la versión de la historia de Alexa, es una chica dura de conocer, vaya que lo es. Es una caja de sorpresas, nunca sabes con qué va salir a continuación o que tanto dolor se está reservando para ella dentro de esa caja. Tengo la fortuna de conocerla a un nivel un poco más íntimo que Sean y sus padres, no de la manera en que me gustaría pero lo hago.
- Eres esa pequeña y débil luz de esperanza que hay en mí, esa pequeña llama que increíblemente todavía existe.- Repito ese fragmento de la cara durante varias veces seguidas hasta que Logan entra a la cocina por un vaso de jugo.
-¿Qué? ¿No me digas que a ti también te dejo un misterioso mensaje?- Dice Logan burlón y mi mente comienza a procesar.
-¿Qué dice tu fragmento?- Le pregunto.
-Una oportunidad es todo lo que necesitas para lograr o fracasar e independientemente del resultado su final siempre te perseguirá- Me dice de memoria.
-Había veces que deseaba no haber nacido, pero luego aprendí a desatar el infierno con una mirada- Dice Sean entrando por el umbral.
-¡Lo tengo! ¡Un acertijo!- Digo emocionada tomando una hoja y un lápiz.
-¿Qué de que hablas?- Dice Logan interesado sentándose a mi lado.
-Era una especie de entrenamiento que tenía con Alexa- Respondo.
-Muy bien y que dice- Pregunta Sean y yo comienzo a escribir sobre la hoja.
Comienzo a separar fragmentos de las frases.
Pequeña y débil luz. El amanecer.
Pequeña llama. Prender en llamas el lugar.
Una oportunidad. Un solo chance de lograrlo.
Lograr o fracasar. Morir o sobrevivir.
Final. Venganza.
Nacido. Su fecha de nacimiento. 10 de agosto.
Desatar el infierno con una mirada. Un demonio sin ataduras.
-Demonios- Digo en alto- Alexa piensa desatar el infierno y por lo que veo todo está planeado con anticipación- Digo amarrando mi cabello en una cola.
-Tiene el día, el momento, la hora, la señal. Lo tiene todo- Dice Logan comprendiendo mis escritos.
-¿Así que mi hermana se va a lanzar al infierno?- Dice Sean.
-Y nosotros iremos con ella- Digo mirándolos y sonrisas macabras se posan en nuestros rostros.
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Hola! Aqui esta el capitulo dentro de los tres dias que les prometí :). Gracias por el apoyo a la historia de todas las diferentes maneras que hay para hacerlo. Los y las aprecio mucho. Espero disfruten la historia tanto como yo lo hago al escribirla.