_Lauren_ la detuvo su hermana Taylor_ ten cuidado con lo que haces hoy.
_ ¿por qué lo dices?_ preguntó curiosa la chica de ojos verdes.
_Escuché a Keaton decirle al director que lo amenazaste con romperle la nariz_ dijo su hermana en voz baja.
_llorón de mierda_ dijo Lauren indignada_ es un cobarde... cree que puede meterse con la gente débil sin recibir su merecido.
_Lauren, por favor_ suplicó Taylor_ por qué te metes en problemas que no te corresponden.
_Estaba acosando a la cuatro ojos... no lo podía permitir_ protestó Lauren.
_Lauren esa gente a la que defiendes., ni siquiera te caen bien., ni siquiera son tus amigos.
_ ¿y eso que importa?_ fue su respuesta_ aquí la única que puede maltratar gente soy yo.
Esa era Lauren Jáuregui... la Reina de los matones de la escuela., no le gustaba que personas que no podían defenderse, fueran maltratadas por otras que asumían que por ser hijos de gente adinerada o con poder, tenían la libertad de hacerlo.
Lauren Jáuregui era cinta negra en Karate., un campeonato en su trayectoria., pero se retiró porque su padre consideró que seguir en el medio era una mala idea, dados sus antecedentes de violencia.
Lauren Jáuregui casi mata a un hombre a golpes., claro que fue en defensa propia., ese hombre intentó violar a una niña en el parque de su colonia., nadie le creyó... los padres de la niña no querían que el nombre de su hija estuviera en los medios y lo negaron rotundamente... la niña asistía al mismo colegio que ella y sus hermanos.
Estuvo haciendo servicios comunitarios hasta que el hombre se recuperó totalmente., no lo había vuelto a ver.
Gracias a que todos en la escuela sabían lo que sus golpes podrían llegar a provocar., todos le temían., algunos le estaban agradecidos por salvarlos de las garras de los otros matones del colegio e intentaban conversar con ella... pero Lauren los echaba de su lado con palabras hirientes.
Lauren Jáuregui no consideraba a nadie su amigo., se llevaba con los alumnos más populares., pero solo de hola y adiós., los rebeldes del colegio la respetaban, los nerd la adoraban, aunque los tratara con desprecio, para ellos el simple hecho de que Lauren los maltratara, daba sentido a sus vidas, y por último estaban las fresas que suspiraban por ella., y eran precisamente las fresas el grupo que Lauren más aborrecía...y en esa categoría entraba Camila Cabello.
...
Camila Cabello bajó del auto de su padre., llegó a tiempo para su primera clase "menos mal" pensó., entró al aula casi vacía y sacó su libreta para dibujar corazoncillos y cualquier cantidad de cursilerías para llenar su tiempo en lo que entraba el profesor de matemáticas.
Escuchó un ruido en la puerta, alzó la vista para ver entrar a Austin Mahone, que le dedicó una mirada socarrona antes de irse a la silla que más lejos estuviera del profesor.
_ ¿por qué no te sientas conmigo Cabello?_ le dijo Austin _ te prometo que no muerdo.
_no, gracias_ respondió con una sonrisa tímida.
_te comprendo_ respondió Austin _ aún eres una niña... todavía no sabes lo que es bueno.
Camila no respondió, se limitó a seguir dibujando corazones con flechas sangrantes.
Camila Cabello era una adolescente que muchos otros consideraban fresa, toda modosita, con sus ropas en tonos pastel, sus pasadores para el cabellos con adornos de flores, sus tenis de rosita fresita, sus jeans con parches de Mickey Mouse y sus playeras aniñadas.
En realidad sus padres la cuidaban tanto que aún la consideraban una niña y no una adolescente., su mamá se encargaba de elegirle la ropa y su papá le tenía prohibido vestirse con faldas cortas., y en realidad a Camila no le importaba., le gustaba la ropa que su mamá le elegía y si Austin Mahone la consideraba una niña a ella no le importaba.
En realidad sólo le importaba la opinión de una persona., y esa persona ni siquiera sabía que una Camila Cabello vivía a cuatro cuadras de su casa y menos que asistía a la misma escuela., y no era para menos., esa persona ni siquiera se detenía a mirarla durante un segundo.
En menos de cinco minutos el aula estaba llena., sólo faltaba el profesor, Camila seguía dibujando fantasías en su libreta observando por ratos a sus compañeros., hacía tiempo se había dado cuenta que era muy diferente de ellos., la mayoría de ellos habían definido su estilo, tenían clarísima su identidad., Camila aún no sabía a qué había venido al mundo., las niñas suspiraban por los chicos., y competían por llamar la atención de los jóvenes más guapos de la escuela.
Camila era diferente., a pesar de que consideraba un chico muy guapo a Austin Mahone., no podía imaginarse a sí misma al lado de él., una vez su amiga Dinah le confesó sentir deseos por su novio Arin., Camila no sabía lo que pasaba con ella., nunca había tenido ese tipo de pensamientos por un hombre y eso a veces la inquietaba.
Probablemente su mamá tenía razón y aún estaba muy chica para tener esos pensamientos de tipo sexual... lo que todavía no se explicaba era porqué una ruidosa campanilla de bicicleta hacía que se acelerara su corazón., tenía un crush con la persona más conflictiva de todo el colegio., lo más escandaloso del asunto es que esa persona era de su mismo sexo... era mujer.
Chris Jáuregui tenía los mismos ojos que Lauren, estaba guapísimo y era hombre... no podía fijarse en él., tenía que fijarse precisamente en la hermana mayor., en Lauren Jáuregui... recordó el día en que la conoció como si hubiera sido ayer.
Su padre la había llevado a ver el partido de softball., llegaron 20 minutos antes del partido que iban a presenciar., el equipo novato de Lauren estaba por concluir su partido para dejar paso a los profesionales que su padre apoyaba., Lauren estaba por llegar a home para terminar la carrera., su cabello amarrado en una coleta a través del reglamentario casco de bateo fue lo primeo que atrajo su atención en combinación con su atlético cuerpo.
Alejandro le dijo que esperara cerca de la banca de los jugadores., al terminar el partido Lauren junto con todo su equipo se dirigió a la banca a cambiarse de ropa., en ese instante Camila pudo ver por primera vez sus ojos.
_ ¿pero que hace aquí este ratoncito?_ preguntó Lauren con cara de hastío al mirar su camiseta con la figura de mickey en el pecho.
_se ha de haber colado_ dijo una de sus compañeras_apúrate que ya vean a ocupar el área.
_ ¡contesta!_ dijo Lauren clavando sus verdes ojos en ella_ ¿qué haces aquí?
_estoy esperando a mi papá_ respondió Camila en un tono más agudo de lo normal.
_ ¿no te han dicho que existen las guarderías?... si sigues aquí te puedes llevar un buen golpe con la pelota.... largo de aquí.
_voy a esperar a mi papá_ insistió Camila.
_Lauren vayámonos_ gritaron sus compañeras que ya se habían alejado considerablemente.
_obedece lo que te digo_ advirtió Lauren que se había cambiado la camiseta del uniforme_ mantente alejada de este lugar.
_mi papá me ordenó que no me moviera de aquí.
_ ¡Lauren!_ le gritó una de sus compañeras que se acercaba_ ¿qué mierda te importa que a la ratoncita le den un pelotazo?
Lauren tomó su mochila, se puso una gorra y siguió a sus compañeras., unos pasos adelante se detuvo y regresó donde estaba ella y le colocó el casco que traía en la mano.
_En cuanto termine el partido que viniste a ver., dejas el casco con la chica de taquillas_ le dijo con tono de total aburrimiento_ le dices que es el casco de Lauren Jáuregui.
_Gracias_ respondió Camila presa de un sentimiento desconocido para ella.
_ ¿le vas a dejar tu casco?_ preguntaron sus compañeras casi en coro_¿la conoces?
_hasta nunca_ le dijo Lauren sin preguntarle su nombre_vamos_agregó siguiendo a sus compañeras.
_"hola Lauren, me llamo Camila"_ susurró Camila al ver a la chica de los ojos verdes dirigirse a la salida del campo.
Por supuesto Camila nunca entregó el casco., se lo quedó como recuerdo del día que conoció a Lauren Jáuregui.
Como recuerdo del día en que el softbol se convirtió en su deporte favorito... del día en que empezó a interesarse en todo lo relacionado con Lauren Jáuregui., en donde vivía, a que escuela asistía, las fechas y horario de sus partidos., incluso lloró cuando el equipo de Lauren fue eliminado del torneo.
Y el día que se dio cuenta que la causante del molesto sonido de la campanilla de bicicleta que pasaba todas las mañanas, frente a su casa, era precisamente Lauren Jáuregui., fue el día más feliz de su vida.