Louis volteó preocupado y se arrodilló enfrente del niño. Sus ropas estaba toda sucia al igual que sus rizos, el castaño intento ver su cara pero fue imposible ya que el pequeño la tenía hacia abajo, mirando el suelo.
—¿Te encuentras bien pequeño?—louis preguntó preocupado y harry asintió con la cabeza mientras agarraba su libro y limpiaba las hojas manchadas de tierra, el castaño notó la intención de harry al querer levantarse del suelo—T-te ayudo... ven aquí—tomó con delicadeza la mano de harry, y lo ayudo a ponerse de pie.
—Gracias—murmuró tímido y alzó la cabeza para mirar el rostro del castaño.
Un extraño escalofrío recorrió el cuerpo del rizado al mirar los ojos de louis. Era como si ya los ubiera visto antes, tal vez lo había echo, harry no recordaba. Se sonrojó cuando notó que aún seguía sujetó de la mano del castaño y la soltó rápidamente.
Louis frunció el ceño pensativo, era el, claro que era el—¡Tu!, tu eres con quien tropecé ayer—louis le dió una mirada confundída—¿Por que corrías, estabas sangrando...?
—No tengo idea de lo que dices...—su nerviosismo aumentó.
—Alguien te a echo llorar... ¿Que te sucedió?—louis preguntó preocupado, no entendía por qué sentía la necesidad de saber que el rizado estaba bien o que simplemente no le había sucedido nada grave.
—Te estas confundiendo de persona...—harry intentó salir corriendo, las preguntas de louis lo estaban alterando.
Maldito entrometido chismoso.
—No...¡espera!—lo tomó del brazo obligándo al rizado que lo mirara—Se que eras tu...