La Otra Familia

By LiliaSolisRamirez

315K 30.7K 20.3K

Boruto lo supo ese dia, al parecer si había heredado algo bueno de la familia Hyuga. Debía agradecerle a tio... More

.Aquí y allá.
.Vivir o respirar.
.Lágrimas y espejos.
.Un granito de arena.
¡Hola papi!
Juntos.
Corazones lastimados.
.Tormentas.
.Remando.
Perspectivas
Cara a Cara
.Muerte.
.Cristal.
Del pasado al futuro. Guías.
.Últimos pasos.
.La nueva familia.
¿Celos o cariño fraternal?

Cambiando todo.

16.3K 1.7K 1K
By LiliaSolisRamirez

Sábado, tres de la tarde con quince minutos.

Naruto se despidió de su secretaria con un gesto de mano, se dirigía, como de costumbre, hacia la cafetería para tomarse un café y un respiro. Shikamaru ya estaba ahí con sus papeles en la mano y bostezando sonoramente.

-No te ah dejado dormir últimamente ¿verdad? –se burló Naruto tomando uno de los vasos para servirse.

-Cada día esta peor con los antojos... -se quejó recargándose en la mesa.

-Ya pasaran, ttebayo. –lo animó con un golpecito en la espalda, luego le dio un sorbo a su café.

-¿Tu tuviste esos problemas?

-Solo con Boruto... -recordó mirando su bebida con interés. –Aunque no fue mucho ¿sabes? ella siempre estaba haciendo otras cosas... -sonrió melancólico. –Decía que no le gustaba molestarme.

-Ya veo... con Himawari fue igual entonces, que envidia.

-No, con Himawari no sé, ttebayo. –otro trago.

-¿Cómo dices?

-Es que... -su mirada se apagó. –Ya estaba cambiando... dijo que Boruto le estaba atrayendo mucho estrés y que la pequeña podría hacerse daño... -Shikamaru se guardó sus expresiones. –Asi que se fue con Hanabi, su hermana, allá pasó todo el embarazo.

-¡Que envidia! –se acopló Kiba mientras le pasaba el brazo por el cuello al rubio para recargarse en él.

-¿Tu que, Kiba?

-Apuesto que tampoco tuviste que sufrir con... -miró a los lados, precavido. –Con Sasuke embarazado... -susurró.

-No hablamos de él aquí. –se molestó Naruto cruzándose de brazos, sin embargo, no pudo evitar recordar aquel estomago abultado de Sasuke, cada vez más grande conforme lo iba visitando. Recordaba, con mucho cariño, como lo encontraba a la media noche en la cocina preparando pasteles, galletas, mousse... quizá por eso Menma era asi de tierno. Porque Sasuke odiaba las cosas dulces.

-¿Soy yo o Naruto esta sonriendo como idiota?

-Seguro que está viendo a Sasuke desnudo en su mente... -se burló el Inuzuka mientras le robaba su café a alguien.

-¡Shh! Guarda silencio, no seas asi de indiscreto.

-¡Ya! Todo el mundo sabe que tiene un amante y que se lo merece... -dijo Kiba despectivo. Shikamaru solo negó con la cabeza.

-Eso solo les encumbre a ellos.

-¿Qué decían?

-¿Ya saliste de tus sueños eróticos?

-¡Oye! Mas respeto, ttebayo... -su celular sonó interrumpiéndolos. –Que raro...

-¿Qué?

-Es Bolt...

-¿Y eso es raro?

-Nunca usa el teléfono. –dijo antes de contestar. -¿Hijo?

-Ahm... hola papá...

-¿Está todo bien? –le preguntó preocupado mientras tomaba su vaso y caminaba a la salida.

-Si, adiós... -se quejó Kiba al verse ignorado de repente. Shikamaru solo bostezó de nuevo.

-Si, si, no pasa nada dattebasa... -se apresuró a aclarar, sabía que su padre estaba de los nervios últimamente. –Este... ¿ya saliste del trabajo?

-Si, ya voy para allá.

-¡¿Ya estás en camino?!

-Espera. Voy a subir al auto apenas ttebayo. –puso su café sobre el carro y abrió la puerta.

-No... digo... es que... esperaba verte en otro lado...

-¿Qué dices? –eso estaba extraño, se sentó y cerró la puerta. -¿Verme en otro lado? ¿Dónde están?

-No, solo tú y yo.

-¿Tu y yo? –tuvo que salir de nuevo para tomar su café olvidado sobre el auto. -¿Pasa algo, hijo? –se preocupó, quizá Hinata lo había vuelto a correr de la casa.

-No pasa nada., solo quiero... escucha, te veré en el parque que esta fuera del fraccionamiento ¿vale?

-Pero todo está raro, ttebayo.

-¡Hazme caso! –colgó.

-¡Pero qué niño! –se quejó al comprobar en la pantalla que la llamada había finalizado. –Bien, al parque... al parque.... –encendió el auto.

//////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////

-¿Mami?

-Dime, cariño.

-Tengo un problema... -se acercó temerosa. –tengo un secreto pero no sé si decirlo.

-Oh, pequeña, no te afliges por eso. –dejó su tarea de tejer y tomó a su hija para alzarla y colocarla sobre sus piernas. –Un secreto... eso es algo importante...

-Si, pero no sé si debo decirlo, mamá.

-Mmm... veamos... ¿es algo malo?

-No lo sé.

-¿Peligroso?

-Mmm... no sé, mami. Lo siento.

-No, no, tranquila, hija. Quizá si... ¿Hima... es sobre alguien de la familia? ¿O es de un amigo?

-No, es de mi hermano. –confesó nerviosa. -¿Te digo? –la madre asintió curiosa. –Es que... mi hermano le marca todas las tardes a una persona y le platica sobre papá.

-¿En serio? ¿A quién le marca?

-No lo sé, pero le dice cómo se siente papá y que cosas hace...

-Que raro...

-Es un señor. Lo sé... le escuche decirle señor. –le ayudó con mas información mientras acariciaba la bufanda en proceso.

Hinata miró al suelo pensando por unos minutos, luego encaró a su hija. Boruto se había ido a sabe donde exactamente, tendría una sola oportunidad.

-Hija, querida... ayúdame a buscar ese teléfono.

-¡Yo sé cual es! Lo apuntó en todos sus cuadernos.

-¿Si? –la siguió hasta la habitación del pequeño y sacó una de las libretas. En la pasta llevaba la leyenda "en caso de emergencia marcar al número..." y ahí estaba uno, no era el de Naruto ni el de ella, tampoco el de la casa ni de algún familiar. Molesta, camino hasta el teléfono y marcó.

//////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////

Boruto había subido al auto como si lo estuvieran persiguiendo, miró a su papa y le pidió que empezara a andar antes de que lo vieran.

-¿Te metiste en líos?

-No... solo que no quiero que... -mejor callarse, no iba a mostrar su molestia con Himawari frente a su padre que ya de por si estaba lleno de problemas.

-Estoy preocupado.

-No, está todo bien, de verdad. –le sonrió. –Hola...

-Ahm... hola...

-¿Me llevas a un lugar?

-Pues sí, no hay remedio. –le dijo sin dejar de conducir.

-Llévame a donde conociste al señor Sasuke.

-¡¿Qué?! –freno de golpe al escuchar eso.

-¡Papá! ¡No hagas eso dattebasa! ¡Casi me mato!

-¡Ponte el cinturón! –se quejó. –Lo siento... es que... tan de repente...

-Perdón. –le obedeció y suspiró. –Es importante ¿de acuerdo?

-... De acuerdo...

////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////

-¿Aquí es?

-Sip. –le dijo mientras le ayudaba a bajar por las rocas. –Aquí lo vi por primera vez, ttebayo...

Boruto le hecho una ojeada a todo el lugar, su cara de molestia se hacía más grande con cada cosa que veía.

-¡Mientes!

-... Eh... no...

-¡El señor Sasuke no estaría aquí nunca!

-¡¿Qué dices?! ¡Aquí fue donde me lo tope por vez primera! ¡No miento dattebayo!

-¡Mira! –sus manos se extendieron tratando de abracar todo. –¡Es un estacionamiento abandonado! –Naruto hizo como si no lo escuchara. -¡Con gallinas abandonadas también! ¡Gallinas!

Su padre solo se alzo de hombros.

-No miento... por cierto, esas gallinas parecen no envejecer nunca, o será que son nuevas e igualitas a las de ese día... -reflexionó tratando de sostener una de ellas pero se escapaba.

-...Esto es increíble... -farfulló Boruto cruzándose de brazos. –Yo me imaginaba un parque o una playa, quizá un café o un cine... ¡hasta la escuela hubiese sido mejor dattebasa...!

-Si fuimos a la misma escuela... -le aclaro mientras correteaba a las pobres aves.

-No lo entiendo... -se quejó recordando con un sonrojo al señor Sasuke, tan galante, tan guapo, resplandeciente y de buenos modales. ¿En un estacionamiento? Jamás.

-¿Te cuento? –le preguntó mientras se sentaba en el filo de una banqueta destrozada por los años.

-¿Qué cosa?

-¿Cómo fue todo? –sus ojos se iluminaron y Boruto lo notó en seguida, hablar de Sasuke lo hacía feliz. Sonrió y se sentó a su lado agradeciéndole internamente al señor Sasuke por conocerlo tanto.

-Anda, pues...

-Veras... Sasuke tendría unos diez o nueve años. Yo también.

-Obvio.

-¡Respeta! –se quejó dándole un coscorrón leve. –Este estacionamiento, asi como lo ves de olvidado y desgastado, árido y tenebroso... asi era en ese entonces.

-Que sorpresa...

-Pero había clientes, ttebayo... y yo trabaja aquí...

-¡¿Qué?! Creí que siempre habías tenido la empresa... bueno, el abuelo y asi...

-Si, ttebayo... siempre estuvo ahí, nunca me falto nada, pero papá quería que aprendiera a trabajar, ganarme las cosas con esfuerzo, que todo valiera la pena. Asi que busque trabajo solo por diversión... aquí tuve el primero...

-¿Qué hacías? ¿Corretear gallinas?

-No, eso lo hacía gratis ttebayo... Yo limpiaba los coches que venían. Los lavaba y le quitaba la tierra, también aprendí algo de mecánica.

-No puede ser verdad, dices que tenias nueve años más o menos.

-Si. ¿Por...?

-A esa edad es imposible saber de mecánica.

-Los niños de ahora son los que no saben hacer nada. –se quejó con un puchero. –de verdad, no era mecánico pero si sabía hacer revisión general. Me daban centavos y compraba dulces con ellos. –sonrió nostálgico.

--Si, pero ¿Dónde estaba el señor Sasuke?

-A eso voy, ttebayo. –se aclaró la garganta carraspeando. –Un día, lo vi pasar por allá... -su dedo apuntó a lo lejos, en la calle. –El pasaba siempre con su bicicleta, era el niño mas...

-¿Guapo? ¿Maravilloso? ¿Esplendido?

-No. Mas hijoeputa de todo el mundo.

-¡¿Qué?!

-Lo era, ttebayo. Los otros niños miraban asombrados por su bicicleta nuevecita y el solo les hacia una cara de presunción. Ash... como me cagaba que me miraba como si fuera superior... siempre nos peleábamos con la mirada y a veces a golpes.

-¿Si? –nunca pensó que las cosas serian asi.

-Si, era genial pelearse hasta que el sol se ponía. Luego, ambos regresábamos a nuestras casas llenos de tierra y con moretones por todos lados. –dijo riéndose divertido. –Pero un día...

-¿Te empezó a gustar?

-Ahm... no... Un día se le ponchó una llanta de la bicicleta y se cayó... rodó por todo esa colina hasta que cayó al suelo y la bicicleta sobre él. –se quedó en silencio unos segundos, como si estuviera viéndolo de nuevo. –No pensé en nada, deje al conductor con la moneda en mano y corrí hacia él. –Boruto miraba con atención hacia aquella colina. –Estaba llorando. Realmente le había dolido.

-...El señor Sasuke... llorando...

-Todavía no había llegado con él cuando unos mocosos empezaron a lanzarles piedras.

-¡¿Que cosa?!

-Le tuve que partir la cara a varios antes de verlo. –sonrió muy levemente. –Cuando me miró, supe que era muy débil en el interior, pero incluso asi no dejó que se notara. –sus ojos azules miraron a su hijo. –Me dijo que estaba bien y que no estuviera entrometiéndome... pero ni se podía mover... asi que no me importó y lo empuje de nuevo al suelo.

-¡¿Perdón?! ¡Pensé que ibas a ayudarlo!

-Si, solo quería que se diera cuenta que estaba muy débil. –se excusó.

-¡Papá!

-Bueno, solo fue un empujón y cuando se quejó le dije que era para que viera...

-Que estaba muy débil, ya...

-sí, eso... el hizo una cara igual a la tuya, que curioso... bueno, al final, lo lleve a casa.

-¿Cargándolo entre tus brazos?

-No ¿Cómo crees? Era un niño... solo lo ayude apoyándose en mi...

-Ah... -suspiró desilusionado.

-Sus padres casi me matan pensando que lo había herido yo... y es que, la caída le había torcido el tobillo y raspado sus rodillas blancas, blancas... y su carita tersa estaba manchada de tierra... y esos ojitos llenos de lagrimas... -suspiró en sueños. –Todo él era una criaturita del cielo, debiste verlo... cuando se molestaba seguía haciendo pucheros y olía tan rico... y su boca rosada...

-Papá... te estás desviando... -le canturreó un poco sonrojado al imaginarse todo eso.

-Ya, ya... al final... me defendió de su padre y su hermano me invitó a comer. Aunque no nos llevábamos del todo bien, solito insistió en cambiarse a la escuela a la que yo cursaba y empezamos a hacernos amigos.

-¿Si?

-Bueno... el dijo que yo le pertenecía y que nadie más me podía tener de mejor amigo, solo él. –su mano se fue a su mentón. –Ahora que lo pienso, eso fue raro... que posesivo dattebayo...

-¿Hasta ahorita te das cuenta? –se burló. Ambos sonrieron y siguieron viendo el, ya no tan horrible, paisaje. –Papá...

-¿Dime?

-¿Por qué no te quedaste con el señor Sasuke desde un principio? –le preguntó luego de un tiempo de reflexionar. Pudo sentir como Naruto se removía incomodo y suspiraba resignado, pasaron muchos segundos antes de poder escucharlo.

-Por idiota...

Boruto lo miró asombrado pero guarido silencio, su padre estaba pensando en Sasuke pero sus ojos reflejaban tristeza y decepción. Se sintió culpable y agachó la cabeza.

-Hijo...

-... ¿mmm?

-Enamórate de quien tú quieras... Ni siquiera yo debo impedirte eso... -le dijo mientras lo abrazaba con fuerza y dejaba escapar unas lagrimas que mojaban la cabeza de su hijo.

////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////

Sasuke se pinchó el dedo al tomar una de las ramas fuera de casa, se metió el dedo en la boca al ver que brotaba sangre, poco le importó y abrió la puerta.

-Estoy en casa...

-Hola, mami... -saludó Menma. -¿Qué tienes?

-Me pinché. –le mostró la herida.

-¡Ay, no! Son malas noticias.

-¿De dónde sacas eso?

-Me lo dijo mi hermano... -se sentó de nuevo en el sofá para seguir leyendo.

-Esas son tonterías. –le dijo desde el baño después de sonreír al escuchar la palabra hermano salir de su boca.

El teléfono sonó y Menma contestó.

-¿Hola? ¿Boruto?

-... Hola...

-¿Quién habla?

-Soy... este... ¿Y tu mami, pequeño?

-Esta en el baño. ¿Quién habla?

-¿Puedes decirle que atienda, por favor?

-Si. ¡Mami!

-Dile que es importante...

-¡¿Pero quién habla?! O sea, ¿Quién eres? –le explicó.

-Es de parte de Naruto... él... está muy garbe... -mintió tras morderse el labio inferior.

-¡¿Mi papá esta grave?! –preguntó alarmado el pequeño.

-¿Pa... Papá? ¿Has dicho papá? –sus mano presionó su pecho. -¡Contéstame! ¡niño!

Menma dejó el teléfono y corrió a buscar a Sasuke preso del pánico, el mayor también corrió presuroso y atendió el teléfono.

-¿Diga?

-Sasuke... -lo reconoció enseguida.

El moreno cerró los ojos sabiendo que había caído en una trampa, su dedo dejó caer una gotita más de sangre pronosticando lo que pronto vendría.

-¡Sasuke! Sé que eres tu... dime ¿Por qué tu hijo llamó papá a mi Naruto?

Sasuke guardó silencio mirando a su hijo asustado.

-¡Contéstame!

-¿Naruto está bien? –alcanzó a pronunciar tratando de no escucharse afectado.

-Por supuesto que está bien, solo mentí para averiguar... ¿hola?

Sasuke había colgado, su piel, ya de por si blanca, se le notaba enfermiza, estaba temblando. Menma estaba igual, aun sin saber que estaba ocurriendo en realidad.

-¿Mi papá esta... bien?

-Si, si... hijo... escucha... Ahm... -se talló la cabeza agitando sus mechones de cabello. –Menma... ¿le llamaste papá cuando estabas al teléfono? –le preguntó a media voz.

-Es que... -sus ojos se llenaron de lágrimas que empezó a derramar. –Lo siento... yo...

-No, tranquilo, tranquilo. –le limpió el llanto. –No es tu culpa... Menma, hijo... -se estaba mareando. –Ponte... ponte un suéter y toma todos tus útiles, ponlos en la mochila y saca la otra maleta ¿de acuerdo?

-¿A dónde vamos?

-Ahm... -ni él sabia. –Debemos ir... a... después veo.

-¿Qué?

-Hazlo... solo hazlo... -se fue a su habitación presuroso.

-Pero mamá...

-¡Obedece! –le dijo nervioso. –Menma, obedece por favor. –se intentó relajar al ver la expresión de su hijo. –Por favor.

-Si, mami.

Una vez dentro del cuarto, Sasuke marcó al teléfono rogando que no lo hayan cambiado. Camino de un extremo a otro, cada tono lo impacientaba más.

-Hotel Vista playa de Oro, recepción.

-Comuníqueme con Itachi Uchiha.

-¿Quien lo busca? Perdón.

-Sasuke... Sasuke Uchiha, su hermano.

////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////

Cuando Naruto llegó a casa, su estomago le avisó de algo extraño. Por puro instinto miró hacia el colgante que la había regalado Menma hace unos meses y que adornaba su auto.

-¿Qué sucede?

-Nada... solo... no, nada. Vamos, que ya hace hambre.

-Pues se nos juntaron la comida y la cena. –cerró la puerta del auto y corrió con los brazos estirados simulando un avión.

-Sí, ni hablar... -abrió la puerta y la sonrisa desapareció.

Continue Reading

You'll Also Like

1.3M 30.6K 39
Mi nombre es Karen Esta es una historia que ya se hiso pero quiero intentar de nuevo por que por alguna manera se borro mi otro perfil
41.6K 3.2K 4
¿Qué es lo que ha pasado? Relato corto de lo que sucedería al final cuando se acabasen los titanes
2.9K 166 7
Bob esponja pantalones cuadrados vive debajo del mar tranquilo hasta que... apareció ella... una humana... Bob esponja desde el primer momento en que...
12.4K 1.4K 18
Menma y Minato, dos hermanos que desde hace diez años viven con su abuelo Iruka, disfrutan de la paz que Kohona tiene el privilegio de gozar durante...